lunes, 11 de marzo de 2013

Petros Márkaris, Ο Πέτρος Μάρκαρης -5


El Ágora y la Acrópolis desde el Centro de Tradiciones Helenas. 
Plaka.  Atenas 2011


Noticias de la noche 
(Νιχτερινό δελτιο)


Traducción

Repito lo dicho sobre la traducción, no podemos juzgarla por nuestro escaso conocimiento del griego. Pero sí afirmamos que el uso que hace del castellano Ersi Samará, la traductora de Márkaris, suele ser correcto, lo que no deja de tener su mérito, al margen de pequeños errores extraños. Un dominio que para si quisieran algunos traductores nacidos en Babia, en la ínsula Barataria o en las Batuecas, regiones ya míticas de Ispanía.

Comparando las versiones originales griegas con las castellanas en novelas de géneros distintos, hemos constatado la desaparición de palabras, frases completas e incluso largas parrafadas, también en las de Márkaris. Pero sabemos que Petros cuida las traducciones y escribe o entrega en el exterior una versión algo diferente a la original, tratando de no liar al lector con claves griegas que pudieran despistar a quien desconoce el país y sus costumbres.

Por lo demás, la novela, de 1995 y primera de la serie, fue publicada aquí por Ediciones B en el 2000, con el título de Noticias de la noche. Su título griego es Nigterinó Deltio.

Argumento

En una casa abandonada de las afueras de Atenas aparecen los cuerpos de dos albaneses asesinados. El hecho propicia la intervención del teniente Kostas Jaritos, de homicidios, que desentrañará una trama de tráfico ilegal de inmigrantes, de rapto y venta de niños para la adopción, el trasplante de órganos, etc.
En los sucesos se verán implicados personajes de la política, de los negocios y hasta excomunistas reconvertidos, en un pulular de periodistas amorales, pasiones secretas e individuos patéticos en manos del destino.

Escenarios

Atenas, la atmósfera de la ciudad, su denso tráfico, el caos circulatorio, las calles atestadas y los itinerarios en un Mirafiori hecho polvo, de un lugar a otro, del centro a los barrios y viceversa.
Las referencias al clima, ya por calor ya por lluvia, y siempre la contaminación:

-"...jugando con la ventanilla. La abro y me sofoca la contaminación. La cierro y me asfixia el calor".

Pero también el Ática y los alrededores de la capital:

-"Sin darme cuenta me encontré en Rafina, salí del coche para dar una vuelta por la playa".

Sin olvidar las alusiones a la segunda ciudad del país, Tesalónica, recurrencia común a toda la novelística griega contemporánea, pues es raro encontrar un libro donde no se mencione a Salónica. Allí estudia la hija de Jaritos, Katerina.

Además de los despachos policiales y oficinas en general, hay un cuarto escenario, no necesariamente en orden de importancia, que se refiere a un paisaje interior, privado, familiar y más cercano, en el que Márkaris nos proporciona ciertas claves de la vida griega real y más actual. Así, en la cita:

-"...prueba de que esperaban levantar una segunda planta algún día".

Se nos describe aquí la imagen de la Grecia en pie de obra que llama la atención del visitante. En efecto, un porcentaje muy elevado de casas tienen al descubierto, en las terrazas que sirven de cubiertas planas,  lugares para tendederos o para los paneles solares con los bombos del agua, los encofrados de acero con los que reiniciarán la sustentación de una nueva altura, la planta superior en perspectiva.
Márkaris quizá no lo cuenta porque las razones primeras son obvias, las familias esperan reunir el dinero y que se den las condiciones óptimas para continuar levantando, puesto que además lo hacen entre ellos y se ayudan.

No obstante, hay otra razón menos evidente, también económica pero de orden administrativo, que no deja de tener su gracia: cuando sacas un permiso de obra, pagando al ayuntamiento por ello, no debes terminarla porque el permiso es caro y no caduca como en nuestro país (tal vez hoy hasta eso haya cambiado...).

Vuelve Márkaris sobre lo mismo en sus siguientes novelas, como en la tercera, Suicidio perfecto, a propósito de un permiso "para ampliación de superficie habitable".
Otro ejemplo de vida griega es esta cita, descriptiva y que precisa menos comentario:

-"El saloncito se parece al mío, al de mi cuñada y a todos los saloncitos griegos que he visto en mis veintidós años de servicio: un sofá, dos sillones, una mesa de centro, un par de sillas y un mueble para la televisión".

En realidad describe el saloncito universal. Y como contrapartida de ese espacio íntimo, los despachos oficiales, el trabajo jerarquizado, la disciplina, el tráfago de funcionarios, escenario al que nuestro teniente es poco aficionado y que se nos evita en lo posible, enmarcados como están argumento y estilo en una acción trepidante, respondiendo al género que representa la novela.

Nada que añadir a la última cita en este apartado, sobre el períptero-mentidero:

-"En Grecia lo que no sabe la policía lo saben los quiosqueros".


Períptero, kiosko en Monastiraki.
Atenas,  julio 2012

(Continuará...)


Isabel M. Melendi

Ramiro Rodríguez Prada


P. D. He preferido publicar este trabajo, que escribí en el 2005 al alimón con la morena de mi copla, en tres capítulos, porque no resulte demasiado largo y pesado. Irán apareciendo en días sucesivos para que estén juntos y seguidos, por facilitar algo las cosas. Mañana espero hablar de los personajes y pasado mañana del lenguaje, la tesis de la novela, etc.

Hay una segunda parte del trabajo titulada  Comentarios al binomio Vasilikós-Márkaris, puesto que el título general era Petros Márkaris y Vassilis Vassilikós (La novela griega contemporánea), que exigiría otras dos entradas y que dejaré para un poco más adelante, pero que en todo caso continuarán a éstas en  Escritores griegos, lo que permitirá a los valientes leer el trabajo de un tirón  en esa etiqueta.

La elección de Márkaris, al margen de su actualidad que también interesa, es un detallín de gratitud a la última incorporación a los seguidores de Psilicosis, Julia, estudiante de traducción en la Universidad de Málaga, a quien le interesa Márkaris, según se desprende de su comentario del pasado 21 de enero, en la entrada dedicada el 12 de diembre a la última novela del griego, Liquidación final (Περαίωση).
La postdata ha resultado larga, pero tenía que escribirla y quería repartir el texto en los tres capítulos prometidos, de modo que su extensión fuera semejante.

Y por último un recuerdo especial para  memoriaquímica, del que hace unos días que no vemos fotos ni tenemos noticias y al que deseamos lo mejor.

Hasta mañana.

Dimitris Mitropanos.   Panda yelastí.  Siempre sonrientes.


Υγεία, Salud!

Ramiro