martes, 29 de noviembre de 2011

Ovíparas


¿Huevo o pelota?

Os presento a un huevo de Pappalurda, son tan difíciles de ver como los del cuco porque como él no los pone en su nido sino en los de otras aves.
La especie esch  un híbrido de Pappanata Pudenda (PP), conocida también por Púdica o Pudorossa, y Palurda Sub Ordine Europeae (PSOE). El nombre científico completo por el que es conocida entre peritos avícolas es el de Pappalurda Pudenda Ordine Europeae (PPOE!)

Dejamos ya apuntadas en Desde la popa las características de esta especie ubicua y trotaconventos que lo mismo pone un huevo en el regazo de dios que en el culo del diablo.
Adapta el óvulo al continente y se cree que es capaz de poner huevos cuadraos si llega el caso.
En esto los precursores fueron los burros y los primeros maragatos que emigraron a Madris, que volvieron cagando cuadrao, y eso que tienen, lo aseguran, el culo redondo como el pollino. ¿Quién me explica este misterio?
De guaje me callaban con unos ripios que decían, más o menos:

Escúchame bien, salao
lo que responder me toca
el burro caga cuadrao
a medida de tu boca  

Cerraban la mía, ya lo creo, ¡con cagajón de asno!

Los huevos no son muy apreciados como alimento, porque la Pappalurda es una gallina de engorde que prospera sobre todo en medios alimenticios hipercalóricos y todo lo echa en pecho, zanca y rabadilla. Además de las enjundias que le forran los bajos y la papada. Y nunca fue buena madre, ¡si es un pendón verbenero!

En estos tiempos de necesidad para la gran mayoría de las gallináceas ellas lucen de manera notoria y nadie se explica cómo lo consiguen. Aunque hay pistas.
Como frecuentan los ambientes más chic del gallinero patrio se codean con los amos del corral y manejan información privilegiada.
Cuando las demás gallinas son recluídas en un corralito, las Pappalurdas ya pusieron huevos, desaboríos pero suyos, en varios ñiales, asegurando la continuidad de la especie y el maíz.
Jamás las encontraréis en un gallinero industrial donde las gallinas piensen que los cereales tienen el color de las  purinas mierdas que ellas evacuan.

Y éstas sí que son putas, sean siracusanas o cartageneras, van con la pechuga por delante y la rabaílla por detrás, sin recato. Lo que sea.
¿Patas de gallo?, eso son juegos de pollito para ellas, hace tiempo que usan bragas ´pata de elefante`, ahí cabe de todo. Échale imaginaçao...
No veréis a una Pappalurda viajando en uno de esos camiones horrorosos llenos de jaulas de gallinas con miles de bichos alucinados abriendo la boca, asfixiados en el calor mesetario del ver ano hisp ano.
Oh, Dèu meu, pobrets!

¿¡Y ligeras?!, bufff, como el viento!, visto y no visto. Y saltan como canguros. Tienen habilidades de toda la fauna, astutas como zorras, traidoras como víboras, carroñeras como buitressas, golosas como moscas, ladronas como urracas...

Mirad bien el huevo que igual salta, es un fenómeno raro, repito, la que lo puso se equivocó de sitio y lo hizo en un cajero del VVB, debía de ser nueva, o se le cayó del culo antes de llegar al director de la sucursal, tan apurada iba.

El que también parece apurado es Germán Coppini que canta con Siniestro Total, Me pica un huevo, se retuerce como si tuviera ganas de mear, aúlla de lo que li pica el cojón.

Últimamente se dice que las Pappalurdas  no ponen buevos sino pelotas de pimpón, ámbar, havana, azul y verde, como el duralex, o era el arcopal? Pero deben ser habladurías, no lo de los colores, sino lo de las pelotas, yo los he probado y no botan. Ni votan, en tanto no rompan el cascarón, que después son precoces y lo hacen antes de los tres meses (eso no, guarro!.., bueno, también.)

La raza era negra en origen pero ahora se pueden encontrar de todos los colores, de hecho algunas ya no parecen gallinas sino obispos, o maceros de la corte bogbona madroñil. Y el botox en la cresta está a la orden del día.

En estas primeras jornadas, después de las ultimíssimas elecciones, donde algunas perdieron el palo del gallinero en el que sesteaban, se pueden encontrar ejemplares que vagan por los despachos como putas por rastrojo, que es su lugar natural de esparcimiento cuando se sueltan las bragazas de paquiderma y abandonan el protocolo.

¡Desesperación!:

Tendidas en sus lechos
y flojo el cinturón

En fin, queridas niñas y niños, no sigáis el ejemplo de estos plumados a menos que tengáis auténtica Vocación para hacer la Carrera, en cuyo caso os aconsejo que vayáis engordando el culo desde ya, porque la competencia va a ser brutal y, mientras, que cada palo aguante su mierda.

Γεια σας, salud!

Korvus Korax, Ο Μανρος.