Eubea 2011 |
¡Que se me cae la casa! Se ve que era por compensar el efecto del tronco torcido del olivo, al que debía estar mirando y tomando como referencia cuando saqué la imagen, lo había fotografiado a él solo un par de veces. Además estaba asomado a un balcón, con medio cuerpo fuera, en precario.
Esta casa, que está unos doscientos metros a la derecha del corral y los adosados de los que hablé el otro día, estuvo cerrada todo el mes de agosto.
No sabemos si pertenece a una familia o es un grupo de apartamentos concebido para aprovechar todas las fachadas con ventanales abiertos en esa configuración poligonal.
La integración en el paisaje está conseguida aunque no sea un estilo propio y el olivar ayuda mucho. No obstante, tampoco se puede establecer una comparación lineal entre ella y los adosados, teniendo en cuenta que su precio habrá multiplicado por algún número el de aquellos, y la disponibilidad económica determina una vez más las diferencias.
Y los últimos ejemplos.
Eubea 2011 |
La casa de lo alto es del modelo de los apartamentos que vimos en otros capítulos.
En la primera blanca confluyen dos estilos, por una parte el cicládico tradicional, sin terraza visible en este caso, que con variantes se repite en buena parte de las islas mediterráneas, griegas o no, y uno de los modelos contemporáneos nacidos del hormigón, el cubo simple.
Es una solución más barata que los ejemplos que hemos visto hasta ahora, salvo el de los adosados, y no estaría seguro si incluyéramos la mano de obra, las horas que echaron los palicaris que trabajaron por cuenta propia.
No puedo dar una opinión de peso en esto porque se me escapan muchos datos, pero me parece inocente, si no imposible, renuciar por completo al cemento y, como vimos, todas las casas actuales están hechas de ese material en comunión con el ladrillo. Poco más queda por hacer que valorar las propuestas arquitectónicas más interesantes del panorama, así como su funcionalidad e integración en el paisaje.
Esto no es resignación, los hechos se imponen de forma tozuda y a menudo inapelable. Es más fácil intervenir en el presente y en el futuro, pero eso exige una toma de conciencia por parte de muchos, que no siempre sabemos o queremos asumir.
Aliveri Eubea 2010 |
Y sobre todo hay una distancia grande entre el uso racional y el abuso de los megacomplejos hoteleros del hormigón, que no sólo destruyen los grandes espacios que ocupan sino también enormes áreas cincundantes.
Se habla poco de la contaminación visual porque hay otras más graves, pero ¡sólo hay que echar un vistazo a nuestra hispana costa! (hasta las tumbas se abrieron/gritando: ¡Venganza y guerra!).
Es el tira y afloja constante entre estética y economía, resuelto normalmente a favor de la última. O entre especulación e interés, dicho en prosa comercial. ¡Cuidado!, no estoy afirmando que sólo se pueda hacer buena arquitectura con mucho dinero. Ni lo contrario, que éste arruine por sí solo cualquier proyecto.
No sirve como ejemplo, pero es otra manera de acercarse a lo que digo: las grandes estrellas actuales de la arquitectura son más empresarios que creadores, ¡son grandes artistas... haciendo dinero!.
La fotografía de las casas de arriba es el mejor ejemplo que tengo de las más comunes en el norte del Egeo y que se aproximen al típico estilo macedonio. De piedra, cuadrangulares, de piso y planta, tejado a dos/cuatro aguas de teja, y con ventanas y balcones similares al modelo de referencia.
El pueblo está cerca de la costa oeste pero un poco en el interior donde la presión del turismo no ha destruído tanto como en los pueblos costeros. Y esta es una población bastante más grande que los pueblecitos de los que hemos estado tratando. La cabecera de una zona, de hecho.
Y ahí van las pobres imágenes que tengo de los cimientos tradicionales de piedra en una caseta y en un muro.
Ayioi Apostoli Eubea 2010 |
La uralita, tan antiestética como económica, tampoco se ve en Grecia tanto como aquí, y la de esta caseta, en el centro del pueblo primitivo, tuvieron la precaución de pintarla.
Pero lo que nos interesa es su base de piedra que apenas tapa un somero revoque y las manos de cal. La terracilla aneja, con cubierta de chapa, era parte de la primitiva construcción, probablemente un corral para animales o un chamizo de aperos, o de útiles de pesca. No lo sé.
Más abajo, pegado a ella se ve el tejado de planchas de pizarra rústica, aquí encalado, que hemos mencionado varias veces, en una construcción de piedra local más grande, de las mejor conservadas que encontramos. En la misma línea de playa quedan todavía algunas de esas construcciones en buen estado.
Es una lástima que el cemento acabara por sustituir argamasas, arcillas, etc. en los muros, en las viviendas triunfó antes. El hormigón tiene algunas ventajas, como la comodidad para trabajar con él y la rapidez con la que seca y fragua o la fuerza de cohesión sobre los materiales, pero impide la proliferación de plantas, musgos que embellecen los muros aunque los ataquen, y estéticamente no se pude comparar a la piedra.
Y las murias con piedras asentadas sin argamasa exigen unos mínimos conocimientos de cantería y son muy laboriosas y, por tanto, caras. Trato de explicármelo y siempre acabo aquí: la aceleración contemporánea es lo más antiestético de todo, una locura, por mucho que dijeran los futuristas.
Grecia 2011 |
En el ángulo superior derecho, en una pared que ya perdió un revoque muy antiguo y deteriorado, se ve la roca aflorando, típica de las murias primitivas y de una variante de la contrucción tradicional con piedra de la zona, de mayor calibre.
Pero los muros los dejaremos para otro día y cerraremos estos capítulos de arquitectura que sólo quieren ser la aproximación de un observador no especialista.
Salud, yasas!
Barbarómiros.
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