Η Άλκη Ζέη Fotografía de la solapa de la novela. No figura autoría. |
Alki Zei
La novia de Aquiles -2
Buenos días. Habíamos dejado a Eleni en Taskent, en el momento en que se reúne con Aquiles después de varios años muy duros de separación. Hay una colonia de refugiados comunistas griegos, que se hacinan en oficinas convertidas en viviendas con una letrina para todos y unas condiciones extremas. Es todo lo que les han podido ofrecer y están agradecidos. Sólo podrá ver a su marido los fines de semana.
- "Llegamos a la parte antigua de la ciudad con pequeñas casitas hechas de adobe, que, sin embargo, así rodeadas de pequeños jardines con flores y verduras, parecen más humanas que las nuevas; edificios desgarbados y sin gracia que parecen cuarteles. " (Pág. 177). Esta cita resume bien los errores cometidos por el realismo socialista en la arquitectura urbana.
Andreas, un amigo de Lisa, su madre, pintor también exiliado en Taskent.
- "En París volvió a respirar. Visitaba los museos, tomaba su café en Les Deux Magots en Saint Germain recordando una y otra vez los versos de Palamás: 'Me avergüenzo de mi vida cómoda y de mi humanidad.' "
- " 'Sin embargo, en el fondo, quizá no me avergonzase nada. Me gustaba París y pintaba con ganas.' " (P. 185)
- "No llores, ya te lo he dicho, aquí las lágrimas no valen de nada." (P. 192)
- " '¿Es que no crees en el Che?', la pequeña estaba a punto de enfadarse mientras tragaba grandes bocados de pan untados con Nutella." (P. 203)
Μουσικές απο την Σχολική Παράσταση του ΣΤ1. Δάσκαλος: Δημήτρης Κόκκινος. Μουσική ο υπεύθυνος μουσικός της τάξης: Λεωνίδας Σακελλαρίδης. Τραγουδούν τα παιδιά της τάξης
Aunque Alki no lo formula explícitamente, es una constante que se repite a lo largo de la novela y que ya va impresa en su título: Eleni, la mujer, no tiene entidad, sólo como la novia de Aquiles, incluso en la sociedad más progresista su papel es secundario, de sombra del héroe, la mujer queda relegada a su condición tradicional de compañera y madre. Aquí habla ella desde el París de los 70, su último exilio, en uno de esos saltos espacio-temporales.
- "Si Aquiles no estuviera en la cárcel le pediría la separación. Para quitarse de encima la etiqueta de 'la novia de Aquiles'. Hace unos días la paró alguien en el bulevar Saint Michel. '¿No eres...?', intentaba recordar su nombre... '¿la novia de Aquiles?' " (P. 231)
En el primer año en Taskent, Eleni queda embarazada y tiene a su hija Dafnula. La división interna del partido se agudiza y se concreta en una imagen, los puntos de reunión de ambos bandos: los de la buganvilia y los del emparrado.
El enfrentamiento llega hasta las agresiones físicas y varios heridos graves, y la ruptura se ha consumado.
- "Aquiles nunca podría tener una opinión diferente a la de la dirección del partido, cualquiera que esta fuera. Solo que tarda en darse cuenta de que los ídolos se derrumban. Y debe de costarle mucho asimilar que los PRIMEROS de los PRIMEROS también pueden equivocarse." (P. 238)
Hay que pensar también en las condiciones penosas en las que vivían "los refugiados políticos, como los llaman, como nos llaman." (P. 233)
Eran exiliados de Grecia y exiliados dentro de la propia URSS que los acogía. No estaban en un gulag pero les faltaba un paso. En Yalta, como dije en el capítulo anterior, los vencedores de la guerra ya se habían repartido el mundo y trazado las fronteras, y el Telón de Acero empezaba al norte del Ródope. El Bigotones, y los dirigentes comunistas griegos obedientes a Moscú, los habían traicionado y abandonado. ¿No es lógico que los enviaran lejos de su país, en el centro de Asia, en medio de la estepa, de la nada? ¿Por qué no a Bulgaria, a Rumanía, a Ucrania?...
Primero los engañaron con la idea de volver a Grecia y reanudar la lucha armada en las montañas, aunque ya pocos creían en ese regreso. Eran un estorbo en realidad. Cuanto más lejos mejor. Desarmados y sin posibilidad siquiera de entrar en su país clandestinamente, descartada la intención de tomar las armas. Sencillamente estaban detenidos, y nadie en la Unión Soviética podía salir del territorio o trasladarse de región o de ciudad sin permiso del partido.
- "'Lo ha dicho el secretario, lo ha dicho Stalin', y se acabó." (P. 246)
Ilustración de la cubierta en Ediciones del Oriente y del Mediterráneo (2013) Sofía Zarabouka. |
Todo se precipita. La llegada de Jrushchov al poder y la crítica al stalinismo, "volverán mis amigos de los campos de concentración", le dice a una sorprendida Eleni su amigo y profesor de ruso. Todo parece romperse. Aquiles se entera por casualidad de su relación con Jean Paul en Roma y reacciona violentamente.
-" 'No me dejaste nunca contarte nada cuando llegué...' " (P. 259)
Y ella debe enfrentarse de nuevo a la realidad y a su impotencia.
- "No soy ninguna heroína. Ni siquiera soy capaz de coger a mi hija e irnos. La estepa no puede atravesarse a pie. No haré nada, no puedo hacer nada. Nada. Como a los amigos de Mijaíl Grigorevich, a mí me han encerrado en un campo de concentración. (P. 260)
Pero llega por fin la oportunidad de un traslado a Moscú donde ya la espera Aquiles, y abandona Taskent con su hija y Andreas, el pintor amigo de su madre. Y el problema sentimental sin resolver, acantonado.
- "Un trozo de mi vida quedó para siempre en el corazón de Asia." (P. 269)
Y pronto el golpe de los coroneles en Grecia y, en otro salto a París, junto al mayo del 68 vendrá la Primavera de Praga, y acto seguido los tanques del Pacto de Varsovia entrando en la ciudad, y los sueños rotos de nuevo.
- "Y todos estos que vienen de Grecia tienen un aroma especial. ¡Date cuenta de que ayer estaban en Atenas! ¡Hay gente que ayer estaba en Atenas!" (P. 300)
En una escena corta pero muy emotiva, Sofi, la hija de un antiguo amigo ejecutado en Grecia, a la que no ve desde niña y que viene a visitarla, abraza un regalo cargado de simbología personal que le ha dado Dafnula, la hija de Eleni, y Sofi le dice a ésta al despedirse:
- " 'Me encargaré de que vengas (a Grecia), aunque sea con permiso, muy pronto -me susurra al oído-. Te lo prometo, se lo prometo a mi padre...' " (P. 315)
Aquiles es un tipo sin ningún sentido del humor que ni siquiera es capaz de reír el chiste más elemental, como la frase de un dirigente del partido ensalzando las virtudes del sistema: "¿Dónde has visto tú a un soviético borracho?" (P. 315)
- "Porque Aquiles no participa de nuestro juego. Sólo volverá con la cabeza alta cuando el partido sea legalizado. 'Si lo permiten, tú puedes ir con Dafnula los veranos', no respondo. ¡Los veranos! No me bastan los veranos. Quiero ir los otoños, las primaveras, los inviernos, quiero vivir allí para siempre, para no marcharme nunca. ¿Qué ocurrirá con nosotros dos? Lo decidirán los acontecimientos, como ha ocurrido durante toda nuestra vida." (P. 319)
Y, a pesar de todo, en el momento de la muerte de un amigo, "Qué tierno es Aquiles conmigo! Su mirada quiere encontrar mis ojos para infundirme valor." (P. 329)
La novela está a punto de concluir, pero aún tenemos tiempo de asistir en París al funeral de un actor exiliado con la presencia de la mayoría de refugiados griegos en la ciudad, comunistas y hasta un ex-ministro que abandonó Grecia con el golpe de los coroneles. Se escenifica en los discursos toda la falacia y la demagogia de los políticos profesionales, a derecha e izquierda.
Y, en un nuevo salto, a pasear por el jardín del cementerio de Novodévichi.
- "Aquí entierran a personalidades, escritores y artistas. Paseamos entre las tumbas de Chéjov, de Levitán. 'No parece en absoluto un cementerio', dijo Andreas la primera vez que fuimos. 'Parece un jardín apacible' ". (P. 330)
- "Cada mañana, doctor, cada mañana con el alba, mi corazón es fusilado en Grecia...". (Nâzim
Hikmet) (P. 331)
- "No sé por qué, pero cuando veo la bandera griega no se me alegra el alma, decía Andreas. Recuerdo al rey, a Metaxás, los desfiles nacionales y los guardias que llamaban a los timbres cuando se nos había olvidado colgar la bandera, que era obligatorio en las 'festividades y conmemoraciones' " (P. 332)
Georges Brassens. La mala reputación. Versión castellana.
https://www.youtube.com/watch?v=lM3IBOkkeCw&list=RDl4Q7urIVYAE
Juan Manuel Baños, de Céfiro, con Pedro Guil y Coralia Pose, traductores. Gijón, 2013. |
- "La mitad de mi corazón se ha quedado para siempre en Moscú." (P. 336)
- "¡Hidra! Tiene razón Costís, Grecia es un país mágico." ( P. 341)
El reencuentro con Grecia es emocionante. Pero "Atenas se ha convertido en una barriada uniforme. Por todas partes bloques de pisos que se amontonan. Han desaparecido los pequeños comercios, las lecherías y los cafés." (P. 346)
- "La entrada de pésimo gusto, con espejos que te reflejan delgada y alta y macetas con plantas trepadoras de plástico." (P. 347)
- "Todo el tiempo estáis recordando el pasado. Aburrimos a los demás. No hay manera de que lo olvidemos, es toda nuestra vida. ¡Cuántas veces nos propusimos rehacerla desde el principio! No fue valor lo que nos faltó."
Entretanto Eleni, vuelve una y otra jornada al compartimento del tren de París en el que ha pasado, junto a sus amigos y camaradas, Panos y Evyenios, el rodaje de la película -y la novela, su vida-. (P. 351-2)
- "He querido meter en estos noventa días todos los años que he estado ausente. Antes de salir de Grecia, mi viaje más largo en tren había sido Atenas-El Pireo." (P. 340)
"¡Corten!"
Alki mantiene el recurso al flashback de principio a fin, hasta convertir la novela en un relato circular que empieza en la estación que sirve de plató a El tren del horror en la ficción, y regresa y acaba de nuevo a París, en un viaje que atraviesa Italia, Francia, Centroeuropa, Rusia y la estepa asiática, en otro tren real, sin olvidar las trágicas paradas griegas...
Es una novela de memoria, de recuerdo y amor a los amigos que murieron en el empeño de la libertad y de un mundo mejor. Y de testimonio, porque gran parte está contada en primera persona y es una historia vivida. Y es también una historia de amor juvenil romántico, que las circunstancias se encargarán de torcer. Y de amargura y soledad, de muchas derrotas y de varios amores.
Sin ser literatura para mujeres, ¡menuda chorrada!, si que me parecía por momento una historia de mujeres, pero al mismo tiempo a veces creía estar leyendo a Dostoyewki en la estepa rusa. El dramatismo está presente en muchos momentos, y algunos de los personajes, tanto masculinos como femeninos, son maravillosos. Son moral y, algunos, también físicamente hermosos, pero lo son a la vez como caracteres de novela trazados por una gran escritora. Y por supuesto personajes -que aquí son personas- odiosos.
Y ya sólo una pequeña mención final a la carrera literaria de Alki Zei. Es conocida sobre todo como autora de literatura infantil y juvenil, donde ha renovado el género junto a otros autores, apartándose de los estereotipos, e introduciendo nuevos temas y una forma diferente de abordar la relación de la literatura, y el mundo, con la infancia. Sin aquel tutelaje ñoño de considerar a los niños medio estúpidos.
Ha obtenido importantes premios: el estadounidense Mildred L. Batchelder de literatura infantil (1990), o el Nacional griego de literatura infantil (1993). Y ha sido traducida a más de veinte idiomas.
Al final de la novela, incluyen un glosario (Nota editorial) de acontecimientos históricos, muy resumido pero completo, que ayuda a situar los hechos en su contexto, los personajes o los lugares.
Y para la traducción de Coralia y Pedro, sólo tengo buenas palabras, y no porque sean amigos, que también, sino por el buen uso que hacen de su propio idioma, el castellano. Porque los dos son grandes lectores y todo traductor que se precie debe conocer muy bien, en primer lugar, su propia lengua.
Sabéis que mis conocimientos limitados de griego no me permiten valorar la traducción desde este idioma, si así fuera lo leería en el original.
Por eso les agradezco también mucho, a ellos y a los editores, que nos hayan acercado, y dado a conocer, a una autora de peso que nos ha conmovido y emocionado y además, para gloria de las carambolas, sobrina de nuestra novelista griega preferida, Didó Sotiríu, a la que, por cierto, quisiera dedicar el siguiente capítulo en Escritores griegos, así estarían juntas tía y sobrina. De Alki conocemos también algún cuento que se publicó aquí, tal vez más adelante le dedique un cuarto capítulo.
Γιάννης Ρίτσος, Καπνισμένο τσουκάλι. Música: Χρήστος Λεοντής, Jristos Leontís, Canta, Νίκος Ξυλούρης. Nikos Xiluris. Και να αδερφε μου.
http://www.youtube.com/watch?v=DJ3ro4D744g&feature=related
Salud y buena letra
Ramiro Rodríguez Prada
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