lunes, 9 de abril de 2012

Ο Κώστας Μουντάκης, Kostas Moundákis.



Patzianós, Sfakiá, Creta. Detrás la Garganta de Kallíkratis. 2003.
Ramiro Rodríguez Prada. Acuarela sobre cartulina.

Μουντάκης


"Porque me salgo de Creta y caigo en el mar de Libia. Y eso que allá, ómorfi nisi, isla hermosa, me quedaron los Moundakis, Garganourakis o Manolioudis... . Con todo no se puede, para otro viaje."
Esto escribí al final de un capítulo en Música cretense, aunque después reculé y dediqué alguna entrada más a los músicos de la isla, en especial a Markópoulos que era en realidad, de los compositores de ´éntejno` (clásico...) que traté en la etiqueta, el único cretense de nacimiento.

La ´Ritzitika` ya expliqué que es la ´música de las raíces`, canciones de la tierra, de la resistencia y la rebelión, a capella y/o con coro popular que repite el estribillo, y una o varias voces solistas, y a veces con acompañamiento instrumental. Tiene ecos religiosos, sin duda, y tratan también ese tema. Creta es la isla de la música de las raíces por excelencia.
 
Pιζίτικο. Ηλιε και φεγγάρι μου. Rizítiko. Sol y luna mías!. Κώστας Μουντάκης.


Las conexiones religiosas no son sólo rítmicas, musicales, sino también históricas, ya que se considera que fueron monjes ortodoxos de Athos quienes recopilaron, registraron y conservaron el cancionero popular antiguo durante la ocupación otomana.
A partir del S.XIX, con la independencia, la rizítika y otras músicas comenzaron a separarse paulatinamente de la tutela eclesiástica y, al tiempo, de su censura.

Con la secularización ampliaron también sus temáticas, no obstante los popes ortodoxos siguen cultivando el género, tan cercano al canto religioso bizantino, y son admitidos por muchos entre los mejores intérpretes.

Kostas Mountakis ( Κώστας Μουντάκης ´Μουντόκωστας`. 1926-91) es considerado como uno de los últimos Protomaestros (Protomastores) de la música cretense. Era cantante e intérprete de lira, el instrumento más popular de Creta, una de las variantes griegas de la antigua bizantina.

Sus padres procedían de Kallíkratis (nombre del constructor del Partenón), una aldea de la agreste e indómita región de Sfakiá, en las Lefká Orí, las Montañas Blancas del suroeste de la isla, donde se conserva la rizítika más austera y, como los Xiloúris de Anogeia y otras muchas familias cretenses, la suya era también de tradición musical.

Κώστας Μουντάκης. Γιατρός στσ' αγάπης την πληγή. Médico en la herida del amor.


Junto a la lyra siempre hay alguien en la familia que toca el Laouto, el laúd, el instrumento que suele acompañarla y que sustituyó al antiguo Boulgarí, una especie de mandolina. Los griegos eran maestros de la cuerda pulsada (y de la rasgada como la lyra) y lo siguen siendo.

Aparte del ambiente musical que mamó de su familia, estuvo más unido a la escena musical de Réthymno que a la de Hiraklion o a la de Janiá, que sin embargo había adoptado ya la lyra como instrumento preferente sobre el violín del otro extremo de la isla, además Mundakis contó con el magisterio de uno de los lirakis rethimniótikos más respetados de su época, Mitsos Kaffatos.

Su primera grabación es de 1954 con cerca de treinta años, con dos estrellas invitadas ya consagradas, los hermanos Koutsourelis, pero llevaba desde muy joven tocando en los bares de Rézimno, en las bodas y en fiestas de los pueblos. Y acompañó a Stelios Koutsourelis en otro registro unos años antes.
El otro Kutzurélis, Yoryis, era también un Protomastora, aquel que había denunciado a Mikis Theodorakis por el Syrtaki de Zorba el griego, considerándola plagio de una canción suya, como ya conté en el capítulo ´De los Protomastores a Mikis Theodorakis`.

Κώστας Μουντάκης. Μαντινάδες. Χανιώτικη μου ροδαρια.


Se me olvidaba, el del bigotón que lo acompaña en estas Mantinades es Garganurakis al que debemos también su capítulo.

De entre la variedad de músicas y danzas que existen en Creta, muy difíciles de identificar para un profano que además no es músico, como es mi caso, las Kontiliés son las que más me gustan. Es un estilo de los básicos en el folclore de la isla, como podrían ser en el flamenco una Saeta, o en la tonada una Vaqueira.

La particularidad que tiene, como éstas, es la improvisación pero, a diferencia de la saeta, de tema y tono festivo. Los cantantes se van alternando en las letras, cargadas de ironía, de bromas y puyas, alrededor de las mujeres, el amor, la amistad, la tierra, los personajes o las peripecias particulares de los participantes.

Como en el caso de otros estilos improvisados, el tiempo y la tradición han ido conservando una serie de letras, decantando y puliendo los versos, siempre variaciones, que los cantantes ya conocen y no es fácil asistir a una sesión de improvisación real. Pero no importa. Ahí os dejo para terminar unas kontiliés, que ya no tienen nada de improvisadas como es lógico.

Μπαξες με χιλιές ομορφιές. Κοντυλιές. Κώστας Μουντάκης και Νίκος Μανιάς, Kostas Mundakis y Nikos Maniás. Kontiliés. 

Να είσαι πάντα καλά Κρητικιέ !

Υγεία και καλή μουσική, Salud y buena música!

Barbarómiros.