miércoles, 14 de diciembre de 2011

Escenario con asientos


La condesa
León, otoño 2011

Aprovechando que el Bernesga pasa por León y pertenece a la cuenca del Duero como el Tuerto y el Turienzo, que andamos redundando estos días en patrias chicas, las murias de Morales, la tonada asturiana y las currucas pardas que se crían en el noroeste, voy a enviarle tres instantáneas al Mirlo rubio, la canora Aedensis leonina.

Ya quedan menos rastros del otoño en Asturias que anda más remiso en desaparecer. Está como estaba León a mediados de noviembre, pero aquí, en este paseo paralelo y vecino del río había más verdor.
El que vemos es un pequeño escenario en plena Condesa donde se han representado algunas obras de teatro al aire libre, para niños y todos los públicos, en los raros festivales del género.

¿No tocaron aquí los Deicidas de Zapico en una velada íntima soñada tal vez? Pues nunca es tarde. Ahora que nos den..., música country como cantaba Faraco.

Tal como está tiene todos los ingredientes preparados para que la función dé comienzo. Hasta la papelera ocupa su lugar en la esquina. Sólo faltan los actores, los títeres, la Bruja, el Karagiosis..., y la música.
Aquí volvería a cuadrar el Benvinguts del Sisa con ese vídeo tan guapo de sombras chinescas o recortables, como gustéis, pero ya lo subimos para ilustrar el rock catalá.

No obstante siempre nos gustó, mucho también, la Romántica Banda Local. Éste es un buen Intro para una función de la Barraca o de cualquier otra compañía ambulante que pueda montar su teatrillo y su función en un escenario semejante.

¡Popo pipi, popo pipi, popo pipi popopó,
popo pipi, popo pipi, popo pipi popopó!

De su segundo disco, Pan con membrillo, Esto es una farsa:


Diálogo de sordos
León 2011

Esto es una farsa más que una comedia
página muy seria de la histeria musical
Sueños de Princesa, vicios de Gitano
pueden en su mano acariciar la verdad
    (la verdad...)
¡Y por nosotros, pues, que no quede
 si alguien se quiere
 enamoraa arrr!...

Así ye (en efecto), y que viva la fantasía.

Vemos a las sillas tan solas y abandonadas, tan ensimismadas que, siendo idénticas, no parece haber entre ellas nada en común como no sea el suelo. El puto suelo y su condición de asientos. A pesar de estar muy alineadas la perspectiva las hace parecer ajenas, a lo suyo, una mira a su derecha y la otra a su izquierda.
Comparten también telón de fondo del que distan menos que el espacio que las separa a ellas. Pero dicho esto, ¿quién se daría cuenta si las cambiáramos de sitio?, cada una en el lugar de la otra.

Algo así es el diálogo y la comunicación, cada cual en el lugar del otro. Sólo así es posible una amplia comprensión y entendimiento.

El diálogo puede darse sin que nadie deba dejar su sitio, pero la transacción será más pobre, como intercambiar banderines sin jugar el partido.
El más común, la confrontación de posiciones, puede aclarar al otro las propias ideas pero se cierra a la pespectiva del opuesto. Me explico: no es lo mismo un paisaje que alguien te describe que verlo por ti mismo. Esa falta de sintonía desemboca a menudo en la discusión y a veces en la bronca.

El diálogo de sordos es el extremo de esa escena, dos monólogos excéntricos. Cada uno habla para sí, saliendo por peteneras en direcciones distintas, usando incluso otro idioma y dirigiéndose a públicos diferentes.
Dos representaciones simultáneas que, con suerte, dividen y con más frecuencia enturbian el entendimiento de los actores y del público, convertidas ya en guirigay. El texto es el contexto y el mensaje la forma. Y no hay más.
Vale como experimento, el movimiento es consustancial al teatro hasta cuando los actores hacen de don Tancredo toda la obra, aunque es difícil soportar por mucho tiempo la fuga dadaísta al útero perfecto, redondo como el argumento ininteligible del sordo de entendederas. Tiene orejas para las razones ajenas pero no presta oído, sólo a su propia barbulla.

Hasta podemos precindir de los actores, con las sugerencias del escenario y una banda sonora basta. Ésta puede ser grabada del sonido ambiente, de las conversaciones, y trasladada al escenario de inmediato para que los espectadores escuchen su propia algarabía. Barato barato.


Por las solateras
 León, noviembre 2011

Sabemos, por otra parte, que nadie juega un partido en campo contrario traicionando a su equipo o, lo que es lo mismo, nadie puede ponerse realmente en el lugar del otro. A menos, claro está, que uno de los contrincantes decida retirarse y jalear al contrario, en cuyo caso desaparece también el juego, el diálogo, y daremos en el Monólogo con pelota.

Así pues hablamos en el lenguaje metafórico de la poesía y... por nosotros que no quede si alguien se quiere enamorar. Comunicación y encuentro cuerpo a cuerpo.
O desencuentro, con el que pasamos al penúltimo cuadro de la representación.
Esta vez llamaremos en nuestro auxilio a Moncho Alpuente y los Kwai. De su disco Souvenir (1980), resulta evidente que te has ido...

Adiós muñeca:

http://www.youtube.com/watch?v=X4IRWjHDxjY&feature=related

Los platos se apilan sobre el fregadero
te llevaste la radio, la maleta de cuero
y además te olvidaste de pagar al casero...

Y están por fin "las solateras de los confines propios", dicho en arameo, esto es, el monólogo, con o sin público, y el pensamiento. Éste podrá tener la forma de diálogo y hasta de asamblea abierta, pero siempre será el monólogo de la soledad.

Empecé queriendo compartir con la curruca Aedensis un escenario conocido por donde puede corretear alguna vez la Popa y acabé hablando de teatro.

El público abandona el lugar poco a poco.

¡Hay que ver al Rubio en el centro de la escena con los ojos de la imaginación, ahora que terminó la función, recogiendo los excrementos de la perra y depositándolos con mimo en la papelera!

Hasta otra.

Salud y mucha mierda.

Skylorómiros.

P.D. Pero, como a todo buen fraile, las tentaciones de los postres me vencen y éste lo vale. Otro colega de Moncho Alpuente, Javier Krahe, de varón rampante, anda a vueltas con el mismo problema detrás de un huevo frito y la maleta, ¿qué tendrá la maleta?.

¿Dónde se habrá metido esta mujer?:

http://www.youtube.com/watch?v=UBJyWvdNtfY&feature=related

¡Pero bueno, si falta una maleta,
la de piel, para colmo la de piel!

Besos.

 P.D. 2. Cuentan de la Merkel que abandonó a su primer compañero en Berlín aprovechando una ausencia de éste. Ángela se fue sin llevarse nada, sólo la nevera. ¿A cuestas? Disciplina alemana. 

¡Ayyyy!


martes, 13 de diciembre de 2011

Murias -3


Morales del Arcediano. Muro en seco.
León, noviembre de 2011

Después de unos días de pelear con las murias no sé si las imágenes habrán llegado a Philine Kleinknecht, la fotógrafa alemana de Shutterchance que, sin querer, motivó estas entradas.
En realidad ya dije que ella sólo dió el pie, me proporcionó la disculpa, porque a mí me gustan  muros como éste, austero y seco, no tan resultón a primera vista como los que utilizan barro de relleno que desarrollan colonias de líquenes, musgos y algunas crasas, que los hacen más coloristas.

Sin embargo la gama de colores del muro seco, dentro de una base uniforme gris piedra, matizada por los distintos tipos de roca, más azul cuanta más pizarra, y la proporción de minerales en su composición, sobre todo en hierro, que les presta los matices rojizos, da como resultado una gran variedad de tonos.
Algunos líquenes que consiguen sobrevivir en piedra seca alteran y enriquecen aún más las tonalidaes.

Pero la mayor prestancia del muro seco viene dada por su sobriedad. Es la elegancia de lo que no necesita adornos porque disfruta de una belleza natural, sin alterar.

En ese sentido los más guapos para mí son aquellos en los que no sólo no se usaron morteros sino que tampoco se necesitaron herramientas, ni trabajos especializados de cantería, para su confección. Es decir en los que se utilizó la piedra tal cual, buscando su mejor caer, su asiento por peso y equilibrio. Pero en los que no existen apenas las caras lisas, son bloques un poco informes que dan un aspecto tosco y montuoso a la muria. Primitivo porque es la forma mas sencilla y antigua de construir un muro.

La mayoría de este último tipo no suele alcanzar el metro de altura, pero habitualmente es el más ancho, en razón al superior calibre del material elegido.
Hay unos buenos ejemplos fotográficos de ello en Geotropía el día 11, el Paporristán como le llama, por Extremadura de la mano de Lucas. Una fuente-abrevadero cuaternaria, con su tosco arrimo de bloques de roca anteriores a Micenas, o un chozo de pastores en lo recio del monte. Aunque ya me avisó Louck que el bebedero había sido retocado buscando seducir el ojo del turismo campestre.

Ombligos de Venus en una muria mixta
Morales del Arcediano 2011

Las murias que se encuentran en el interior del pueblo de Morales, todas las fotas son de ésas, de más empaque lógicamente, tienen en mayor o menor medida cierto trabajo de cantería, tanto las de piedra en seco como las que utilizaron mortero.
Pero éstas, más frecuentes, podían permitirse aportar tamaños inferiores de relleno, que el barro o la argamasa ayudaba a asentar y aglutinar en un cuerpo con otras rocas de mayor calibre.

Los trabajos de cantería se reducían, se aprovechaban tamaños de piedra más abundantes y accesibles, lo que abarataba la obra.
A cambio era obligado transportar el barro desde los barreros y trabajarlo antes de ser empleado. Y usar los pequeños cantos redondos de las montoneras que se van acumulando en los linderos de las tierras tras las sucesivas aradas y rastrilleos o, en su defecto, traer algunos carros de grijo del río y cribarlo.

Pasemos a la flora.

El Ombligo de Venus, Umbilicus pendulinus, es otra de las plantas típicas de muros y tejados aunque, a diferencia de los Sedos, prefiere posiciones menos soleadas y murias más frescas y húmedas.
Por ello suele colonizar paredes que no se orienten al sur.
Y su raíz es más poderosa que la del Pampajarito, capaz de aprovechar también más nutrientes, ya que tratan de elegir emplazamientos con algo de sustrato.
Es menos frecuente en zonas secas pero se da en toda la península, con preferencia en la cornisa cantábrica, más húmeda.

Las murias asturianas, quizás las más empapadas de todas, están llenas de Afroditas enseñando el ombligo. ¡Es un espectáculo, venid a verlo! Como contemplar suecas en Benidorm en los  años 60. ¡No, por cierto!

Areniscas y pizarras alteradas en Morales
León 2011

Disfruta de otros nombres divertidos la que los griegos antiguos, y el más joven Dioscórides, llamaban Cotyledon.
En casi toda la península Ibérica, incluída Portugal se la conoce también por Oreja de fraile, de monje o de abad. Hierba helada, Orma bearr, la llaman los vascos por su localización y su carácter refrescante cuando se la mastica.

Vasín, Capelo, Gorro de sapo, Hierba balsámica...

Eso de balsámico será debido a sus virtudes cicatrizantes y curativas de llagas rebeldes, pues se aplicaban machacadas verdes, como un bálsamo, o retirando la película externa de las hojas y colocando éstas directamente sobre la herida.
También su zumo filtrado se usó como diurético.

Hoy todas esas aplicaciones están en desuso aunque algunas de ellas, como la cicatrizante, demostraron durante milenios su eficacia.

Ombliguitos de Venus y musgos colonizando una muria
Morales, noviembre 2011

¿Porqué se abandonaron prácticas curativas tradicionales que estaban sancionadas por la experiencia, que no necesitaban ya revalidar su bondad? Habría que preguntarle a la industria farmaceútica, a los sistemas de salud basados en los monopolios, a los colegios de médicos o a los gurús del neoaturismo  con Diploma.

La salud sólo es un negocio más, de los seguros, como las pompas fúnebres.

Porque no es ajeno a todo ello el hecho de que los tratamientos populares, más pesados sin duda que la inyección, el pastillazo o el supositorio modernos, están al alcance de todos a un precio ridículo comparado con aquellos con los que especulan los trapicheros del dolor ajeno, que se han convertido en los nuevos sacerdotes de la religión del bienestar.

Y no estamos hablando de las bondades de Afrodita o Venus para resolver procesos de ansiedad, neurosis u otros estados del alma baja. Ni de magia simpática, de imitación o contigüidad, como sería recomendar el consumo de Ombligos de Venus para asegurar la procreación de hijos varones, como se hizo en tiempos clásicos.
Aunque esto habría que revisarlo, ¿no tendremos ahí un doble sentido?, porque beneficiarse unos ombliguitos de Afrodita hace más por la genética que comerse una Phaloides platónica. Y ya sabemos lo aficionados que son los mistagogos a ocultar la verdad entre velos metafóricos.
No. Hablábamos de simples, miserables y prosaicas llagas.

Quedémonos mejor con el otoño maragato en Morales del Arcediano, nombre y aldea con personalidad,  junto al Turienzo, tal vez algo melancólicos, pero despiertos y, ¿porqué no? un poco iluminados por el sol de la tarde.


El Turienzo en Morales
Otoño 2011

Al final en lugar de 16 fotos aparecerán 18, y aínda mais, en estas cuatro entregas. Voy sobrao. ¿Cómo me puedo enrollar de esta manera?. No me lo explico...

Res mes.

Salud y puertas abiertas.

Barbarómiros.

P.D. Joan Manuel Serrat, Balada de otoño.

http://www.youtube.com/watch?v=5v66eaBzJmA&feature=related

Vale.

lunes, 12 de diciembre de 2011

La tonada asturiana


Asturias, otoño 2011

No me explico cómo he aguardado tanto tiempo para hablar, aunque sólo sea un puquiñín como hoy, de la canción asturiana por excelencia, la tonada, la que fuera de los límites de Asturias se conoce como asturianada, asturianaes aquí, en plural.
Lo achaco a la poca afición a hacer patria, pese a que parezca un medio nacionalista cretense. No me gusta seguir al abanderado y a mí la música militar nunca me supo levantar...
Pero ésta es otra música, sentimiento y soledad del paisano, no himno patriotero, y no nos puede sino emocionar. Venga de donde venga y, casualmente, nos la cantan al oyíu, ¿qué más se puée pidir?

Aunque aquí iría pintiparado Paco Ibañez, vamos a empezar a abrir boca con la primera muestra de nuestra música más poderosa.
Se trata en este caso de Celestino Rozada, acompañado a la gaita por  Xvid?, cantando  una tradicional muy conocida, Voy pa Llanes.

http://www.youtube.com/watch?v=JgTLSrK67lU&feature=related

No sale la de Rozada, pues pongo la misma canción pero cantada por Sergio Agüeros del que, entonces, repetiremos al final. A la gaita Oscar Fernández. En el concurso de Amieva.


Pues muy bien porque ahora tenemos dos versiones. La de Celestino es más reciente y de mayor calidad sonora.

Recuerdo que dije hablando del poderío de las interpretaciones de Psarandonis, no porque su voz sea un torrente a no ser subterráneo, que el día que se diera a conocer la tonada asturiana nos invadían.
Era una imagen alucinada, naturalmente, para empezar porque ni nosotros mismos nos tomamos la tonada con la seriedad que merece, y porque los grandes negocios no funcionan a base de alma sino de los beneficios  obtenidos de zombis como nosotros que se encandilan con cantos de sirena.

Encontrar una canción de un clásico asturiano, por ejemplo, es practicamente imposible. Y hablo de intérpretes que vivieron hasta los años cincuenta, de los que existen registros en vinilo y ahora digitales. Como Claverol por ejemplo, uno de los Cuatro Ases. Pero no aparecen en los circuitos mayoritarios y para escuchar una canción, no digo para colgarla aquí, hay que hacer oposiciones a informática o pagar el pato del canon a mayor gloria de terceros.

El rebétiko griego es más antiguo en cuanto a registros sonoros y tiene mucho más peso en el flolclore griego que la canción asturiana en el español. Cualquier canción, por vieja que sea, si está registrada, es posible reproducirla y compartirla. Y otro tanto se puede decir del flamenco.
Porque estamos hablando de industria y aquí se grabaron a muchos tonadistas desde el Gaiteru Libardón, a quien puede considerarse el precursor, con cierta fama, el protomastora, el primer maestro como dirían los griegos. Si de lo que se trata es de hacer publicidad para vender no parece que aprovechen mucho las oportunidades que ofrecen los nuevos medios sacando a escena los archivos sonoros de esos intérpretes.

Pero seguimos en la cara oculta.

http://www.youtube.com/watch?v=6iSggZzH5X0&feature=related

Julio Mallada cantó Soy carreteru en Candás, acompañado por Oscar Fernández a la gaita. Y non puedo subir al puertu, a capella.

Oviedo, otoño 2011

Existe también muy poca literatura o estudios específicos sobre música asturiana, y menos sobre tonada. Pese a que está emparentada con diversos folclores peninsulares, entre ellos con algunos de los más ricos y difundidos, como el propio flamenco.

Hoy sólo quería hacer un breve acercamiento a través de estos pocos ejemplos. Están cogidos sin tener en cuenta ninguna jerarquía. Pertenecen a intérpretes que rondan los 50, arriba o abajo, más o menos de nuestra generación.
Es importante la continuidad y, afortunadamente, ésta se está produciendo con la aparición de jóvenes cantantes, mujeres y hombres, e incluso de intérpretes infantiles que admiran tanto por su precocidad como por su calidad.
Con estos mimbres y a pesar del desprecio de los medios, por olvido o indigencia cultural, está esegurado el relevo generacional.

Dedicaremos más espacios a la tonada, repito, esto sólo es una primera toma de contacto.

De José Manuel Robledo, Lolo Cabranes, con Berto Varillas a la gaita, De rosa y nieve.

http://www.youtube.com/watch?v=MEzhyLD8Vxg&feature=related

Hablé al comienzo de "los límites de  Asturias" con cierta intención, porque éstos, tratándose de lengua, folclore, actividades, economía, etc., no coinciden con sus actuales fronteras políticas y geográficas.
Así, se da el cultivo de la tonada en amplias zonas de León y Cantabria, hasta el punto de que el presidente de ésta última comunidad autónoma, un populista folclórico,  no es un mal intérprete casero de tonada.
En la Laciana leonesa hay también cantantes notables que mantienen viva la llama de la tradición.

El último ejemplo es el de un santanderino de apellido asturiano,  joven pero ya consagrado, que se ha llevado varios premios en los escasos concursos anuales que se organizan en las cuencas, Mieres , Amieva u Oviedo.
No sé si Gijón, con extraordinarios intérpretes como el resto de la región, presta también atención a la tonada con algún festival promocional. Si no es así me doy de baja ahora mismo en el Sporting, del que sólo soy socio honorario, como del Oviedo. Por extraño que parezca no tengo la sensación de cruzar ninguna frontera cuando me desplazo por el Principedo. Eso de puta gijón y puta oviedo son mensajes de colgaos.

A lo nuestro. Por San Juan, en Mieres, Sergio Agüeros, Cuando yo salí de Asturias.

http://www.youtube.com/watch?v=ppL72N5mnRE&feature=related

Y nada más por hoy. Espero que, a pesar de la dureza de estas interpretaciones, con una voz desnuda y un instrumento tan agudo y para muchos estridente como la gaita, hayáis difrutado de uno de los cantes grandes de este país, aún por descubrir.

Sólo añadiré que, como algunos palos del flamenco, aquellos a los que más se parece precisamente, la tonada es para disfrutarla en directo, en la romería de un pueblo y aún mejor en un chigre con una botella de sidra al lado para aclarar la garganta.

Manzana sidrera asturiana
Piloña 2011

El timbre musical asturiano es el de la sidra, con eso queda todo dicho de momento. Esto es de mi cosecha, que no nací asturiano. Aunque tampoco creo que sea el primero que lo apreció, ni seré el último.

Salud y buena música.

Ramiro Rodríguez Prada.

P.D. Y para dejar claro que se pueden conjugar cosas tan dispares como la feria y el mercao, la velocidad y el tocino o el culo y las témporas, ahí va el contrapunto, éste griego, de una  banda psicodélica de las nuestras, a lo Zappa, que el monje de Karoúlia nos descubrió hace unos años. Y casi más que a Zappa nos recuerda a nuestros Pau Riba o Jaume Sisa.

El impenitente Dimitris Poulikakos interpreta con Seisdedos (Exadaktylos) Skoni Petres Laspi.


Besos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Murias -2


Morales del Arcediano
Astorga 2011

Los dos tipos de muro más frecuentes son el de piedra seca sin mortero, asentada por el corte en los casos en que se da algún tipo de trabajo de cantería, más cerca de las casas como es el caso, con la adicción de rellenos de piedra de calibres inferiores para los huecos, y el de mortero de barro, como en dos de los ejemplos de ayer o la coronación de esta muria, quizás un añadido de conservación, con esa arcilla donde se pueden desarrollar líquenes y algunas especies resistentes como los musgos y sedos.

El primer modelo es más austero y elegante, el segundo colorista y sugestivo. 

Pocas veces hablo de pueblos concretos, pero Morales es una excepción.

Hace..., ¡un cuarto de siglo largo!, Morales tenía la torre de la iglesia inclinada como la de Pisa (morena, pisa con garbo...). Pero no había dinero para mantenerla en pie, después lo consiguieron y ahí sigue tan lozana y hermosa. No gracias a mí, desde luego. Que nadie me malinterprete, yo no quería tampoco su demolición.
Entonces escribí sobre ello en la inefable prensa local, propiedad del señor obiésporo, porque desde la adolescencia me he sentido tan cercano al pueblo que si tuviera que aceptar dos cunas como asumo dos nacionalidades, Grecia y España, Morales estaría a la par que el mío.

Morales, noviembre 2011

Fue la curruca Blasensis, con la que estudiaba en Astorga, la que me llevó al pueblo y a su casa. Durante algunos años disfrutamos las fiestas de los dos pueblos porque el Verderón Blasensis venía al mío cuando tocaba.
De los 15 a los 18, primero en bicicleta y después en un citroën, sin carnet, muchos sábados por la noche nos presentábamos en el salón de Morales, o en casa del Verderón si éramos pocos, porque llegamos a subir seis o siete en aquel futingo. ¡No sé cómo no nos matamos por esas carreteras!
Lo cierto es que fuimos responsables, y bebíamos muy poco, a razón.

Éste "a razón", es un añadido que vale para todo. ¿A razón de qué? ¿De lo que bebemos ahora, de lo que podríamos haber bebido?¿De lo que fumábamos o fumamos, de la hora que era, de lo corta que es la vida?¿O a razón de la edad y del peso que teníamos, por ejemplo?
Todo ello y algo más seguramente. Entre nosotros es casi un guiño ligüístico que no es preciso traducir ya.

Con el tiempo, después de conocer y frecuentar también a otra curruca, la Centenalis, sus amigos y los míos llegaron a formar una pequeña basca. Piña que ha perdurado, altibajos incluídos.

No es Morales de los pueblos ricos de Maragatería, tiene buena huerta, algo de viña, y más secano. Y tuvo varios molinos. El propio Centenalis busca una solución para uno de ellos, bien conservado pero que necesitaría una inversión importante o la asunción de responsabilidades por parte del Patrimonio etnográfico, o de quién corresponda.
¡Estamos aviados si esperamos algún tipo de ayuda en estos tiempos de desprecio a la cultura!, que yo recuerde en crisis hemos estado siempre. ¿Os ocordáis del título de aquel disco de Supertram,
Crisis, what crisis?, pues eso. (Había puesto Status Quo, me corrigió la curruca Blasensis). Es importante tenernos en un puño, acojonarnos, lo que no niega el socabón.

Casa de piedra en Morales
Otoño 2011

¿No es una feliz coincidencia que el Centenalis vaya a heredar un molino de cereales?

La de la foto no es una muria, ya se ve, es la continuación de la anterior. La casa ya está restaurada, pero puede hacerse uno la idea de cómo es el pueblo. Porque es un esquema típico, no sólo de Morales, sino de toda Maragatería.
Sólo faltaría aquí el portalón del carro, pues muchos de los maragatos eran arrieros, dedicados al transporte de mercancías entre Galicia y la meseta, antes del ferrocarril. Y el que no era arriero necesitaba también el carro para el trabajo en el campo.

El interés y el curro de los vecinos, y algunos albañiles, por supuesto, no sólo han mantenido al pueblo intachable, incluída la torre, lo han mejorado sin incurrir en el pastiche de una restauración artificial, falsa, la recreación de lo rústico en su propio nicho. Piedra les sobra y el trabajo animoso en el tiempo libre hace el resto.
¡Son pocos, pero muy finos!.

Me interesaba sobre todo el suelo empedrado de pequeños cantos rodados y los asientos de piedra, comunes en las entradas de las casas maragatas. Ése suelo cubre la totalidad de la calle en muchos casos y en varios pueblos todas ellas.

El reposo
Morales 2011

Las solanas protegidas y rinconeras abrigadas como ésta son habituales, provistas de asientos de piedra, bloques masivos de arenisca o pizarra como vemos aquí.

Es un lugar de descanso pero, sobre todo, de reunión. En las noches de verano los vecinos salían al fresco. Allí cenaban sopas de ajo, con cuchara de madera en un puchero de barro, y hacían tertulia hasta bien entrada la noche, mientras las mujeres, con sus husos y ruecas, filaban, hilaban.
Era la version veraniega del filandón invernal alrededor de la lumbre del hogar, del fogar. La rueca desapareció completamente y la costumbre de salir al fresco lo hará en breve. Muere, por la televisión y las prisas, con los pueblos.

No está de más recordar que la costumbre de las hilaturas sobrepasaba lo meramente artesanal, para las necesidades familiares, y constituía una fuente de riqueza más. Los tejidos e hilaturas han sido, y siguen siendo, una de las actividades tradicionales de los maragatos, con la proliferación, desde hace siglos, de telares familiares o pequeñas y medianas industrias transformadoras de la lana, el material de elección aquí, también territorio mesteño con muchos rebaños de ovejas.

Mantas, manteos, mantones, mantillas. Y murias. Maragatería.

Para completar un poco esas dos fotos de la casa pondré una más, de la puerta, saliéndome del guión que me había marcado.


Aldaba en una puerta maragata
Morales del Arcediano 2011

De paso aligeramos la vista con una imagen diferente, hierro y madera, para descansar de la pidra y de los muros. De todos modos cerraremos con uno.

Salud y puertas abiertas.

Barbarómiros.

P.D. Pink Floyd. The wall.


Besos. 

sábado, 10 de diciembre de 2011

¡Pobres banqueros!


Morros de cerdo

¡Tiene tánta gelatina, tánto moco el morro del cerdo, que es una delicia en la boca, tierno, jugosín, carnosillo, meloso!
No puede faltar en un cocido con fundamento, como el maragato por ejemplo. Y no le estorba al botillo, todo lo contrario, lo ablanda un poco y sirve, con la lengua, de contrapunto a la carne del espinazo, entripada con hueso incluído.

No avanzo nada con esta parte mecánica del blog. Y cada dos por tres tengo problemas, el fin de semana con una nueva interfaz que no me gustaba, pero que no llegué a usar ya que no sabía cómo hacerlo, ni tampoco regresar a la antigua, lo que era peor porque no podía hacer nada. Y en Geotropía me pasó lo mismo ya desde el domingo.
Anteayer y ayer otra bronca con la forma en que se presenta el texto. No me permitía alinear lo escrito por la izquierda con este formato, y no hubo manera.

¡Mucho esfociqué hasta las 4 de la mañana!

¡Yo que sé, seguro que es mi ignorancia pero me desespero y creo, cotólicamente, que toda la culpa la tiene Emilio el Botines!. Mejor, llegado el caso, señalar al enemigo. Es por descargar pecadillos personales, veniales, ahora que no hay confesión. ¡Qué jodíos semos!
Ya digo, si chapotamos en la cortea, que se empuerquen los millonarios, ellos cambian de vestuario cada temporada.

Leí algo a propósito de esto, sobre la conversión de los banqueros, y sus lacayos los políticos añado yo si no lo decía también el articulista, en cabezas de turco, en chivos expiatorios de la crisis. Y es cierto, pero no me negaréis que mucha cara de víctimas no tienen, sobre todo si la comparamos con millones de rostros famélicos de verdad.

¡Pobrecitos banqueros, no hay derecho! La piedad cristiana y budista nos embarga. No linchemos a ningún ciudadano que es un acto bárbaro. Mejor sigamos quemando pordioseros ya que la hoguera parece no extinguirse, ¿o arde gracias a sus cuerpos?. ¡El rayo que no cesa!, je, je, ¡ay!...

En el fondo del artículo creo que buceaba, otra vez, el falso argumento democrático de que como un ciudadano es un voto eso nos iguala ante la crisis y ante el mundo, es decir la democratización de las responsabilidades. Tanto vale un desfalco millonario como el robo de una gallina, porque somos iguales ante la ley. Como todos pecamos al infierno con todos.
Burdas falacias. Entre otras descaradas, ésta: ellos están en el paraíso y ahí seguirán. Incluso lo representan a diario, a mayor gloria de su mitología y de los acólitos practicantes, que son mayoría en las urnas. Salen a diario en los programas teleobsesivos, en la prensa del corazón y otras pamemas "para el culto", como tituló Gloria Berrocal uno de sus programas en Radio 3 en los 90.

Ni la culpa ni el castigo son democráticos de hecho. Con todo carga la mayoría menos responsable de la situación.

¡Quién viera al Botines, al Gonçales del VVB y a otros, en la cola del paro los lunes a la sombra!

¿Que los banqueros son necesarios?. Sí, la tuberculosis también, será cosa de la ecología. Pero los que tienen cavernas en los pulmones tosen que se joden y no es de risa.

Milito el desorejado

Los pobres especuladores, que es como decir los tristes puercos, guarros de suyo, son víctimas sólo porque a todo cerdo le llega al fin su San Martín.
Pero son longevos, así que pueden ejercer su gochería muchos años. Si pierden media oreja es por pelear para estar delante en el comedero de la pocilga, no para beneficiar a la piara.
Es una casta torva, turbia y voraz en todo semejante a la nuestra. Estarán en primera línea dada su brutalidad y primitivismo pero no dejan de ser el Cromagnon de la especie.

¡Y siguen refiriéndose a países, a naciones, echando mano del nacionalismo y las fronteras, griegas, españolas, italianas o europedas, para hablar del dinero y de la ruina!¡Como si Milito sólo coleccionara euros con la efigie del Bogbón!.
Cada cerdo come la misma mierda, llámale pienso, pero en distinta cochiquera. Sin embargo todos rutiamos o eructamos, en el mismo idioma.
¿¡Pero qué cuentu ye esti!?.

¿Culpables, responsables?. Sin duda. A la que no vemos actuar es a la justicia, ¿democrática?, que sólo desahucia a gente indefensa. Mientras los buitres, disfrazados de jamón ibérico exportable, se llevan la carnaza a sus edenes fiscales.

Hemos asistido ya con la boca abierta de asombro a dos golpes de estado, en Grecia e Italia, a la vista del todo el mundo y con toda suerte de parabienes. Si no ha sucedido lo mismo en otros como éste, es porque los nuestros son chicos aplicados a la hora de hacer los deberes y administrar las recetas que les dictan. ¡Si hasta el propio lenguaje que utilizan para referirse a sus medidas, políticas no tienen, es un escándalo!

La etiqueta es de embutidos, Chorizos culares, pero ya expliqué a qué clase de ellos nos referimos. No hace falta además ser un lince para pillarlo, es por joder. Y, naturalmente, las consideraciones en torno al gochu son parte del cuento.
Aunque también entripamos carne de vaca, picada y adobada como la del marrano, y hasta de caballo, no cabe duda de que el rey de los culares es el gorrino. Por mucha piel de cordero o de chivo que vista.

Seguiremos embutiendo

Salud.

Skylorómiros.

P.D. Rebétiko. Giorgos Moufloutzelis, autor de la música e intérprete. O trelakias, El locatis, traducción libre. Letra de Nikos Mazesis, que tenía ese mote. Pero bastante menos loco que Milín, el de los Botines del Sartasnden.

http://www.youtube.com/watch?v=2MzlcmYkAAc&feature=related

Vale.