jueves, 19 de septiembre de 2013

Escenas griegas. Ο ταχυδρόμος. El cartero


El cartero repartiendo la correspondencia.
Santos Apóstoles. Petries. Eubea, agosto 2012.

Ο ταχυδρόμος 


Buenos días. Con ese título de Escenas griegas, inauguro una pequeña serie que iré publicando poco a poco, aprovechando algunas secuencias fotográficas que nos pueden dar indicaciones de ciertos aspectos de la vida griega diaria. En principio me limitaré a comentarlas, simplemente.

En muchos pueblos griegos es posible encontrarse con una escena semejante a la que traigo hoy: a media mañana el cartero llega al bar de Spiros y un grupo de vecinos, los amigos, los habituales, los próximos o la parea diaria, escucha el nombre de los destinatarios de la correspondencia del día. En otros lugares de afluencia de público se puede repetir una imagen parecida.

Se trata de recoger las cartas que cada cual recibe, de manos del funcionario de Correos. Los griegos, desconfiando de los bancos, pocas veces delegan sus gestiones personales por rutinarias que sean, pagan mensualmente y en metálico la cantidad justa de los recibos normales del mes, la luz, el agua, el teléfono..., haciendo cola si es preciso. Pero también el procedimiento es una manera de identificar a quien está detrás de un nombre o una dirección, no siempre fácil de situar. Tiene su explicación, naturalmente.

En primer lugar, el cartero visita varios pueblos pertenecientes al mismo municipio y conoce, como es lógico suponer, a casi todos los vecinos de los villorrios por donde hace el reparto.
Por otra parte, la población flotante, digamos, es muy numerosa, personas que viven en la cercana Halkida, o en Atenas, a hora y media de viaje, y vienen todos los fines de semana al pueblo, durante las vacaciones y cada vez que tienen ocasión.
Y por último, hay muchos apartamentos, algunos ocupados casi todo el año, a bajo precio, por pensionistas y personas que no son del pueblo, y un montón de casas repartidas por las laderas que rodean el núcleo principal, bastantes de ellas muy apartadas y de acceso difícil.

De ese modo, una vez que la correspondencia de los presentes ha sido entregada, el cartero va leyendo en voz alta los datos de los sobres que restan, y los oyentes indicando de quién se trata y dónde está situado el domicilio y, en su caso, aconsejan al repartidor qué hacer con los envíos. Es frecuente que algunos queden en la taberna a la espera de que los recojan los interesados. En otras ocasiones son los propios paisanos los que se encargan de hacérselos llegar.

Apostolos Kaldaras. Poly Panou.  Ferte mia koupa me krasi.  Traed una copa de vino.


La parea de la taberna de Stavrula y Spiros. 
El cartero, de espaldas, lee en voz alta los destinatarios del correo.
Santos Apóstoles. Petries. Eubea. Grecia, verano 2012.

En las fotografías, rodeando al cartero, se pueden ver algunos amigos de la parea de Spiros, con los que he tenido trato amistoso estos últimos veranos.

En la primera, el de la camiseta azul sin mangas, a la izquierda, es uno de los varios Panayotis con los que charlaba casi a diario, y el de la derecha de la camisa amarilla -en esta segunda sentado- es Kostas, el hombre que no permitió que lo colaran en una pitería del pueblo donde nos tomaron por búlgaros o rumanos, y pidió que nos atendieran porque habíamos llegado antes que él. Así lo conocimos. Otro buen paisano.

Los dos de camisa azul clara y de rayas junto a la columna, son familiares de Nikos, otro amigo. Se dedica a la venta ambulante de pescado y aparece también en la primera imagen, con camisa blanca y gafas. Nikos, que vende sus peces por los pueblos de la misma zona, conoce como nadie algunos rincones apartados del ayuntamiento.
Y el más alejado en esta segunda foto creo que es el hermano de Stavrula, otro de los habituales.

Καλό χειμώνα!, Buen invierno a todos, incluido al cartero, y si lo nombro se debe también a que la canción de Hatsidakis es muy triste, pero la repito porque me gusta mucho esta versión de una Zoí Fitusi tan infantil como emotiva.

Μάνος Χατζιδάκις. Ζωή Φυτούση.   Ο ταχυδρόμος πέθανε.  El cartero murió.


Υγεία, Salud!

Ramiro Rodríguez Prada, Barbarómiros.