Leyenda: Μοναστιριακης Επιτροπης. La comisión del monasterio. Μοναστιριακης Ευαγγελίστριας. El Monasterín de la Anunciación. Nísyros. Grecia, agosto 2013. |
Por pies
El joven fraile heteróxido salió de la iglesiuca del monasterio al campo después de los Laudes, buscando un lugar algo apartado donde realizar sus necesidades mayores. No podía entretenerse mucho, porque el anciano monje con el que compartía la vida en solitario en el monasterio, no le esperaría cuando dispusiera sobre la mesa el frugal desayuno, apenas un par de aceitunas y un trozo de queso de cabra, seco y salado, con un mendrugo de pan duro. Hasta el segundo y último ágape del día, después de las doce, no habría más alimento. Y esta segunda comida tampoco era muy abundante, un plato de judías, patatas o coles hervidas con un chorrín de aceite de oliva por encima. En ocasiones, con suerte, encontraba alguna almendra por el monte, que se comía a escondidas del maestro sabiendo que pecaba de gula, pecados que no confesaba a la hora del mea culpa.
Era un muchacho de ciudad no habituado al duro trabajo del campo y en el año que llevaba recluido en aquel apartado convento, había perdido varios kilos. El viejo era un cascarrabias que guardaba la llave de la mísera despensa entre los faldones de su hábito costroso y lleno de remiendos. Miraba con desconfianza al neófito convencido de la flojedad de las nuevas vocaciones. Le habían enviado a aquel rapazón flaco y desgarbado que no sabía ni por dónde coger la azada cuando llegó. No es que hubiera aprendido mucho entretanto, pero al menos ahora podía confiarle algunas labores menores que lo descargaban un poco. Ya empezaba a sentirse cansado, e imaginaba que le habían confiado al joven postulante precisamente para que le reemplazara en el cuidado del monasterio y el cultivo del pequeño huerto aledaño, con el que a duras penas sobrevivían. Las aportaciones voluntarias de los fieles eran cada día más escasas y su regla no permitía la mendicidad.
Poco antes de la hora del almuerzo, al mediodía, cansado de bregar en los surcos y hambriento, sintió otro apretón de barriga y corrió hasta las rocas temiendo no llegar a tiempo, pero con el pensamiento fijado en la mesa del refectorio y en las patatas que ese día había cocido el abad. Tenía tanta hambre que podía oler desde allí el aroma de la hoja de laurel con la que el monje hirvió los tubérculos. Oyó la esquila de la llamada al ágape. Estaba tan ansioso que no le dio importancia al chapoteo de sus chancletas cuando abandonó el cagadero. Pasó de largo al lado del pilón sin mirarlo y entró en el refectorio. El fraile ponía en la mesa la olla con las patatas. Rezaron una oración de acción de gracias y se sentaron. El abad partió el pan y llenó los platos. No llevaban ni un minuto comiendo cuando al viejo, que conservaba intacto el olfato de un perdiguero, le llegó el tufo de las chancletas. ¿Abonaste hoy el huerto?, preguntó, rinorreando alrededor y posando la cuchara. El neófito, por su parte, sólo tenía nariz para las patatas y respondió con un escueto No. El prior, visiblemente contrariado, con el estómago revuelto, acabó por levantarse y, diciendo Ave María Purísima, se retiró a su celda. Quedó su plato de patatas mediado, que acabó gustoso el novicio.
Ramiro Rodríguez Prada
Salud y buen apetito.
Hoy he encontrado un 95000 en tu contador. Un buen número
ResponderEliminar¿como va todo?
Un abrazo
Hola, Capi. Vaya sustos que habéis tenido, ya te leí. Que el regreso sea más leve.
Eliminar95 es mucho más de lo que esperaba al principio, un premio para mi Narcisín.
De momento sigo aquí, muy débil pero con ánimo.
Más abrazos de todos y uno especial a Lola.
ramiro.
¿Cómo era aquello de que Dios escribe torcido entre renglones rectos? ¿O era al revés?
ResponderEliminarUn besito y espero que estés fenómeno.
Viriato
Derecho con torcidos pero es lo mismo.
EliminarFenómeno no, pero estoy.
Salud.
ramiro
Buena prosa, Ramiro. Pero porqué hay tanta m...... en tus escrituras? MAC
ResponderEliminarMás que M... pisamos sangre, es peor que el Cambalache del tango del XX. Me gusta la eskatología, "skatá", basura en griego, pero para hablar de los mierdosos que mandan en este mundo, la mía es blanda comparada con la realidad.
EliminarNo sé quién eres, pensaba en una "kurruka parda", pero ya veo que no, alguien de Astorga, ¿Toño?
Un abrazo.
ramiro.
Skatá, mierda directamente, basura skupidia.
EliminarBesos.
ra
No, dame tiempo.
EliminarMAC