miércoles, 17 de julio de 2013

Η Σωτηρία Μπέλλου, Sotiría Belou -2


CDs recopilatorios de las canciones rebétikas de Sotiría Belou.

Σωτηρία Μπέλλου -2

Sotiría, Salvación, no sé si aquí podríamos traducirlo por Salvadora que es el nombre propio español, porque Sotiris es el Salvador.

Dije para terminar la primera entrega que Sotiría había sufrido una historia, que califiqué de triste, en un local de rebético de Atenas de nombre Χίτες, pero fue mucho más que eso, fue penosa, salvaje y humillante.
En 1948 un grupo faccioso monárquico, primo hermano de los que habían actuado en la Grecia fascista de Metaxás, entró en el rebetádiko donde actuaba Belu junto con una fila granada de rebetes palicaris, entre los que se encontraban algunos de la talla de Peristeris o Roúkounas.

Mínoas Matsas. Spiros Peristeris. Sotiría Belou. To minore tis avyis.


Los fachas de siempre reconvertidos ahora en monárquicos, se querían tomar la revancha con ella a lo valiente, una comunista declarada, búlgara, en el argot político del momento, e intentaron obligarla a cantar una canción de su cuerda infecta, a lo que Sotiría se negó. Seis de ellos le dieron una paliza a la vista de todo el mundo sin que ni un sólo hombre -mujeres no había en aquellos locales- se levantara de su asiento ni alzara la voz para defenderla, ni de los clientes ni de sus propios compañeros, rebetes y palikaris...

Siendo ya muy mayor todavía recordaba Sotiría aquel suceso brutal y el miedo y la indeferencia de todos, a partes iguales.

To minore tis avyís, el tema anterior, fue escogido como título de una serie de televisión dedicada al rebético, con banda sonora de Jarula Alexiou, Azinaiki Kompania, Yenítsaris y Xindaris. Subí en un par de ocasiones una en la que canta Yenítsaris en una taberna y baila un rebetis con pinta de heroinómano, que le pide el tema  La cárcel donde entré, I filakí pu bika, y creo que me dijo el mi Dimitraki, que es el propio Yorgos Xindaris.
Sotiría  Belou.  Ο ξενύχτης.  El ave nocturna.

Y es quizá el momento de referirme al  lesbianismo de Sotiría. Una preferencia sexual que nunca ocultó y en aquellos años un desafío intolerable para mentes estrechas, porque fue una mujer valiente que se enfrentó, casi a costa de su vida, a los tabúes de una sociedad machista de la que hoy día todavía quedan muchos restos, como aquí. Y me explicaré.

Entre el género masculino más cenutrio, es decir aquellos que hoy votan a los Huevos de Oro, si hablas de Belu es normal que te miren atravesao y con una sonrisa maligna. No dicen que les gusta el Sinesfiasmeni kiriakí, por ejemplo, lo primero que te sueltan es que Sotiría tenía entre las piernas dos cojones como puños, y cierran los suyos llevándolos a la entrepierna para que se vea gráficamente el tamaño.

¡Lo que son incapaces de ver es el tamaño nuez de su propia sesera!. Y a continuación, señalando la garganta, de los testículos infieren con mucho determinismo la voz y las maneras hombrunas de la cantante.

Τσιτσάνης. Σωτηρία Μπέλλου.  Παίξτε μπουζούκια παίξτε βιολιά. Toca los bouzukis toca los violines.


Eso de las hormonas es ciencia biológica de primaria para ellos, gente estudiada, y al fin y al cabo, ¿no son las amígdalas -no las almendras, las anginas-, los cojones de la garganta?...
Los mitos machistas serían irrisorios si muchos no acabaran como acaban y Sotiría sufrió en persona bastantes atropellos de ese género.

Dejemos las lágrimas, como nos pide ella en la siguiente canción. Dije ya que a mediados de los 60 se produce un resurgir del rebétiko que permite a Belu ir tirando.

Pasó también por periodos de autentica necesidad, peleando contra su afición al juego, el alcoholismo y sus problemas mentales. Durante los años de la Dictadura de los Cogoneles en los 70, el rebético estuvo de nuevo prohibido, pero en los ochenta volvió a la actualidad y Sotiría recuperó el puesto que merecía en la música griega, en esos años era ya la veterana más potente del rebético.

M. Boúrboulis. Η. Ανδριοπουλος, Σ. Μπέλλου.  Μην κλαις. Νο llores.


Esas subidas y bajadas en su carrera le permitieron, en contrapartida, trabajar con músicos de tres generaciones, que siempre la recuperaron y la reconocieron como a una de las grandes del estilo, con su voz profunda, emotiva, personal e inimitable.

Toca la tristeza, otra de las notas importantes de Sotiría, en la anterior bajo poema de Mihalis Búrbulis y la siguiente con letra de Manos Elefzeríu, ambas con música de Andriópulos.

He tenido que limitar el número de canciones por el tamaño de la entrada, como siempre, y me quedan temas importantes, pero algunos los he puesto en otros lugares por ahí y prefiero no repetirme demasiado. Ese es el caso del mentado arriba  Sinesfiasmeni kiriakí, Domingo nublado, tal vez su canción más escuchada, de Tsitsanis, por supuesto, de la que hay muchas versiones, de ella y de otros cantantes, como Kasantsidis por ejemplo. O Ta kabourakia, Los cangrejitos, que yo prefiero en la versión anterior de Marika Ninou.

 Manos Elefzeriu, Ilias Andriopulos, Sotiría Belou.  Kaimos Rebétikos. Rebético triste.


Por las misma razones de espacio tampoco subiré ningún tema del trabajo que hizo junto a Dionisis Savópoulos, titulado Zeibékiko, del que puse ya alguna canción, que recuerde ahora quizá la más conocida del disco, Me vaporia que aeroplana,  Con vapores y aeroplanos.

Pero sí os dejaré una de Dimos Mutsis que no ha parado de escucharse en todos este tiempo, ahí la voz de Sotiría Belu entregaba ya toda la sabiduría que había acumulado en años.

 Κώστας Τριπολίτης, Δημος Μούτσης. Σ. Μπέλλου.   Δε λες κουβέντα. No dije una palabra.


Murió en Atenas en 1997 de un cáncer de garganta, y fue enterrada al lado de su amigo, mentor y colega  en la escena, Vasilis Tsitsanis.

Menos conocido que los trabajos anteriores es el siguiente, uno de sus últimos registros, donde ya era una artista tan respetada por los jóvenes y tratada con tanto respeto como le pueda ser ahora Marió, de manera que componen para ella canciones que parecen más cercanas al éntejno, la música culta, y desde luego a la bizantina y religiosa, que al estilo reconocible de la cantante, el rebético en general.
El resultado, para mí, es también muy bueno. 

 Φώντας Λάδης. Λίνος Κόκκοτος. Σωτηρία Μπέλλου. Tο ποτάμι. El río.
 Μες στον καθρέφτη Ελλάδα μου, κοιτώ. Mi Grecia a través del espejo, mira. 1986.

http://www.youtube.com/watch?v=dOwSXVigVRM

En el bus. El puente nuevo de Jalkida, Χαλκίδα, desde Eubea.
Grecia, agosto 2012.

De otro refugiado, como Vangelis Papásoglu del que hablamos en el capítulo anterior, Yorgos Mitsakis, éste de Constantinopla y más joven, que había llegado a Atenas en 1939, un año antes que Belu, es la última canción, de 1960, que vuelve a los escenarios y a la vida de los rebetes, como en la primera del otro capítulo. La versión es de un disco de 1984.

Fue la escogida, con buen criterio selectivo, para el CD doble sobre la música griega publicado aquí por Resistencia, De oriente y de occidente, (2000), y al que he hecho referencia en repetidas ocasiones porque la consideramos una antología notable.

Fueron 43 temas de los autores e intérpretes griegos más importantes, con alguna ausencia como es lógico, acompañados por dos cuadernillos informativos muy completos que incluyen las letras en griego y su traducción castellana.
Copio lo más importante de este último tema. Son estrofas de 4 versos, se repiten 1/4 y 2/3, con una coda al final de cada cuarteto. Traducción de José Antonio Torres Almodóvar y Ioanis.

Yorgos Mitsakis. Sotiría Belu.  Ρέστοι και μπατίρηδες. Tirados y sin blanca.

http://www.youtube.com/watch?v=G-eRQDGmIZk

Ρέστοι και μπατίρηδες 

Ρέστοι και μπατίρηδες σ’ αυτή την κοινωνία,
είμαστε καλά παιδιά κι αυτό είναι αδικία.

(Coda)
Ωχ, ωχ βρε παλιοντουνιά,
κρίμα στους μπατίρηδες
να δείχνεις απονιά.

Το μπουζούκι που ’χαμε εμείς ψυχαγωγία,
πήγε και την άραξε στην αριστοκρατία. 

(Coda)

Ρέστοι και μπατίρηδες εμείς κάθε βραδάκι,
με πικ απ την βγάζουμε σε κανα κουτουκάκι.

(Coda)

Tirados y sin blanca

(1/4) Tirados y sin blanca en esta corrupción,
(2/3) somos buenos chicos y es una injusticia.

(Coda)
Ay, ay, mundo depravado,
qué lástima la crueldad de estar sin blanca.

(1/4) Hasta el bouzouki, que era nuestro único recreo,
(2/3) se fue a anidar entre la aristocracia.

(Coda)

(1/4) Tirados y sin blanca estamos cada noche
(2/3) Con un pickup nos vamos a alguna tabernilla

(Coda)

Para palionduñá, palabra frecuentísima en la rebétika como sabréis, propongo mundo furris, más cañí, en lugar de mundo depravado

Salud y buena música.

Ramiro Rodríguez Prada