domingo, 16 de junio de 2013

Ο Βασίλης Τσιτσάνης, Vasilis Tsitsanis -2


Tsitsanis  cantando y  Papaioannu  al  baglamá.
Imagen de una foto en la revista  dífono.

Ο Βασίλης Τσιτσάνης -2


Buenos días. En el capítulo de ayer no seguí mucho el orden biográfico de Tsitsanis pero, más o menos, me quedé en los años cincuenta, cuando hablé de Meri Linta y Poly Panu a propósito de una de las primeras cintas que compramos en Grecia, foto de ayer mismo.

Aquí lo podemos ver en una grabación muy posterior con otra cantante de los setenta. Es un tema del que hizo una versión memorable en su día Kasantsidis, aunque el rebétiko no es el estilo que más le va al pontio.
Βασιλης Τσιτσανης.  Eleni Gerani.  Πηρα την στρατα κι ερχομαι.


Linta era una cantante muy querida en su país y muy variada en sus registros. Grabó con todos los grandes compositores griegos y su voz se acomodaba al éntecno como al laikó o al rebétiko, pero siempre con una voz potente y cristalina de mucha calidad, en la onda de Faradouri aunque más discreta con la puesta en escena de sus facultades vocales.

Y Poly fue otra cantante de primera línea, habitual de las películas griegas de finales de los cincuenta y los sesenta, muy versátil también, aunque decantada por el laikó. Sin embargo tenía una voz con mucha personalidad, masculina a veces, con un rajo y un deje final despechado, que venía muy bien para la dureza de las letras y el estilo escangallao del rebétiko.

Y para mí es la mejor voz griega de todos los tiempos, con diferencia, para interpretar un potente tango porteño, no el blandengue tango italiano, o griego, que suele copiar ese modelo.

Β. Τσιτσάνης. Σ. Μπέλου.  Οταν συμβει στα πέριχ.


Tampoco es que  la de Sotiría Belu fuera mala para el tango, pero de lo que no hay duda es de su superioridad en el rebético, y para hombruna ella. Nunca falta el griego maligno que te recuerda que era lesbiana.

Con Sotiría entramos ya en los arrabales del rebétiko, Ta périx. Los dos temas siguientes, como prometí, van de colocaos por el alcohol. Aunque lo cierto es que donde había lo uno nunca faltaba lo demás. Más o menos como ahora.

Tsitsanis nació en Tesalia, cerca de esa región del uso y el tsípuro de Tirnavos, al oeste de Lárisa, en Tríkala, el centro de la Grecia continental, en 1915.

Tσιτσανης.   Oταν πινεις στην ταβερνα.  Cuando bebes en la taberna.


Ζωή Σαμαρά y Βασίλης Τσιτσάνης, el día de su boda. 1942. 

Era un dandy Tsitsanis, con su culo de bebedor de whisky, o su falta de trasero más bien, su figura espigada, huesuda y no exenta de cierta elegancia desdeñosa y sabia. Manos largas y aristocráticas. Un manga en toda su expresión.

En muchas fotos se lo ve con esos ojos saltones, los párpados medio caídos, como si estuviera somnoliento o medio pedo, quizás ambas cosas, agarrado a su vaso de tubo o a su cigarrillo, o a ambos dos. Siempre pacífico.
Cantando parece que no articulara, los labios finos, tiene toda la apariencia de una máscara con ese frontal pelado y ese cráneo de macrocéfalo. Todo un personaje Basilis.

Βασίλης Τσιτσάνης.  Πριγκιπομαστούρηδες. Príncipe de los colocaos.


En uno de los veranos que pasamos en Limnos, tocó un grupo de música ateniense muy numeroso, que podía ser clasificado en aquella etiqueta de Música de la Nueva Era, Nuevas músicas, etc. Usaban instrumentos tradicionales, pero también un violín y un contrabajo, por ejemplo, y sus canciones estaban construidas sobre bases de temas de Tsitanis.
El resultado nos pareció muy sugestivo y elegante, aunque la música no tuviera mucho que ver con los primeros mangas de Tsitsanis.

Sofía, la nieta de nuestra casera -refugiada de Galípoli-, que estudiaba en Atenas, cantaba en ese grupo y nos contaba que Vasilis había dejado muchísima música escrita que, o se había perdido o era prácticamente desconocida.

Tσιτσάνης, en directo. TV.  Το Παλιόσπιτο/ Πάλιωσε το σακάκι μου.


Murió el día que cumplía 69 años, el 28 de enero de 1984. No suelo afinar tanto con las fechas ni de nacimiento ni de defunción, pero en este caso el dato es curioso, ¡cualquier día es chungo para morir, y el de tu cumpleaños como cualquier otro!

Hablar de su discografía sería demasiado prolijo. Hasta la época de la ocupación y la guerra civil grabó docenas de canciones, muchas perdidas, y a partir de los años cincuenta los registros son demasiados para apuntar aquí. Entre propios, en compañía de otros músicos, recopilaciones y reediciones encontré un centenar.  

Tsitsanis. Perpiniadis. Oi mangues tou paliou kairou.  Los mangas de los viejos tiempos.


Tsitsanis tocando el  baglamadaki

Al final me decidí a poner dos temas de los viejos, que había aparcado. En el de arriba canta Perpiniadis, uno de los músicos con los que actuó y que grabó varias de sus canciones, era otra voz de las clásicas del género, como lo era la de Tsausakis, en el siguiente tema.

He mencionado ya en los dos capítulos y subido versiones de varios cantantes, hombres y mujeres, pero la nómina es enorme pues, como he dicho, Tsitsanis es el músico más prolífico y rompedor de la historia de la rebétika. Otros famosos intérpretes de sus composiciones fueron Katy Gray, Kókotas, Kazantzídis, Bizikótsis, Anguelópulos o Gavalás. 

Βασίλης TσιτσάνηςΠρόδρομος ΤσαουσάκηςΙωάννα Γεωργακοπούλου.
 Yiati me xypnises proi. Porque me despiertas temprano?


Y la última es quizá de las más conocidas de Tsitsanis, como del Sinefiasmeni kiriakí, las versiones son muchas: Kokotas, Jarula Labraki, Margaritis, Glykería..., y es un zeibékiko triste triste de los que me molan a mí. La versión de Kasantsidis es también muy buena.

Ahí dejo sin subir Ta kaburakia, Los cangrejitos, que ya coloqué más veces y lo volveré a hacer cuando me ocupe de Marika Ninou, que es la versión que más disfruto. Vuelven a ser ocho canciones.

Κώστας Βίρβος. Βλάχος. Βασίλης Τσιτσάνης.  Της Γερακινας Γιος.


Salud y buena música.

Barbarómiros.