sábado, 9 de febrero de 2013

El gocho astur


La gocha astur
Oviedo, 2012

Nuestros gochos

Cerdos los hay en todo el mundo conocido y hasta en los rincones selváticos más apartados donde no existe registro de huella humana porque no entró nadie, ni siquiera para realizar ese registro, en cuyo caso ya no sería pertinente este encabezamiento.

(Antes de seguir, he de hacer una advertencia al cándido lector: todo parecido del llamado gochu astur con políticos, banqueros y otros prendas de la misma catadura y de cualquier etnia, si no es casual es deliberado, sin disculpas)

¿Pero cómo puedo enrollarme de este modo sólo para decir que cada país se siente orgulloso de sus propios marranos y nosotros también criamos los de nuestra raza autóctona?
Es lo que tiene la escritura, como no controles empiezas hablando de la morcilla de Mariano y acabas con el chorizo de Rato o el salchichón real, de rancio abolengo ibérico. Son tres firmas muy conocidas dentro de la charcutería patria, pero cada cerdo se revuelca en su propia pocilga.

Es cierto sin embargo, que todos ellos dan tocino neto por panceta magra, es dicir, gato por liebre, viejo truco de la picaresca hispana, de la escuela cutre del maestro Cervatana. Y hablando de cutres, sólo con pensar en esa palabra se me representa al instante el careto de Rouco, no lo puedo evitar.

El gocho astur es de la familia celta, como el recién mentado, y desde hace unos años se intenta recuperarlo pues estaba prácticamente extinguido. En eras primitivas, antes de Rouco, ¿habrá alguien más ancestral?, los guarros asturceltas llevaban cuernos en la cabeza como los vikingos pero, con el tiempo y muchos cruces, los fueron perdiendo.
Como no estamos en tierras del toro de lidia, cuando llegaban las matanzas aquí se lidiaban los marranos, se les daba a los animales la oportunidad de defenderse antes de morir y acabar colgados en los varales, convertidos en chorizos y morcielles.

Se conocen muchos casos de cerdos que revolcaron al matarife, que lo mordieron y hasta le comieron la nariz y las orejas, porque muchos de ellos se criaban sueltos en el monte -claro que, también los matarifes-, y aún se crían en lugares de la Asturias montañosa y profunda, y salían bravos como Mihuras. Ahora no me refiero a los políticos, que se pasan la corrida detrás del burladero.
Ahora me refería a los gochos, porque matarifes cada día quedan menos y son más flohos. También están en peligro de extinción, pero al paisano nadie se preocupa de recuperarlo. Primero le recortan la cuera y luego lo desloman.

La campaña del  gocheo, palabra local que da nombre a esta tradición ancestral, claramente derivada o emparentada con la más famosa  toreo, era pues invernal, entre diciembre y febrero, por lo que no había competencia entre la campaña gochina y la taurina. Y los aficionados de ambas eran casi los mismos: carnívoros empedernidos.


El gocho pinto
Asturias, 2012

¿Algo más? Quizá el color de los bichos, que resalta en las fotos. Los tenemos rosados, negros y pintos, como los gorrinos que vemos, padres de una nueva generación de celtas, cortos y sin trapío. Digan lo que digan, ¡ya no hay raza!

Dejamos por hoy el tema de las chistorras deportivas de Iñaki Urdangorrín, o las tripas culares de Milito er de lohu Botinehi, y demás ciudadanos ejemplares de la raza porcina, esos coleccionistas anales que acumulan millones como si fueran sus propios cagajones.

En fin, para cerdos cerdos, los de aquí. Hasta otro día.

Le cochon danser.  El cerdo bailarín. Francia, 1907.

http://www.youtube.com/watch?v=Y2tP9s8y2Ic

¡Salud y al gochu!

Pin de les Morcielles

P.D. Me envía la kurruka blasensis este correo. Como ya me referí al incendio de Castrocontrigo de este verano, en León, al hablar del que fuimos testigos por los mismos días en Eubea, quien lo desee puede ver este reportaje que analiza el problema detrás de las imágenes de la catástrofe leonesa.
Dice la curruca:
"El informe del devastador incendio del pasado verano, que nos apenó y acongojó durante 9 días y por el que he caminado y pedaleado en varias ocasiones. (Son 20 minutos pero por favor...míralo y escúchalo). Para eso sirve esta mierda de autonomía que nos han endilgado. Ponen dos canales de TV al sevicio de los dirigentes para que larguen su soflama por las 9 provincias más arruinadas de este país. ¡Para colgarlos boca abajo en uno de los pinos quemados!. Ver y escuchar a Silván (berciano para más INRI) y al patético Santiago Juárez es para vomitar..., pero encima de su careto!. Y no sigo porque me enveneno.

¡Acojonante!

Besos

ra