El corazón de la ciudad. |
Salí a tirar la basura
medio dormido, pese a que el Pastillas me había aconsejado vivenciar los actos cotidianos, tomar conciencia de las acciones más sencillas y rutinarias, etc., etc., etc. De hecho, y a esas horas, estaba siempre más cerca del Limbo de los Justos que de la materia putrefacta que es el basural de este mundo. Pero junto a los cubos recuperé la consciencia vía amoniaco y empecé a vivenciar la Pura Mierda.
Salud y felices pesadillas
ra
Si es que no hay nada como la puta realidad para tomar conciencia de las acciones más sencillas y rutinarias... ¿O era sentarse en el trono?
ResponderEliminarUn fuerte beso
Viriato
Sin duda, para ese viaje no se necesitan alforjas piscológicas, y sin levantarnos del trono ya vivenciamos de cojones!
Eliminar¿No te tocó nada de la pedrea del Ave Madrís-Barna? Si es que a los que no jugamos...
Salud, saleroso.
ramiro.