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domingo, 8 de junio de 2014

Η Λέρος, Leros


Higos de Agi Apostoli. Eubea.
Grecia 2012.


Λέρος


Buenos días. Así, con higos, nos recibió Leros cuando estuvimos, allá por los primeros noventa. Veníamos en una visita de un día desde Emboriós, al noroeste de Kálymnos, unas veinte personas en un pequeño kaíki. Atracamos en Agía Marina, Αγία Μαρίνα, y un grupo de viajeros alquiló motos y bicicletas, mientras el resto subíamos caminando hasta Lakkí, Λακκί, el puerto más importante de la isla, por donde volveríamos a pasar una semana después, rumbo a Lipsi, Patmos y Samos.

Antes de llegar a Plátanos, Πλάτανος, una especie de barrio que ejerce de Ayuntamiento, subiendo la colina al sur de Ag. Marina, hay una fuente encalada preciosa con agua abundante, fresca y rica, de varios caños si la memoria me es fiel; íbamos todos echando el bofe porque calentaba Lorenzo como nunca y, mientras hacíamos cola para beber, una señora mayor de negro riguroso nos dio, con una sonrisa, dos puñados de higos recién cogidos del árbol. No sé qué criterio la guió para ofrecernos los frutos sólo a nosotros. En el grupo había también italianos, morenos y no muy altos, aunque la mayoría eran nórdicos. Creo que nos vio pinta de más ruinucos y necesitados que al resto, ¿más griegos?. El caso es que, de alguna forma, nos sentimos distinguidos y Leros ya nos había ganado con ese gesto amable. Ni que decir tiene que la dulzura de los higos ayudó y la belleza de la isla hizo el resto.

3o συνέδριο φεστιβάλ παραδοσιακης δωδεκανησιακης μουσικης για νεους. Η γυναίκα στη μουσικοχορευτικη παράδοση της Δωδεκανήσου. Σεπτεμβρίου 2011. Λέρος.
Βιολί, Σάββας Γιαννούκας. Λαούτο, Σταυρος Ρούσσης y Γιώργος Δράκος.

https://www.youtube.com/watch?v=IQGVNaT5o3M

Por eso cada vez que recuerdo lo que L. Durrell escribió sobre Leros en su Venus marina..., me reafirmo en mis opiniones negativas sobre el inglés.
Llega un día lluvioso, frío y gris, recién acabada la 2ª Guerra Mundial, a un a isla en ruinas que ha sido, después de Creta, la más castigada por los bombardeos alemanes, en cuyas bahías convertidas en cementerios marinos, los Stukas hundieron varios barcos, y finalmente ocupada militarmente con lanzamiento de paracaidistas y varios días de dura batalla. Pero antes de la derrota italiana en septiembre del 43, había sido bombardeada también por la RAF británica, que buscaba dañar la flota italiana fondeada en la isla.
El inglés no le ahorra su desprecio, sus opiniones son crueles e injustas, ¡pasó el día metido en una taberna por culpa del tiempo jugando al ventiuno!, ¿cómo coño se permite juzgar a sus habitantes o a una isla que apenas pudo ver?

Algunas joyas del amigo:
En Leros uno parece estar siempre detenido por el mal tiempo... (así empieza), Es una maldita isla sin carácter..., Una melancolía miasmática pende sobre todas las cosas..., Dios ayude a los que nacieron aquí, murmura uno, a los que viven aquí y a los que vienen aquí a morir..., El agua es salobre... como los sentimientos de sus habitantes..., Y Leros todavía significa suciedad, incluso hoy en día.

Pero me refiero hoy a Durrell, sobre todo, por lo que relata a continuación, que tiene más sabor que sus caprichosas opiniones personales sobre una u otra isla. Se pone en contacto con el agente encargado de distribuir el diario que las autoridades inglesas que administran el Dodecaneso quieren impulsar, y del que Lawrence es el responsable. Y habla de la escasez de papel en aquellos primeros años de posguerra:

Una de las anomalías de la guerra consiste en que el diario que vendemos a un penique vale dos peniques como papel de envolver, y en Rodas nuestros ingresos por los ejemplares inservibles son ya mayores que los ingresos por ventas comunes. En cierto modo eso sitúa al periodismo en su perspectiva correcta. Entretanto me complazco en pensar que los habitantes de esos atolones se abonan a mi periódico nada más que para envolver pescado con él.

Y ya casi sin querer me metí de lleno en el tema de la guerra, sin haber hablado apenas de la isla. Lo haré después.
La llamada Batalla de Leros fue una de las más importantes de la guerra en el Egeo, a finales del 43, después de la capitulación de Italia. Y una de las últimas victorias alemanas. La isla, abandonada ya por las tropas americanas que se concentraron en la campaña previa de Sicilia, estaba defendida por los italianos que se habían sumado a los aliados, algunas fuerzas inglesas y los isleños. Fue bombardeada desde septiembre hasta noviembre, cuando cayó.

Los alemanes, en un ataque combinado por tierra, mar y aire, desembarcaron en la isla y lanzaron sobre ella oleadas de paracaidistas, mientras bombardeaban y ametrallaban desde el aire los puertos y los puntos estratégicos ocupados por los defensores. El siguiente vídeo propagandista nazi habla de la operación Leopard, aunque yo había leído que se llamó Taifun, Tifón.

El asalto a Leros por los alemanes. Operación Leopard.  Noviembre 1943.


Hundieron el buque insignia de la marina griega, Βασίλισσα Όλγα, Reina Olga, y el inglés Intrepid, entre otros anclados en la bahía de Portolongo (Lakki), que entonces todavía llevaba el nombre de la ciudad que los fascistas italianos habían construido desde que ocupaban la isla y el Archipiélago, 1912, tras la guerra italoturca.

La razón de este ensañamiento con Leros hay que buscarla en sus especiales condiciones geográficas, ellas determinaron que fuera usada a lo largo de la historia, desde la Guerra del Peloponeso que se sepa, como base de distintas flotas. La isla dispone de un montón de abrigadas bahías y la de Lakkí, es al parecer el puerto natural con más calado de toda la costa oriental mediterránea. Esto, y su situación junto a Asia Menor y en una zona intermedia del Egeo, la convertían en un lugar estratégico que todos las armadas aprovecharon.

Esta batalla sería la que inspiró la novela y la película Los cañones de Navarone que, como ya comenté en otros capítulos, fue rodada sobre todo en Lindos, Rodas.

66 aniversario de la unión del Dodecaneso a Grecia, en marzo de 1948.
Πανελλήνια Ένωση Λερίων  Η Παναγιά του Κάστρου, baile. 
Κώστας Κίκιλης, violín. Γιώργος Παπαϊωάννου, laúd.

Buganvilia.  Dodecaneso.
Grecia, verano 2013.

En Rodas hay muchas buganvilias, en todo el archipiélago en realidad, capricho de los italianos, pero Leros está lleno de ellas y son espectaculares, y ya empiezan a olerse más jazmines que en el sur, será en Samos, Hios... donde su olor dulce se imponga sobre otros.

Lakkí es un raro calamar en una frutería. No soy quien a describirla, como diría un gallego, porque no siendo lo peor del racionalismo arquitectónico italiano que impulsó el fascismo, es sin embargo un invento de locos en una isla griega como Leros, luminosa, colorista, salpicada de iglesias y capillas blancas, de casitas encaladas, escaleras, y estrechas y empinadas callejuelas.

Claro que también hay grandes mansiones repartidas por la isla, en especial en la franja central más habitada, y no sólo en Lakkí, pero la extrañeza surge de la acumulación de aparatosos edificios en grandes calles rectilíneas, muchos en franco deterioro, de colores apagados, sienas, ocres, cremas, en una ciudad completa de nueva planta levantada a golpe de grandonismo fascista, siguiendo el sueño imperial de Musolini que quiso construir allí una especie de balneario dorado en el Oriente, porque consideraba a Leros, y a esa bahía en concreto, como el gendarme del Egeo y sus tierras. Y todo ello en una isla como la mayoría de las del Dodecaneso, solar y humilde, pequeña y montañosa, aunque su altura máxima alcance tan sólo los 320 metros.

Me imagino a los tres amiguetes, al anfitrión, el Duce Benito con sus colegas, el Führer Adolfo y el Caudillo Francisco, departiendo en unas tumbonas de su villa veraniega sobre el justo reparto del mundo, con las camisas nuevas, cara al sol salir...
La pesadilla de Benito llegó al punto de pretender que los isleños aprendieran italiano, eliminando de paso las instituciones griegas, que permanecían en todo el Archipiélago como en Leros, pese a la ocupación. ¡Ni los turcos se atrevieron a tanto!, al contrario, la mayoría nunca conoció más libertad y menos impuestos que con ellos.

No hay mal que por bien no venga y algunos de esos grandilocuentes edificios sirvieron para albergar, más adelante, oficinas gubernamentales, que dieron trabajo a mucha gente de Leros y contuvieron un poco la emigración (En los años 20, después del desastre de Asia Menor, llegó a tener 30.000 habitantes).
La isla se precia también de ser una de las más ricas de Grecia. Bien es verdad que nadie se apiadó de ella y con el lote fascista llegaron otros palos para completar su retrato de isla maldita. Los antiguos cuarteles italianos y varios edificios, fueron también campos de concentración y detención domiciliaria para presos políticos durante la Dictadura de los Cogoneles.

Πάυλος Κουρούνης. Καλυμνικα.   Ισσος Λερικος.

https://www.youtube.com/watch?v=zTNmExy69Dc

Y el remate fue la instalación en la isla del mayor centro psiquiátrico del país, el Ψυχιατρικό Νοσοκοµείο Λέρου. El criterio de selección de los enfermos de toda Grecia que recalaron allí, era el abandono de sus propios familiares en el continente, cuantas menos visitas recibían más posibilidades tenían de acabar en Leros, donde la oportunidad de un contacto era ya prácticamente nula.

La dotación profesional para unos 3.000 enfermos era de mil personas sin apenas formación y ¡sólo dos psiquiatras! Teniendo en cuenta que la isla tiene unos 8.000 habitantes, uno de cada ocho trabajaba en el hospital.
En los ochenta hubo un escándalo por malversación de fondos y abandono de los ingresados y el gobierno griego intentó poner remedio. He leído que los problemas seguían todavía en los noventa, y no quiero pensar lo que habrá pasado en el último lustro de crisis económica. Sin quitarle responsabilidad a los griegos, ahí tendrían mucho que decir también los países ricos, tan cínicamente humanos, que están ahogando a Grecia, ¡y a nosotros!

Leros duplica su población durante el verano porque a partir de los noventa el turismo ha ido en aumento y hoy representa la industria más importante tras los beneficios derivados de los puestos de trabajo estatales.
Sus numerosas islas y resguardadas bahías son el refugio de muchos aficionados a la vela, y los caiques turísticos llegan cada mañana de Turquía, Kálimnos y Cos, tanto a Lakkí como a Ag. Marina.
Al norte tiene las islas deshabitadas de Aspronisiá, Arcangelos, Tripiti y Stroggilí. Pero tiene varias habitadas, Léviza, 8 personas y Kínaros, 2. Más los islotes, entre ellos, al este, Agía Kiriakí, Piganoussa, y al sur Velona. Y Mavra, Glaros, Plaka, Megalo Livadi...

Las bahías más importantes son la de Blefouti y Parzeni, al norte, en cuyo borde se sitúa el aeropuerto, las dos ideales para el fondeo con pequeños puertos, como la de Xirokampos, al sur. La más grande, Lakkí, entra hasta el centro de la isla desde el suroeste, con el puerto más activo de Leros. Drymonas, al oeste, tiene también un puertín muy recogido. Y al este la de Ag. Marina, Vromolizos y Pandeli con sus respectivos amarraderos.

A unas seis millas al este y a cuatro de la costa turca está Farmakonisi, la más poblada de las islas pequeñas, con unos 80 habitantes. La islita es famosa porque aquí fue donde los piratas mantuvieron preso 38 días a un joven Julio César que navegaba hacia Anatolia, según relato de Plutarco. Julio, gran vanidoso, hizo que aumentaran la cantidad del rescate pedido, dada su importancia, pero también prometió volver para vengarse. A los piratas les debió parecer un fanfarrón imberbe, pero erraron, y eso que ya habían cobrado el rescate que demostraba que no era un farolero y cumplía.Ya libre, regresó con barcos, los capturó y los mandó crucificar.

Μορφωτικός & Πολιτιστικός Σύλλογος Νέων Λερου η Αρτεμις.
Ioannis Mavridis y Antonis Dallaris.   Χαβας του Νισυριου. Λέρος.

https://www.youtube.com/watch?v=ki6zb2oCp2Q

Hacia Kálymnos y Leros desde Limnionas. Cos.
Grecia, julio 2013.

De la historia de Leros, repetir lo ya dicho sobre las compañeras. Salvo algún período bajo la férula de Samos, corrió la misma suerte que el resto del Dodecaneso, siguiendo a Rodas. Atenienses y espartanos, griegos y romanos, bizantinos y latinos -genoveses y venecianos-, para terminar dominada por los Caballeros de San Juan y los otomanos, hasta la ocupación italiana en 1.912. En 1948, junto con el resto, pasó a formar parte de Grecia, después de tres años de administración británica al fin de la guerra, como ya he contado a propósito de todo el Archipiélago.

Además de la belleza de la bahía de Agía Marina, con el caserío al pie del mar y repartido por las laderas, lo primero que llama la atención al entrar en ella es la gran fortaleza levantada por los francos en el S. XI, sobre una colina.
Desde lo alto de la isla se ve casi todo el contorno, los montes de Anatolia y el rosario de islas circundantes, y es otra de las practicables a pie.
Tiene una agricultura escasa y de subsistencia, en cambio la pesca ocupa más espacio que en otras islas, parece que por las riqueza de los caladeros del entorno.

Λέρικη Σούστα. Sousta de Leros.

https://www.youtube.com/watch?v=9BHllW4g7x8

Después de Lakkí, bajamos hasta la doble bahía de Vromolizos y Pandeli, al este, donde comimos en una taberna a la orilla del mar, junto a las rocas. Serían sobre las dos de la tarde y hacía un calor sagrado. La playa de arena no estaba lejos, pero me bañé allí mismo entre las rocas de la orilla, frente a la mesa que ocupábamos en la terraza, mientras nos traían la comida. El agua estaba templada y transparente, limpísimo el fondo a unos cuatro metros, que se veía como pocas veces lo he visto en Grecia, y los he visto de verdad como el cristal líquido. Por ejemplo varios días de este año en Levkós de Cárpatos. 

La subida hasta Plátanos discurre entre hermosas casas con huertos y altos muros de piedra donde cuelgan algunas de la buganvilias más coloristas y pobladas de este mar. Tomamos unos cafés griegos en un par de antiguos kafeníos, grandes, sombríos y frescos, con cuatro paisanos jugando en silencio al tabli, cuyas fichas golpeando el tablero son a esas horas como la música interior de la siesta griega.
Hacia las cinco fuimos bajando poco a poco hasta Agía Marina y a las ocho ya estábamos de vuelta en Kálymnos.

Λέρος.   Γιαβρι.

https://www.youtube.com/watch?v=nulIVFgqR_E

Salud y buen rumbo.

Barbarómiros

miércoles, 28 de mayo de 2014

Τα μπλέ παράθυρα σου


Nikiá. Nísyros.
Grecia, verano 2013.


Ventanas azules


María y Nikos se fueron del pueblo siendo niños, apenas recordaban nada de él, sólo la blancura de sus casas y el azul de puertas y ventanas, a juego con el cielo y el mar que lo rodeaban.

Las suyas eran de las familias pobres que abandonaron la isla. Vendieron sus escasas pertenencias para comprarse los pasajes. No dejaron nada propio tras de sí, ni olivos, ni viñas, ni fincas, ni casas. Ni siquiera parientes. Sólo se llevaron sus recuerdos.

En el extranjero tampoco se enriquecieron, aunque sí podían vivir desahogada y dignamente porque nunca les faltó trabajo. Sus padres ya no regresarían, pero jamás olvidaron, y no se cansaban de hablar de la belleza y bondad de su lejana tierra.

Belleza es posible, porque aquella blancura de la cal y aquellos azules estaban grabados también en sus corazones desde la infancia. Pero, ¿bondad?, ¿un lugar que no te da de comer? Eso no lo podían comprender Nikos y María, a los que nunca faltó lo necesario.

Un año los dos programaron sus vacaciones de verano para conocer el país donde nacieron. No se habían vuelto a ver desde que salieran del pueblo camino de una vida mejor. Y ninguno recordaba al otro.

Coincidieron en una taberna y se entendieron en el idioma de sus progenitores, que era el otro vínculo que siempre mantuvieron sus familias con su tierra de origen. Nació una amistad entre ellos, ya algo maduritos y sin pareja, y el siguiente verano volvieron a la isla.

Casi sin querer empezaron a concebir un plan en común. En el pueblo había varias casas ruinosas a un precio asequible, comprarían una que les gustara a los dos y la restaurarían. Podrían volver todos los veranos, compartirla, e incluso traer amigos, porque la casa que adquirieron finalmente era grande y hermosa. Blanca, con puertas y ventanas azules.

Pero la compartieron poco, preferían seguir solos. Y en pareja. Porque, hoy, que ya disfrutan del retiro, se han trasladado a vivir aquí definitivamente, siguen juntos y todo el mundo piensa que son matrimonio. No tienen interés en deshacer el equívoco, al personal le gustan los dimes y diretes y ellos son reservados. Pero sí, se quieren.


Ramiro Rodríguez Prada


Μάρκος Βαμβακάρης.  Τα μπλέ παράθυρα σου. 1938.

https://www.youtube.com/watch?v=CPYwCdRL8GU


Salud.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Η Κάλυμνος, Kálymnos


Kálymnos en la distancia, desde Ziá, Cos.
Grecia, agosto 2013.


Κάλυμνος


Buenos días. Estuvimos en Kálymnos en los 90, veníamos de Cos en un ferry que habíamos cogido al final de la tarde, un poco desalentados por no haberla podido conocer mejor. Pasando por Psérimos llegamos de noche a Πόθια, Pozia, que es la capital y puerto principal de la isla.

El desaliento pasó pronto. Enseguida hicimos parea en cubierta con un grupo de gente. Griegos, australianos e italianos. Los griegos, que seguían ruta hacia el norte, nos dijeron que en Pozia, siempre había gente esperando a los turistas para ofrecerles hospedaje. Porque ningún guiri, incluidos nosotros, llevaba pensión reservada. Éramos tres parejas.

 Αμαλία Χριστοδουλάκη-Παπαστεφάνου. Σκοπός.  Μαρούλι.

https://www.youtube.com/watch?v=o7Z9m3Axd-M

En el puerto dejamos que la italiana, muy simpática, y parlanchina como yo (que dudo de mi simpatía...), se entendiera con el taxista griego que se nos acercó. Nos llevó a los seis enlatados en su utilitario hasta Μυρτιές, Mirtiés, y menos mal que era tarde y estaba oscuro porque todavía podía haber recogido a algún griego remolón.

Es una costumbre que vimos por vez primera aquí, cada día menos frecuente, quien paga manda. Porque estos pasajeros, normalmente nacionales, viajaban por el morro, a menos que hubiera un acuerdo anterior, antes de coger el taxi. De todos modos no solía molestarnos que el taxista, que no preguntaba, parara para subir a un vecino, salvo cuando venía con la familia y las bolsas de la playa...

Parece que hubiéramos viajado por la isla en taxi todo el día, pero es que aquí nos salía más barato que alquilar un coche y los viajes no serían más de seis u ocho, alguno incluso pagado entre varios, como el que hicimos para ir hasta el embarcadero del kaike de Leros. Porque el último día en Mirtiés pasamos a esta isla.
En taxi fuimos también a ver Pozia más detenidamente, y de ahí en otro a Βαθύς, Bazí, para buscar pensión. Al día siguiente volvimos en autobús con las bolsas y en bus regresamos a Pozia el último día para coger el ferry a Patmos y Samos.

Elegimos Bazí, además de por lo que nos gustó cuando lo vimos, porque en Mirtiés, conocimos a Petros, un pescador de Kálymnos retirado, con cerca de 80 años, que nos lo aconsejó. Nos bañábamos juntos en la playa del pueblo, de arena y bastante grande, nadábamos despacín, paralelos a la orilla e íbamos charlando. Enfrente, al otro lado del canal, a menos de media milla, teníamos las preciosas vistas de la islita de Télendos, Τέλενδος, con medio centenar de habitantes, población que multiplica en verano.
El agua estaba caliente y fue de los lugares donde más disfruté del baño en  Grecia y más metros hice, siempre con calma, sin competir, todavía el hombro no había empezado a molestar.
Petros se portó con nosotros como un caballero griego. Era muy grueso y le costaba caminar. Nos entendíamos con él sobre todo en italiano y francés, y las cuatro frases y palabras griegas que conocíamos entonces. Estaba viudo y tenía una hija en la isla, era un abuelo dulce, risueño y de buen humor.

El segundo día nos propuso llevarnos en su pequeño utilitario a dar una vuelta por todo el noroeste de la isla hasta la última población al otro extremo de la bahía, Emboriós. Εμπορειός. Para un hombre de su corpulencia y edad eso era una aventura. Nos dijo que cuando informó a su hija, le contestó que estaba loco. Pasamos el día con él porque andaba a la velocidad de un triciclo. Y paraba cada dos por tres. A la hora de comer no hubo manera de invitarlo. Volvimos a la misma marcha por la tarde y llegamos a Mirtiés oscureciendo. La distancia total no creo que pasara de los cuarenta kilómetros. Hay que tener en cuenta, no obstante, que la costa es muy recortada, ¡y a qué tanta prisa!...

Nada más llegar a Mirtiés la primera noche, nos duchamos y salimos a cenar a una taberna próxima. Había media docena de mesas ocupadas, y tres músicos y un palikari que bailaba de vez en cuando algún zeibékiko. Pedimos la cena y misó kiló, medio litro de retsina fresca, a granel en una jarra. Hacía calor, en pocos sitios he pasado tanto por la noche como en esta isla. Comimos y bebimos generosamente, contentos después del chasco de Cos. Y fuimos quedando solos en la terraza con los músicos, que también bebían retsina. Los invitamos a una jarra, el dueño de la taberna trajo dos platos grandes de sandía, acercamos las mesas y seguimos bebiendo, y ellos tocando.
Pasó el tiempo y con la música cayeron varios misó kiló más. Cuando nos fuimos a casa, muy tarde, estábamos todos en paz con dios. Pero no nos dimos cuenta del tamaño de la Paz hasta que nos tumbamos en la cama. Yo puedo decir que llegué a la papelera...

Creo que fue la mayor borrachera de retsina en casi treinta años yendo a Grecia, ¡nos bebimos un pino entero cada uno aquella noche!

Del Festival de Soustas del Dodecaneso, que se celebra en Rodas, este baile de Kálymnos.
Καλύμνικη Σούστα.

https://www.youtube.com/watch?v=rtafilROEXE

Kálymnos está muy habitada, es la tercera después de Rodas y Cos, y también en importancia, capital de la provincia norte del Dodecaneso, que incluye las islas de Λέρος, Πάτμος, Αστυπάλαια, Αγαθονήσι, Λειψοί, Αρκοί, Ψέριμος, Τέλενδος (Leros, Patmos, Astipalea, Agazonisi, Lipsí, Arkí, Psérimos y Télendos), y por la pujanza de su actividad económica. Aún así también ha ido perdiendo población, desde los 25.000 habitantes que llegó a tener en los años veinte, a los 18.000 actuales, más de la mitad, unos 10.000, concentrados en Pozia, al sur. Χωριό, Jorío, interior, encima de la capital, tiene 3000 y pico, y Πάνορμος, Pánormos, a continuación porque los tres están unidos, situado ya en la costa oeste, unos 1500.

Este año veíamos en primer término, desde Tigaki y Ziá en Cos, la pequeña y oscura sierra montañosa que es Psérimos emergiendo del mar, y detrás las altas montañas de Kálymnos, más pálida entre la bruma. La diferencia, con ser el doble, no es tanta sin embargo, porque sus alturas son de 300/750 metros. Pero otra vez la impresión visual hace el resto. Cualquiera diría que es tan montañosa como Cárpatos, la más alta y proporcionalmente la más estrecha del archipiélago.
La fama de Kálymnos como montañosa se acentúa en el interior de la isla. Las carreteras van encajadas en estrechos pasillos entre montañas o a la orilla del mar, asciende por los altos acantilados, y todo el caserío, y en consecuencia su población, se concentra en los pocos lugares llanos o habilitados. El resto es peña desnuda y agreste, ni se habita ni se cultiva. Tanto es así, que Kálymnos es un destino predilecto de aficionados de todo el mundo a la escalada libre en roca.

Παντέλης Γκινης. Letra y música, tradicionales.  Ντιρλαντά.

https://www.youtube.com/watch?v=0puPONEYmQc

Esponjas de Kálymnos en Rodas.
Grecia, verano 2013.

Y llegamos a las esponjas. El Dirladá que acabamos de escuchar es una de las canciones más populares del Egeo, de la Nisiótika y de Grecia. Pero además es uno de los temas griegos que ha traspasado fronteras. Hay versiones, hasta muy actuales, en todos los idiomas, e innumerables en Grecia. La última que había oído era una de Dionisis Savópoulos que ya tenía preparada, buena toma y voz rotunda. He preferido la primera versión que se grabó, porque me parece un sonido más genuino aunque el registro sea peor.

Kálymnos es para todo el Mediterráneo y para el mundo mundial, la isla de los pescadores de esponjas, y suya es la canción.
Y ya que seguimos a dos millas de Asia Menor, un Tsifteteli de Kálymnos traido de esas costas, un instrumental para mover el ombligo.

Παυλος Κουρουνης.   Τσιφτεντελι.

https://www.youtube.com/watch?v=BDNhapYSN-I

El Dirladá era la canción principal de despedida, cuando los barcos se reunían en Pozia, pasada la Pascua Ortodoxa, para poner rumbo a las costas norteafricanas y del sur de Italia, donde se encontraban los caladeros más ricos. No sé si fue Petros el que nos describió la emoción de ese momento. Mujeres y niños despidiéndose de sus esposos y padres entre lágrimas, de chicas diciendo adiós a sus enamorados..., todo ello dio lugar a un rico folclore.

Los barcos permanecían de seis a siete meses fuera de casa, hasta que llenaban las bodegas. Iban en grupos de cuatro, uno grande de nodriza y almacén donde vivía la tripulación, y tres pequeños dedicados a la pesca propiamente dicha.
Era una vida durísima, todos acababan con problemas de salud, algunos graves y con daños irreversibles, y muchos de los buzos morían, he leído que incluso por ataques de tiburones, los cazones mediterráneos.

Como Kálimnos no tiene apenas superficie cultivable, salvo un par de valles y el más importante el de Vazí precisamente, convirtió la pesca de esponjas en su monocultivo.
La prosperidad le duró, superando por los pelos la crisis que provocó la aparición de las esponjas sintéticas a principios del siglo XX, hasta los años 80, cuando una enfermedad diezmó las poblaciones de esponjas en el Mediterráneo. No obstante sigue contando con almacenes y factorías, y abasteciendo de ellas a todo el mundo, y su estatus de momento no parece menguar. Dicen que es una de las islas más ricas de Grecia.

El aumento del turismo ha supuesto una no pequeña ayuda. Y los naturales de la isla en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos y Australia, vuelven casi todos los veranos, fieles a su patria chica como la mayoría de los isleños.

La siguiente, recogida en un programa de TV de N. Sdregas, es una canción de boda, de las que ya he subido temas de varias islas. Pongo otra al final que creo que se grabó en una boda en Nísyros. Con la sousta y los syrtos, son de las composiciones más comunes. No figura el nombre del laudista.

Kostas Kikilis, violín. Kyriakos Bairamis, voz.  Canción de boda.  Kálymnos.

https://www.youtube.com/watch?v=L3t2mvqtmtA

He dejado para el final Vazí porque fue el lugar donde estuvimos los últimos días, tengo la sensación de que pasamos allí una semana y sin embargo no debieron ser más de tres dìas. El taxista que nos llevó la primera vez, paraba también, como Petros, en los lugares altos e interesantes, para enseñarnos el contorno de la isla. No lo hacía a nuestra costa para que corriera un taxímetro que no tenía, el precio estaba acordado, lo hacía por pura galantería y elegancia griegas. Y se reía a mandíbula batiente cuando yo le comentaba la diferencia entre su taramosalata y la de Atenas. En mi griego skiládiko le decía, Stin Azina, oji tarama, taramosalata ¡mono patata!, (En Atenas no huevas, la taramosalata sólo patata) y se partía el hombre repitiendo la frase.
La taramosalata es una ensalada de huevas de pescado (tarama) que lleva también, aceite, cebolla muy picada, limón y puré de patata. Patata se dice lo mismo en griego que en español, por algo fuimos los primeros transportistas.

Vazí es un valle de unos tres kilómetros de largo por uno en su parte más ancha, que termina encajonado en un estrecho y profundo fiordo con un puerto. Βαθύ significa profundo y es un topónimo muy frecuente en todo el país, especialmente en muchas islas con una geografía semejante. Todo el valle está plantado de naranjos, en especial mandarinos, cuya cosecha compite en ventaja con otros países del entorno porque se adelanta un tiempo la maduración. El olor a mandarina es embriagador.

No tenía playa, los chavales del pueblo se bañaban un poco fuera del puerto tirándose desde los acantilados. El cañón marítimo tendrá unos 100 metros de ancho, por 500 de largo, y otro kilómetro más en el que va cogiendo anchura hasta salir a mar abierta. Discurre entre paredes verticales que andarán también por los 300 metros. Acojonante, y muy bello lugar.
Frente al puerto había un par de tabernas y un hotel pequeño. Cenamos en una de ellas y nos acostamos tarde porque hacía un calor inaudito. ¡No me extraña que se adelanten las mandarinas! En la terraza de una taberna tocaban un violín, un laúd y una tsabouna. Se pasaron la noche tocando, no creo que molestaran a nadie porque no creo que nadie pudiera dormir con aquella temperatura. No sé si era el hecho de que el cañón se curva al final para enfilar el puerto y éste, tan empozado además, queda tan protegido que no circula ni la más mínima brisa del mar.

Mi compañera pasó la noche en la terraza. Yo con las puertas abiertas, desnudo sobre las sábanas no era capaz de conciliar el sueño. Dormía unos minutos y despertaba al poco como flotando en una nube de humedad, no sabía si soñaba o era verdad la dulzura del violín y la estridencia de la gaita, que más parecía un lamento de condenados al infierno, al fuego de aquellas noches, aunque las dos siguientes fueron algo más leves, o ya nos habíamos acostumbrado. Debí tener una docena de sueños allí, todos vívidos y significativos, muy potentes, en los breves minutos en que me quedaba dormido.
Los otros compañeros inseparables de las noche fueron los cantos de los gallos. Hay cientos de corrales y supongo que miles de gallos a juzgar por el guirigay. Cuando cantaban los cercanos al puerto, los kikirikís iban ascendiendo valle arriba cada vez más numerosos y lejanos, y cuando empezaban a apagarse, vuelta a empezar. Así, al contrario que en otras partes, hasta el amanecer. ¡Qué competencia, Panayitsa mou!

De madrugada aflojó un poco el calor, se fue la tsabouna, y debimos de caer inconscientes. Despertamos tarde y cogimos de milagro la barkula que llevaba a los pocos turistas a una de las playas. El pueblo es pequeño, unos 600 habitante y el valle se recorre en tres horas, ¿qué hacíamos el día entero en la terraza de la tabernas? Beber. Nos apuntamos por primera vez a esa costumbre de ir en barkula hasta alguna playa más o menos cercana. Se cuentan con los dedos de una mano las veces que hemos hecho esto, entre otras cosas porque no vamos a Grecia sólo a bañarnos.

Antes de continuar, la siguiente grabación puede ser otro ejemplo de porqué nos gusta Grecia: dramático, angustioso, fuertecito el baile de los ingenieros...

Danza de los pescadores de esponjas de Kálymnos.  Μηχανικός. Ingeniero.

https://www.youtube.com/watch?v=SFYKjCMLT4Y

Urbanizaciones en la península de Bodrum, Turquía.
A la vista de Cos, Psérimos y Kálymnos.

Grecia, verano 2013.

El caso es que cogimos la bolsa de la playa y llegamos corriendo a la barkula, a medio desayunar y sin pensar más. Iban dos italianas y una parejita, también italiana. Quizá creíamos que en la playa habría un chiringuito...

Nos dejó en una pequeña bahía a un par de millas de Vazí donde no había nada para comer, como no nos diera por tragar las bayas de unos enebros raquíticos que no daban ni sombra. Esos enebros han crecido en estos veinte años, pero poco, aunque he visto en una foto en Google que también hay algún pequeño olivo, debieron plantarlos después.
No llevábamos en la bolsa comida, sólo un par de galletas de chocolate de esas pequeñas de té, que vienen envueltas en celofán. Pero sobre todo ¡no teníamos agua, agua!, ni siquiera retsina. Yo tuve la suerte de coger la mejor sombra que luego compartimos con la pareja de italianas a las que había tocado la peor. Ese gesto nos valió no morir de sed allí. El hombre no volvía hasta muy entrada la tarde y ¡no veas cómo caía el sol, meu amigo!

El sitio era precioso, las aguas cálidas, cristalinas y turquesas, una enorme piscina natural, la playa de cantos rodados y arena gruesa. Y al fondo un vallecico de unos cien metros con más enebros y vegetación típica, que se empinaba hasta hacerse inaccesible. Allí recogí unas brazadas de tomillo y orégano, ya un poco secos porque estábamos en verano, pero con un olor agreste y escandaloso, fue otro de mis presentes a las italianas.

En este tema parece haber error en la escritura del título, ¿será Τι έχεις κόρη κι αρρωσταινεις?
Βιολι, Παυλος Κουρουνης, Λαουτο Μαμας Πικραμενος, Σαντουρη, Γιοργος Κουλιανος. 
Παυλος Κουρουνης (1911-1969). Canción de boda.   Tι έχεις κορι κι αροστενις. 1959.

https://www.youtube.com/watch?v=TcthFx6TOX8

No fue la sombra y el tomillo lo que las hizo compartir su agua y su escaso condumio, eran buena gente. Pero quedamos los cuatro hambrientos y sedientos hasta que llegó el de la barkula, que traía agua y sardinas asadas en un cucurucho grande de papel de estraza. Las fuimos comiendo navegando a Vazí. Ya debía estar al tanto el paisano de los despistes de los turistas...

La parejita se pasó el día en arrumacos bajo la otra sombra aprovechable de la playa, bebiéndose los vientos sin ser conscientes de nuestras urgentes necesidades. Las dos noches siguientes cenamos los seis juntos e hicimos la tertulia en la terraza hasta muy tarde.

Siempre recordaré Kálymnos con cariño, al señor Petros, lo bien que nos trataron, la viva luz no muy distinta a la de Cos, la calidez del agua, la amabilidad de la noche antes del bochorno, la curda de retsina, la tsabouna y el canto de los gallos de Vazí.

Παραδοσιακό Καλύμνου.  Θαλασσάκι (με τσαμπούνα)

https://www.youtube.com/watch?v=qSl7bfd882k


Salud y buen rumbo.


Barabarómiros.

jueves, 15 de mayo de 2014

Η Ψέριμος, Psérimos


Psérimos. A la izquierda Kálimnos, desde Zia, Cos.
Grecia, julio  2013


Ψέριμος


Buenos días. Aunque fue la única isla del grupo en la que no recalamos en esta ocasión, voy a dedicarle un capítulo a Psérimos por no dejarla  abandonada y subir unas fotos, las tres desde Cos.

La primera vez que pasamos por Psérimos, hace unos veinte años, desde Cos rumbo a Kálimnos, era ya de noche, no recuerdo nada de ella, esa entrada angosta a la pequeña bahía del oeste, en cuyo fondo se sitúa la playa en forma de concha, con dos muelles en los extremos, que éso es el puerto de Psérimos, y detrás unas cuantas casas encaladas, la mayoría de planta baja y estilo cicládico. Esto lo puedo decir porque he visto más de 300 fotos del sitio y un montón de vídeos.

Sin embargo sí recordaba vagamente el perfil de la isla desde Kálimnos, situada al noroeste, porque pasamos unos días en el sur de ésta y teníamos en primer término, a quinientos metros, el islote de Sari, perteneciente a Kálimnos, y a Psérimos con el suyo, Plati, a dos millas, que es la distancia aproximada que separa ambas islas, la misma que a Psérimos de Cos. La costa turca está a unas cuatro millas al este.

En esta ocasión contemplamos repetida y ampliamente este otro perfil de la isla, desde Zia y Tigaki, en el noroeste de Cos, es decir la perspectiva opuesta. La panorámica más completa y hermosa es la que se puede contemplar desde la pintoresca aldea de Ziá, por encima de los 300 metros en la falda del Dikeos, la cumbre de Cos, y a unos tres kilómetros en línea recta de la costa.
No sé si fue impresión nuestra, pero desde Kálimnos nos parecía más luminosa que desde Cos y más cercana. Serían los ojos jóvenes de entonces...

Desde Cos veíamos esa cadena de montañas en línea, siempre mucho más oscura que Kálimnos, ésta quizá suavizada por la distancia y la bruma. Sin embargo el color de las rocas y de la propia isla, muy seca también como la mayoría de las pequeñas, no es muy diferente al resto. Esos picos dan la impresión de que se tratara de otra isla montañosa, pero, como sucede con Tilos o Nísyros por ejemplo, la realidad es que su máxima altura no alcanza los 270 metros. Es una impresión óptica que se repite: el pequeño tamaño de las islas, y el hecho de que al fin y al cabo sean el extremo emergente de elevaciones submarinas, y por tanto el terreno se empine ya desde la orilla del mar, las hace parecer más escarpadas de lo que son.

Μανόλη Φράγκο (βιολί), Γιάννης & Νικήτας Καμπουράκη (Λαούτο), τραγούδι Γιάννης Καμπουράκης. Καλύμνικα. Φράγκος- Καμπουράκης (Ψέριμος).

https://www.youtube.com/watch?v=r9x_neq9qmY

Psérimos desde Zia, en la bruma Plati y Kálimnos.
Cos. Grecia,  julio 2013.

Psérimos es quizá la isla habitada de un tamaño medio más olvidada de todo el archipiélago y eso a pesar de su situación en medio de los canales entre islas, surcados diariamente por cientos de barcos, mercantes, ferris y de recreo, y grandes centros turísticos en las inmediaciones, cuyos mejores ejemplos pueden ser Bodrum, en Turquía o Cos capital. 

Sus costas tienen cierta fama de peligrosas, en especial por una barrera rocosa a escasa profundidad en la costa suroriental del canal, cercana al cabo Ρούσσα, Rusa, que lleva un nombre nada tranquilizador: Ερινύες, Las Erinias, las Vengativas, las Furias romanas.
Pero no creo que sea esa la razón por la que los grandes ferris evitan la isla, su actividad es mínima y sus habitantes, dedicados a la agricultura, la pesca y ahora el escaso turismo, no llegan a los 130. En consecuencia tiene pocos servicios y su comunicación con sus vecinas es a través de kaikes y ferris de menor tamaño, aparte de las excursiones de turistas procedentes de Kálimnos, Cos o Turquía. 

Son los veleros los que aprovechan sus solitarias playas de arena, y sus bahías como fondeos tranquilos. Al norte, mirando a Kálimnos, otro cabo, el Βασιλική, Basilikí, da también nombre a la otra rada abrigada, ésta en el levante.  
Tiene algunas islitas próximas, la más importante Plati al noroeste, a milla y media de Kálimnos en el canal entre islas, y al sur el islote, redondo como un casquete chino, de Κρεββάτι, Cama, en el canal de Κάπαρη, Alcaparra, que la separa de Cos. Por ese nombre, Kapari, es conocida también Psérimos.

La isla pertenece al distrito de Kálimnos y su historia ha estado siempre unida al destino de ésta y al de su hermana mayor, Cos, y todas ellas al común de Rodas y el Dodecaneso. 

Ψέριμος αφιέρωμα στον Λευτέρης Καμπουράκης.

https://www.youtube.com/watch?v=ZbypJlG9U5M

Psérimos desde Tigaki. Cos.
Grecia, agosto 2013.

En fin, aparte de esta descripción visual, el resto de la información, que es muy poca, la encontré en la red. Tampoco hay música de la isla, cosa que aún me extraña más.

En Wiki apuntan que Plinio la llama Pserema y Homero la cita en compañía de otras islas del archipiélago. Y leí un texto sobre su origen mítico en el que aparecen un rey y una reina enfrentados, desconocidos por mí, cada uno con sus partidarios; ella, casquivana y traidora, maga, cabeza de unos ritos que incluirían los sacrificios humanos, acaba venciendo. En la isla, con escasos restos antiguos, estaría la tumba y el espíritu atormentado de la reina vagando por sus colinas y sus escondidas playas.

Hasta aquí lo que pude reunir. La última grabación, un tema presente en todo el Dodecaneso, pero con su versión particular de cada isla, acompaña imágenes subidas por un isleño emigrado a América. La xenitiá, el extranjero como única salida para tantos.

Psérimos, vídeo con música de la isla.

https://www.youtube.com/watch?v=m_QSw5wYW24

Salud y buen rumbo.


Barbarómiros

domingo, 11 de mayo de 2014

H Χάλκη, Halki


Vassilakio, Aggelakio y Andrikakio. Los molinos de Halki, en lo alto de la colina.
Grecia, agosto 2013.


Χάλκη


Buenos días. Halki (pro. Jalki) es la isla más pequeña entre las habitadas del Dodecaneso. Su población no llega además a los 500 habitantes. Es seca y montañosa, recoge en cisternas la escasa agua de lluvia, pero el resto la importa.
El nombre le vendría del cobre, Χαλκός, por la existencia en tiempos clásicos de talleres que trabajaban ese metal.
Está situada al oeste de Rodas y rodeada por un pequeño archipiélago de islas e islotes, ya mencionados en el capítulo del periplo a la isla de Rodas. Makri, Kremasti, Drosonisi, Atrakusa, Krevatia, Agios Zeodoros, Stróggilo, Alimiá..., menos en todo caso que las 360 capillitas medio arruinadas, de distintos países, que dicen que se reparten por su geografía.  

Hay una fotografía  del grupo isleño en esa entrada, más cercana que la última de hoy, desde el castillo de los Hospitalarios en Kriniá, al sur del puerto de Skala Kamiros del que he hablado mucho aquí y en Psilicosis .2. : (Al pinchar me dice que está roto el enlace... Fue el 11 de enero de este año).

Los jóvenes recogen el testigo.   Xάλκη λύρα.

https://www.youtube.com/watch?v=vfua9aUxi3U

En Halki costruyeron también los Caballeros de San Juan su correspondiente fortaleza sobre la anterior helenística. La isla fue en este periodo una avanzadilla protectora por el oeste y un refugio de la flota rodia, por sus abrigadas y ocultas bahías. Ya lo había sido en épocas anteriores.
Y hasta en Alimiá, Αλιμιά, que también dispone de una bahía grande y protegida, levantaron los Caballeros su fuerte. Es la segunda isla más grande después de Halki, hoy deshabitada y en la que me detendré un poco al final.

La pena es que las dos veces que pasamos por la isla, al bajar y subir de Cárpatos en el Prevelis, era de noche y no pudimos hacernos una idea cabal de ella y de su puerto, que es también el único punto habitado de Halki.

Las mejores vistas diurnas fueron desde el oeste de Rodas, en el castillo de Kriniá, una elevada colina junto a los altos acantilados, un nido de águilas aéreo que domina media costa occidental de Rodas. Pero a la distancia de unas cuatro millas todas las islas se parecen un poco, demasiado difuminadas ya. 
Repito también que desde el cercano puertín de Skala Kamirou hay un pequeño transbordador que comunica Rodas con Halki.  
En el mismo escenario del foso de la ciudad medieval de Rodas, del que subimos otra de Symi en el anterior capítulo de Archipiélagos, ésta sousta de Halki.

Σούστα Χάλκης.



El campanario de Emboriós.
Halki.  Grecia, verano 2013.

Las imágenes que habíamos visto de la isla eran muy atrayentes, así como la publicidad turística : pequeña, apartada, solitaria, tranquila, sin coches (al parecer hay ¡un taxi!), sin ningún agobio de turistas... Y con un cierto parecido, modesto, a Symi, pues se repiten como en ésta las hermosas casas neoclásicas de alegres colores.

Sin embargo, Halki no tiene la espectacularidad de Symi, lógicamente. El pequeño tamaño de Emboriós, Εμποριός, el nombre del puerto y pueblo de llegada, (o Nimboriós), el único habitado de la isla, así como las dimensiones mucho más modestas de la bahía que lo resguarda, la hacen más humilde. 
A cambio tiene el encanto de lo recóndito y escondido, un poco secreto. Ya lo dije de otro modo: para pocos. Nuevo lugar hermoso y pacífico a tener en cuenta, y para caminantes, como tantas, Leros, Nísyros...

Aún así, en el muelle de Halki se ven un montón de tabernas y restaurantes, y hay bastante oferta de casas y apartamentos para alquilar. Los últimos años se han ido rehabilitado muchas de las antiguas viviendas, abandonadas progresivamente a principios del S. XX, como sucediera en Symi.
Es otra coincidencia con ésta isla, pues los habitantes de Halki emigraron también a Tarpon Springs, en Florida, cuando las esponjas sintéticas ya dominaban el mercado mayoritario. Halki subsiste hoy con el escaso turismo, las cabras y la pesca, sus otras actividades desde siempre.

Vìdeo de Halki.


Además de Emboriós, que reparte por la falda de la montaña su caserío, más arriba aguantan todavía en pie casas del pueblo antiguo, Horió, Χωριό, como siempre retirado de la línea costera en previsión de ataques piratas. Se arrima a la sombra protectora del castillo franco de los Caballeros.

A las calas y playas arenosas con que cuenta la isla, según leo, hay que sumar las de los islotes cercanos, a los que se va en barkulas a motor.
Copio un listado de las cosas de interés en Halki, además de la fortaleza de los Caballeros de Rodas y el pueblo viejo. El campanario bizantino de Emboriós y la torre del reloj, ambas frente a los muelles. Los molinos en desuso de la colina, con sus nombres propios,Vassilakio, Aggelakio y Andrikakio. La iglesia de San Nicolás, con unos preciosos choklakia en el exterior, que sólo he visto en fotos. El Monasterio de Stavros, el de Taxiarchis Michail Panormitis y la capillita de San Juan.

Al principio se me habían pasado las fotos diurnas de Halki desde Kriniá, y como sólo tenía imágenes nocturnas, pensé en una entrada más pequeña. Pero con ésa, con Alimiá, que todavía me falta, y pitos y flautas me voy a lo de siempre. ¡Hablo como si la hubiera pateado una semana, para sobrar!, no tengo solución...

Y la música fue un problema aquí, me cansé de buscar pero hay poquísima de Halki, se repiten una y otra vez las soustas en distintos escenarios, y la mitad de las grabaciones se cortan de manera brusca. Por no renunciar al propósito de ilustrar los capítulos de Archipiélagos con folclore, en lo posible, autóctono, las voy a subir. Como siempre son versiones largas, si os aburren o no queréis que os corten el flús, pasáis y las cortáis vosotros.

El Blaja de Halki, en el festival  de la Miel y el Souma, nos dice Αμπερνάλλι Σορωνής.  Γιορτή Μελιού και Σούμας. Σιάννα. Συμμετοχή στη Γιορτή Μελιού και Σούμας, Σάββατο 02 Αυγούστου 2008.

Τμήμα Ενηλίκων Αμπερνάλλι. Sección de Adultos Ampernalli.  Βλάχα Χάλκης.



El puerto de Emboriós, en Halki, con su Torre del reloj, como Symi.
Grecia, verano 2013.

Αλιμιά 


La islita de Alimiá o Alimniá, Αλιμνιά, es otra de las atracciones turísticas de Halki. Tiene varias playas y una resguardada doble bahía central que le da apariencia de ameba, casi como a Limnos con su bahía de Mudros o a Lesbos con la suya de Plomari.
Es más arbolada y, por tanto, verde que su hermana mayor, y en la zona norte persiste una laguna salada que es uno de los 27 humedales más importantes con los que cuenta el Dodecaneso. Ya hablé de los islotes de Leros, lugares protegidos de paso y observación de aves, con algunas colonias estacionales y estables. Todo el Egeo con sus islas y la costa de Asia Menor son lugares de paso y parada de migratorias.

Desde la 2ª Guerra Mundial Alimiá está deshabitada y los pocos edificios que al parecer se mantenían en pie se han venido abajo. Fue un comentario de Ana Capsir el que hizo que me interesara algo más por la historia de este lugar que bien se podría calificar de paradisíaco.

Contaba Ana, que fondeó con su velero en esa preciosa bahía hace ya algunos años (¡en el Pleistoceno!, se ríe), que se habían encontrado con unos extraños dibujos en unas paredes ruinosas, además de una ermita -Agios Minás?-, que convocaba a las cabras de la isla cuando sonaba su esquila, pues sólo entonces asomaban los cuernos. Después leímos que (los dibujos) eran de un soldado alemán atrapado y abandonado allí durante la segunda guerra mundial; la población de la isla había sido deportada antes, decía Ana.

No encontré exactamente esa referencia, pero sí otra dando una explicación semejante, sin la épica triste y romántica del soldado abandonado. Tampoco pasa por ser ésta la versión oficial, pero vienen las fotos de esos dibujos, lo que tiene interés para terminar de hacerse una idea y redondear la historia. Por cierto, a la gilipollas de Mirella, que escribió encima de una de las pinturas was here, como hacen los grafiteros, en este caso grafiteras guarras, jodiendo el trabajo de los demás, le cortaba la mano...

Alimiá en la 2ª Guerra Mundial.    http://photoexplore.gr/?p=620

Ahí aparece también una fotografía del destructor griego Vasilissa Olga, que fue hundido por una escuadra de Junkers y bombarderos alemanes en el golfo de Laki, en Leros. La batalla inspiró, sigo al informante, la novela  Los cañones de Navarone (1957) y la película homónima (1961).

La isla tuvo también sus siglos de gloria junto a Halki, porque, con ésta, sirvió de base y refugio a la flota rodia. Fue fortificada como ella en época helenística y se encuentran restos de este periodo, algunos de los cuales fueron reutilizados en su día por los Caballeros de San Juan para levantar otro de sus castillos medievales.

El papel de Alimiá como puerto y refugio, oculto y seguro, parece que fue repetido por los alemanes más adelante en su desgraciada guerra europea. Sería un destacamento estable de soldados, tal vez bávaros, el que dejó el testimonio gráfico en las paredes del pueblo, según la tesis del artículo anterior. 
Por lo demás, la suerte de la isla ha corrido paralela a la de Halki, Rodas y a la del resto del Archipiélago.

Esta grabación es de esa serie de la televisión griega sobre los liraris del Egeo de la que ya subí más canciones en otras entradas, como en una de Tatakis acompañando a Petrakis, en un kafenío de Creta. El corte final de la canción no tiene un pelo de sutil, aunque el tema me gusta y las fotos son guapas.

Χάλκη.   Οι Λυράρηδες του Αιγαίου.


Alimia en primer término, Halki detrás, a la izquierda Makri.
Desde Arjea Kameiros. Rodas.
Grecia, verano 2013.

Queridos niñas y estimadas niños, aquí me quedo, al borde mismo del Egeo. Nunca saber tan poco de algo dio para tanto, es broma, pero no mucho. Ahora voy comprendiendo, mejor aún que antes en la era del papel, cómo se pueden escribir guías de sitios por los que jamás se pasó y quedarse tan pancho. Así sucedía con algunos lugares sobre los que leíamos algo que después resultaba ser un fiasco, una información errónea o era, simple y llanamente, falso. ¡Al loro!

Con música de Fleetwood Mac,  Albatros, a esta velocidad transcurre la agitada vida de Halki...

https://www.youtube.com/watch?v=UAgpjhVBjZI

He dejado para el final esta panigiri con la gente bailando la sousta en su salsa, sin el hieratismo y el lujo de los "Coros y Danzas", pero con más gracia. Y es de agradecer que el autor del vídeo, Γιώργος Θυρής, no cortara la canción y el baile.

 La gente joven.   Σούστα Χαλκίτικη.

https://www.youtube.com/watch?v=aMabJWjhnfs

Salud y buen rumbo.


Barbarómiros

miércoles, 7 de mayo de 2014

Η Σύμη, Symi


Iglesia de Evaggelistrias, La Anunciación.
Orilla norte de la bahía de Gialós. Symi
.  Grecia, agosto 2013.

Σύμη


Buenos días. Symi, a unas doce millas al norte de Rodas y a poco más de tres y media de la costa turca, situada a la entrada del golfo que forma la fachada sur de la península de Datça, y la de Mugla al este, cerrando el estrecho de Mármaris, es otra de las islas griegas que respiran directamente los aires de Anatolia.
Eso se nota también en su folclore, muy influenciado por las músicas de los griegos que habitaron esas costas de Asia Menor y que se llevaron en sus éxodos, y por las melodías orientales en general.

Μανώλης Καρπάθιος, Kανονάκι.  Ταξίμι.

https://www.youtube.com/watch?v=jLcq1ROvM0E

Manolis Karpacios, que ha impartido cursos en la isla para estudiantes interesados de todo el mundo, es el brillante intérprete de uno de los instrumentos, el kononaki, que mejor ilustran esa vecindad ambiental, sonora, estética, vital, en definitiva.

Symi desde el mar no es ni más ni menos atractiva que cualquier otra isla del archipiélago, de hecho tiene quizá la costa más oscura y laberíntica de todas ellas, por los acantilados negros, carcomidos y atormentados, y por la cantidad de islas e islotes, cabos, golfos, peñascos, calas..., que la rodean.

También da la impresión de ser seca y montañosa, aunque su altura máxima, el Βίγλα, Vigla, cerrando la gran bahía por el suroeste, sobre la rada vecina y el pueblo de Pedi, supera en pocos metros los 600.
Si a veces doy datos imprecisos del número de habitantes, alturas, distancias, etc., es porque no hay unanimidad en las cifras, y al fin el pico tanto da que tenga 550 como 617 metros.

Κωνσταντίνος Κοντός. Σύμη.   Ο Κουκουμας.

https://www.youtube.com/watch?v=3uiCDVTHMEU

Pero quizá la impresión de altura se acentúa cuando se emboca el gran golfo abierto del noreste de la isla y se deja a estribor la islita de Νίμος, Nimos. Entonces se ven las dimensiones del espectacular circo montañoso de apariencia caliza, sobre Εμπορειός ή Νημποριός, Emboriós o Nimboriós, y Γιαλός, Gialós, también llamado Symi, a secas, el puerto principal y capital junto con Χωριό, Horió (pro. Jorió) o Άνω Χώρα, el pueblo alto, ya tras los montes, encima de Gialós (pro. Yialós).
A babor cierra el golfo la península de Agia Marina, también llena de crestas rocosas. El color de la piedra es claro, ya no el negro de los acantilados.

A medida que nos vamos acercando, las laderas tapizadas de casas y especialmente en el fondo, donde el golfo se divide en dos pequeñas ensenadas muy protegidas que albergan los puertos, aumenta la sensación de pequeñez, hasta anonadarnos frente a la belleza de las señoriales y cuidadas casas neoclásicas que retrepan  hasta lo alto y la hermosura del paisaje natural de mar y montaña.

Contaba Ana Capsir, Navegando por Grecia, que al entrar aquí en su velero, había llorado sin poder contener la emoción ante aquel espectáculo maravilloso. Si me he entretenido tanto en describir la llegada y el escenario donde se asienta Symi, es porque también para nosotros fue emocionante esa entrada, uno de los lugares más impresionantes de cuya vista se puede disfrutar entre todas las islas que conocemos.

De los festivales de bailes tradicionales del Dodecaneso, en Rodas, y en el escenario instalado en el foso medieval de la ciudad vieja, es esta grabación de la sousta de Symi, el syrtos, el monajikós y ese E pú se, que desconozco.

Σούστα Σύμης. Συρτός. Μοναχικός. Ε πού σε.

https://www.youtube.com/watch?v=FDlfNP6yuPc


Casas de Symi.
Grecia, verano 2013.

La población de la isla anda cerca de los 3.000 habitantes, la inmensa mayoría concentrados en Ano Horió y las laderas de ese anfiteatro al sol que es Gialós. Hay una pequeña colonia extranjera permanente, la mitad compuesta por ingleses que, junto a los italianos, son también los turistas más fieles a esta isla.
Parece mentira que en su época dorada, a mediados del S. XIX, Symi llegara a tener casi 25.000 almas. ¿De qué vivían?, piensa uno viendo la sequedad de la tierra, la roca pelada y la ausencia de industrias a la vista.

Symi, bien situada para el intercambio y el comercio marítimo entre Oriente y Occidente, fue mimada por los Caballeros de San Juan, y a continuación disfrutó del estatuto privilegiado que el imperio otomano concedía a los territorios ocupados que aceptaban, de más o menos buen grado, el yugo turco. Autonomía política, exenciones fiscales y arancelarias, libertad religiosa, comercial y fronteriza, hicieron de algunas islas cercanas a Anatolia, auténticos emporios económicos.
Fue en ese periodo cuando muchas de ellas alcanzaron su cenit histórico, en cuanto al número de habitantes y a su riqueza. Pienso también en otras islas, Samos, Hios, o la misma Limnos, por ejemplo.

Elevzería Arvanitaki con la Opiszodromiki Kompania.   Rambí, rambí.


De ese modo Symi, llamada por los turcos Sömbeki, pudo desarrollar su industria naval: en sus seguras bahías se llegaron a construir casi 500 barcos al año. Y junto a los astilleros la pesca, y en concreto la de esponjas, como en Kálimnos, otra actividad muy rentable entonces.

Con la llegada de las esponjas sintéticas a principios del XX, la isla fue decayendo mientras su población emigraba. Muchas de las magníficas mansiones neoclásicas que se habían levantado en años de prosperidad a lo largo del siglo, las más viejas en Ano Symi, se vinieron abajo.

El pueblo se construyó en lo alto, tras la fortaleza de los Caballeros de Rodas y la anterior bizantina, por cuestiones defensivas, como hemos explicado a propósito de otras islas, porque en esas aguas la piratería fue una constante histórica. Eliminada ésta (al menos la antigua, hoy sigue de otro modo...), las viviendas más jóvenes fueron descendiendo por la colina, desde Ano Horió hasta la orilla del mar, que éso es lo que significa Γιαλός.

Κώστας Κοντός.  Αίντε κι ας ρεμπελεψουμε.

https://www.youtube.com/watch?v=vLKbNoLwZDY

Symi está hermanada con Tarpon Springs, en la costa noroeste de la península de Florida, donde muchos pescadores simiotas de esponjas emigraron para continuar con una actividad que, de todos modos, estaba condenada a desaparecer casi por completo.

Las casas neoclásicas fueron construidas por albañiles y artesanos de Cárpatos. El gobierno heleno ha llevado adelante un riguroso programa de restauración arquitectónica, fiel a la Symi primitiva, que ha devuelto parte del esplendor y belleza a la ciudad, que hoy vive casi exclusivamente de esa imagen de postal que pide el turismo, su actividad actual más rentable, junto con el comercio, muy en relación con el primero, y una pesca residual de escaso calado.

Μίλτος Πασχαλίδης.  Φεστιβάλ Σύμης. Festival de Symi.

https://www.youtube.com/watch?v=mq43wmVmOoM


Esperando al  Diágoras.
La Torre del reloj en Gialós. Al fondo Evaggelistrias,
y barco en la pequeña ensenada de Emboriós.. 
Symi. Grecia, verano 2013.

A pesar de su aspecto árido, parece que en algunas zonas y en vallecicos interiores hay manchas arboladas y hasta un bosque antiguo de cipreses. Más la seca flora mediterránea que vive de la escasa pluviosidad de la región. Sin embargo Symi no tiene suficiente agua potable a pesar de contar con una planta desalinizadora y, según he leído, para asegurar el abastecimiento debe importarla de Rodas.

He dicho ya que la población se concentra en Ano Horió y Gialós, el resto de la isla está prácticamente deshabitada. Ni siquiera tiene la pequeña red de carreteras asfaltadas de otras islas y los caminos son de tierra. Eso la convierte en uno de los destinos preferidos por caminantes y senderistas. El tamaño, como ocurría con Tilos, Nísyros y otro puñado de ellas, permite el barato y cada vez más raro privilegio de poder conocerla a pie, para quien disponga de tres o cuatro días.

El paseo más largo nos llevaría, atravesando la isla en diagonal, desde la capital en el noroeste, hasta Moní Agíou Mijaíl Panormití, en el extremo suroeste, junto a una pequeña bahía del mismo nombre. El monasterio es, con Symi capital, el destino turístico más importante de la isla, y antes que nadie para los propios griegos, pues el arcángel San Miguel es el patrón de Symi y de los marinos, por lo que se trata de un lugar de peregrinación para simiotas y hombres de mar de todo el mundo griego, incluida la diáspora. Η Ελλάδα και η θάλασσα...

Κωνσταντίνος Κοντός. Σύμη.   Ω Παεμιωτη Αρχαγγελε.


Un visita más corta nos acerca a la vecina bahía, playa y pueblín de Pedí, al sur de Hora/Gialós, aunque ambas localidades están unidas por el único autobús que funciona en la isla.

Y hablando de caminar: para subir de Gialós, el puerto, hasta Ano Hora, el pueblo alto, es preciso salvar los 375 peldaños de mármol de la escalera que los une, que discurre entre las casas neoclásicas.
Excepto el mármol, esto no es exclusivo de Symi, como muchos sabréis. Yo espero volver a la isla para
echar un día en trepar por esa escala a paso de psilicoso perdío, que es el mío.

Nikos Kavadías, poema. Zanos Mikroútsikos, música y piano. Festival de Symi. 2003.
Ο Σταυρός του Νότου.  La Cruz del Sur.

https://www.youtube.com/watch?v=bPSRybUQCZ8

Como apunté al principio, Symi está rodeada de multitud de islas e islotes deshabitados. A un grupo los pescadores les llaman las Symiopoulas. Νίμος, Nimos, al norte y Σεσκλί, Sesklí, al sur, son las islas más grandes. ΓιαλεσίνοΔιαβάτεςΚουλούνδροςΜαρμαράςΧονδρόςΜεγαλονησιΠανο Νερό, Κουπι, ΓηΚαραβαλονησιΣτρογγλιος..., los nombres de algunas otras (Gialesíno, Diavátes, Kouloúndros, Μarmarás, Jondrós, Megalonisi, Pano Neró, Koupi, Gi, Karavalonisi, Strogglios...)

Son famosas sus calas de arena perdidas en ese laberinto costero, a las que sólo se puede acceder en barkula.

La mayoría de las canciones de hoy son de Kostas Kondós, tradicionales de Symi, pero desconozco la biografía de este músico y si es simiota. Las de Pasjalidis, Mikrútsikos y Peridis, son del famoso festival musical veraniego que organiza el Ayuntamiento de la capital, donde han actuado muchos de los grandes músicos griegos de los últimos 30 años. Como Arvanitaki, de la que pongo una canción antigua muy popular, en directo con la Kompanía, para ilustrar la referencia a Turquía.

Orfeas Peridis.  Φεστιβάλ Σύμης.

https://www.youtube.com/watch?v=vjp_xXAlMUE

En la Historia, Symi, la antigua Metapontis, corrió el mismo destino que el resto de las islas del Archipiélago. Aparte de los griegos, romanos, bizantinos, caballeros de Rodas, otomanos e italianos la dominaron sucesivamente. Los alemanes la ocuparon en la 2ª Guerra Mundial y los ingleses la administraron hasta su recuperación por Grecia en 1948.

Y en la mitología, Symi es una ninfa, esposa de Poseidón o de uno de sus hijos; como parece natural, el dios del mar y su estirpe siempre en el origen mítico de las islas.
Aquí habrían nacido las Χάριτες, las Járites griegas: la mayor, Talia, la Floreciente, Eufrósine, la Alegría, y Aglaya, la Belleza, la más pequeña, en Roma llamadas Gracias. Diosas de la belleza, la creatividad y la fertilidad, acompañaban a Afrodita en su cortejo. A una de ellas la casa Homero con el herrero cojo de Limnos, Hefesto.

Homero también cita a Symi en la Ilíada, con otros nombres. El rey de la isla, Nireo, el más bello de los griegos en Ilion después de Aquiles, acudió a Troya con tres naves.

Κώστας Κοντός, voz. Μιχαλη Γαμπιερακη, violín. Edit. Μανόλις Καρπάθιος. Σύμη. 
Συμιακος σκοπός: γαμήλιος σκοπός.  Skopós de boda, simiota.

https://www.youtube.com/watch?v=ZzYvP3qvOY8


Γιαλός, Gialós.  Σύμη, Symi.
Grecia, agosto 2013.

Navegando entre islas, pasan con frecuencia a babor o a estribor tierras atrayentes donde quizá nos aguardara una Circe cachonda, un Telémaco vigoroso u otras lindezas semejantes, pero Symi, sin haber sentido ninguno de esos cantos de sirena, es de las que me gustaría patear algún día con tiempo, atraído sólo por su belleza.

Nos dice Dimitris, el subidor del vídeo, que la siguiente es una canción tradicional del Dodecaneso y de Symi, del disco de la serie Έλληνες Ακρίτες, Griegos de la frontera. Y lo que para mí es una sorpresa, la melodía, muy popular en todo el Egeo, es más conocida por el título de Βάρκα μου Μπογιατισμένη, Mi barca recién pintada, que conocía en la versión del rebetis Giorgos Batis, pero que aquí me resulta irreconocible.

Κώστας Κοντός, voz. Μιχαλη Γαμπιερακης, violín. Edit. Μανόλις Καρπάθιος. Σύμη.
Νησιώτικα τραγούδια.   Ν' ήλιε μου κι αντινήλιε μου.


Y por hoy, queridos niñas, no va más. Os dejo con otro tema muy oriental de Kostas Kondós.

¡Que ustedes lo bailen bien!

Κώστας Κοντός.  Αυτά τα μάυρα δέντρα.  Estos negros árboles.


Salud y buen rumbo.

Ramiro Rodríguez Prada, Barbarómiros.

miércoles, 23 de abril de 2014

Η Τήλος. Tilos.


Capilla sobre Livadia.
Tilos. Grecia, verano 2013.

Τήλος


Buenos días. Cambio un poco los planes y en lugar de ir hacia el norte, Kálimnos y Leros, lo haré de nuevo hacia el sur para dedicar un capítulo a cada una de las otras tres islas en las que hicimos puerto el verano pasado, Tilos, Simy y Halki. De ese modo dejaré cerrada, me gustaría decir "de momento", esta zona del archipiélago Dodecaneso.
No podré hablar mucho de ellas pero aprovecharé para subir algunas fotografías y música tradicional de los lugares.

Después de Kos la siguiente escala del Diágoras rumbo a Rodas fue Nísyros y a continuación Tilos, donde arribamos media hora después de la salida del sol. Tiene un puerto pequeño acorde con el tamaño de la isla, y los ferris y mercantes amarran en el espigón externo, sin entrar, como en la mayoría de casos.
A finales de agosto volvimos a pasar de vuelta, en esta ocasión de noche.

Tilos.  Danza tradicional.

https://www.youtube.com/watch?v=rhoOFMwhlbU

Empecé con lo que creo que es una sousta, cada isla tiene su propia versión de esta danza, quizá la más frecuente de cuantas se bailan y escuchan en el Egeo. Digo creo, porque la autora del vídeo no lo especifica y no soy un especialista.

El sonido no es muy bueno, pero me interesaba también la grabación porque se ven bien los suelos de choklakia, característicos de todo el archipiélago y de los que Tilos tiene buenos ejemplos. Además del escenario, los bailarines dirigidos por el brostari, el danzarín que encabeza y conduce la fila, Nikos Kapnoulas -según nos informa María Simone-, que lo hace muy bien, o el hecho de que canten una copla, hizo que me decidiera por ella para encabezar el capítulo. 
Pero por si meto la pata ahí os dejo otra Σούστα, y aquí ya no sería yo el equivocado. 

Γιορτή Σούστας, καλοκαίρι 2008 στη Μεσαιωνική τάφρο. Σούστα Τήλου.

https://www.youtube.com/watch?v=y8GdrkzjNBw

Todo lo que tiene Nísyros, a unas millas al norte, de redonda y regular, lo tiene Tilos de recortada y alargada. L. Durrell decía que Symi era como una tela de araña de piedra, pero aproximándose a esta isla desde el mar se puede tener una impresión semejante. Parece que se entrara en un archipiélago autónomo, y no porque tenga más islas e islotes al lado que sus compañeras, sino por los cientos de pequeños golfos que recorren la costa, puntas, agudos cabos, entrantes, peñones desgajados a cuatro brazas de la madre... Más que tela de araña, erizo y laberinto, al menos desde la mar. 

Las islitas más importantes están al norte, Gaidaros, el Burro, y al sur, Andíparos, ambas deshabitadas. Al este los islotes de Lethra y Prasouda. Tilos y sus islas son lugares de paso, parada y observatorio de aves. Y recuerdo Limnos de nuevo...
Dicen las guías que el interior es verde, pero desde el barco se van sucediendo ante nuestros ojos las colinas pardas, secas y peladas, con algunas escasas manchas de la endurecida vegetación mediterránea. Y esa mismo paisaje nos recibe en Livadia, el emporio de la actividad comercial,  y puerto principal de la isla.

Éste -nos cuenta Dimitris- es otro καθιστικό τραγούδι, otro tema para escuchar sentado, como aquel que había originado una pequeña polémica entre dos habituales de youtube en Nísyros. Nos dice también que son composiciones que se repiten en otros lugares de Grecia, como el Épiro. 

Φίλιππος Λαρδόπουλος, Τραγουδά. Γιάννης Κλαδάκης, Λύρα. Στέφανος Λαρεντζάκης, Τούμπουρα. 
Νησιώτικα τραγούδια. Τήλος.   Άρχισε γλώσσα μ' άρχισε.

https://www.youtube.com/watch?v=6GsjwQC6w-o

Livadia, Tilos, desde el Diágoras.
Grecia, verano 2013.

A pesar de su aspecto de seca y austera, tiene fama de fértil y productiva, ya que es rica en manantiales, fuentes y pequeños cursos de agua, a diferencia de varias de sus colegas de archipiélago.
Como curiosidad, nosotros vimos embarcar en el Diágoras un camión de patatas, cuando lo habitual es verlos desembarcar, muchas islas dependen totalmente de los suministros externos, incluida el agua.
No está mal poder autoabastecerse, para una isla que no llega a los 800 habitantes. De ellos más de la mitad viven en Livadia, la población más importante, y Megalo Jorió, la capital, algo común también en todo el Dodecaneso, en la mayoría de las islas griegas, en realidad.

Describiendo la formas de las islas en su libro de la Venus marina, Durrell dice que Rodas podría ser una punta de flecha de pedernal; Cos, un cachalote; Leros, un pulpo; Patmos, un caballo marino; Simi, un meteoro apagado, alisado por la fricción del aire; Cálimnos, una almeja.

Pero no dice nada de Tilos, creo que ni la menciona en esa obra. Dicen que es una S invertida. En los mapas aéreos parece un gusanín con muchos pinchos, o un pequeño dragón jorobado.
Su altura máxima es el Profitis Ilías (el topónimo más frecuente para las cumbres locales griegas), de unos 650 metros; descartando Cárpatos está, pues, en la media del archipiélago, aunque parece más empinada porque también es estrecha, unos 8 kilómetros en su parte más ancha. Es otra isla que, con algo de tiempo y calma, casi se puede recorrer a pie.

Ἐρήνη, ἀπὸ τὴν Τήλο.

https://www.youtube.com/watch?v=6JqPml0kwF0

Ὁ Ἅγιος Παντελεήμων, San Pantaleón, el 27 de julio, es el patrón de la isla y su fiesta reúne a muchos isleños de la diáspora.

Tilos, conocida por las telas y bordados de sus trajes típicos, lo es también por su afición a la música, ¡¿y qué lugar de Grecia no lo es?!. Y a la poesía. Porque aquí se dice que nació la poetisa Irina, Ήριννα, contemporánea, amiga y compañera de Safo en Lesbos, autora del poema La rueca, Ήλακάτη -hablando de hilaturas...-, del que sólo se conservan unos versos, algunos considerados apócrifos, y muerta a la temprana edad de 19 añitos. Safo la recuerda en varios epigramas, ¿o era poetisso?.

El anterior es otro de los bailes de la isla y por su título parece rememorar el nombre de la poetisa lesbiana, aunque Irene fue después santa bizantina que, aún significando Paz el nombre parlante de la tal emperatriz, no tenía ni un pelo de pacífica y menos de beata.
Como curiosidad, y tal vez homenaje a Irina, en Tilos se celebró en 2008 la primera boda homosexual de Grecia, civil, naturalmente.

La grabación se debe al musicólogo Παναγιώτης Μυλωνάς, de su trabajo etnográfico Ἑλλήνων Παράδοση, La tradición de los griegos, como el siguiente tema, Pergantí.

Andonis Kartapanis, voz, santouri. Giannis Nísyriou, violín. Petros Dalaretos, laúd. 
Περγαντί, ἀπὸ τὴν Τῆλο. 

https://www.youtube.com/watch?v=LIMxmahUJE0

Y ya que nos metimos en época clásica haré una referencia al mito. Telos, un hijo de Hélios que no aparece en la mitología sino muy tardíamente, quizá introducido en época helenística, sería quien dio nombre a la isla. Porque se cuenta que venía a Tilos desde Rodas a buscar plantas medicinales para curar a su madre. Y acabó construyendo aquí un santuario.

No parece casual ni descabellado este relato, porque la isla ha sido también famosa por sus ungüentos, unturas, embrocaciones y pomadas terapéuticas.
Y supongo que la miel que producen los montes de Tilos, muy ponderada entre las griegas, y la cera, podían entrar no sólo en una dieta sana en el caso de la primera, sino también en la composición de algunos de esos preparados.

La siguiente canción pertenece a un disco de músicas de todo el Dodecaneso, archipiélago llamado también las Esporadas del Sur, Νότιες Σποράδες, obra de Μανώλης Κόττορος, y es otro himno/danza a san Pantaleón que se baila sobre un mosaico de choklakia en el exterior de la pequeña capilla paleocristiana del santo, en Livadia. En el vídeo se pueden ver imágenes de todas esas islas.

Η Τήλος.   Άη μου Πεντελέμονα με τη μεγάλη βρύση.


La noche en Tilos. Restaurante musical en el puerto de Livadia.
Grecia, agosto 2013.

Por lo demás, la historia de Tilos ha corrido pareja suerte a la del resto del archipiélago, administrada unas veces por Samos y casi siempre por Rodas, pasando de mano en mano, de Grecia a Roma, de los selyúcidas y Bizancio, a los latinos y a los Caballeros de San Juan, y de éstos a los otomanos, volviendo a manos italianas en 1912.

Los Hospitalarios dejaron una buena muestra de sus fortalezas, Agrosikiá, Megalo Jorió, Mesariá, Mikró Jorió y Stavrou Lambrou. La isla fue a lo largo de la historia saqueada y devastada por piratas de todas las procedencias, africanos, asiáticos y europeos: venecianos, franceses (en 1675 la arrasó el pirata Hugo de Crevelier, que en esos años hizo estragos en muchas islas griegas, tomando como esclavas a sus poblaciones)... .  Fue otra constante de muchas de ellas, sin apenas protección.

Episkopi la llamaron los latinos e Ilyaki los turcos. Como no conocemos el interior de la isla, ahí os dejo unas pocas imágenes, que son apenas los cuatro núcleos habitados, Λιβάδια, Μεγάλο Χωριό, Έριστος y Αγ. Αντώνιος.
Tiene muy buena pinta, tranquila, con pueblos pequeños y menos turismo que la mayoría. Al estar un poco alejada, tanto de Cos como de Rodas, se libra de la masificación. A tener en cuenta.

Η Τήλος. Tilos


También dedicaré un capítulo a Tilos en Psilicosis .2, y es posible que salga antes que éste, por poner alguna foto del puerto y hablar otro poco de él. Hoy incluso escribí más de lo previsto.

Para no cansar con los bailes, voy a echar mano de un cretense, sin discusión los reyes de la Nisiótika, la música isleña, como es lógico tratándose de una isla tan grande y poblada, y la cantidad de músicos y de estilos que conviven en el folclore de Creta.

Ya lo conocéis porque he colgado varias canciones suyas aquí. Es Psarogiorgis, otro Xiloúris de Anogia, como Nikos y Psarandonis, al que acompaña con su voz y su laúd con frecuencia. Es una canción del disco Kismet, de Στελιος Πετρακης, el joven violinista que formó un Trío con Chemirani y Efrén López, y que acompañaba a Tatakis en uno de los capítulos de Música cretense aquí. El título, Tú norte yo sur, es apropiado además.

Ψαρογιωργης.   Νοτος εγω βοριας εσυ. Συρτος.



Salud y buenos vientos.


Barbarómiros