Patzianós. Sfakiá. I Kriti, Creta 2003. Aguada, témpera y sedimentos. Ramiro Rodríguez Prada. |
Haztzidakis es, junto con Theodorakis, el músico de Éntejno -clásico- más importante de Grecia.
Manos, nacido en Xanzi, fuera de Creta como Mikis, es otro cretense de apellido y devoción, más que su colega. Fue un compositor prolífico que lo tocó todo de forma brillante, incluidas bandas sonoras de películas inolvidables, como América América, de Elia Kazan o Nunca en domingo de Jules Dessin, por cuya música,
Los niños del Pireo, obtuvo un Oscar, con aquella sembrada Melina Mercoúri encabezando el reparto. Sólo os hablaré de lo que mejor conozco. Sus ciclos de canciones líricas, inspiradas en el folclore griego, cretense y mediterráneo, son una maravilla.
Del ciclo dedicado a su amigo barcelonés Carlo Novi Sánchez, O kiklos tou C.N.S, nos gustan Mia paralía erimikí, Una playa desierta y Egó ime ena sínefo, Yo soy una nube.
Ta périx, Los arrabales, es un conjunto de canciones Rebétika de algunos de los más conocidos rebetes del género, Tzitzánis, Bambakáris, Papaioánnu...Un buen intento de rescatar y revalorizar una música y estilo marginales, que siempre se asociaron al hampa, las drogas y la miseria de un subproletariado urbano, desplazado y muy castigado por las sucesivas guerras, las balcánicas, los éxodos de Asia Menor, las dos mundiales y la civil.
Nosotros seguimos prefiriendo el Rebétiko genuino, al que dedicaré otras páginas más adelante, con todos sus defectos y rebabas, en su salsa, lo que diríamos de algunas versiones flamencas, en nuestro país, en clave lírica.
Más interesante y conocido es su ciclo O kapetán Mijális, personaje central de la novela de Nikos Kazantzáki que en España -está agotada- se tradujo por Libertad o muerte, donde consigue traladar muchas de las emociones de la novela, en la voz de una Fléry Dandonaki adorable.
Pero de todo eso hablaremos en las siguientes entregas... Yásas, salud!
Ramiro Rodríguez Prada.
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