domingo, 10 de noviembre de 2013

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Afinidades terminales


Salí a tirar la basura



y por la calle bajaba el carrito de los muertos de la noche anterior. Me había intrigado tanto, que pasé el día pensando en ello y rememorando la escena. ¿Es que ahora los pobres enterraban a sus muertos clandestinamente, o se avergonzaban de la miseria de sus sepelios? No me atreví a comentarlo con nadie por temor a que me tomaran por loco. Sin embargo, creí recordar una noticia breve en la prensa, donde hablaban de una asociación solidaria que se encargaba de las exequias, a cambio de las pertenencias del difunto. Pero quien no tiene ni para pagar su propio entierro, ¿qué podría dejar en herencia? ¿Una maleta de cartón llena de ropa vieja puede pagar un funeral de tercera? ¿O incineraban los cuerpos en un horno de panadero, para repartir luego las cenizas como abono de los campos yermos? Al llegar a la acera, el carro cruzó delante de mí, no pasaba nadie, sólo se oían los cascos del caballo sobre el asfalto y el rodar metálico de las ruedas de hierro. El carretero se volvió al pasar y me saludó levantando una mano, como si me reconociera de la otra noche. Quedé perplejo e instintivamente alcé una bolsa respondiendo al saludo. Estuve un rato parado sin reaccionar, viendo cómo el carro se alejaba calle abajo.



Canteca de Macao con Langui.  Circo fúnebre.


http://www.youtube.com/watch?v=Q67pUhooUok


Salud y felices pesadillas.


ra