miércoles, 5 de diciembre de 2012

Lizy y Diamandís -2. Las veladas


El humo inicial del primer incendio.
Atardecer, 25/8/2012. Agioi Apostoloi

A los buenos días. Después del chasco que se llevó el pobre Diamandís con mi fuga paellil, se rehizo de inmediato y mantuvo la invitación, pero cocinando Lisy. De acuerdo con ella compró lo necesario y quedó en bajar a recogernos por la tarde.

En el bar de Spiros, donde esperábamos con un par de botellas de vino y unos pasteles, muy puntual, como lo habían sido antes Yiannis, o Popi y Giorgos, allí estaba Diamandís a la hora convenida. Había invitado también, precisamente, a Popi y a Yorgos que, si podían, subirían más tarde con su coche. Lo hicieron ya bastante avanzada la cena y la noche, y se perdieron por los vericuetos y caminos que suben a la casa, otro laberinto. Bajamos a rescatarlos y al fin se sumaron al ágape.

Yo olvidé la cámara en lo de Stavrula y fue buena pena, porque el cielo estaba limpio cuando llegamos con Diamandís esa tarde y parecía adivinarse hacia el este la silueta de Psará, o nosotros queríamos imaginarlo así. Lo cierto es que, al parecer, en días claros sin bruma, se ve bastante bien.
Las imágenes de hoy son del segundo día que estuvimos, el del primer incendio, que veíamos perfectamente a una distancia en línea recta de unos cinco kilómetros, quizá menos, así como el ir y venir de dos avionetas descargando agua.

En la casa tienen Internet, vieron Psilicosis y los autorretratos de los Prototipos griegos, acababa de salir una de las entradas programadas, vestido yo de pope heteróxido revirao. Se rieron con él, y les gustó el cretense y el maniatis.
Los rapaces estuvieron entretenidos con el ordenador ese primer día, antes de la cena y en la larga sobremesa. Hay también copiadora y Lisy le ofreció a la mi morena la posibilidad de sacar las tarjetas de embarque del regreso a Barcelona.
Finalmente no era necesario sacarlas, pero nos volvieron a invitar a cenar otra noche. Nosotros llevamos esa vez usso de Plomari, Lesvos, y una tarta de chocolate helada, de confitería. Por cierto, para tarta de chocolate la que bajó una tarde Lisy, hecha por ella, para el postre en otra cena en lo de Stavrula y Spiros. ¡Qué peligrooo, repetí tres veces!

Los guajes quedaron abajo con Marza y Nikos para salir juntos por la noche. En esta segunda ocasión cenaba también un matrimonio de amigos suyos y su hijo de poco más de 20 años, que nos habían presentado ya abajo en el puerto y que marchaban al día siguiente para Atenas, después de unos días de vacaciones. Subieron con su pequeño todoterreno, los caminos de tierra son infames y muy empinados.
El chaval, Petros, estaba descalabrado, con una brecha enorme en la cabeza, una dificultad grande para moverse y un brazo con fracturas conminutas, escayolado y en cabestrillo: el mes anterior había vuelto a nacer en un accidente en Atenas: con una moto se había metido a buena marcha debajo de un camión.
Active Member.  To telos einai mageia.  El final es magia.
 


Ayi Apostoli  desde casa de  Lizy  y  Diamandís  con la bruma del primer incendio.
Al fondo la silueta del extremo sureste de  Eubea.
Petriés, agosto 2012.

Con Petros charlé de música, me senté a su lado y me aleccionó algo acerca de cómo algunos cantantes griegos famosos, de ambos sexos, iban virando poco a poco hacia lo más comercial, el skyládico o perruno, la pachanga cutre, vamos.

Y con sus padres hablamos de España, porque habían estado aquí y conocían un poco el país. Nos hizo gracia lo que se admiraban de cómo miman aquí los olivares. ¡El terreno debajo de los olivos estaba perfectamente limpio y trabajado!, decían, ¡Kilómetros de árboles sin hierbas!.
Con todos tocamos temas griegos y españoles, un poco de música, de literatura, pintura, cine, o arquitectura para legos. Almodóvar, por ejemplo, es un lugar común al que no ponen un pero. Y les gusta Marisa Paredes. Al Bienlaclava Calatrava, Καλά τράβα, lo tienen atravesao, como nosotros.

En la primera noche nos bajó Yorgos en su bólido alemán. Cruzó una liebre. La carretera asfaltada y estrecha en la que desembocan los caminos va pegada a la costa, muy recortada y con numerosas playas. Curvas, badenes, subidas y bajadas, cambios de rasante contínuos... 
Yorgos nos hizo una pequeña demostración del poderío germano por una zona menos peligrosa, iban los críos. Sería sólo preludio y aperitivo pálido del rally alucinante en el que fui de copiloto unos días después, con Popi sentada atrás. Él se reirá de mí como entonces, si lee esto, pero yo en algunos momentos estaba acojonao. Ya lo contaré.

Y la segunda noche nos bajó Mihalis, el padre de Petros. Es un hombre comedido y templado, e íbamos muy despacio teniendo en cuenta la pendiente, los socavones y los múltiples cruces de caminos. En alguno de ellos nos perdimos.
Es una zona boscosa. Vimos un zorro, y seguíamos viendo las llamas del incendio, triste e impresionante espectáculo que nos había acompañado mientras estuvimos en la casa, y bajando.
Y cada vez lo veíamos más cerca, porque el camino que tomamos se dirigía en aquella dirección. No es que nos preocupara mucho eso, porque estaríamos a no menos de tres kilómetros, pero era otra cosa más a tener en cuenta. Ángela, más nerviosa, miraba a su marido de hito en hito.

Sería la una de la mañana cuando salimos por fin a la carretera, pero no estábamos seguros de que fuera la dirección correcta, bajaba y bajaba en un descenso impresionante y pensamos que tal vez terminara en una playa. Milagrosamente nos cruzamos con un hombre que subía en su motoreta. Mihalis, en una muestra de valor y destreza, casi impropia de su edad, tampoco es muy mayor, cincuentaymuchos, sesenta tal vez, paró y se puso a dar la vuelta allí mismo, con aquella pendiente y aquella estrechura, ¡badre del abor herbosoooo, pa habernos matao, curruca!!!

Alcanzamos al de la moto y nos indicó la dirección correcta, que era la que llevábamos, ¡aunque perdidos, íbamos bien orientados!. Volví a rememorar nuestra subida a Anoyia...
 
Nikos Xylouris en una taberna de Heraklion. 1961.
 


Noreste, al fondo la isla de  Skiros.  Esporadas.
Grecia, agosto 2012.

Las cenas de Lisy fueron riquísimas y por ello, desde el más puro egoísmo, tampoco me arrepiento de haber rechazado los fogones para el aparejo de la malhadada paella.
Hace una cocina muy griega, sabrosa y nutrida. El primer día cenamos una carne de ternera estofada, con salsa, que era pura manteca. La acompañó quien quiso con unos macarrones al mizitra. Había también ensalada y feta. Y para quien gustara sólo del horno, tierno cordero.

Y para la segunda noche, Diamandís había cogido unas sarganas, agujas, recién pescadas que Lisy frió y fueron el plato principal. No es un pescado que hayamos comido muchas veces, pero éstas fueron las mejores con diferencia. Venían acompañadas por una skordalia especial de Lizy, una salsa de puré de patata muy popular en Grecia, con ajo (skordo), sal, aceite, y en este caso más ingredientes, como almendra molida. Por supuesto había de nuevo ensaladas y feta. Y otro guiso con tomate, berenjenas y cebolla que me recordaba el sabor de las imam, suave como una crema.

Y el vino de Diamandís. Tenía dos blancos frescos del año. Ellos distinguen entre el crassí, que es el genérico para el vino, del oinos (ínos), la antigua denominación, menos usada y más específica, que todavía figura en las botellas. En principio el crassí sería el vino neto y el oinos al que se le añade agua o hielo para rebajarlo, como hacían los antiguos griegos, éso creí entenderle a Diamandís.
Consulté esto con el mi Dimitraki, porque siempre usamos el término crasí y nos dice que es lo común. Ínos es  palabra en desuso y desconocía que fuera vino aguado.
Como ellos no atienden al precepto de Cervantes, "No le eches agua, Inés, al vino, no se te maree el vino", siguen añadiendo hielo para refrescarlo. Hay que pensar en el calor de Grecia para disculparlos, ¡y nosotros añadimos gaseosa, que es peor!

Pero sacó también un tinto añejo que decantó con tiempo, en una temperatura ideal. Yo me arrimé a él como el toro a la querencia. Era denso casi hasta la masticación, muy afrutado, algo meloso, intensamente oloroso, y no son palabras para el texto publicitario de una etiqueta que no tenía.  Casero, algo turbio y potente de grados, como no podía ser de otro modo.
Dejé claro que me había gustado porque me apliqué. Lo volvió a sacar Diamandís la segunda velada y bajó unas cuantas botellas a lo de Stavrula la noche que cenamos todos allí, en la despedida de Popi, Yorgos y sus hijos. Para nosotros, que nos permitimos pocos lujos de ese calibre, por economía, pero también porque es difícil dar con un caldo semejante, fue un acompañamiento de categoría.

No he querido describir a Lizy por discreción, pero lo voy a hacer, porque es una mujer con una personalidad apabullante y espero que no se moleste, todo lo que diré será con cariño.

Lizy tiene la piel y el pelo cobrizos, la belleza y la prestancia de las gitanas más elegantes. Sé que el racismo nos ha hecho interpretar, en toda Europa, lo gitano como sinónimo de sucio, descuidado y de poco fiar. Pero todos sabemos lo que esos prejuicios generalizadores tienen de verdad y de mentira. Y no digo que Lizy sea gitana, sino que luce la hermosura de lo mejor de esa raza. Una figura gallarda y un pelo de real majestad.

Es una griega especial, con una retranca en la mirada, ¡tan sabia!, como la del más redomado, hábil, guasón y escéptico Aristófanes. Por no compararla con Lisístrata, porque ya me pasaría. Se fuma unos puritos finos y largos con la elegancia de un dandy, de una lady de los años veinte.
En esos detalles es más helena que los paisanos más griegos. Bueno, las mujeres, griegas o de donde sean, cuando reunen arrestos para hacerse respetar en un mundo masculino en su contra, son algo grande.

De Diamandís no digo nada, porque esto de darse jabón entre paisanos no está bien visto, pero que conste que es un buen hombre, un gran amigo y que nos reímos mucho los ratos que estuvimos juntos. Buen madrugador también en la parea de Spiros. Y si ya lo dije lo repito ahora: un tierno amigo de los animales, los gatos, los perros, y hasta las gallinas lo saludan alborozadas, porque a todos mima y da de comer. ¡Ríete, Diamandís!

Volveré con ellos cuando hable del segundo incendio, que los rodeó y amenazó, porque tengo alguna foto sacada desde Petriés, el pueblo de Yiannis Tsakós, como sabéis, donde se ve la casa a lo lejos sobre terreno quemado, después de pasado el gran susto.

El Lebrijano.  Qué hermoso pelo tiene.  Bulería.
 
 
Υγεία, Salud!
 
Ramiro

martes, 4 de diciembre de 2012

Οδυσσέας Ελύτης, Odysseas Elytis -3


Grecia,  agosto 2012

Vamos con unas cuantas citas de Το άξιον εστί, Áxion Estí, de 1959, que mereció el Nacional griego de Poesía en el 60, traducción de Cristian Carandell para Plaza y Janés (Dignum est, 1980 ). Y empezaré por la voz del propio Elytis recitando una parte del poema.

Ο Οδυσσέας Ελύτης διαβάζει Το άξιον εστί. Elytis lee el Áxion Estí.
 
-"Con la azada todavía entre las manos", la última cita del anterior capítulo, me hizo recordar unos versos más recientes de Seamus Heany, del poema, titulado aquí, Cavar:
 
Entre el índice y el pulgar
descansa la gruesa pluma:
cavaré con ella.  
Y otra vez la luz, volviendo a Elytis: 
 
"Busqué la blancura hasta la suprema intensidad
de la negrura. La esperanza hasta las lágrimas.
La alegría hasta la extrema desesperanza"
 
-"La isla con golfos de olivares... " (Lesbos)
-"Más allá, a lo lejos, en el extremo de mi alma/ vi pasar un secreto..."
-"A las tres de la madrugada/ cantó a lo lejos sobre los barracones/ el primer gallo" : (Ésta la tenía entre la colección de citas de todo tipo que reuní para mi cuento Machito follador, de "27 amaneceres y un poema al oeste de Anatolia").
De La Pasión, II, comienzo:
 
-"LA LENGUA me dieron griega
pobre la casa en los arenales de Homero"
 
Οδυσσέας Ελύτης. Νένα Βενετσάνου. Το Μαγισσακι. El brujito.
 

-Lectura Primera. La marcha hacia el frente.

-"Porque casi siempre lloviznaba fuera, en los caminos, como en nuestra alma"
-"... conforme tenía por costumbre, siempre a la misma hora clareaba el día"
-"... reclinábamos la cabeza por el lado pesado, por el que no salen sueños"
-"Éramos campesinos de otra especie, con piquetas y herramientas de otro tipo, malditas sean" (las armas...)
-"En mi poder estaban/ la Némesis, el acero y el fraude" (C): (A quien le interese propongo compararlo con el poema nº XIII del libro de G. Ritsos 13 Poemas para Kavafis, del que hay traducción al castellano).
-Lectura Segunda. Los muleros.
 
-"... sólo el que combate la oscuridad en su interior, tendrá mañana un lugar propio al sol"
 
-..."y sobre ellos arde la memoria/ zarza que no se consume" (V) 
 
-"¡LLEGARON/ con galones dorados/ los rapaces del Norte...!"
 
-"¡Dónde hallaré mi alma... lágrima de cuatro hojas!"  (VIII)

 Ο Οδυσσέας Ελύτης.  Το Τρελοβαπορο. 
 

Grecia  2012
 
-Lectura Tercera. La gran salida.

-"... más allá del borde de la desesperación..." (IX)
-"¡Este es/ nuestro siempre invisible Judas!"
-"... para depositarlo en los Campos Elíseos y la Casa Blanca"
-"Pero ningún paso por el que pueda el sol conducir su fama al futuro"
-"Y el día del Juicio ninguno, porque
nosotros, hermanos, somos el día del Juicio
y nuestra es la mano que será divinizada
¡arrojándole a la cara las monedas de plata!"
-"... y en el matorral quema nuestra agonía/ él sólamente se digna mear" (X)
-"... de noche con la siringa de día con la lira"

-Lectura Cuarta. El solar de las ortigas.
 
-"¡Mirad, dijo,  mirad a los hombres que, por lo visto, quieren cambiar el curso del mundo!"
-"La noche sopló   apagó las casas/   y es tarde en mi alma" (h)
-"No resisto más/ ni las encrucijadas que conocía tienen ya salida..."
-"Los jodeperros comemuertos y tiemblómanos/ dirigen el futuro con excremento": "Chaganes cabezabuitres" (XI)
-"¡Ante los ojos un delfín traédme/ que sea veloz, y griego, y por hora las once!" (XII): (Aquí me vino a visitar César Vallejo...).  "¡Quitádme las entrañas/ yo he cantado!" (XIII).
-"¡Compañeros, el hambre/ nos ha ensombrecido el alma!" (I) 

Οδυσσέας Ελύτης. Hlias Andriopoulos, Alkistis Protopsalti.
 Το τραγούδι του Αρχιπελάγους. La canción del Archipiélago.
 
 
-Lectura Quinta. El patio de los corderos.

(Guerra civil, 1944-49) 

-"... el grillo, pertinaz como el remordimiento...": (En otro capítulo puse una canción de un poema suyo dedicado a los grillos).
-"LOADO SEA, el candil que pasa/ lleno de ruinas y negras sombras..."
 
En esta parte final tengo apuntadas muchas referencias a personajes y hechos mitológicos, de Bizancio, etc. que van apareciendo en el transcurso de la lectura. En todo el libro en realidad.
Al igual que ocurre con la literatura clásica, donde una pequeña obra te puede llevar a un sinfín de lecturas a través de las múltiples y riquísimas referencias que se encuentran, en muchos poetas griegos modernos ocurre algo semejante, debido al enorme bagaje cultural de su país, el mismo Elytis se refería a ello en una cita de un capítulo anterior (Y en el discurso de aceptación del Nobel en 1979).

Copiaré algo de esos apuntes.
-"Los colores del Himeto": (El violáceo por el que Atenas es la ciudad "coronada de violetas")
-"El Principe de los Lirios": (Famoso fresco minoico en el museo de Hiraclion, Creta)
-"La canción que Liyerí cantó en el Hades": (Canción popular, Liyerí en los Infiernos, mientras, arriba, su familia no la llora y se divierte)

Stoke newington cemetery London, 2007. Música, Yannis Markopoulos. Versos, Odysseas Elytis.
Canta, Mariza Koch. Alonaki. 


Grecia,  verano 2012

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"Alcioneo" (asno poderoso), espíritu del Siroco, el aliento del Onagro, o Tifón, que trae las pesadillas, induce a las violaciones, al asesinato, al suicidio. Sileno, sátiro maestro de Dionisos (Baco), pretendía haber derrotado a los Gigantes con el formidable rebuzno de su pollino, "pero Sileno está habitualmente borracho y no distingue la verdad de la mentira".
De los vientos habla mucho Elytis, no sólo en el título de su poema El pequeño Bóreas. No sé si de todos los que tengo apuntados, porque yo creo que aquí está la mayoría, alguno citado con nombres diferentes. Que me corrija Ana Capsir, que ella sabe, si me equivoco en la dirección:

La Tramontana, el Bóreas, del norte. El Meltemi, Grego, Gregal, del noreste. El Gloria, Maestral, Mistral, el Cauro, del noroeste. El Levante del este y el Poniente, el Céfiro, del oeste. El Ostro, Ostria, Austro (Cántico de San Juan de la Cruz...), del sur. El Siroco del sureste y el Garbino, Garbís, del suroeste.
Sobre la dirección de los vientos tengo siempre dudas de grados, en Limnos y Lesbos me parecía que el Meltemi venía del este, netamente, pero en Eubea o Samos me daba la impresión de que soplaba más del noreste.

Entrada de Ana Capsir en Navegando por Grecia, explicación de la dirección del Meltemi.
 

Y hay curiosidades, como que la fruta que más aparece en sus poemas, apreciación personal, es la granada, mediterránea a carta cabal.
Montes que a cualquier aficionado a Grecia le suenan: Pindos, Ródope, Parnasos, Olimpos, Timifristós, Taigetos, Dirfos, Áthos, Ainos...

El poema mítico del Áxion Estí, a su vez canto litúrgico ortodoxo, una fórmula de alabanza que precede a un himno bizantino a la Virgen, cuyo modelo recrea Elytis, lo escribió el Arcángel San Gabriel con el dedo, grabándolo en una losa de un monasterio de Áthos. El icono de la Panagía de la celda donde ocurrió el prodigio, también lleva ese nombre.

Me falta la parte traducida por Alfonso Silván para Akal, Federico García Lorca, las Equivalencias en Picasso. Y de Lo consanguíneo la Oda a Picasso, que nos interesarían aunque nada más fuera porque son de los nuestros. También Μαρία Νεφέλη, 1978, Maria Nefeli, traducción de José Aº Moreno Jurado (90), Προσανατολισμοί, Orientaciones, 1940, traducida para Guadarrama por Ramón Irigoyen (96), y más cosas.

Pero aquí me quedo, porque aún tendría notas para otros dos capítulos como éstos. Algún día tal vez.

Οδυσσέας Ελύτης. Τα Ρω του έρωτα, Las erres del amor. Dimitris Papadimitriou.
Eleftería Arvanitaki. Όλα τα πήρε το καλοκαίρι. Todo se lo llevó el verano.
 
 Salud y mucha poesía.
 
Ramiro

domingo, 2 de diciembre de 2012

Con el mirlo rubio



El  Aedensis.  Esperando la  Cannavina y la  Popa.
León, septiembre 2012

Buenas lluvias. Pasé un día soleado por León en septiembre y quedé con el Mirlo rubio. Cogió las vacaciones tarde y volvía de sus cuarteles levantinos.

Ya tenía ganas de verlo, la última vez había sido en mayo, el viernes de Dolores de poesía en los bares, evento de Felipe Zapico y colegas, al que me llevó desde Oviedo la kurruka Caesarensis. Esa noche se fue a su nido más pronto de lo habitual y yo quedé con la Versicolor, que también tiene nidada fraternal en Laionsiti.
En ese tiempo hablamos por teléfono sólo una vez porque, entre mi recalcitrante alergia a los aparatos y su mudez pertinaz, no encontramos momento.

Por la mañana estuvimos viendo fotografías y escuchando música, siempre me tiene reservada alguna novedad interesante, en cuestión de imágenes y trinos, esta kurruka parda y rubia. Unos cafeses y a sacar a la Popa.
Me prestan estos paseos por León con la perra, me recuerdan a los nuestros con el Mon. En torno  al barrio de este pájaro hay varios jardines y zonas verdes, es muy animado y pocas veces salimos más allá de sus límites. Unas cervezas, unos vinos, unos pinchinos y a caminar.

Parece mentira que después sea tan callada esta canora, porque en vivo aunque trine bajo, trina, gorjea y silba como todos los mirlos, es decir, bastante y con arte.
Le dimos al pico bueno sin parar, hablando, sobre todo de Yiannis Tsakós del que yo le traía noticias y recuerdos. Hablé mucho con Yiannis de él, de sus fotografías sobre todo, pero también de sus gustos musicales, o de nuestra amistad. A través de Facebook, en el que los dos militan, tal vez se comuniquen más que nosotros, que estamos a 120 kilómetros. Así ye la vida. Pero yo no lo cambio por un par de días al año de real presencia, qué quieres que te diga.

En general Shutterchance, pero sobre todo los colegas que tengo aquí en favoritos, fueron otro punto de interés en la conversación, algunos son de León, además, y aunque no vivan ahora allí, se conocen y hay amistad.

Esta parda está colgada de la máquina de una manera enfermiza, ¡no vive!, va por la calle  abriendo los ojos como si fuera un búho y no un mirlo. A veces cacarea, se lo dijo la curruca hembra que lo acompaña, buena amiga.
Hablaba el otro día del pacto que hicimos Txell y yo en Girona para dejar a un lado las fotos y disfrutar de la conversación y de la amistad. No es que el Aedensis me dejara con la palabra en la boca, pero cuando veía algo de interés se le movían las alas solas, me miraba sabiendo que lo disculparía y alzaba el vuelo, ya con la cámara en el ojo azul con bisos verdes  y grises. Ojo marinero el de esta curruca.
Regresa rápido, pero fatigado, la pulmona castigada por años de fumaera.


León,  septiembre 2012

Yo prefiero sacar el arma poco y observar lo que el mirlo fotografía, después me llevo alguna sorpresa cuando vuelvo a ver aquella imagen en la pantalla.

Y si no, siempre se puede llevar también una máquina en el bolso y disparar cuando apetezca, pero entonces el paseo ya es otra cosa, una especie de diálogo skatalítiko de imágenes, y entre foto y foto, unas palabras, unas risas y unas birras. ¿Por otra parte, qué más se puede pidir?

Me supo a poco, claro. Comimos los tres muy animadamente y me fui por la tarde dirección Maragatos.

Pero me traje, por ejemplo, la música de hoy, que ya la he subido al blog agradeciendo al rubio su consejo y buen gusto. Hoy lo vuelvo a hacer.

Music & Lyrics by Roberta Giallo, Arrangement by Valentino Corvino.
Live, Monza, 7 settembre 2012 .
Roberta Giallo & Arkè String Quartet .   Via di qua.  
 

Salud kurruka, y a todos!
 
Cananavina Carduélis, pardilla común, rebétissa, psilikosa.


P. D. Geotropía:

Que no daría yo por unos versos de presencia,
con las horas de tu ausencia,
sin las luces de este otoño despejado,
sin embargo, con retardo.

Lucas

Dobre utra

Escucha:

Anouar Brahem, Oud. François Couturier, Piano. Jean-Louis Matinier, Accordion.
Anouar Brahem.  Le pas du chat noir.  El paso del gato negro.

http://www.youtube.com/watch?v=57ZEtzSEbaM&feature=player_embedded#!

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sábado, 1 de diciembre de 2012

Gamusinos políticos


Tela sobre tabla. Técnica mixta. 47,5 x 49,5 cm.
Ramiro Rodríguez Prada. 1998.
(Propiedad de Julio López)
 
 
Gamusinos políticos

 
Salen por la tele chiflaybailas
que dicen que las ranas baten alas
las vieron planear en vuelo bajo
muy cerca del congreso y el senado
 
En era de batracios nos contaron
la ranas tienen pelo y era cierto
siempre bien afeitado es lo correcto
como su lengua pegajosa y lisa
 
Con plumas y con pelo el gamusino
y un algo de murciélago y de sapo
todos juntos se comen los mosquitos
las moscas del congreso y el senado
 
 
De Interrogatorios y Otras partidas perdidas. 2012.
 
Ramiro Rodríguez Prada
 

Woven Hand.  Ain't No Sunshine.
 


Salud y buen día.
 
 
P. D. Repito dos direcciones. Hoy, 1 de diciembre de 2012, inaugura Marta Capote una exposición de sus fotografías en la Coruña, que estará todo el mes en el Café Dársena, el más auténtico, dice ella. Lleva por título Desde allá. "Mola verlas a su tamaño en la pared del Café con vistas", me anima. "No la haré pública en la red hasta mediados de enero". Quien tenga ocasión que se de una vuelta, se tome unas birras y le de un abrazo a Marta de mi parte.
 
El cartel de la exposición.   Desde allá.



Y las nuevas imágenes, ya del pasado día 20, de Nuno García.   La Cabrera, hoy.
 
 
 
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viernes, 30 de noviembre de 2012

30


Capone en Albons, 2012.


Salí a tirar la basura



Nada más asomar el morro a la calle me olí algo raro. Había un vehículo junto a los contenedores que no me resultaba conocido, uno de esos modelos americanos que aprovechan la moda retro para actualizar prototipos de los años cuarenta y cincuenta. No se veía a nadie y el silencio era perturbador. Apreté las bolsas con fuerza y me dispuse a cruzar la calle. Iba pendiente del coche, los cristales oscuros impedían ver el interior a esa distancia, pero cuando estaba en mitad de la vía noté como si una sombra se hubiera movido dentro de él. Por un instante me detuve, pensando que tal vez había sido mi propio reflejo el que se había movido en los cristales laterales posteriores. Pero ya el resto de los pasos que me faltaban para llegar a los contenedores los fui dando con cautela, sin perder de vista las ventanillas del automóvil. Estaba a la altura del auto, cuando vi que se abría una de ellas y lentamente asomaba lo que desde el primer momento me pareció el cañón de un arma. Yo había quedado paralizado a un metro del coche y a dos de los contenedores, noté que apretaba las bolsas como si me fuera la vida en ello. Salí corriendo de pronto hacia casa, perseguido por las balas de la ametralladora, que rebotaban en el asfalto a pocos centímetros de mis pies y me silbaban en los oídos como petardos de feria envenenados. Llegué jadeante y demudado. Nadie me había visto, nadie había escuchado nada. Guardé las bolsas en el garaje para el día siguiente. Cuando me acosté miré discretamente por la ventana. El coche había desaparecido.



John Coltrane. Mr. P. C.
 
 
 
 
 
 
Salud y felices pesadillas
 
 
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