¿Reciclaje?, ¿¡de qué?!... |
Salí a tirar la basura
A la puerta había dos tipos que parecían estar esperándome, porque nada más verme uno de ellos se abalanzó sobre mí encañonándome con un arma. El otro me cogió las bolsas de las manos en silencio. El de la pistola dijo entonces, ¡Y ahora métete en casa y cierra el pico! Así lo hice. No les arriendo la ganancia, porque en las bolsas no había nada de valor. Bueno, en la del papel había un ejemplar del Nuevo Testamento, pero muy viejo, y está en vascuence. Le faltan la mitad de las hojas y tiene manchas de chorizo por todas partes, no creo que le den un céntimo por él, ni al peso.
Moncho Alpuente y los Kwai. Nocturno berlinés.
Salud y felices pesadillas
ra
Hola Ramiro.
ResponderEliminarLo de las manchas de chorizo es curioso.
¿De atún no había? ¿Sardinillas picantes?
A saber quién había estado leyéndolo.
Besitos desde Evgiros.
¿Qué tal, Ana!
EliminarUn N.T., antiguo, en euskera, aunque sólo fuera de la primera carlistada tendría cerca de 200 años, son los que le supongo a ese, poco valdría, la primera traducción es del XVI, eso sería otro cantar, a sardinas de Santurtxi!
Un hermano de un bisabuelo fue cura y debió estudiar en Bilbao, era un tarambana, tenía barragana, su criada, con la que tuvo un hijo. No hizo carrera por la bragueta y acabó de párroco en un pueblín rascándose las pilotas! Todos los de mi familia somos muy choriceros, no quiero culpar a nadie.
Dame envidia dame, y dónde será eso de Evgiros?...
Salud!
Ana, es mucho más sencillo de lo que tú piensas. El Nuevo Testamento estaba en una charcutería y lo utilizaban para envolver los chorizos (si fueran del PP no tendrían suficientes hojas)y un día, un primo de Rouco, que era de Bilbao, pasó por la tienda y les echó en cara el modo sacrílego con que empaquetaban el fiambre. El charcutero, se acojonó y tiró a la basura el libro.
ResponderEliminar¿A que ahora lo entiendes?
Besitos
Viriato
Joer Cesar, ahora sí que caigo. Era el libro de cabecera de Monseñor!
EliminarHola, César, me alegro que te diviertas montando una historia, pero no crees que Rouquiño ya aparece aquí más de la cuenta? Si estuviera criando malvas menudo lío con don Ramón, cada uno por un lado!
EliminarEste antepasado cura del que le hablo a Ana, que venía de arrieros, debía ser un célebre y con eso del celibato no comulgaba. ¿Para qué ocultar la verdad? Pecas, te confiesas y cada uno en su casa y dios en la de todos, es una religión de pillos! Eso los del clero bajo, de rouco pa'rriba pura mafia, asquerosa y choricera!
Salud, fantasías!
Yo desciendo de un cura, nuestro tatarabuelo, el bisabuelo de mi masdre y el abuelo de mi abuela Tali, era todo un monseñor de la iglesia católica. Se llamaba Guillermo Ferrín y mantuvo relaciones estables con Hortensia Mosquera,
ResponderEliminarque a la sazón es mi tatarabuela de la que heredamos los apellidos como si fuera madre soltera,quedando el Ferrín perdido entre las vergüenzas que
es necesario esconder.
Al parecer el bueno de Guillermo Ferrín era un cura con más vocación de esposo que de sacerdote. Aseguran que, hijo de buena familia gallega, y destinado por obligación a la Iglesia, como ocurría en aquellos tiempos, fue expulsado de la corte de Madrid por su afición a las faldas. Terminó exilado en un municipio
cercano a Carballino. Allí conoció a Hortensia Mosquera con la que tuvo una hija. Creo que se llamó Guillermina y, que casó con un tal José Veiga y ambos fueron los padres de mi abuela Tali. En su honor la familia está llena
de Guillerminas. A mi madre la iban a llamar así, pero se salvó por nacer del día de a concepción.
¿A que te gusta la historia?
¡Muy buena, gracias!, y además el apellido Ferrín no me resulta desconocido, aunque no lo localizo en la memoria.
EliminarSi va a ser verdad que no conviene decir: de este agua no beberé o este cura no es mi padre!
Los nombres tienen también su empaque, Guillermo, Hortensia, Guillermina, Tali, Conchita. Es un folletín decimonónico.
Buen sitio Carballiño, así saliste tú de jugoso, bribón.
Besos!
ramiro