viernes, 29 de julio de 2011

Patos homeropáticos


Homeropátikos disfrazados de lagarteranas

"Cantad, oh Musas, la gloria del Ganso Patoso"..., así comienzan las aventuras por Grecia, Turquía, Italia, Túnez, etc., de una bandada de patos  trashumantes, de paso por la reserva de aves próxima a Troya y otros escenarios cantados por el ciego de Jios.

En la mitad norte de la antigua Eolia, Ilion incluída, en la Prepóntide y por la costa griega hasta más allá de Komotiní, hay abundancia de terrenos pantanosos, lagunas, marismas...
Incluso en islas próximas, como Limnos que significa lago, son frecuentes las zonas inundadas, lagunas cercanas  a la costa y comunicadas con el mar, albuferetas y salinas.

Todas esas áreas de reposo y repostaje para las aves, estratégicamente situadas en lugares conocidos, son sus gasolineras en el trayecto anual de ida y vuelta, de los lagos y estepas del norte de Europa hasta África.
Y lo eran ya en tiempos de Príamo y Agamenón, si la era mítica puede ser fechada. Antepasados del Ganso Patoso fueron testigos de la carnicería  de Troya  y cagaron más de una vez sobre los carros, los cascos empenachados, crines de caballo, o directamente encima de vivos y muertos, sin recato alguno y sin mirar adónde.
Al no existir las armas de fuego no necesitaban hacer frente a la ´mostacilla`, ese riego mortal de plomo menudo capaz de acabar de una tacada, de un disparo, con una familia entera de gansos. Podían volar tranquilos sobre los ejércitos y soltar placenteras pastracadas, ad libitum, sin temor a ser alcanzados por una flecha, de vuelo bajo, destinada a un aqueo o a un troyano.

¿De qué gloria presume el Ganso Patoso?

Lo habéis adivinado. Más que de Aquiles su talón es de Casanova, de empedernido don Juan. Hay unas memorias escritas por una gansa intrépida que no se arredra ante especies mucho más agresivas e inquietantes que aquellas con las que se aventura nuestro patético patito.
Pero la censura todavía hace estragos, queridos niños. En cualquier caso, ellos y ellas, son testimono vivo de la antigüedad del pacifismo.
Sí. Porque de lo que hablan estas obras homeropáticas es de la insensatez de las guerras. Son prehippies que dieron testimonio del Haz el amor y no la guerra, y lo ponen en práctica  también  hoy predicando con el ejemplo.

La lista de sus conquistas, a lo largo y ancho de la Magna Grecia y territorios limítrofes, es interminable.
Gansas pontias en los caladeros del Mar Negro, chochas constantinopolitanas y estambulíes en el Cuerno de Oro, gallinetas de Gallípoli y el delta del Hebros, zarzetas de Komotiní, ocas troyanas, flamencas de Limnos, flacas gallinas atenienses y algún oco ático, gallipatas del Peloponeso, fochas cretenses,  pappanattas de Siracusa, palurdas corsas, patas tunecinas y egipcias... .

Al Ganso Patoso, más que el de los pies ligeros habría que llamarlo el de la polla ligera, porque también gusta de las gallinas jóvenes en vino picao, pollas en vinagre que diría el mi Mauricio -sin llegar a la pollirastia-, aves tiernas e inexpertas pero de vida muy alegre.
Una pena con lo caros que están los huevos ecológicos de gallina de raza, y no es broma. Se echan a perder porque no siempre cumplen las normas profilácticas que se precisan en estos ocios o negocios, donde la higiene es siempre una garantía de salud, disfrute y un seguro contra sustos.
¿Que los patos disfrutan más en un buen bebedero?, ahí me callo y rijno ta mutra mú, agacho las orejas.

Γεία σας, Yasas, Salud.

Aristónteles Onán Sis.

Recalcitrantes



Casa en Aranda de Duero
Burgos 2007

Ésta va para Blanca y Nacho que son abstemios.
¡La foto salió movía, nun ye que yooo!.... .

Besos.

La puse al principio en Música española para acompañar al Púlgar, por lo de recalcitrantes, porque no tenía otra cosa en ese momento.
Pero su lugar es este, Perdío, que debía ser como estaba io en ese momento.
La Ribera del Duero... .

Salud!

Ramiro.