sábado, 12 de enero de 2013

La centenalis, ora et labora


El sauce de  Morales del Arcediano
León, otoño 2011

Buenos días. Seguimos en Morales, como veis. Pese a que no he visto a la Curruca centenalis desde el verano, cuando pasamos por su nido, nos tomamos unos vinos y nos dieron unos tomates ecológicos de su huerta, pura manteca roja, he venido teniendo noticias suyas regularmente por varias vías. Sé que sigue bien y tan oronda, y no lo digo porque esté gordita esta pájara, que sólo es redondina, sino porque en Asturias significa también algo cercano a feliz, satisfecha, ayurvédica..., ¡y eso que no para de currar!

Como llevamos dos días en tierra de maragatos completaré así una terna en este pueblo que es como si fuera el mío de adopción.

Pero además aprovecho las únicas fotografías con las que contaba este mes después del susto de pensar que ya no podía subir más. Aquello acabó con mi crédito de entradas programadas y consiguió descentrarme, ahora necesito ir recuperando poco a poco estos dos meses de casi nula actividad en el escritorio.

Y en ese sentido, pocas cosas tan agradables y relajadas de escribir para mí como hablar de mis colegas las currucas pardas. ¡Y eso que en este momento en que lo hago acabo de ser atacado ferozmente por el odontólogo, que me ha  dejado en encías, con la mitad de la ferramienta! Sujeto con la izquierda un pañuelo con una bolsa de hielo pegada al morro y escribo con el índice derecho. Y en los próximos días seguirá la batalla, en la que tengo todas las de perder, y no me refiero sólo a las muelas, ¡ay!.

Es curioso como coinciden a veces las cosas, sólo que las chungas cada año se presentan antes: el 6 de febrero del  pasado dediqué una entrada al Centenalis titulada  La curruca mirlona, otro de sus nombres, como el de Sylvia hortensis para los especialistas pajarólogos. Ese día, frío como éste de enero cuando escribo, me quejaba del miembro, no penséis en el urólogo, era el remo derecho, hoy algo trunco por el termómetro a ras de cero. ¡Y había visitado también al dentista!. Decía en aquel capítulo:

Tendréis que disculparme un poco estos días que ando demasiado apurado y escocido en varias ingles, meninges y otras vísceras o miembros, no sé donde poner la mano, Macorina, ¡y el dentista aún no acabó conmigo! Ayyyy!

Pues eso, como estos capítulos de currucas suelen ser cortos, apenas un breve y amistoso recuerdo, confío en poder ir preparando el resto de las entradas del mes con algo más de tiempo por delante, lo que para mí es bastante importante, no me gusta estar presionado por las horas cuando hago algo por gusto.

Dejé dicho también que este pájaro es más cantaor que canoro, porque hace sus pinitos flamencos para los colegas ya desde la década de los ochenta, un poco a contracorriente de la Movida que entonces imponía su estilo resesentero y en muchos casos decididamente baboso.
De ahí que la banda sonora de hoy traiga a un imberbe pero ya extraordinario Menese, otro redondín como el Hortensis, payo sevillano que junto al Camarón y  Morente eran los valores jóvenes en alza, de lo puro.
Esto no significa que la Mirlona no disfrutara con otros cantes más internacionales tipo rokanrol rollingstoniano. Inolvidable para mí, por ejemplo, su pinta de skatalítiko londinense cuando regresó de la City con un sombrerín a lo Madness o UB40, y uno de los primeros pendientes de pirata en la oreja que se vieron por estos pagos merinos.

José Menese, cante, Antonio Carrión, guitarra.  Farruca.

http://www.youtube.com/watch?v=to_CNVkXNQk


La  Kurruka mirlona centenalis  reza y curra en  Ca Cuca La Vaina
Castrillo de los Polvazares 2012

Espero visitar también en breve a esta curruca y disfrutar de su compañía y su cariño, pues se trata de uno de los pájaros más ternezuelos y simpáticos que conozco, por más que su figura tenga un punto de firme y hasta de rocoso, no en vano vuela entre centenos, cereal duro donde los haya y de secano, que también lo tiene Morales, aunque se asiente a la vera del Turienzo y su vega.

Para entonces podré saber algo más del Clero Pardo Maragato y de los progresos de esta mirlona en  El Dúo los del Huerto con la curruca Blasensis, anidada por temporadas en Morales del Arcediano.

Abrazos, Mirlona, a ti y a los de tu nido. Espero que tampoco este año te abandone ese humor envidiable que nos hace felices a todos, y que yo puede devolverte hoy, con esto, alguna de las muchas risas y sonrisas que tú me has procurado.

¡Salud a todas las Kurrukas y demás tiernas avecillas, libres, de corral o de jaula! También a las correosas.

José Menese, cante, Manolo Brenes, guitarra.  Tangos de El Piyayo.


Cannavina Carduélis, pardilla común, rebétissa, psilicosa.