lunes, 22 de octubre de 2012

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Repostaje onírico


Salí a tirar la basura.


Dormitábamos en el coche descansando un poco a la sombra, en un área de servicio camino de no sé dónde, en un verano abrasador. Aún nos quedaba mucho viaje por delante. Pensando en reemprender la marcha cogí los restos de un pequeño tentempié, algunas latas, una botella de plástico, unos papeles, salí medio sonámbulo y me acerqué a los contenedores próximos a los surtidores de combustible. Sentía el bochorno en el abotargamiento del cogote, de las sienes y de las ideas, e iba turbio como un tintorro sin filtrar. Ya el primer contenedor me resultó familiar y me pareció más un extraterrestre que otra cosa. Me dio alipori depositar allí mis desperdicios. Pero ví uno con la tapa abierta, me acerqué con aprensión y dejé caer la porquería cerrando los ojos. Los abrí porque oí gritos, ¡Oiga, oiga!... . Tenía el grifo de una manguera de gasolina enchufado a la boca y me disponía a cargar el depósito.

 
Στέρεο Νόβα - Το ταξίδι της φάλαινας. El viaje de las ballenas.
 
 
 
 
Salud y felices pesadillas
 
 
ra