viernes, 23 de agosto de 2013

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Cruce de caminos.


Salí a tirar la basura


y aún no estaban puestos los cubos en la acera. Salir antes o después de las tres horas que suelen permanecer allí, hasta que pasan los de la recogida y los vuelven a llevar, es algo frecuente. Como hacía muy buena tarde para dar un paseo, decidí llevar las bolsas al punto limpio permanente (PLP). Por el camino se me arrimó un pequeño perro vagabundo atraído por el olor que desprendía una de las bolsas. Intenté alejarlo, pero el chucho debía de estar realmente hambriento porque volvía una y otra vez, hasta que, en un descuido mío y por detrás, hincó los dientes en la bolsa y la desgarró. Se desparramó la basura por la acera. Con un papel traté de recoger lo mejor que pude la mayor parte, mientras era observado por el perro a una distancia prudencial. Cuando acabé, oigo que me dice el animal, ¿No hubiera sido mejor que me la hubieses dado al principio? Lo miré con más rabia que asombro y le contesté, ¡Habérmela pedido por las buenas, mamón!


Eric Clapton.  Crossroads.



Salud y felices pesadillas


ra