lunes, 19 de diciembre de 2011

En el nido del mirlo


León 2011

No sé si se la habré visto ya al Mirlo rubio, o una parecida, porque está hecha desde sus dominios aéreos.

Sigo con los diálogos, alfabeto de imágenes, en ocasiones eco de otras, como la que encabezaba la entrada ´Palabras`, un reflejo de las de Andrés, con el que también he aprendido a mirar un poco a través de la cámara, a base de ver cientos, tal vez algunos millares de fotografías suyas.

No he resuelto aún mis problemas con la distribucion del tiempo libre que tengo y en él no salgo del blog.
No me da tiempo a más, y eso que últimamente he dejado aparcadas etiquetas como Literatura griega, la más abandonada, y otras, en beneficio de una improvisación que suele terminar en un pie de foto interminable o una divagación.  A veces más dura de parir que cualquier artículo con apariencia de plúmbeo o difícil.
Nada más pesado, además, que la divagación infeliz.

Me refugio en Alfabetos o Perdío por falta de tiempo y estímulo para regar el jardín de la Academia. Es una historia que quisiera tratar antes de que acabe el año. Un buen número de líneas lo dedico a hablar de la dinámica del blog. De hecho hoy no hice otra cosa y lo que tenía previsto en principio, comentar las fotos, se fue al garete. 

Como existe el metalenguaje y la metaliteratura, supongo que a éso se le llamará metablog. Quería abordarlo antes de terminar la campaña pero no ahora. Tendré que retitular lo que escribí y dedicar otra entrada al tema.
Seguramente esto del metablog sólo es un pecado de principiante, y yo empecé hace cuatro días como quien dise, Cantinflasss. Bueno, antes de las computadoras ya divagaba.


León 2011

Sí, es muy cómodo poner una foto y no romperse la crisma buscando un comentario. Como lo entiendo, corro el peligro de hacer lo mismo. De hecho lo considero un lenguaje tan eficaz como el de las palabras u otros. Con su alfabeto particular.

He recorrido hasta aquí un camino que partía de no contar con nada para ilustrar los textos, siempre largos, a tener un archivo de fotos al principio muy escaso pero ahora ya suficiente para mis necesidades.
Pero esta facilidad me está llevando a invertir la tendencia. Antes pensaba y escribía, después buscaba una imagen. Ahora, cada vez con más frecuencia, encuentro una fotografía que me sirve de inspiración, pero que condiciona el texto.

Aprovecho para decir que las fotos del blog son todas propias, excepto media docena de la mi morena, cuya autoría siempre cito. Lo digo porque hasta la Curruca Caesarensis, compañera de volidos, me preguntaba si las bajaba de Iternet, ¡qué no pensarán los lagartos! Todo es comida casera.

Y vuelvo a lo que llamo diálogo con los colegas. Me resulta atractivo porque están lejos y apenas los veo, pero es otro refugio cómodo para mí. Demasiado. Lo mantendré, no obstante, porque no se renuncia con facilidad a lo que te gusta y quieres.
Una parte de esta mala conciencia es debida a mi fidelidad a las etiquetas que abrí y a un sentido de la disciplina demasiado rígido. ¡Nadie me pide nada, nadie me apura!

Creo también que un espacio como éste no tiene porqué convertirse en un lugar para la masturbación en solitario, nos la podemos pelar juntos aunque no estemos revueltos. Si no tengo más contactos en Favoritos es por falta de tiempo no de gusto, ésos ya me dejan saciado, soy de poco comer pero lo disfruto mucho.

El aprender algo tan sencillo como poner direcciones de canciones fue un avance, como me pedía con toda razón Alberto, el Capi del Teach.
¡Y aún no sé incorporar el vídeo completo sin salir de la página, como pasa ahora!. No os riáis de mí, no tengo ni reloj ni móvil y nunca fui amigo del fijo, siempre me pareció muy complicado con tanto botón.
Me gustaban aquellos negros acharolados de mi infancia que salían en las películas de Bogart con los diez números pelaos. Los de darle a la ruleta. O los del manubrio de llamar a la centralita. Pero entonces los niños no hablábamos por teléfono, ni siquiera llegábamos al manganillo.

Otro lugar de interés y motivo frecuente aquí son las fotografías de Shutterchance. Me resulta entretenido ver una porción de imágenes todos los días, comento alguna, las de Giannis y Andrés casi siempre, y voy conociendo nuevos fotógrafos. Y hablo mucho de ello, claro.
Pero me lleva bastante tiempo, que debo restar a la escritura.
¡Toy partío no sólo perdío!.


León, noviembre 2011

Lo mejor de todo, que llevo desde el 7 de julio escribiendo todos los días y no me canso. Desde que hicimos el último número de Psilicosis en el 2008 no había tenido otro periodo tan largo y fructífero. Creo que debo aprovecharlo. Aunque sea en perjuicio de otras actividades. No sé cuánto durará el forfogón.

Sólo protesta el hombro. Y el ordenador me causa problemas por mi ignorancia, no aprendo nada nuevo ni me apetece probar otros modelos para el blog, la carcasa quiero decir.
Cuando intento un mínimo cambio me sale el tiro por la culata y me meto en un lío del que después no sé  ni cómo salgo.
No obstante, trataré de probar un tamaño algo mayor de letra, los vieyinos como yo agradecemos que nos faciliten la labor lectora.

El nuevo título iba a ser Metablog, pero en este ratín decidí mantener el antiguo.
Son escenarios conocidos por la Popa y la curruca Aedensis, pero muy familiares e incluso íntimos.

Os dejo con una canción de la Galeta Galàctica, de Jaume Sisa.

El comptador d´estrelles.

http://www.youtube.com/watch?v=Qnj8NLEKUgM&feature=related

Salud, Γειά σας

Barbarómiros.

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