Asturias 2012. |
Resort
Le tenían reservado un lugar especial en aquel resort. Era un oasis de paz lleno de viejas glorias en una urbanización de lujo, allí disfrutaría de un apartamento acogedor y muy cuquín con vistas al mar.
Fue el último regalo de su madre poco antes de morir. Repasando las copias de los papeles de la herencia encontró la escritura entre otras muchas de propiedades inmoviliarias. Su padre había sido un tiburón del ladrillo enriquecido en aquellos años de bonanza para los especuladores. No es que ahora hubieran terminado los buenos tiempos de la especulación en todos las áreas económicas, al contrario, pero había más vigilancia y se hacía necesario diversificar el negocio y andarse con más tiento. Y también había aumentado la competencia entre los teleósteos. Su padre lo tuvo más fácil, pero era un paisano a la antigua sin perspectiva. Sin embargo para él estaba destinado lo mejor del gran pastel familiar, el disfrute. Podía, si quería, tumbarse a la bartola por los siglos de los siglos sin dar un palo al agua, tenía los dos riñones bien cubiertos y llegaría para sus nietos. Pero no quería. Sí lo de la bartola pero no lo de renunciar a acrecentar su riqueza. Tenía todo el tiempo del mundo y lo estaba empleando bien. Su progenitor tuvo que pelear en varios frentes y untar a muchos políticos, rábulas y chupatintas para sacar adelante el negocio. Lo había logrado a base del tesón de un hombre sin escrúpulos que se hizo a sí mismo, falto no obstante de recursos intelectuales. Por el contrario él tenía ya todos los triunfos en la mano al comenzar su partida. Multiplicaría por diez su patrimonio. Y lo logró con creces en muy poco tiempo. Ni dos años habían pasado desde que se había hecho cargo de todo. Ahora ya merecía el descanso que su madre le reservó en aquel idílico rinconín de reposo. Conocía el lugar porque estaba relativamente cerca de varias playas de moda entre los nuevos ricos del país, pero también de los panteones donde enterraron a sus padres, de este modo los podría tener cerca y visitar sus monumentos funerarios con frecuencia. Pensaba si no sería esa proximidad con el camposanto la razón que convenció a su madre para adquirir aquella propiedad tan exclusiva. Ella conocía su escepticismo en materia religiosa. Desde la muerte de su padre, diez años atrás, ni una sola vez se había molestado él en visitar su tumba. Pero la vieja era una mujer muy religiosa y quiso dejar las cosas bien atadas.
Veía el mar tan cerca que bien podría decir que lo tenía a tiro de piedra. Sin embargo le resultaba un poco estrecho el apartamento, ¿cómo se las arreglarían los de los nichos que no se podían ni girar?.
Ramiro.
Kiko Veneno - Coge La Guitarra.
Sombra de araña en la pared, alucinando. Infiesto 2012 |
Reflexiones de una araña en la picota
Me quedé seco, colega. Cuando me enteré de que se acababan las moscas me dio un patatús y y se acabó el rappel. Ya fue un palo muy grande la desaparición de los mosquitos que eran un tentempié para días de escasez e incluso algunos una tapa de lo más delicado y exquisito. ¡Pero las moscas no, por dios! Las moscas están en la base de la cadena alimenticia de los arácnidos como yo. Eso es una condena para los de mi especie.
Cuando empezó a correr el rumor de que por fin habían encontrado un veneno que no sólo repelía a los mosquitos, sino que volvía impotentes a los machos y estériles a las hembras, aplatanados a todos por igual, mediante un sofisticado sistema de interferencia en sus feromonas sexuales a la hora del apareamiento, respiro, nosotras las arañas no lo creíamos. ¡Menudos son los mosquitos y mosquitas (incluso las muertas), como para dejar que les toquen sus feromonas!.
Todo era cierto. No acabaron con ellos, pero tuvieron que pasar a la clandestinidad y volver a las catacumbas, a las cloacas, ahora no se ve ni uno. Dicen que están preparando un regreso sonado provistos de bragueros y cinturones de castidad, pero sólo son rumores sin fundamento, ¿qué tiene que hacer un braguero, un artefacto externo y primitivo, frente a una feromona que domina las nuevas tecnologías? ¡Nada, no hay nada que hacer, tenemos la batalla perdida!.
Aquí se celebraron asambleas tratando de prevenir y enfrentar lo que se nos venía encima, pero no hay manera de ponerse de acuerdo. Unos que si soy araña otros que arañón. Cada especie y subespecie, por prescindible que sea, barre para sí. Total nada: ¡cada una en su casa y todas en ca dios!
Y los pájaros insectívoros, los sapos, los reptiles, etc., que están sufriendo también la criminal restricción de su dieta y la seguirán soportando, lo mismo, no han alcanzado ningún acuerdo. La mayoría está optando por cambiar poco a poco de alimentación, por no vivir del aire, o sea por no morir. Pero esto no se puede conseguir de la noche a la mañana. Otros se echan en brazos del alpiste como si todos fueran jilgueros, y los muy locos se dan a las semillas de cannavis, pues dicen que son más jugosas y además colocan. ¡Yo que seeé...!. Lo cierto es que los procesos patológicos digestivos son ya plaga y muchos pobres diablos mueren por exceso de fibra, ya sea por causa obstructiva ya por todo lo contrario.
¡Pero las moscas no, señores! Por mucho que molesten, por muy asquerosas que sean, son criaturas del señor como usted y como yo. Bueno como yo no, que ya estoy más tiesa que doña carmen polo.
T. Laraña Lurdangarón, "Telele".
Cimetière. Paysage après la bataille. Asturias 2012. |
El cemento no se fabrica en los cementerios.
To Infinity - Sad Beautiful Piano Music, by Mikael Sapin.
Salud.
ra.
ra.
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