domingo, 27 de enero de 2013

La sombra y la papelera


Oviedo,  octubre 2012


San Pedro se la bendiga


Cuando me dijeron que tendría que volver a pasar otra vez por aquella oficina se me cayó el alma a los pies. Me había creado la falsa ilusión de que todo estaba resuelto al fin y no me iban a molestar más, ya no tenía edad de andar de la Ceca a La Meca, tirado por los despachos.
Me enviaron la citación por un recadista con cara de niño y rizos rubios, rechonchín como un angelote. Me hizo firmar la entrega y se fue.

El jefe de negociado recibía en un despacho funcional con unos asientos incomodísimos. Me señaló una silla y me senté, pero volví a levantarme enseguida, era un auténtico cilicio. El chupatintas miraba un pliego escrito de lo que debía ser mi historial.

Tiene por aquí algunas cuentas pendientes, unas cosillas que resolver todavía.
¡Qué me dice!
Sí, unos asuntillos sin mayor importancia que no figuraban en su expediente por un problema de retraso burocrático.
Pero eso no es culpa mía.
De acuerdo, pero usted debió hablarnos de ello, estaba obligado por ley.
¿De qué se trata?
Unas faltillas de poca monta: una patada a un perro, alguna palabra obscena, un insulto a un clérigo..., en fin.
Ni me acordaba.
Hace muchos años, era usted muy joven.
¿Pero ésas no prescribieron?
Querido amigo, en el Supremo Tribunal nada prescribe, todo se juzga.
Pero no estamos todavía en esa instancia.
Si lo estuviéramos, usted perdería toda esperanza de salir triunfante, ya no tendría ocasión de sostener su inocencia y menos de cumplir la pena si no es absuelto, ¡estaríamos en el fin de los tiempos! Aunque de escasa entidad, son pecadillos perfectamente documentados por los que debe pagar. Cuanto antes lo haga mejor, de lo contrario permanecería usted indefinidamente en un limbo legal.
¿Y de cuánto estamos hablando?

Así que sooon... tres veniales de obra, más cuatro por omisión, que hacen un total deee...
Siete, dije sin ningún entusiasmo. Me maravilla lo bien que suman de memoria estos burócratas, ¡sin manos, sin dedos!.

Siete, por un siglo cada uno, vienen a seeer...
¡Setecientos son, no vienen a ser!, retruqué perdiendo ya la paciencia.
¡Bien, sólo le quedan siete siglos para salir del Purgatorio, enhorabuena!
¡Quiero hablar con San Pedro, me va a oír!
Pídale cita a María.
¿Qué María?
Magdalena, su secretaria. Pero le advierto que está muy ocupado y hasta el milenio que viene no recibe.

La Trinca.  In secula seculorum.


Salud

Skylorómiros Mavropradakos

5 comentarios:

  1. Te has quedado anticuado, ya no hay purgatorio, ni limbo, ni buey ni mula, esto es una mierda, toda la vida poniéndonos la cabeza como un bote, para después liquidarlo con un - Pues no existe - Podían tirarse al monte y derogar la virginidad de la Virgen o la línea directa del Espíritu Santo con el Papa. ¿Para qué nos quitan lo superfluo si no tocan lo importante? ¡Parecen políticos! ¡Son políticos en un parlamento de un único partido! La desgracia es que no existen elecciones para NO botarlos.
    Besitos ateos
    Viriato

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    1. Creo que das en el clavo de lleno con esa frase de lo supérfluo y lo importante. Aplicada al caso concreto del Vaticano, lo importante es el complejo arquitectónico y artístico, lo supérfluo sus habitantes, otra corte de los milagros, empezando por el Biendichoso, porque ellos, que representan la supuesta espiritualidad de la Iglesia, son pura fachada sobre carnes podres.
      Nadie con un mínimo de sentido y buena fe puede creer en semejante patraña, es un teatro tan falso que parece increíble. Se puede ser creyente o ateo, pero no es posible comulgar con ruedas de molino porque hostias tan grandes no caben en la boca, ni en..., la cabeza. "Dices tú de Alá", son todos primos hermanos.
      Besos renegados (en realidad a los besos no les suelo mirar la filiación, pero ellos inventaron el beso de Judas, cuidadííínn...)

      Salud.
      ramiro

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  2. LA sombra, la santa papelera (vease el halo) y la ventana discreta... Molt guapa.
    El teu relat em recorda un malson recurrent en que he de repetir l'ensenyança bàsica perque em vaig descuidar algun detall o unes asignatures s'han invalidat misteriosament, amb la corresponent carrera univeritària al darrera, o sigui un etern tornar a començar. Pura angoixa.
    Salut RA!

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    1. Hola, Txell, bona nit, gràcies. Les finestres, amb ulleres. Sí que és la Santa Paperera, d'aquí el relat.
      Quin rotllo! El teu malson s'assembla més al suplici de Sísif, castigat a pujar una roca fins al cim d'una muntanya, que tornava a caure, així eternament. Algunes interpretacions creuen veure-hi la baralla per una conquesta d'ordre artístic o intel·lectual. Si té alguna cosa a veure amb això, et convé la calma i certa limitació d'objectius, amb bon sentit, però no sóc especialista.

      Salut y que duermas bien!
      ra




      La

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    2. ...la, la, la, la mare que em va parir!
      No amb el bon seny catalá, quiero decir, sin angustias, poc a poc.
      Petons!

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