viernes, 10 de agosto de 2012

10


Siluetas en la noite.



Salí a tirar la basura...



Llegué a los cubos sin contratiempos pero al acercarme vi unas sombras sobre el muro y me giré. En la acera no había nadie. Tenía la sensación de haber vivido ya aquella escena. Cuando volví a mirar, las siluetas habían desaparecido. Deposité mis bolsas y regresé a casa, pero antes de cerrar la puerta del portal volví a mirar el muro, no excesivamente lejano, allí estaban otra vez las cuatro sombras, muy tenues, como de dos adultos y dos niños. No quise buscar ninguna explicación porque al pasar frente al espejo del portal no vi a nadie. ¿También esto lo había vivido?. Me metí en la cama y me enterré en ella.


Corcobado y Los Chatarreros de Sangre y Cielo. 'Donde no siembra el mal'.



Salud y felices pesadillas.



Ra

jueves, 9 de agosto de 2012

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Oviedo. Moco solidario.



Salí a tirar la basura...


, la noche estaba fría, teñida de un color lívido capaz de deprimir al más optimista, pero no me iba a dejar vencer por la primera impresión que sin embargo, con harta frecuencia, da en el clavo. Respiré profundamente, apreté las bolsas con decisión entre las manos y eché a andar. No hay mucha distancia hasta el punto limpio (¿?), pero a mitad de camino ya estaba más triste que un perezoso viudo. Cuando llegué a los cubos y los vi practicamente vacíos empecé a llorar con gran desconsuelo y me salían unos suspiros como para traspasar el alma al cojinete de acero más duro e insensible. De hecho pasó un paisano con cara de bulldog paseando a un perro de su misma raza y se paró en la acera interesándose por mí. No sabía qué decirle y él tampoco soltaba prenda, sólo me daba toquecillos cariñosos en el cogote cogiéndome el brazo con ternura, hasta que empezó también él a llorar. Le caían unos lagrimones como puños y berraba el pobre igual que una oveya. Nos sentamos en las escaleras que suben al bloque donde vivo y, hombro con hombro y cabeza con cabeza, estuvimos desahogándonos un rato, o sería más propio decir ahogándonos en lágrimas. El bulldog nos miraba como si fuéramos dos extraterrestres. Hasta que llegó una lechera de la municipal que sin duda había llamado algún mal bicho de la mal llamada comunidad, y nos invitó a disolvernos. El paisa me dio un abrazo y marchó trotando y suspirando calle abajo, muy triste. El perro miraba hacia atrás con preocupación como si yo fuera el culpable de la depresión de su amigo. Yo volví a casa desolado haciendo un corte de mangas a los insensibles represores, muy muy triste.


El Púlgarzito. Looking 4 you babe.


Salud y felices pesadillas.



Ra

miércoles, 8 de agosto de 2012

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Saciedad



Salí a tirar la basura...

 
 
, pensaba en el derroche de luz para nadie, porque no había nadie en la calle. Iba distraído enfrascado en esa idea observando la inutil iluminación. Camino de los cubos me crucé con una persona que agachó la cabeza y se dirigió hacia nuestro edificio, abrió la puerta y entró. No le había podido ver la cara y no me sonaba de nada su aspecto y apariencia.  Dejé las bolsas y volví. Cuando estaba llegando al portal un tanto intrigado volví en mí. ¿Y si no era alucinación, y si el tipo me aguardaba detrás de la puerta?. Hacía muchos años que vivía solo en aquel edificio abandonado, en aquella ciudad derruida y deshabitada. No sabía qué había pasado, que había sido de mis semejantes o si los tenía, aquella presencia repentina era cuando menos inquietante, volví sobre mis pasos y desaparecí. No era compañía lo que echaba en falta. Pensé en la zorra y las uvas. Buscaría otro lugar, más maduro, con cubos de basura.


Tom Waits - No One Knows I'm Gone


Salud y felices pesadillas.

Ra

martes, 7 de agosto de 2012

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Ultrasonidos



Salí a tirar la basura...



un poco achispado tras una cena nada frugal para lo que tengo por hábito. Dejé a los chavales discutiendo quién saldría esta noche en la que yo no parecía muy católico. Estaba a punto de pasar el camión de la basura y no era momento de dudas. Llegué a los cubos con tiempo suficiente y no era capaz de recordar qué color correspondía al cristal y cual al papel, todas las bolsas estaban cerradas y no se veía el contenido, ni siquiera se insinuaba. Como no pasaba nadie a quien preguntar, decidí esperar al camión, no podía tardar. De madrugada me despertó un barrendero, me quedé dormido sentado en la acera apoyado en los cubos, custudiando mis bolsas. El día antes había habido huelga en el servicio de recogida de basuras. Nadie me echó en falta en casa.


Discépolo. 'Tormento'. Virginia Luque


 


Salud y felices pesadillas.



Ra

lunes, 6 de agosto de 2012

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Degolladero.



Salí a tirar la basura...


, llegué hasta las cubos pero no estaban. En su lugar había un capazo grande de goma, vacío, pero en el fondo había un líquido turbio que me pareció sangre. No me paré mucho a comprobarlo porque me dieron arcadas. Como no podía dejar las bolsas en la acera volví a casa. Para abrir la puerta del portal tuve que posarlas, pero justo cuando introducía la llave en la cerradura se abrió y salió un hombre a quien no conocía. Me sobresalté, el hombre dijo buenas noches y se alejó, apenas me salía la voz para contestarle. Cogí las bolsas y entré, iba intranquilo pensando que algo se me escapaba. Al abrir la puerta de casa me di cuenta, el desconocido no tenía la cabeza sobre los hombros, la llevaba bajo el brazo.


Catfish John. Grateful Dead.




Salud y felices pesadillas.


Ra