Hola y adiós. Oviedo, 2013. |
Salí a tirar la basura.
Coincidí una vez más con el del sexto, que bajaba con su solitaria bolsa mediada en la mano. Sólo nos decimos Hola y Hasta mañana, es de pocas palabras. Pero en el trayecto juntos, de ida y vuelta de los cubos, yo iba recordando mentalmente los tiempos en que vivían con él seis hijas y tres hijos, además de su esposa. Los pájaros hace años que volaron del nido y su mujer falleció. Ahora vive solo. Todo esto, y el hecho de que siempre fuera él quien bajaba cargado a tirar las cinco o seis bolsas diarias de basura de aquellos años, me hizo pensar en el fracaso de la familia.
Salud y felices pesadillas.
ra