miércoles, 18 de julio de 2012

Τσίπουρο, Tsípuro


Τσίπουρο. De izquierda a derecha, Tsípuro de Limnos, Trikala y Tyrnavos.


Τσίπουρο, Tsípuro


Buenos días. Al igual que el Tsikoudiá cretense, y de algunas otras islas como las Cícladas del sur o Kasos y Kárpathos, el Tsípuro es un destilado altamente alcohólico  (35/50º) obtenido a partir del orujo de las uvas, es decir del producto que queda tras el prensado de la fruta para la producción de vino.

En realidad el proceso de fabricación es similar en el caso de los tres destilados griegos más famosos, el tercero es el Oúzo (Ússo), que se diferencia de los otros dos por el añadido de anís.

Νικος Ξυλούρης.  Στολίδι έχει το χωριό. El pueblo tiene adornos.


De los tres yo diría que el Tsípuro es el más parecido los orujos populares de nuestro país, más fuerte al paladar que los otros pero con una graduación alcohólica similar. No debe depender de la destilación que, en muchos casos se realiza por partida doble en los tres licores, sino de regiones, clima y tipo de uvas.

Así el Tsípuro es sobre todo una bebida del norte y el centro, Macedonia, Tesalia o el Épiro, frente al sureño Tsikudiá, más suave al gusto. Norte y sur que puede ser extensivo a las islas trazando una línea imaginaria, en las del norte se bebe tsípuro, en las del sur tsikudiá, en todas ouzo. Y aún quedan más destilados.

Nikos Xylouris.  Mia Xoriani mou perdika.


En la Grecia central, pero cerca del Egeo, junto a Lárisa y no lejos de las Termopílas, ¿donde Leonidas? (no me digas, no me digas...), tierras donde reinaba Peleo, el padre de Aquiles pero no de sus mirmidones. No importa, en cualquier parte de Grecia se impone el lugar mítico, allí sigue.
Tyrnavos limita por el norte con el Olimpo, ¿¡quieres más mito!?.

Tierras de dioses, de héroes, pero también de hombres, de montañeses recios. El Olimpo es mito y realidad, la mayor altura de Grecia en metros (2.900 y pico). Pues allí se fabrica uno de los tsípuros más famosos del país, hay que forrar para salir en invierno y, visto lo visto ¡también en verano!.

Η τηλεοπτική διαφήμιση για το τσίπουρο του Οινοποιητικού Συνεταιρισμού Τυρνάβου, Publicidad televisiva del Tsípuro de la Cooperativa de Vinos de Tyrnavos (la botella de la derecha, arriba).
Μεγάλη ιστορία..., Gran historia...

Τσιλιλή, Τσίπουρο Θεσσαλίας. Tsililí, Tsípuro de Tesalia.

Creo que al hablar del ouzo (y de la música ritzítika, de las raíces) ya me referí al papel que los monjes ortodoxos en la conservación de tradiciones de toda índole en los siglos de ocupación turca y aún antes, con la caída del Imperio Romano.
A ellos se les atribuye no sólo la conservación de los procedimientos de destilación del tsípuro sino poco menos que su invento, como ocurre con tantos otros licores europeos de raíz medieval nacidos y criados en los monasterios, especialmente de la gama dulce (menos de la cáscara amarga, diría imitando palabras de Valle dedicadas a los progresistas de su tiempo).

Los de Athos vuelven a llevarse la gloria pero le dieron una patada en el culo al mi Dimitraki, ¡y eso no se lo perdono!

Nikos Xylouris.   'Egó íme mavros ke áskimos'. Yo soy negro y feo.

http://www.youtube.com/watch?v=0iEb654jFV8&feature=related

Pues tampoco hoy estoy por la labor de hablar de la destilación del orujo griego, fuegos, alambiques, alquitaras, potas y serpentines, como aquí. Como seguro que si continúo acabaré dedicándole otra entrada, al  tsípuro o a cualquiera de ellos, así tengo algo más pendiente que contar.
Hoy vuelvo a estar muy pillado de tiempo y ya son las cuatro de la mañana.  A cambio os dejo más música que otros días, ¡y aún tenía más!.

Agur! 

Νικος Ξυλούρης.  Καυγάδες με το γιασεμι.

Υγεία, salud!

Barbarómiros.

domingo, 15 de julio de 2012

Reunión de currucas -3


Centrada, la Blasensis, en el margen la Pardilla.
Astorga, junio 2012.

Ya voy terminando con el repaso a les patuques de las currucas pardas. Con estos tres capítulos sólo quería recordarlas cuando se cumplía un año desde que inicié esta aventura.

Me faltan muchos pies y algunos muy difíciles de fotografiar porque se entran muy adentro en la espesura. Ese es el caso del Políglota pulgueño que sigue en su aventura atlántica y está a punto de sacar un nuevo registro de trinos musicales con ritmos calientes, ya coloqué un avance, 'Frío',  que repetiré hoy aquí para refrescar la memoria, de su proyecto Lo mejor por venir.

Tampoco veo mucho a la Versicolor, al Ampelis o a la Tomillera, pero por lo menos nos chocamos las patas una o dos veces al año, que ya es algo. Con salud todo se andará.

A los demás los puedo tentar con relativa frecuencia y espero que la distancia no impida otro encuentro con el Cascanueces, con el que pude convivir en su nido en buena armonía, acurrucado, como él dice, en su pecho, que es grande y generoso y con el que cierro este tercer y último capítulo.

La primera imagen es de un encuentro nocturno en torno a unas cervezas entre el Verderón y el Pardillo en una pacífica y cálida Astorga de finales de junio.
Casi me pongo ridículamente poético pensando en ello porque la gran Astúrica Augusta parecía un pueblín de 500 habitantes adormeciéndose en una tranquila noche de verano, cuyo silencio ya no alteraban los vencejos.

En la mediana terraza del bar, céntrico, sólo había otra mesa ocupada. Pasaron dos personas, tal vez peregrinos a Santiago hospedados en la ciudad, estirando las piernas después de la cena y antes de acostarse, tranquilamente, con las manos en los bolsos de sus pantalones cortos.
Pasó un camión de la basura recogiendo los cubos de la calle, como si se tratara del único camión y de la única basura de todo el pueblo, sin apenas ruido. En un pispás desaparecieron como llegaron y volvió el silencio absoluto.

Pedimos otra cerveza. Pasó un vecino con su hija al lado caminando rápido, como si fuera ya muy tarde y se recogieran en casa con prisa. ¡Eran las once de la noche de uno de los días más largos del año!

Pero media hora antes, cuando esperaba por la kurruka, el panorama era idéntico. Un lugar para poetas fuera del tiempo, para la mística, donde se escucha el eco de las pisadas al otro lado de la plaza y la respiración de las horas en el cogote.
Y donde sigue resonando Panero padre, con el brandy en la mano y la muerte revoloteando en su cabeza y en las campanas de la catedral. De la muerte y de la vida habla en su Madrigal lento, pero podría hacerlo de Astorga misma:

'Te haces al deshacerte más hermosa
lo mismo que en la nieve derretida
bajo su tersa limpidez dormida
el tiempo, vuelto espíritu, reposa' 

El Purgarzito. Un adelanto de 'Lo mejor por venir'. MASTER_'FRIO'_RETOC_1.mp4.


Nun ye Asturies nin Xixón, sinon el Mieres de Girona.
Julio, 2012.

Pasamos varios días en compañía del Kaskanueces, la curruca Fidelensis, que nos ofreció su nido como un pájaro hermano. Mos bañamos (se bañaron, yo remojé la pluma y salí a escape!) en aguas greco gerundenses, delante de Ampuries, y paseamos plácidamente en torno al Lago de Banyoles.

Entre las varias excursiones pasamos por los volcanes de Olot de donde traje alguna imagen, no muy lejos está el Mieres de Girona, con un excelente alpiste. Como somos aves omnívoras pudimos regalarnos un Conill amb cargols, Conejo con caracoles de rechuparse los dedos, y esto literal, naturalmente.
¡Aaay si los pilla la Caracolera curruca Cañera, el zorzalín! Pero échale un galgo al conill, ¡dónde está ya! y aunque los caracoles anden menos, poco a poco se llega a Mieres del Camino, muchas millas al oeste de la Garrotxa.

Del encuentro con el Cascanueces castelli me traje mucho calor, mucha paz y silencio, muchísimo amor como cantaban Led Zeppelin, y por lo demás, frescas comidinas mediterráneas y un tomate tan bueno que parecía griego de casa, ese no lo traje, sólo en el paladar y la memoria.

Led Zeppelin - Whole Lotta Love.


Pero la compañera de la curruka, aranesa y catalana, me empaquetó un montón de mermeladas caseras hechas por ella y hasta un frasco de aceite con hipérico llamado Oil de cop, Aceite para golpes, también de su cosecha.

Y sombras, sombras asgaya. De La Escala, de La Bisbal, de Torroella, de...¡y de Albons!, donde el nido, del que sólo dejé cuatro calles vírgenes para la próxima visita.

 ¿Dónde está el pardillo?,

¡Cazando sombras! 


La Cannavina relajada, el Kaskanueces en guardia
Mieres. Girona, julio 2012. 

Y les patuques, por supuesto. Ahí tenéis por fin los pies del Castelli que, como ya indica su apellido, permanece firme (siendo canora pamplonica y medio devota de san Firmín, fío de Firmo, ye lógico), frescachón y bien plantado, mientras el Pardillo espurre les pates y los pinreles calzados con alpargatas de carbonero berciano.

El pie izquierdo del Cascanueces y el derecho de la Cannavina parece que se estuvieran dando un pico, sólo es apariencia como véis, aunque besitos también hubo, y que no falten!.

En próximos capítulos de Currucas pardas dedicaré tiempo al Cascanueces fidelensis puesto que nos vemos muy poco y aprovecharé esta oportunidad que tuvimos, en años, para hablar de su nido, de él y de nosotros. Y cuando vuelvan les Ombres tendré ocasión de volver con él.

Στίχοι, Μουσική: Αργύρης Μπακιρτζής.
Το πολλαπλό σου είδωλο - Χειμερινοί Κολυμβητές, Los Nadadores Invernales.

Salud y kaló kalokeri, Bon estiu, Buen verano!

Cannavina Carduelis, rebétissa, psilikosa.

jueves, 12 de julio de 2012

Reunión de currucas -2


Por la izquierda, la Cannavina con el Esguilatorres.
Oviedo 2012.

Pardos y pardas

Soy el primero que se ha preguntado muchas veces como es que en esta etiqueta todas las currucas pardas que figuran son del género más culino. La explicación es bien sencilla: porque de todas las currucas hembra que conozco ninguna es parda, algunas andan cerca, son atigradas, otras tiran a leonado y hasta a leo pardo, pero las más tienen colores puros llenos de luz y viveza, perteneciendo por tanto a otras especies de canoras que, sin embargo, acostumbran a reunirse con las pardas por aquello del contraste. Los contrarios se atraen.

Por otra parte utilizo con frecuencia el femenino para referirme a estas currucas pardiñas, que ya no son currucos pardos de entrada, queriendo enfatizar así el hecho de que estas avecillas pueden incluso tornar por mor de la indistinción revolucionaria del sex(t)o sentido, porque es gente flexible, pero sobre todo porque defienden la transformación, la libertad, el pelo, la pluma, o la manga ancha, como el plumón o el pelo en pecho. No afirmo que anden virando como veletas, pero todos saben defender también los bienes ajenos, no sólo los propios, bienes que no tienen precio, canorillas.

Pero esta explicación no llega a satisfacerme del todo, hay también una cierta fascinación por la mujer, sea curruca, parda o de otro color, que se parece más a la entrega amorosa o al sexo que a la amistad, donde cabe menos la ironía o el análisis y sí la admiración y el misterio. No se puede desvelar el secreto, por eso lo es.


Abajo la Tomillera, arriba la Pardilla.
San Justo 2012.

Las tres imágenes de hoy son otros tantos encuentros con currucas.

La primera con el Trepariscos o Esguilatorres en Oviedo, a pie de calle en uno de las reuniones para comprar productos ecológicos de la huerta de nuestro común amigo Pacho, el varias veces campeón de España de Tiente de Melones.
El Trepariscos juliensis pasa con su pareja por momentos difíciles de salud, pero saben que todas las canoras, y paseriformes en general, estamos con ellos, mucho más siendo currucas y pardinas.
Aunque apenas nos vemos un par de veces al mes, todavía ayer estuvimos en su nido y languidecimos un poco con el orbayu y la niebla de Asturias en contraste con el sol mediterráneo.

Con la kurruka Tomillera estuve en San Justo por la primavera, aquí junto a las faldas y puntillas de una mesa camilla, en plan familiar.
Esta es una curruca a la que aún veo menos que al Juliensis, dos veces al año como mucho, pues anda por la zona levantina, entre cañas y albuferetas, aprovechando el buen arròs que le prepara su pareja cada fin de semana, ¡qué riiicooo! y muy entretenido siempre con reformas, mejoras y fútboles para veterinarios, o sea veteranos.
Hasta finales de agosto, con suerte, no volveremos a coincidir. Ye poco pero sabroso, lástima.

Y la tercera lo es también aquí en orden cronológico, como el resto de los dos capítulos. Fue tomada en el nido de la Cannavina cuando la Lírika se acercó por allí para regalar a la Carduelis su nueva colección de trinos poéticos.
La kurruka Manriqueña pasó un rato de charla nidal antes y después de la comida, mojada con un vino de su gentileza que nos dejó a todos pallá sin perder el tono, una delicia.
Lo he vuelto a ver en compañía de otros pájaros con manías vegetarianas y alientos budistas, pero también levitando a solas por la rue. Anda flotador de tan delgado y místiko.

Στίχοι  Άλκη Αλκαίου, Letra Alkis Alkeos. Música y voz, Socrátis Málamas,
Σωκράτης  Μάλαμας,. Της σιωπής, Del silencio.

Μάθε τη γλώσσα της σιωπής.., Maze ti glosa tis siopís..., Aprende el lenguaje del silencio... .
¡Bien, abajo la hipocondría y viva la salud!

Aquí la Pardilla, ahí la Lírika.
Oviedo 2012.

El último puntín, para explicar un poco el plan de esta semana y pienso que el del verano, pero también para agradecer esas tres nuevas incoporaciones a los seguidores de Psilicosis.

La primera fue la de Fidel a quien ya se lo agradecí de palabra porque estábamos juntos en el Ampordá cuando se apuntó, somos viejos amigos y currucas pardas los dos.
La de Txell fue una sorpresa porque, aunque somos amigos desde hace poco, también nos vimos en Girona y no me dijo nada, se guardó su regalo que le agradezco ahora aquí. ¡Moltes gràcies, cor!

No sé quién es Tomás Garro, que creo que se apuntó el día de san Fermín, tal vez un pamplonica. Me llamó la atención la foto del Frailecillo que parecía reconocer, una sugerencia marina y avícola bienvenida en este espacio, y aún más, que en su perfil no figure  ningún otro blog. Eso es otro honor. Seas quien seas, Tomás, agradezco tu adhesión y espero entretenerte alguna vez y sacarte las cosquillas con una sonrisa. ¡Y salud!

Y va el plan. Tenía una docena de entradas programadas, hasta el día 10. Se acabaron y a partir de aquí es muy posible que la regularidad no sea diaria porque no me ha dado tiempo a cubrir todo julio y agosto, pero creo que hice bastante para estos meses. Tendréis pequeñas dosis.

De aquí a final de mes haré unas 6 entradas y en agosto tengo otra docena programada. En principio los Ejercicios de  Filokalia Hesikástica (Ombliguil) de la Iglesia Heteróxida me imponen unos días de riguroso silencio a primeros de mes, creo que después se relajará el asunto, yo por si acaso ya programé varias salidas a tirar la basura y veremos si puedo publicarlas y algo más.

Después del 15 no sé si seguiremos vivos para contarlo, dependemos de la caridad y una caña, no está el horno pa bollos.

Y eso ye todo, queridos pajarines y curruquinas, como le contesta Marta Capote (¡que vuelve a poner fotos en Shutterchance!) a un comentario, "¡Qué país!", de Maqroll escueto y certero, "No hay más cera que la que arde"

Οσο Βαρουν τα Σιδερα - Νικος Ξυλούρης.
Cuanto pesan las estrellas - Nikos Xilúris.


Υγεία, Salud!

Cannavina Carduélis, rebétissa, psilicosa.

miércoles, 11 de julio de 2012

¿Gozas, vida?


Zara...

señora.

Este es el diálogo de un chiste muy viejo y bastante simplón que sin embargo nos hace reír aún hoy.
Es la historieta de un joven primerizo sin desvirgar que va de putas. Hay que situarse un poco en la época, entre los sesenta y los setenta, en la educación represiva y clerical del franquismo, es decir en la ausencia de educación de una dictadura.

El chaval en cuestión estaba absolutamente acojonado, pero es que la prostituta ¡era mayor que su madre y el doble de gorda!. Cuando empieza la jodienda la puta le dice al guaje:

¿Gozas, vida?

señora, contesta él con un hilo de voz.


Eso es todo. Pero el chascarrillo me trae a la memoria otra historia, ésta real, que es un calco del chiste, o viceversa.

Entre los dieciséis y los dieciocho años, antes de sacar el carné de conducir, muchos sábados por la noche le cogía el citroën dos caballos a mi padre, en ocasiones con su permiso para ir por caminos de tierra a los pueblos vecinos, pero otras muchas sin su consentimiento para llegar, por carreteras locales asfaltadas, a otras comarcas como la Cepeda, el Órbigo o el Páramo, o cruzando Astorga para ir hasta Maragatería a ver a la Blasensis.

Pero un salto cualitativo fue cuando abordamos las nacionales. Entonces nuestro radio de acción se amplió y pudimos alcanzar también el Bierzo y su capital, Ponferrada, y poco después León, la capi de la provincia.

Estábamos tan salidos, tan ansiosos, tan reprimidos, algunos educados internos en colegios de curas, que las casas de putas se convirtieron en uno de los centros del máximo interés para nosotros.

A las afueras de Astorga, a la vera del camino de Santiago, cuatro kilómetros antes de Castrillo de los Polvazares, estaba La Peregrina, el nombre de la jota maragata por excelencia. Era un chamizo de planta baja, con una barra y un reservado decorado en rojo putero donde se escuchaba a Jane Birkin y otros jadeos prohibidos. Todas las putas nos doblaban o triplicaban la edad y el peso. Bebimos, miramos y nos fuimos. Nos daba mucha vergüenza, pero mucho más ¡asco!.

Íbamos seis o siete, bien apretados en el 2 caballos porque la mayoría estábamos más bien flacos, y hasta escurríos.
El panorama se repitió con pequeñas variantes en el Bierzo, donde estuvimos en dos bares miserables llenos de humo y de mineros derrotados en todas las batallas, como las putas que los descargaban.


Lle...

Y en la capital anduvimos por una calle oscura, chorreante y empinada, en el Barrio Húmedo. Había dos o tres portales donde las prostitutas ofrecían sus blancas y abundantes carnes, un escenario mucho más mísero que el de Robador o las Tapias del Raval de Barcelona.

Detrás de la Pulchra Leonina, la catedral, había una casina de planta baja en medio de un arrabal con descampados, con un numerín y una bombilla de 15 watios sobre el dintel, donde llegamos en cierta ocasión muy muy tarde. Nos dijeron que había que picar. Así lo hicimos.
La iluminación de la barriada era la de un escenario de Dickens, deprimente. Sólo nos acercamos dos de nosotros, los demás quedaron ocultos a la sombra de otra casa cercana.
Al fin nos abrió una mujer con el pelo alborotado, como una bruja. La verdad es que estábamos mudos y acojonaos, creo que fui yo el que hablé, en un susurro:

Nos dijeron...

¡Estamos durmiendo, ya no son horas!, chilló la bruja sin dejarme seguir, y cerró de un portazo.

... Debimos respirar los dos, de alivio, ¡uuuuuuufff !!!, menos mal!...

No obstante, el más famoso de León era un local llamado El Ventorrillo,  pero no el cabaret en el que se convirtió en los 70, ya en los años de las barras americanas y puticlubs más finos del whisky de garrafón y cava peleón. Antes de eso era poco más que los anteriores y más caro. Bebimos, miramos, y mos fuimos.

Y ahora viene el pasaje que me recordó el chiste. Volvimos por Ponferrada porque nos informaron de que "habían renovado la ganadería con reses más jóvenes", no era mucho mejor el lenguaje que usábamos para referirnos al puterío, recordemos que estamos en territorio rural, mesteño y ganadero en definitiva.
El género era de parecida raza y catadura, si no de la misma. Pero el deseo nos había trastornado y uno de nosotros, precisamente el más amanerado y tímido, al final decidió probar.

La fulana le doblaba en años, en kilos y en altura. Estuvimos esperando como una media hora entre borrachos y colgaos, la mayoría de la edad de nuestros padres, y mayores.
La cosa no da más de si. El pobre guaje estaba tan nervioso y aquella mujerona era tan poco atractiva que no fue capaz de tener una erección y consumar el acto, como cantarían Parálisis Permanente mucho después de este episodio, pese a los esfuerzos denodados de la profesional por desvirgar aquella tierna flor.

No nos reíamos de él, que nos contó el pase con total inocencia cuando regresábamos felices en la Cirila, sino de nosotros mismos que nos veíamos en el mismo papel que nuestro amigo pero más cobardes. Desde esa noche no volvimos por aquellos tugurios.

El Púlgar, de su disco "Brabísimo", 'Milagros'.
.
www.youtube.com/watch?v=sI1jkUWgV-A


Salud y sonrisas.

Barbarómiros.

martes, 10 de julio de 2012

Reunión de currucas


En primer término la Versicolor, al fondo la Centenalis.
Castrillo de los Polvazares 2012.

Buenos días. Hemos tenido encuentros curruquiles varios en estos meses, en algunos casos pude fotografiar la parte podálica de estas canoras, como vemos en las fotografías, pero en otros casos no estuve suficientemente atento y se me escaparon, como la confluencia del Mirlo rubio y la Kurruka versicolor, y de la Pardilla con las antedichas. No sé cuándo las volveré a tener a mano ni cuando me darán pie para registrar un nuevo encuentro. Estas cosas pasan una vez y tal vez no vuelven a repetirse...

Este primer encuentro entre las dos currucas, que no se conocían, fue breve pero productivo, y no sólo por la comida, el Centenalis es un estupendo anfitrión y sobre todo un pajarín cariñosu como pocos, un amigo, dicho pronto y bien.  
Es una pena que el Versicolor dejara la trompeta en casa porque igual la Centenalis se arrancaba por soleás maragatas, el acompañamiento no es muy común pero menos común es un maragato con dejes gaditanos, flamencos, por supuesto.

Pero bueno, era un día de descanso, menos para la curruca maragata que, en el momento de la instantánea pedestre, llevaba mucho trabajo a sus espaldas y no creo que estuviera ni para lamentos. Aún así vemos cómo se mantiene a un tiempo relajado apoyando las punteras y responsable con los pies cruzados, formal como es él cuando procede.
   

La Pardilla con la Cañera.
Oviedo 2012.

Camarón de la Isla canta y Raimundo Amador lo acompaña como primera guitarra.
'La luz de aquella farola' (Bulerías).


En el nido-exilio de la Cannavina se produjo este segundo encuentro en una visita que la kurruka Cañera me hizo en un volido directo a la ventana.
Nos vemos poco pese a que no vivimos lejos y menos mal que él es una canora atenta y cumplidora que no olvida cultivar la rosa blanca ni en mayo ni en enero, porque con mi encierro y mi falta de tacto para corresponder a su cariño con visitas de respuesta, sólo merezco el olvido.

Pero no me ha venido a ver como si sólo fuera una cuestión de cortesía, no. Me dice que ha descubierto la Psilicosis y ni corto ni perezoso, así que aprendió a intervenir en los comentarios, se ha puesto a ello con el mayor entusiasmo y eso es para mí una demostración más de su cariño por esta pájara.

Espero que, como buen camaronero, disfrute también esa primera bulería del maestro con el Raimundillo de estrella invitada.


La Cannavina y la Trapiellensis.
Castrillo de los Polvazares 2012.

En el mismo escenario de la primera imagen de hoy y reunidos al amor de un largo, copioso y riquísimo Cocido maragato en Ca Cuca 'La Vaina' donde el Centenalis ejerce de capo, pistolas y recadista, entre otros muchos oficios, nos juntamos la Versicolor y una servidora en un guapo día de primavera con un sol balsámico, poco después de aquel evento leonés con nombre pascual organizado por Felipe Zapico y sus kurrucas lírikas: Dolores de poesía en los bares.

Al día siguiente otra Lola nos dio un alpiste casero también muy rico. A la Versicolor es quizás a la curruca que más veo, gracias también a que ella se acerca por mi nido para interesarse por el ermitaño como hizo la Cañera. Y para más inri suele venir acompañada por algún pescado del Cantábrico, ora una chopa, ora un congrio. Ora...¡et labora! porque no sólo lo trae, también lo cocina, ¡esto es una kurruka parda sin tasa, queridos pajarines!.

De la Versicolor tengo muchas imágenes y algunas robadas en posturas no indecorosas pero sí relajadas de pata, si las ve y da su permiso igual algún día al hablar de ella pongo un ejemplo.


A  la derecha la Fernandina, a la izquierda la Carduelis.
Castrillo de los Polvazares 2012.

Aquí tenemos el encuentro del Pardillo con el Picogordo también en Castrillo, después de otra sobredosis de cocido, en invierno, que es la estación más apropiada para esta colección de platos humildes que figuran bajo el genérico cocido, pero que en conjunto forman un mundo de sabores caseros difícil de igualar.  

Después de una comida muy regada por gentileza otra vez de la Centenalis, de una sobremesa larga con licores espirituosos, paseamos un rato por el pueblo y al atardecer le entramos al orujo, con cierta cautela porque yo debía conducir.

En la foto descansábamos ya al final del encuentro pensando quizás en repetirlo el año próximo si la salud nos acompañara un poco.

He vuelto a reunir algunas otras fotografías de encuentros, con la Kurruca lírika, con la Blasensis, con el Cascanueces..., pero son posteriores e irán en otra entrada, poco a poco, paso a paso o pie a pie.  


Escuela de Música de Llanera. Clarinetes.  "Hay un amigo en mí".

 


Salud a todas las currucas, pero también a otras especies de aves y demás animalicos y bestezuelas que lean esto.

 
Cannavina Carduélis, rebétissa, psilokosa.