miércoles, 5 de octubre de 2011

Estilos musicales griegos


El corro nisiótiko.
Un joven cantante de la trupé de Eleni Legaki sube al escenario, casi al final del concierto, para salir un rato del nisiótiko y contentar a los más locos con Malamas y algo de zembékiko. Mientras, las hermanas mayores de la gitanilla Ioanna esperan con las bandejas de pétalos. Las venderán a los colegas de los mangas que se inspiren bailando solos a favor o contra el kosmos.
Agii Apostoli, Eubea, agosto 2011

Estilos musicales griegos


Antes de continuar haciendo más comentarios sobre música griega, creo necesario volver a mencionar los estilos más característicos, que ya había apuntado muy brevemente en Desde la popa al hablar de Loudovikos ton Anoyion, para que los que seguís este blog tengáis una mínima guía. Más adelante iremos ampliando la información estilo por estilo, así como la que nos vayan proporcionando los músicos de los que tratemos.

Al mismo tiempo añado el Nisiótico -plural, Nisiótica-, que sólo mencionamos de pasada como uno de los más importantes tras los reseñados allí, el Laikó, el Rebétiko y el Éntejno. Le dedicaré más espacio que al resto aquí  para conectar con los artículos precedentes en esta etiqueta sobre Eleni Legaki, una de las intérpretes fundamentales en la actualidad de ese estilo isleño.

He pensado incluir también en la etiqueta de Música cretense a mis tres músicos cretenses preferidos, aquellos que llamé "Ayia Tríada tis Anoyias", La Santa Trinidad de Anoyia, Psarandonis, Nikos Xyloúris y Loudovikos. Me limitaré a copiar los comentarios que hice de ellos en Desde la  popa, donde los podréis encontrar también. Cada vez que veo las diez entradas de Música cretense y pienso que faltan los tres más queridos por mí, siento como si los estuviera escondiendo. Aunque haga las entradas con fecha actual señalaré las originales en que fueron escritas para el Teach.

Veamos los estilos:

1.- El Laikó -Laiká-, es la música civil por oposición a la religiosa. Es el estilo más popular en Grecia, ya que actualiza la tradición, en la que se apoya, para llegar al gran público. Un equivalente muy mejorado de aquello que dimos en llamar en España Música ligera, la del día a día, que allí no se corresponde siempre con la comercial. Excluiríamos de esta, por tanto, al rock y otros estilos actuales de consumo efímero, pero tampoco del todo, porque hay gran cantidad de autores que hacen rock sin abandonar el tronco griego, o  se mueven en los dos campos, así que ojo al parche.
Al contar con una base tradicional muy rica, y admitir novedades, las variaciones del laikó son innumerables y el nivel de calidad diverso. Aquí se nos querría colar, pero no lo permitiremos, el Skyládiko, por ejemplo, que tradujimos por música Perruna, el chundachunda y la música más hortera, que sin ser propiamente un estilo, ni una nada, casi todo el mundo lo identifica inmediatamente.

2.- El Rebétiko -Rebétika-, la de origen más oriental, pero desarrollada a partir del siglo XX en la metrópolis griega. Es también variada en sus temáticas y estilos, que van desde la más oriental danza de los 7 velos del Café Amam, las Amanades, donde prima el asunto amoroso, que cultivaron las Rita Abatzi o la de origen judeo español Rosa Eskenasi, los lamentos de Grigoris Asikis o las de la alegre  Marió, la decana, y  todavía activa, reina del Rebétiko, a la Haschiklídika del Tekes turco, el tugurio de los fumadores de haschís, que se trasladó al Pireo y a los barrios periféricos de Atenas en los años veinte y posteriores, con temáticas más duras y actuales, no sólo sobre drogas, como Deliás, Batis, Bambakaris, Tzitzanis, Ninou, Sotiría o la citada Marió.

Tras  resurgir después de los cogoneles con jóvenes intérpretes, no ha logrado salir de la recreación histórica, con muy pocas aportaciones modernas que no dejan de ser también revisitaciones, como la colaboración de Savópulos con Sotiría Belou, el Café Amam de Lizeta Kalimeri con Marió o la más reciente versión skatalítika del tema clásico de Bambakaris, Frankosirianí por Locomondo. Todo esto dicho de manera abrupta y muy general, sólo para ir situándonos.

3.- El Éntejno engloba a las músicas clásicas y líricas, de instrumentación académica, una etiqueta muy general  también porque los límetes de cada estilo no están siempre definidos y hay incursiones e invasiones, en  y de campos vecinos. Muchos cantautores están en este caso y en no pocas ocasiones es la instrumentación y, sobre todo, los canales de distribución, los que determinan una u otra etiqueta, de acuerdo con su mercadotecnia. En las zonas limítrofes ni siquiera los instrumentos son capaces de definir con precisón cada modelo, porque, además, ya hace muchos años que los músicos griegos de formación clásica incorporaron instrumentación y ritmos tradicionales en sus composiciones.

El caso de las voces femeninas de la lírica es también ejemplar, porque en ningún otro país son tan conocidas y disfrutadas por el gran público como en Grecia, donde es también más frecuente que en otros lugares que las cantantes graben, tanto a poetas nacionales y extranjeros, como obras más asequibles para el gran público, pero cuidando los textos y la instrumentación, y que alcanzan gran difusión.
En la etiqueta de Música cretense incluí a los autores griegos más conocidos de este estilo, Theodorakis, Hatzidakis, Xidakis, Markopulos y Xarjakos, reunidos ahí más por sus apellidos,  confluencias y trabajos cretenses que por su lugar de nacimiento, ya que sólo Markópulos nació en Creta. Tomemos, pues, con pinzas esto de las clasificaciones.

4.- El Nisiótiko -Nisiótika-, música de las islas, que podría ser incluida en un apartado de la Tradicional, bien conservada y presente en todas las regiones, con un folclore variado y vivo.
Quizá por la abundancia  de islas y el cultivo y consumo que mantienen de su música, el Nisiótiko es de los estilos clásicos  populares que más ha evolucionado, alejándose  un poco del folclore propiamente dicho, porque ha renovado su repertorio, incorporando nuevas letras e instrumentos, sin renunciar a su base tradicional, a diferencia de otras herencias más rígidas y minoritarias que hoy ocupan el nicho de lo folclórico.

Por otra parte, tampoco el Nisiótiko es uniforme y son varios los estilos, unos más adaptables que otros al oído actual y al consumo masivo. O de difusión irregular. Cada isla es un mundo.
Mucha de la  música tradicional cretense puede ser considerada Nisiótiko, no sólo porque se hace en una isla, la más griega y grande de todas, sino porque sus estrofas e instrumentación son las mismas y su conexión con las danzas populares idéntica.
Los instrumentos más típicos son, además de la voz, la lira, de la que hay varios modelos, o el violín a los que suelen acompañar otras cuerdas, mandolina,  laúd, bousuki, guitarra, y percusiones, ahora la ya imprescindible batería y otros instrumentos incorporados, teclas, bajo, etc.

En muchas islas utilizan para determinados estilos una pequeña gaita artesanal, la tsabouna, confeccionada con piel de cabra, de la que  existen diversos tipos en Grecia y países limítrofes. La madera, de olivo u otras. En Macedonia y en algunas islas se llama Dankiyo,  hecha de cordero, como en el Ponto, donde también se la conoce por el nombre turco, Tulum. En otras zonas continentales griegas es la Gaida, también de cabra.
La primera vez que escuchamos una tsabouna fue en el Dodecaneso, en Vathí, Kálimnos, isla de los pescadores de esponjas donde uno de ellos se convertiría con los años en un clásico del instrumento, Nikitas Tsimouris.

De los cuatro apartados que hicimos, el Nisiótiko es el  más bailón, participativo y el preferido por las fiestas populares de las islas, lógicamente.

Yasas, salud!

Barbarómiros.