domingo, 16 de febrero de 2014

H Νίσυρος, Nísyros -5. Νικειά


Nikiá,  al borde de la caldera del volcán,
desde la carretera de Emboriós.

Nísyros.  Grecia, verano 2013.


Nikiá 


Buenos días. Nikiá (Νικειά) tal vez pueda ostentar con orgullo el título de pueblo más bonito de Nísyros (Νίσυρος), que no es poco teniendo en cuenta a los otros dos que entrarían en liza, Mandraki (Μανδράκι) y Emboriós (Εμπορειός). Éste último es más desolado, sin duda, y no sólo por el número de habitantes, también por lo agreste y salvaje de su emplazamiento. Ésa es su gran belleza. Y Mandraki es la capi. Un pueblo muy guapo a la orilla del mar con puerto, blanco y tendido en una hermosa ladera junto al acantilado egeo.

Nikiá tiene algo de los dos. Está situado en lo alto de una cresta como Emboriós, colgado sobre la caldera del volcán en el extremo sureste, pero además cayendo a plomo sobre el mismo cráter del Polivotis (Πολυβώτης). Todo el pueblo huele a azufre nada más entrar, aunque enseguida se olvida uno del olor.
De la capital tiene su blancura que, en el picacho en que está construido, relumbra al sol como una joya. Es el pueblo más alto de la isla, cerca de 500 metros y supera a la capital en orden y cuidado, el pueblo es una cocada.

Con el triple de habitantes que Emboriós, sobre 60, su caserío se apiña en un espacio mucho mayor, puesto que la cresta que ocupa, un espigón rocoso de unos 450 metros de altura, es más ancha que la de su vecino. No obstante las calles son también estrechas con múltiples callejones, pasadizos, rincones, túneles..., como Emboriós pero mejor tratado y más abundante.

Otra ventaja que oponer a sus competidores -esta competición me la invento yo-, son las vistas de que disfruta. Aparte de la caldera del volcán y el cráter a sus pies, al norte se ve Emboriós y en el horizonte Cos, con una franja del canal marítimo que la separa de Nísyros. Desde la iglesia de Profitis Ilias (El Profeta Elías), encima del pueblo, el espectáculo es ya esplendoroso, con todo el contorno de la isla, los islotes que la rodean y Turquía al este. Nísyros está salpicada de relumbrantes puntitos blancos, cada uno de los cuales corresponde a minúscula capilla paleocristiana.

Al noroeste tiene la máxima altura de la isla, 658 metros, y al suroeste y sur, a muy poca distancia y también colgado sobre él en una ladera muy empinada que baja hasta el puertín de Avlaki, el mar Karpázico, con los islotes y las islas de Kandeliussa, Pajiá y Pergussa, deshabitadas.

Νυφοστολη παραδοσιακο νισυρου. Oταν στολιζουν την νυφη....
Mientras adornan a la novia.


Buganvilia y velero en la costa oeste de Nísyros, desde  Nikiá.
Grecia, verano 2013.

Ésta es para ponerle los dientes largos a César Viriato..., es broma.

El pueblo es precioso como dije. Se puede llegar en autobús, que tiene dificultades para dar la vuelta en la plazoleta que da entrada al pueblo, frente al Museo del volcán. Éste, a diferencia del centro construido en Emboriós, sigue en funcionamiento y merece una visita.
Una única calle, por donde sólo pasa un burro, una bicicleta o una motoreta, te introduce en el caserío y se van sucediendo los pequeños pasajes, ramales aún más estrechos, etc., hasta desembocar en la plaza.
Las imágenes del pueblo de este vídeo no son de Nikiá sino de Mandraki, pero ésa es la anchura.


En zonas planas laterales que flanquean la calle principal, han colocado hasta un campo de baloncesto entre rocas y paredes, cuyo murete norte mira al cráter. Otra calle, partiendo de esta zona, hace toda la girola al pueblo por el norte y el oeste sobre la caldera del Polivotis, con el mar y el cielo azul de fondo, el sol fiero y el blanco inmaculado de la cal.

Las casas son de piedra, muchas antiguas y de mérito arquitectónico, muy bien conservadas, con arcadas y dinteles renacentistas y neoclásicos, de inspiración italiana, que en ocasiones me recordaban algunas de Janiá en Creta, aunque en general más pequeñas dadas las estrecheces de espacio.
Las escalerillas, pasadizos abovedados, callejones, así como los colores de balcones, puertas y ventanas, los ventanucos y tomas de luz inverosímiles, las gateras, las flores, las grandes y viejas ánforas de barro, las sombras que proyecta ese sol fantástico sobre los suelos y las paredes blancas...

A la hora de elegir las fotos no sabía qué hacer. Hay un montón de ellas seguramente más guapas o que a mí me prestan más, pero opté por cuatro que situaran visual y geográficamente al pueblo, ya que me he entretenido bastante con ese aspecto porque lo creo necesario; una de sus mayores virtudes puede que sea ésa, su relación con lo geográfico: el lugar que ocupa determina su configuración y gran parte de su belleza, y el impresionante paisaje que domina, con el volcán a sus pies, que no es accidente pequeño. Un sendero bien cuidado que parte de la base del pueblo, con un mirador, permite descender hasta la caldera.

No obstante, la parte arquitectónica y decorativa que luce el pueblo es digna de pareja admiración.

Cualquier periplo griego por el campo irá acompañado por la banda sonora del verano, las cigarras, tsitsíkia. Ya la primera mañana en la isla me saludaron a mí, con todo su chirriante entusiasmo, nada más amanecer. Ahí nos las muestra Nikolaos, un hombre que sube muchos vídeos de Nísyros y de Nikiá a Youtube, al que ya mencioné en otro capítulo a propósito de una canción, y a quien supongo natural de la isla, e incluso de este pueblo. ¡Saludos Nikos!

Nikos Papatsos.  Τα Τζιτζικια στο "Χωριο" στα Νικειά.
Τα τζιτζίκια (Ta chichikia). Las cigarras.


Calle de Nikiá.  Al fondo, un punto blanco sobre la montaña,
Emboriós.  En el horizonte la silueta de Cos, en la costa este.

Nísyros.  Grecia, verano 2013.

Y el entorno, al margen del Polivotis, es también muy atractivo, ya me referí arriba al puertín de pescadores de Avlaki, medio abandonado, y cerca, sobre el estrecho borde sur de la caldera, entre ésta y el mar de Cárpatos, están las ruinas clásicas del Árgos de Nísyros. Hay un montón de rutas para paseantes y senderistas que parten de o pasan por Nikiá.

La visita al pueblo la hicimos el segundo día, porque el primero habíamos cogido el coche muy tarde, dado que el personal tardó en levantarse. La noche de la llegada, después de comer algo de lo que traíamos de Rodas y Kárpazos, unos chicharrines en aceite que nos regalaron María y Nikos en Levkós, queso, aceitunas, uvas y algo de pan, debimos acostarnos cerca de las cuatro de la mañana.

El segundo día madrugamos algo para aprovechar las horas que nos quedaban de alquiler. Por eso llegamos al pueblo cuando no había un solo turista. Claro que después, en las dos horas largas que estuvimos allí, veríamos media docena, que tampoco es un llenazo. Ya sabéis que a partir de la Panayía, el 15 de agosto, en los sitios con poco turismo éste desaparece casi por completo y los pueblos recuperan su aspecto habitual.

Precisamente esa mañana había una celebración de despedida de los lugareños que viven en Atenas y ciudades grandes, y en el extranjero, que vuelven todos los veranos que pueden a su isla. Cuando llegamos a la plaza, unas treinta personas, la mitad del pueblo, se encontraban allí ocupando las mesas de dos tabernas, dando cuenta de unas mezedes, dulces y algún refresco líquido, después del oficio religioso, el pope entre ellos.

En la misma plaza, cerrándola por un lado, se alza la iglesia del pueblo, cándida como la pureza, a la que se accede por unas escaleras, con un campanario esbelto, aéreo y blanco, muy chulo. La media hora que permaneceríamos allí tomando unas cervezas frías y charlando con el dueño de la taberna, fue de lo más grato de la estancia en la isla e incluso de las vacaciones.

Παιχνιδια παραδοσιακο Nισυρου. Canción de boda, tradicional de Nísyros.

http://www.youtube.com/watch?v=B7q2FhJpDdY

Cervezas a la sombra en la preciosa plaza de  Nikiá.
Al fondo la línea del Egeo.
Nísyros, Grecia, agosto 2013.

Toda la superficie de la plaza, como la mayoría de las calles, está adornada con un dibujo de choklakia, esas piedras volcánicas pulidas típicas de Nísyros y de todo el Dodecaneso, y es otra de las maravillas de este pueblín.
Cuando volvimos a la media hora, después de un primer recorrido por el pueblo, sólo quedaban seis u ocho parroquianos en uno de los bares, acompañando al pope. 

La adaptación de la arquitectura al lugar, común a muchas islas, es al propio tiempo una acomodación al clima, las calles estrechas abrigan del frío y la humedad invernales, y en el buen tiempo son una barrera contra el sol y el calor. 
Cada trecho han dispuesto además, arrimados a la sombra de las casas y las peñas, bancos de madera en los que ir reposando, aliviando el castigo que don Lorenzo infringe en otros tramos descubiertos del paseo. Un pueblo para viejos fatigados como eu. 

En fin, viajantes, que me quedo otra vez sin palabras.
Tanta belleza empalaga, podrá objetárseme, ¡a mí no!, y emborracha, ¡yo estoy borracho de Grecia, de eso no me cabe duda!

En la base de la escalera que sube a la iglesia (en la imagen se ve la barandilla), debieron colocarse los músicos de este vídeo, colgado por otra persona que también se prodiga mucho en Youtube y que creo que es nacida en Nikiá, Nisnick. ¡Geiá sas, Nick! Por cierto, ya sabéis que Niki, Nike, Nikiá, significa victoria. Aunque estos Nick imagino que vendrán de Ayios Nikólaos, quizá de Nikitas, patrón de la isla. 
Nos dice que el repertorio incluye canciones del Mediterráneo, de los Balcanes, de Manos Hadjidakis, Apóstolos Kaldaras y Vasilis Tsitsanis, entre otros.

Η Μόρφω Τσαϊρέλη και ο Ηρακλής ΒαβάτσικαςConcierto en Nikiá. 28 de julio, 2011. 



Salud y buen rumbo.

Barbarómiros