La Acrópolis desde el Centro de Tradiciones Griegas. Atenas 2011 |
Ο Γιώργος Σεφέρης
Buenos días. Ya iba siendo hora que le dedicara alguna entrada a Seferis. He preferido dejar para más adelante el cuarto capítulo de Elytis y el tercero de Ritsos, que más o menos había prometido. Sigo sin encontrar los apuntes sobre Yiannis y de Odysseas creo que ya tenemos de momento una semblanza, biográfica y de su obra, suficiente.
Sergei Rachmaninoff, Preludio en Do sostenido menor, Op. 3, No. 2.
Recita, Γιώργος Σεφέρης. Το Φως. To Fos, La Luz.
Pero las circunstancias mandan. Nosotros nos tropezamos con Yiannis en Limnos por pura casualidad: no lo habíamos leído, no conocíamos su peripecia personal y no sabíamos que había estado en esa isla, y en otras, en campos de concentración.
La proximidad ideológica, puesto que había sido un poeta de izquierdas que militó en el Partido Comunista Griego (KKE) y sufrió, después de la guerra civil y en la Dictadura de los Coroneles, las consecuencias, fue otro motivo de que buscáramos sus libros traducidos o las canciones griegas con sus poemas.
Pero es de justicia dar a cada cual lo suyo y el valor aquí no lo medimos en orden de aparición. El que fuera Elytis el segundo fue también azar: pasaba por Creta en aquellos días y me pareció oportuno sacar a Odysseas a colación, puesto que había vivido y se había formado, varios años de la infancia, en Creta.
Yorgos Seferis. Mikis Zeodorakis. Grigoris Bizikotsis. Sto Perigiali To Kryfo. 1962.
Seferis nació en Esmirna, Asia Menor, en una familia burguesa muy relacionada con la cultura, pues su padre era abogado y profesor en Esmirna y llegó a ser decano en los años 30, no sé si también rector, en la Universidad de Atenas, cuando ya estaban instalados en el continente. Se fueron de Esmirna en 1914, al comienzo de la primera guerra mundial.
El siguiente dato es también de memoria y por eso no muy seguro, tal vez leído en alguno de los prólogos a sus libros traducidos aquí, porque no lo encontré por internet. Stelios, su padre, hizo la primera traducción de una obra del griego clásico al demótico para ser representada, ¿Sóflocles?, cuando todavía vivían en Esmirna, ¿1908/10?.
Así que la decidida opción de Seferis por el demótico ya le venía de familia. Sus compañeros de generación tampoco dudaron a la hora de escoger una u otra modalidad de la lengua, de hecho en ésta de los 30 aparece la ruptura definitiva con los intentos de limpieza lingüística de la kazarévusa, pese que los cogoneles la volvieran a imponer algunos años después.
Es un lugar común en Grecia esta división entre lengua popular, demótika, y culta, kazarévusa (lit. limpia). Lo menciono para los que lo puedan desconocer.
Μαργαρίτα Ζορμπαλά. Αστυαναξ.
Pasó un tiempo en Inglaterra estudiando inglés para optar al servicio diplomático griego con garantías, donde ingresó en 1927, tras su regreso de Europa un par de años antes.
Si me he detenido en estos datos puramente biográficos es por situar un poco al escritor, que recibió una educación selecta y tuvo la oportunidad de tomar in situ el pulso de la cultura centroeuropea, para volver a sumergirse después en el mundo griego, él, que venía de Asia, de una tradición griega milenaria, pero con un roce también de siglos con otros pueblos que la enriquecieron, y al fin la perdieron. Un oriental refinado y un occidental culto, o a la inversa.
Tampoco es que quiera ventilar la cuestión en cuatro palabras, diciendo por ejemplo que Seferis tuvo un montón de destinos como diplomático, Inglaterra por dos veces, en los 30 y en los 50, Albania, Koritzá, recordad, aquella Niña arvanítika, greco-albanesa.
Pasó los años de ocupación alemana, en compañía de su reciente esposa María, con el Gobierno griego y la familia real en el exilio, hasta el 44. Después recaló en Turquía y en varias embajadas de Oriente Medio, hasta su retiro el año 61, siendo embajador en Londres.
No quería ventilarlo, pero casi. Porque la última parte de la entrada tenía pensado que fueran unas pocas citas de 6 Noches en la Acrópolis, una de las tres obras suyas de las que tengo algún apunte, y lo biográfico ya se me iba escapando de las manos. Algunos otros datos de su vida los iré incluyendo en los otros dos capítulos que tengo en capilla.
Es una obra en prosa, una novela corta pero con mucha proyección, pues en ella Seferis desarrolla los principios de una técnica que se haría famosa con el Cuarteto y Quinteto de Lawrence Durrell, el del punto de vista, aunque no fuera un invento exclusivo de Yorgos.
De su tercer poemario, Στέρνα, Sterna, Cisterna, de 1932, es esta canción de 1979, con música de Triandafylídis y la voz de Iró Kutúvali.
Encontré una dirección donde César García Álvarez hace un muy interesante estudio comparativo entre Antonio Machado y Seferis y vienen traducidos estos versos, no sé si por César. Recordaba esa última estrofa, aunque creo que hay una errata, donde pongo peregrino él escribe pergamino, me quedo de momento con la versión que recuerdo:
La sed de amor busca lágrimas
se mecen las rosas como el alma
se oye en las hojas latir la creación
el crepúsculo se acerca como un peregrino
luego la noche, luego la tumba
se mecen las rosas como el alma
se oye en las hojas latir la creación
el crepúsculo se acerca como un peregrino
luego la noche, luego la tumba
Γιώργος Σεφέρης. Πάνος Τριανταφυλλίδης. Ηρώ Κουτούβαλη.
Το απόβραδο σιμώνει. Se acerca el atardecer.
http://www.youtube.com/watch?v=FNxM2Wn0Bzg
Έξι νύχτες στην Ακρόπολη
6 Noches en la Acrópolis
Fue editada póstumamente, en 1974, Seferis murió en 1971. La tradujo al castellano Vicente Fernández González, recibiendo el Premio Nacional de Traducción por su trabajo, y la editó Mondadori en 1991. Son cuatro citas donde lógicamente no se aprecia esa técnica de la que hablé.
Ya mencioné varias veces la novelita, que lleva años agotada y descatalogada, se puede comprar en red por un precio entre 20 y 50 euros. En ella aparecen una serie de personajes que cuentan, cada uno desde su perspectiva, éstas Anábasis nocturnas.
Hay un personaje, el marinero Stratis, que parece ser el trasunto del autor, y otros seis más, uno por cada día de subida, Lala, Salomé, Nikos, Kaliklis, Nondas y la Esfinge. No sé quíén estaba detrás de esos nombres, pero cabe suponer que entre ellos estarían Durrell, Yorgos Katsínvalis, el pintor de Marusi, el del kikirikí colosal desde la Acrópolis, no sé si Miller..., Fermor cuenta la anécdota del supergallo recogida de Durrell, como he apuntado en un par de ocasiones.
Y la siguiente canción es de Μυθιστόρημα (1935), su quinto libro de poemas, que se editó en Chile en el 2001, traducido por Miguel Castillo Didier, Mithistórima, Stratis el marino y otros poemas.
Recita, Σεφέρης. De Μυθιστόρημα, ΚΓ΄ Λίγο Ακόμα.
La siguiente describe admirablemente la situación entre los propios griegos, y Seferis no se refiere sólo a la cuestión lingüística.
- ... que antes de nada encargara la redacción de un diccionario común para que podamos entender, al menos entre nosotros siete, qué le dice el uno al otro.
Somos, lo cree la humanidá
el pueblo elegido,
pero desde la Antiguedá
no nos dá de sí el cocido
- ... Grecia camina entre caballas y sardinas: un pueblo marinero.
- ... nos hemos metido todos "dentro" de Grecia, hemos cerrado las puertas y hemos tirado las llaves al Egeo. Y ahora..., ahora nos disponemos a comernos unos a otros.
Salud y poesía.
Σεφέρης, recita, Μποτίλια στο Πέλαγο. Botella en el mar.
http://www.youtube.com/watch?v=slJ9064DS5Q
Ramiro Rodríguez Prada
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