miércoles, 12 de octubre de 2011

Casas

Las fotos me ayudarán a hilvanar estas notas sobre la construcción en Grecia. No las tomé con la intención de que sirvieran de ejemplo y ahora echo de menos muchas que hubiera podido hacer, si no mejores, más ilustrativas.
Por otro lado sólo representan a una parte muy pequeña del país. Pero tampoco pretendo dar lecciones de nada, son las reflexiones a vuela tecla de un lego

Bocana del puerto de Kimi
Eubea 2010

En la fotografía se ve en primer término el tipo de apartamentos que prolifera en la costa este de Eubea, que es la zona  de la que hablaremos. Al fondo, en esa baguada a la derecha del monte, en un emplazamiento privilegiado donde brilla el sol desde que sale, protegido del Bóreas, el viento norte, está Órzonas, el pueblo donde nació Sotiría Belou, una de las figuras femeninas más duras del Rebétiko.

Los pueblos del este se conservan bastante bien, sin la abusiva invasión de apartamentos, adosados, ni grandes hoteles o complejos turísticos. Casi todos los veraneantes son nacionales y no hay demasiados. Muchos proceden de la zona y conservan la casa familiar, y los demás de Atenas, Tesalónika y Halkida.
El oeste está más saturado porque es una costa  amable y el agua algo más caliente. Pero parece inevitable también la invasión de los mejores lugares de esta costa.

Limani Petrión, Puerto de Petriés, al fondo apartamentos.
Grecia 2011

Lo que abunda es la casa de apartamentos, con y sin cocina, de piso y dos plantas, de precio medio o bajo, con terrazas abiertas y semicubiertas, de hormigón, ladrillo y teja, enlucidas y pintadas de blanco o colores claros, ocre, rosa, salmón, malva, muchas construidas por las familias que han podido ahorrar algo en los últimos años.
Y grandes casas familiares, esfuerzo de toda una vida, o chalets pequeñoburgueses, más aislados, de piedra, pero no local, y con muros acotando un terreno amplio y ajardinado o arbolado, en las laderas sobre la bahía, en el caso de Agii Apostoli, o en algún vallecico con salida al mar o loma con vistas.
Puesto que es inevitable este rumbo se agradece cierta unidad en los modelos y la dispersión, que no sé cuánto durará.

La evolución más importante a partir de la piedra tradicional, anterior a este paradigma moderno del que hablamos, que es ya la casa  revocada con cemento y/o yeso y encalada, debió coincidir en Grecia con su época de aumento de población y demanda, a partir del siglo XX, y la disponibilidad de materia prima, cemento y ladrillo, fundamentalmente.
Las poblaciones que más crecieron lo hicieron un poco caóticamente, en eso nos parecemos también los mediterráneos, y no hablo de pueblos tortuosos debido a la orografía, la defensa contra los piratas u otros factores, muchos de los cuales  sí coservan su tipismo sin agresiones mayores al buen gusto. Recuerdo ahora las fotos de los pueblos trogloditas del Mani, preciosos, que Alberto colgó este verano en Desde la popa, al paso del Teach por el Peloponeso.

Amanecer en Eubea
Grecia 2010


En los largos años de cambio desde la casa de piedra tradicional, que hemos podido ver también en otras islas como Jios, enfrente, en la orilla  turca del Egeo, en Samos, Mitilene -Lesbos-, o Limnos,  al chalet moderno, muchas casas revistieron la piedra original, como decíamos, encalando las paredes y alineándose con la vivienda egea más característica en la actualidad.

Por fortuna en todos esos lugares, aumentando  hacia el norte, perviven ciertas características que pertenecían a su tradición arquitectónica, el modelo de casa macedonia más resistente al frío, de piedra, sólida, cuadrangular y sin dependencias, con tejados de teja a dos o cuatro aguas, en lugar de la terraza plana superior de la casa cicládica.
En el modelo más antiguo, del que sólo queda algún chamizo, el tejado se cubría con lascas  grandes y más finas, de  pizarra muy alterada y de la misma roca metamórfica de las paredes, de modo semejante a muchas construcciones tradicionales de aquí, como por ejemplo del noroeste, Zamora, León, Asturias o Galicia.
Y en esta costa, territorio transicional entre el Egeo norte y las Cícladas, se ven también modelos mixtos.

El kaíki de Jristos en el resguardo externo del puerto, frente a la playa
Agii Apostoli 2010

Algunas de estas viviendas  se alzaron sobre los basamentos de piedra más antiguos, que aun pueden apreciarse hasta un metro por encima del suelo, la mayoría revocados o encalados. Veremos otro día algún ejemplo que debo tener por ahí, creo.
Siento que a mi ignorancia se una cierto desorden. Trataré de ir enderezándolo porque escribo para hacerme entender, es importante. Cuento con vuestra indulgencia y la vigilancia del Capi que espero me corrija si meto mucho las patas.

Salud.

Barbarómiros.


martes, 11 de octubre de 2011

Nikos Xyloúris


Fruta madura. 2004.
Témpera, pintura en polvo, sedimentos. Espátula en cartulina.
Ramiro Rodríguez Prada.

Nikos Xyloúris ítane mia forá, había una vez...


Si Andonis es el intérprete de los dioses ctónicos, infernales, subterráneos, cavernícolas, anteriores al panteón olímpico de Feus & co., su hermano Nikos lo era de un dios solar y aéreo, de las alturas del Psiloritis.
Su voz tiene todo el temblor y la pasión del amor varonil, a veces apta para el canto guerrero o religioso, a capella, otras para la cercanía y el calor de un aedo, un juglar, pero siempre luminosa, apolínea, vibrante, emocionada, ´tomada`, sin falsos afeites teatrales, incluso interpretando a los grandes poetas griegos modernos, Solomos, Seferis, Ritzos, Gatsos..., donde es más fácil y peligroso el desliz.

Hablando de la sonoridad de los idiomas ya apunté una cita en Desde la popa del libro de Javier Reverte, Corazón de Ulises, en otro comentario, en la misma crónica donde hice el de Nikos, que tal vez incluya en este blog otro día dado su interés. Y decía también allí que más adelante tocaré el tema de la contención de los poetas griegos al recitar sus versos, tan alejada de la afectación oracular de algunos de nuestros bates. Pero lo haremos cuando lleguen los poetas.

Nikos, junto a Markopoulos y Xarjakos, fue una de las figuras del renacer de la música griega de autor en tiempos de los cogoneles y posteriores. Liraki desde niño, recorrió el camino de la tradición sin olvidarlo, antes de convertirse en uno de los cantantes más populares y queridos de la Grecia del siglo XX, y de morir joven, a los 43, y subir a los altares laikos como Ayios Nikos Xyloúris.

Si el catártico Psarandonis tiene duende, el brillante Psaranikos ángel. El uno se vale del trance y la posesión, el otro de la gracia y de la luz. Uno es el oficiante de un rito antiguo, secreto, el otro el rapsoda del cortejo dionisíaco. El hecho de que sean hermanos hace todavía más extraordinarias sus trayectorias, la de la moneda musical de cuño cretense y aliento universal, que nos propone dos maneras de sentir y ser, a un tiempo complementarias y antagónicas, como un reflejo único de la realidad, tozudamente maniquea, griega y no griega.

De momento no apuntaré aquí su discografía, que se puede buscar en la red, porque estoy limitando los comentarios a una presentación y opinión personal, ésta más difícil de encontrar. De todos modos en las entradas de Markópulos y Xarjakos hablo también de sus discos porque él es el interprete fundamental de esos registros. Hecho más en falta incorporar grabaciones que acompañen las citas de canciones concretas que sí menciono. Pero soy muy torpe. Algún día lo haré, estoy solo y empecé ayer. Espero que me disculpeis.

En una peregrinación iniciática a la tierra alta -Ano yia-, sentado con su hermana frente a un tzikudiá y unas olivas en la casina-oratorio de Nikos, entonamos en su memoria unas estrofas de una triste canción suya, con texto de Miris y música de Yiannis Markópulos, que habla de la perdida Ayvalí, la actual Aivalik turca, otro capítulo del desastre de Asia Menor, I Megali Katastrofi de 1922: Jília míria kímata makriá t´Aivalí, Diez millones de olas lejos de Ayvalí..., Agg, mavra psaria, nekrá, peces negros, muertos!

Si te dejas ganar por la melancolía griega te destroza, ¡cuidado!.

¡Bravo, Niko!
Nadie como tú
nadie más gallardo
palíkaré mou!


Ramiro Rodríguez Prada (Barbarómiros).

(Publicado el 30-6-2011 en Desde la popa para la crónica del día 17-06-2011. Parga a Lefkas).

P.D. Entran los enemigos en la ciudad, Mpikan stin poli oi oxthroi:

Geia sas, salud!.
 Ramiro.

lunes, 10 de octubre de 2011

Vislumbres

Vi, como diría Patrick Leigh Fermor, varios sueños en Grecia, pero tienen componentes demasiado absurdos y difíciles de literaturizar y, más que nada, claves personales que me llevaría mucho tiempo y espacio explicar y no tienen tanto interés.

Esperaba poder conectar las fantasías oníricas anteriores a las vacaciones con esta forma tan sensorial de vivir los sueños en Grecia. No obstante, en contra de lo que aseguran algunos especialistas en hipnosis y ciertos mixtificadores, el sueño difícilmente puede ser domeñado y dirigido por la voluntad y, con más frecuencia, se muestra liberado de la consciencia, autónomo, como así demuestran muchos casos de sonambulismo. En las situaciones de preconsciencia o duermevela es más sencillo acceder a cierto control, quizás intenso, pero corto y limitado en mi caso. Ni la disposición natural ni el entrenamiento aseguran siempre el éxito.
Ahí reside, al margen de estos vislumbres, parte de la potencia del sueño, porque es un relato en marcha del que somos autores y/o protagonistas desconociendo el final de la historia, como la vida misma, vamos. Sólo que el fin de ésta no tiene despertar.

Después del conocido y breve encuentro con Valle-Inclán en Eubea por la luna llena, a mediados de agosto, en el que no llegamos a estar cara a cara ni a dirigirnos, por tanto, la palabra, no volví a verlo. Pero las dos últimas noches tuve sendos sueños, muy parecidos, que terminaban de la misma manera: alguien me llamaba por el nombre, que era lo único que oía bien, y me decía algo, primero susurrando, después a volumen normal y hasta alzando la voz al final.
Desperté las dos noches no asustado pero sí sobresaltado y acelerao, seguro de que mi compañera me había hablado. Pero ella dormía tan tranquila. El caso es que la voz no me parecía la suya y sentía que venía de algún lugar fuera del lecho, a mi lado.

Sólo se escuchaba el aullido del Meltemi.

Durante las cortas siestas de esos días soñé también, pero con la voz y la llamada, nada más. Sin embargo desperté la última siesta cuando, después de escuchar nítidamente mi nombre, creí oír la gaita de una muñeira y la voz de mi abuela cantando el "San Benitiño do Redondo". En la pared de la habitación, a oscuras, se reflejaba el dibujo de la puerta de la calle en un rayo de luz que entraba por la cerradura.


Eubea 2011

En los dos sueños nocturnos estaba en una cama durmiendo.
En el primero parecía que ésta se hallase sobre un puente, porque veía el agua de un río fluyendo abajo y la sombra de los arcos en ella.
En el segundo estaba a la orilla de un brazo de mar que me separaba de un pueblo en la costa de enfrente, muy próximo. Sentí que no sólo me llamaban, desperté porque dieron un tiron a la sábana.

Fuera seguía soplando el Meltemi.

Esa segunda noche reconocí la voz recordando la última imagen que me había quedado del sueño, Vilanova de Arousa. Alguien parecía agitar un bastón saludándome. Yo miraba desde a Illa y el fantasma de la voz era don Ramón, naturalmente. Al identificarlo recordé también lo que me decía:

"Lo espero en Galicia. ¡El legía me trajo un material explosivo y el chibuquí era de un Sultán!".

No he podido soñar después con Valle ni con Arousa, a pesar de que me atraía la posibilidad de fumar con él la sellada paz en la pipa de un Sultán...

Son relaciones y amistades inopinadas que me gustaría conservar, vaya. Se andará.

Felices sueños.

Vall do Mero.

domingo, 9 de octubre de 2011

Cómo sangrar, Qué hacer



Cómo sangrar                                         Qué hacer

Oviedo 2005
Ramiro Rodríguez Prada
(Tela sobre tablas de 40,5 x 31)

Después de un montón de intentos por fin salió derecho. Debería haber ocupado en su día el lugar de ´Para gato el de Solana`  pero las máquinas se me resisten más quer kolo der Botinehi, obedesen a la competensia, er Vanko Virvao Biskalla, o ar Sentráh Uropedo. Son los mismos culares con distintos nombres.

sábado, 8 de octubre de 2011

Psarandonis

Los corazones valientes no lloran, Den klaine oi dynates kardies: La 1ª no sale, a ver la 2ª...

http://www.youtube.com/watch?v=7pOXscJK_No&feature=related
http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=OLEVOnpiMh4

Niet! Veamos la 3ª...

http://www.youtube.com/watch?v=jhqC9q5yfuY&feature=related

No era la mejor versión pero ¡sí, sale! ¿Y las mantinades? Sí.

http://www.youtube.com/watch?v=tBZ-nljmjy4

La calidad y variedad de músicos cretenses es grande. Empezaré por hablar de mi favorito, de algún secreto modo, mi primo Andonis, epígono de una saga musical. Otro día os cuento de su hermano Nikos y de Loudivikos, el tercero en discordia de Anoyia, un pueblo del interior de la sierra del Psiloritis.

Andonis Xyloúris, con apellido, el siluro*, de pez -psari-, un antepasado pescador -psarás- de turcos y su nombre, dio en Psarandonis, Antonio el pescador. ¿Qué pesca? Musas y Musarañas, pesca ruido y furia, y también soledades, quejíos, silencios y una ternura agreste de paisano enamorado, de kalos ánthropos, de buen hombre.
La canción de amor, el canto aguerrido y el llanto fúnebre, como un desgarrón interior tan profundo que temiera exteriorizarse más allá de la rabia instantánea, apenas contenida, de la interpretación. Y sin embargo, con esa pinta de anarquista descontrolado, ejerce una vigilancia  musical férrea sobre quienes lo acompañan  en el escenario, atento a la mínima incidencia y a la posibilidad de ese latigazo de genialidad inesperado que es siempre la razón primera de la música en vivo, y viva. Más en la improvisación a la que es tan aficionado.
 
Aquí no hay locos  ni orejas, pero sí hay Canto y Van Gogh, pasión, arrebato y buevo zurdo de Colón, el siniestro. Es para mí un músico comparable, salvando las distancias evidentes, cada uno en su mundo, a Hendrix, Marley o Camarón, pero vive y colea como el pez que es. Un hombre tan ensimismado, tan entregado a su arte que asusta.

Todos vamos envejeciendo..., si leyera este principio me crucificaba y con un cretense no se juega. Lo intentaré de nuevo.
Si se quiere asistir en directo a un espectáculo de posesión musical de una intensidad acojonante y una rareza difícil de explicar, esta sí incomparable a la de los citados arriba, y  vive aquí al lado, -el día que descubran la tonada asturiana nos invaden-, si se quiere entender y sentir más profundamente a Creta y al hombre indómito y enajenado -qué fuete!-, Andonis Xyloúris será uno de sus mejores mediadores, hay que verlo.
¡Es una experiencia religiosa!, diría un colgao pijotero. Y sin la intervención de psicotrópicos, bueno, algunos, ante todo los legales de la tierra, el palio crassí, vino añejo y el tzikudiá, un orujo fino fino que no veas, y menos bebas si conduces.

Esta es la Mantinada que Alberto, el Capi, me apuntó en su comentario, con Psarandónis en directo. La del pandero es su hija Niki Xylouris, no parece...

http://www.youtube.com/watch?v=tBZ-nljmjy4

Lo que tiene de enfático Psarandonis, sus ululaciones, sus oscuros vibratos, los lamentos fracturados, las descargas, los trallazos eléctricos del siluro, son parte inseparable de una puesta en escena y un estilo musical deudor de un teatro muy antiguo, visceral, casi olvidado. No es casual que el teatro griego conserve como pocos la solemnidad escénica, acompañada por una sonoridad majestuosa. Un tributo al idioma, a la oralidad poética y a sus clásicos.

Pero, aparte de su extensa obra original, es un intérprete que se atiene al canon tradicional de la isla, donde es considerado un maestro -mantinades, syrtos, kontiliés, ritzítica-, e incluso al cancionero cretense antiguo, con versiones del Erotócritos, el poema amoroso de Kornaros,  precioso lugar común de los músicos cretenses.

Escuchar a Psarandonis es asomarse al Idéon Andrón, el Antro del Ida, cerca de su pueblo, la gruta donde nació FEUS, como dicía el mi guajín, pero no a la cueva real del Psiloritis, sino a la caverna antigua, a la oscuridad interior, al fondo del vaso, al pozu negro del Teach, a la deuda griega, a la fría desolación, ¡al infierno morrocotudo!, queridos niños. ¡Uuuuuyyy, cuidadíiiiin!.

¡Y que no me hablen de rascarasca, a ver quién las raska mejor, con ese genio y energía, una humilde lira y una voz de ultratumba!.

Yasu, Andoni, bre kopeli mou, kritiké! ¡Abrazos, primo!

* La atribución del siluro al apellido Xyloúris no es etimológica. La voz griega más cercana es Xylo, madera, y Xylourgós, carpintero, que no es peor oficio que el de psaraturkos y es más bíblico y cristiano, aunque yo me quedo con el pez Andonis, el pescador, el pez que se muerde la cola.

Tal vez más adelante añada algún comentario sobre los temas o los discos que más nos gustan. De todos modos no es un intérprete de canciones al uso, lo suyo es el cultivo de un estilo dentro de una tradición, por lo que tiene menos importancia el tema concreto y más el conjunto. Y, como he dicho, en la red se encuentra su discografía y su música, así como los detalles biográficos y artísticos de interés. Nuestra intención es informar sin intermediaciones, cosa más rara de encontrar,  e incitar a conocerlo. Lo demás es cosa vuestra

Salud.

Ramiro Rodríguez Prada (Barbabarómiros).

(Comentario publicado el 26-06-2011 en Desde la popa, para la crónica  del 13-06-2011. Recalar en Corfú).

P.D. Andonis Xyloúris, Psarandonis, Palio krasí ein´i eskepsi mou, Mi pensamiento es vino añejo:

http://www.youtube.com/watch?v=wGMsBCzrFbY