martes, 12 de julio de 2011

La marinería del Teach -B

(No doy pie con bola. Faltaba  la última parte del escrito, que  también  figura completo en el otro blog del mismo nombre, Psilicosis, en tres entradas con el título de La marinería del Teach-1, 2 y 3).

Decía allí, y digo, que Grecia era, es para mi : ...el Epidauro de mis achaques, el lugar donde como, duermo, sueño y engordo, ¡una bicoca!.

Por todo eso, y porque ya tenía una serie de textos preparados para ir enviando al Teach, y puesto que no cuento aún con un plan preciso para mi espacio, empezaré por abrir estas primeras entradas con los breves ensayucos que ya conocéis en Desde la popa. Irán pespunteando las crónicas de Alberto, dede fuera y desde la colaboración sincera. Para mí seguirá siendo un chollo porque, además, aspiramos a que nuestro capitán nos incluya entre sus favoritos y que todos los lectores que sonrieron con alguna de mis "ocurrencias" lo puedan seguir haciendo en lo sucesivo.
En ello confío y en que, en un penúltimo gesto de benevolencia que le ruego, incluya en alguna de sus crónicas una referencia al inicio de la singladura de este...lo que sea.
¡Gracias, Capi!.

Yasas, salud!

Ramiro Rodríguez Prada.

P.D. Estos dos textos de la marinería deberían ir en Perdío porque así estaba yo, pero puesto que fueron los primeros de este blog y dieron origen a la etiqueta Lo que se comió..., aquí los dejo ya. Vale.
Oviedo, 15-9-2011.

La marinería del Teach -A


Jristos, Agii Apostoli, Eubea 2011

Buenas tardes. Puesto que he iniciado el blog animado, en última instancia, por Alberto y que fue en sus páginas, Desde la popa, donde comencé este desembarco en la red, que sigo perteneciendo a la tripulación del Teach en calidad de ojeador de currucas, gallinas y Musarañas, aunque arrestado, y que, hechas las paces con mis dos acosadores, don Ramón María y don Vicente Van, que me han conminado a seguir, también por la letra, el viaje del Teach como mínimo hasta que concluya su actual periplo griego, completaré aquí el plan previsto.

La idea de mis comentarios en Desde la popa era servir de correlato literario, cultural, paralelo a las crónicas viajeras náuticas de Lola y Alberto, al tiempo que se establecía un diálogo  no sólo entre quienes participábamos en la aventura, también intertextual.  Al mismo tiempo había añadido una serie humorística más distendida -la curruca, las gallinas, las pesadillas...-, que hiciera de contapunto y distrajera de las más serias crónicas marineras y divulgativas.

Desconozco las razones por las que se limitan o eliminan mis comentarios, y no es nuestro capitán el censor. Intentaré insertar todavía una despedida y algunos agradecimientos, si  me lo permiten, y ocasionalmente un corto apunte, como los seguidores del Teach que seguimos siendo. Y a mucha honra. Trato de explicármelo por la excesiva extensión y número de ellos. Comprendo que, para un ojo ciego o ajeno que no distingue entre spam e información, mis comentarios puedan parecer una parasitosis o, como mínimo, la colonización de una página bastante activa y muy apetecible e interesante. Eso sería cierto si lo hubiera hecho sin la connivencia de Alberto o contra su voluntad. Pero él nunca ejerció conmigo de capitán sino de amigo. La disculpa que yo escribí en su blog no me la pidió, ni siquiera explicaciones por la supuesta ofensa, yo quise hacerlo. Mi arresto no ha sido apuntado en la bitácora del barco porque es voluntario y autoimpuesto, una mixtura de juego y responsabilidad personal como marineru.
Pero mucho agradezco el favor que me ha hecho dándome entrada en su blog, con un prestigio fuera de toda duda y un número de seguidores y lectores a los que en muy contadas ocasiones he podido tener acceso. A quienes no pertenecemos a cenáculos competitivos o pensamos un poco a contrapelo, no nos sobran los foros independientes donde opinar, aunque habelos haylos. Ha sido una suerte y una experiencia muy gratificante, desde la literatura de viajes, una de mis preferidas, poder navegar en el Teach en una peripecia viajera y marinera en vivo y casi en directo... ¡sin moverme de la cocina!.
Pero es que, además, he gosado de una libertad absoluta tanto en el tratamiento como en los contenidos y en el tema que más quiero, que me ha tenido y me tiene absorbido, casi en exclusiva, desde que feneció la Psilicosis : Grecia. Aunque el enamoramiento es mucho más viejo, la obsesión se ha intensificado en los últimos años, también por problemas de salud que casi desaparecen cuando estoy en ese país. Así que Grecia ha llegado a ser para mí -clima, comida, calma...- más que la patria de Homero, que también, o la tierra de las dos mil islas y diez mil playas, el Epidavros del presente

(Algo hise mal que me lo comió... . Sigo...)
Ramiro.