lunes, 14 de julio de 2014

Contadores a fecha 14 de julio


Oviedo.
Asturias, 2012.


1.789


Recibo una notificación de la compañía eléctrica en la que, resumiendo, me reclaman 1.789 euros por cuotas atrasadas y la morosidad añadida. Es de una casa en la que hace años que no vive nadie y que habría que rehabilitar. Manteníamos el mínimo de luz, unos 20 euros bimestrales, para enseñársela a los posibles compradores, ya que la hemos puesto a la venta. Teniendo en cuenta que hará unos cinco años que la heredamos, que los recibos están domiciliados y se han satisfecho religiosamente en tiempo, forma y cuantía, unos 400 euros en total según consta en el extracto bancario, el aviso me deja patidifuso. Se trata de un error, sin duda. Sabemos que pocas veces hacen la lectura real del contador, apuntan una cantidad aproximada que no sobrepase el mínimo contratado, ya que el consumo nunca lo alcanza. En alguna de las dos o tres lecturas anuales ponen la cifra real ajustándola a las anteriores. Alguien metió la pata en ese proceso. Cojo los papeles y me presento en las oficinas de la compañía. El hombre que me atiende me da la razón, pero me dice que vuelva mañana porque no está el jefe que se encarga de esos temas. Cuando el tipo me recibe al fin después de una semana, lo hace con esta joya, ¡Bufff !, lo mejor que puede hacer, si quiere que esto no se eternice, es satisfacer la deuda y después reclamar. ¿Qué deuda?, le contesto, incrédulo de que me pueda sugerir semejante cosa. Mire, dice el menda, ¿Se ha fijado en la cuantía?. ¿Por qué?.  ¡1.789!, ¿no le dice nada?. Sí, la Revolución Francesa. ¡Esta compañía tiene capital mayoritario francés!, me informa triunfal, pero en un susurro¿Ah, sí?, no estaba al tanto.  Aquí hay gato encerrado, murmuró. Yo ya no sabía si estaba en un negociado de la Eléctrica o en la oficina de la Agencia de Detectives Pinkerton. ¡Oiga, déjese de historias y tramite esto cuanto antes, por favor, la cosa está clara!, le dije visiblemente mosqueado. ¡Vale, vale, yo sólo le prevengo!, y añadió misterioso, Esto no es cómo empieza, es cómo termina... . Pasaron los meses. Ya dejamos muy atrás los siglos XIX y XX. Me han hipotecado la mísera pensión. Nos han cortado la luz y pronto se quedarán con la casa. Resumiendo, ¡Cuánta razón tenía aquel fulano!


Ramiro


Carles Santos.   To-ca-ti-co  To-ca-tá.


https://www.youtube.com/watch?v=NDlmqFwzr2c 


Salud