De raíz Pintura en polvo al agua sobre cartulina Ramiro Rodríguez Prada. 1999. |
Camarón -2
Buenos días. Decía en el primer capítulo dedicado al Camarón, que sólo sus canciones valían la pena, aunque no añadiera nada. Lo que tenía que contar de más personal sobre él ya lo hice. Hoy escribiré una entrada más corta con algunos detalles biográficos y menor número de canciones. Os dejo, por si queréis repasarla, la dirección de la primera entrada.
http://wwwpsilicosisblogspotcom.blogspot.com.es/2012/12/camaron-de-la-isla.html
Y el primer tema, mi arma.
Y el primer tema, mi arma.
Guitarras, Paco de Lucía y Tomatito. Cante, Camarón. Na es eterno.
El oficio de su padre es de los clásicos del cante. En la fragua se escuchan las tonás, las carceleras, los martinetes, a pelo o con el martillo golpeando el yunque, y la debla, tan austera y exigente como el palo más grande. Los cantes del zurraque.
La necesidad hizo que el Camarón dejara temprano la escuela y empezara desde chico a trabajar con Juan Monge, su padre, fragüero, cantaor y amigo de grandes del género que escuchaba en directo en su casa, como Macandé o Aurelio Sellés.
Hay una versión con guitarra de la siguiente canción, que publicaron en un disco póstumo de directos, arreglos y recopilaciones, Reencuentros, que no está mal, pero yo sigo prefiriendo la versión original con acompañamiento exclusivo de las palmas, porque resulta más descarnada y poética, y desde luego reproduce mejor la atmósfera dura, y con frecuencia solitaria y silenciosa, de la herrería.
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...mi niñez era la fragua
yunque, clavo y alcayata...
Me he referido con frecuencia a la precocidad de los músicos cretenses, que empezaban a tocar a los 8 ó 10 años, pero aquí tenemos a otro Mozart de la genialidad, tan precoz como el austriaco. Se cuenta que a los cuatro años conocía y reproducía ya algunos cantes de los cantaores que escuchaba en la fragua, además de los que le cantaba su padre, o al oído su madre Juana, tejiendo canastos. ¿No los hacía Juana?
Otro oficio típico del cante, el de canastera. Andando entre ríos, islas, esteros y marismas, creció el mimbre del Camarón.
Con semejante escuela no es extraño que llegara tan lejos en su arte. Que es la misma enseñanza que reciben muchos gitanillos desde que están en las barrigas de sus madres, el mantra del grito y el gemido, o la alegría flamenca que se lleva en las entrañas.
A los cinco años actuó por vez primera en público.
Guitarra, Tomatito. Cante, Camarón. Tiritando de frío.
Dicen que con apenas siete años empezó a cantar por las tardes en la Venta de Vargas, una de las catedrales del flamenco gaditano y nasionás, en otros locales de San Fernando y en la estación del tranvía, para ganarse unas perrillas. Pero también porque más tarde, algunos cabales, los más importantes del cante jondo de la época, que allí lo escucharon por primera vez si no fue en la herrería de su padre, reclamaban al chavorrillo de Juan el fragüero, que con su hilo de voz afilada ya era desde tan niño una realidad más que una promesa. El Tío Borrico, Terremoto, el Sordera...
A los doce gana en el festival flamenco de Montilla el primer premio. Esto supone el reconocimiento en el mundillo del cante y poco después el despegue inaugural en su carrera como cantaor, porque a partir de entonces empieza a recorrer el circuito de ferias andaluzas junto a su colega Rancapino y a respirar un poco, después de las estrecheces de su infancia. En la de Sevilla lo escuchó Antonio Mairena el año 63, cuando el Camarón tenía 13 años. Cuentan que Mairena quedó maravillado y hasta le bailó. Y poco después en La Venta de Vargas lo escucharía también Manolo Caracol.Canta también para Dolores Vargas y otros grupos flamencos, hasta recalar en la compañía de Juanito Valderrama, al que acompaña en sus giras europea y americana.
Guitarra, Paco de Lucía. Cante, Camarón. Y me gustan las mujeres.
Es el empujón que necesitaba para dar el salto a la capital. Al poco tiempo, con el acompañamiento a la guitarra de Paco Cepero, con el que lo vimos en el primer capítulo en la grabación en casa del Camarón, con su madre, ya es un artista respetado en una de las cavas importantes del flamenco madrileño, el tablao de Torres Bermejas.
Allí, el año 69, haría amistad con Paco de Lucía al que conoció unos años antes, guitarrista flamenco e hijo del también guitarrista Antonio Sánchez, quien a la sazón se convertiría en el director de orquesta de aquel dúo genial cuyos caminos se habían cruzado.
Una década, contando el segundo encuentro, y un matrimonio musical difícil de repetir por sus calidad e intensidad. Y por su frescura, ya que venía a renovar el panorama un tanto encorsetado del flamenco más formalista.
Guitarra, Paco de Lucía. Cante, Camarón. Samara.
En el último tema toca la guitarra, además de Tomatito, Moraito Chico, que no se prodigó tanto acompañando al Camarón como otros guitarristas. Aún así hay algunas grabaciones memorables.
Una de ellas, que ya subí aquí, en la que el Camarón cantaba y tocaba la guitarra, estaba también con la flamenca un Raimundillo jovencísimo, puro manojito de nervios, que no se lo podía creer, no le cabía la alegría en el cuerpo, pero que tocaba ya como los ángeles.
Festival de Montreux. 91. Guitarras, Tomatito y Moraito Chico. Camarón. Soy gitano.
Salud y buena música
Ramiro
Estoy aprendiendo de Camarón lo que nunca pensé. A mí me impresiona Paco de Lucia o Tomatito a la guitarra. No me canso de escucharles tocar. Pocos guitarristas son tan virtuosos como los flamencos y mira que me gusta "mano lenta".
ResponderEliminarUn beso
Viriato
Me alegro que resistas el tirón, teniendo en cuenta que te gusta poco el flamenco. Sí, muy buenos los dos. A mí me hace gracia la afectación de Paco en los primeros años, frente a la sobriedad del Camarón, pero como guitarrista un fenómeno. Y Clapton otro.
EliminarNo sé si hoy podré mandarte algo, pero serán palabras de amigo no de crítico, te lo advierto.
Besos!
ramiro
¡Miedoso!
ResponderEliminarNo soy crítico, César, sólo leo lo que me apetece y si no me gusta lo dejo, ¡como para hablar de ello! Lo digo porque tu Rempujo de plata sí lo leí y escribo, ahora mismo, algo sobre ello, pero desde la amistad. No me veo dando lecciones y de todos modos te digo lo que pienso, si tengo que omitir algo te lo diré al oído, y no será el caso.
EliminarY yo creo que la crítica es tan parcial dando palos como sobando el llombu, y trato de huir de esos extremos, te contaré lo que me pareció con tacto y cariño, espero.
Salud, palikari!