sábado, 27 de abril de 2013

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Algo acecha en la oscuridad.



Salí a tirar la basura



Dos jóvenes de ambos sexos cuchicheaban arrimados al muro del edificio en una actitud sospechosa, sin embargo por su aspecto no me parecieron peligrosos. Al pasar a su lado dije Buenas noches y ellos respondieron prontamente. Tal vez una parejita de enamorados haciéndose arrumacos antes de despedirse. Pero lo descarté, si vivieran en la casa me sonarían sus caras y no recordaba haberlos visto en nuestro portal. Al bajar las escaleras hacia la calle, antes de perderlos de vista, me giré para echarles un último vistazo. El chico sostenía ahora una bolsa de plástico mientras su pareja pintaba algo en la pared con un spray. Grafiteros. El chaval, que también vigilaba, me vio mirar pero la chica siguió a lo suyo. No dije nada, yo también había vivido mi etapa de rebeldía. Me tocaría pagar después, solidariamente con los vecinos, la limpieza del muro. Al volver vi la pintada, más política que artística, en grandes letras rojas: MILLONARIOS CHUPASANGRES. A un lado había dos figuras con capa negra que me helaron la sangre, cada una de ellas parecía abrazar estrechamente a uno de los chicos. Pasé corriendo hacia el portal y abrí frenético, temblando. Llamé a la Policía inmediatamente, una pareja de vampiros estaban atacando en la calle a unos chavales. El policía que se puso al teléfono se rió y me colgó. Me metí en la cama febril, ¡no podía permitirlo! Me levanté de un salto y agarré el mango de un hacho de mina que conservo de mi abuelo. Salí corriendo en calzoncillos, gritando medio loco y sin saber en realidad qué hacer, aterrorizado, pero blandiendo el mango y haciéndolo girar sobre mi cabeza como un aspa mortal. No sé como me tuve y no descargué un garrotazo en la cabeza del vecino que entraba en el portal en ese momento. En la calle no había nadie y la pintada había desaparecido de la pared. A duras penas me libré de una denuncia del vecino, pero una pareja de policías me hicieron una visita por la mañana para interesarse por la llamada de los vampiros. Les dije que sufría de onirismo morboso y les dí el nombre de mi psiquiatra. Se fueron.


Herman Brood.   Suturday night.


Salud y felices pesadillas


ra