sábado, 18 de mayo de 2013

Η Κρήτη, Creta -13. Χανιά, Janiá


La sombra del  tsikudiá

Música y trajanás

Buenos días. Me da cierta pena y mucha pereza abandonar Frankokástelo, Sfakiá, al loco de Patzianós, para volver a Janiá, pero me urge terminar los capítulos de Creta porque me quedan dos por lo menos y quería tenerlos listos antes del verano, cuestión de planificación.

Con las mochilas cargadas de auténticas delicadezas caseras sfakiotas, salimos de mañana con el taxista del pueblo, que nos hizo un precio cretense no muy lejos del que hubiéramos pagado por el autobús, que no había ese día además, en un viaje de poco más de dos horas, y no el medio día que echa el bus parando en todos los pueblos, que no es caro y está muy bien por otra parte, pero que ya habíamos hecho al llegar.

El pequeño volvió a marearse porque ya expliqué que la carretera salva tres puertos con desniveles y curvas de primera especial, sobre todo el de Ímbros, en realidad como la mayoría de carreteras que atraviesan la isla de norte a sur.
Volvimos al Neli, el hotel que nos había buscado Akis junto a su tienda de recuerdos, una habitación enorme con un balcón y una ventana que daban a la plaza de la catedral. A él le compramos alguno de los recuerdos y regalos, y nos indicó tiendas del Mercado Central, donde trabajaba su compañera. Mercado del que ya hablé y que no hay que perderse.

En una entrada de Lo que se comió, dedicada al Tsikudiá, ya hablé del encuentro con Nikos la primera noche en Creta, un camarero con el que hicimos amistad los tres primeros días que estuvimos en Janiá. Donde, por cierto, no llegamos a finales de agosto como escribo en ese capítulo sino, como me corrigió la mi morena, a mediados de septiembre.

Excepto cuando la hora de la comida o la cena nos pillaba lejos, comimos y cenamos en su chiringuito los cinco días que en total pasamos en la ciudad.

Además de darnos a conocer a Manoliudis, también nos presentó al dueño de una tienda de discos donde compramos algunos de los Cds. que trajimos ese año. La hija del hombre estudiaba español. Apenas entraban españoles y nos hicieron los honores allí mismo, sacó una botella de tsikudiá y unos trozos de trajanás para invitarnos. El hecho de que conociéramos el trajanás le pareció tan extraordinario que sólo con ese detalle ya lo habíamos ganado.

Αντώνης Σαλούστρος, Λαούτο. Γιωργης Βρεντζος Κατης, Μαντολινο. 
Δημητρης Ζωγραφακης, Κιθάρα. Νικος Γκαλονακης, Κρουστα.
Τραγουδι, Γιοργης ΜανωλιουδηςYiorgos Manoliudis.   Kopida.  Kontiliés.

ΤΡΑΧΑΝΑΣ
Παπαδοσιακα προιοντα της  γιαγιάς. 
TRAJANÄS.  Productos tradicionales de la  abuela.

El trajanás es una sémola de cereales, generalmente de trigo, molido más grueso que la harina normal, que en Grecia mezclan con leche cuajada y secan después hasta que pierde todo el agua. Es tradicional y lo consumen en todo el país.
Alimenticio pero con su aspecto de golosina de pobres, tiene muy poco sabor, un tanto soso, tal vez domine la acidez de la cuajada, pero en ocasiones le echan algo de azúcar. 

No es raro verlo, a veces aglutinado en trozos grandes, secando en el interior de las casas, sobre una tela en alguna cama que no se usa, junto con los espaguetis, macarrones y pastas en general, que los griegos acostumbran a preparar artesanalmente. Luego se los comen, a veces duros como piedras, royéndolos.
 Μαρτσάκης. Μουσικοί του Κόσμου: Κρήτη Ά. 


Es casi un alimento ritual para los griegos, nutritivo, de fácil transporte y larga duración, que en tiempos debió engañar el hambre de muchas personas. Imagino a los pastores, a los pueblos trashumantes o itinerantes de los Balcanes, a los desplazados de todas las catástrofes, a los niños, incluso a los marineros y pescadores, sacando del bolsillo su trozo de trajanás como otros podían sacar una castaña pilonga. Pero esto es especulación mía.

La foto inferior reproduce mejor el color original del trajanás, más blanco que amarillento, no como el que se ve en la imagen superior, muy teñido por el reflejo del fondo.

Después, Tomadakis, que era el apellido del hombre de la tienda, de nombre Nikos como nuestro colega, sabiendo que habíamos pasado el mes en Frankokástelo nos regaló por su cuenta dos Cds. de música sfakiota, uno de ellos editado por la radio cretense, grabada en directo en fiestas de la región con los pistoletazos que se oyen mientras suena el sirto o la ritzítika. Como en el caso del vídeo de arriba, en esa Panayía cretense, con Martsakis, del que vuelvo a poner al final otro tema en compañía de sus colegas cantando ritzítika, hoy va de raíces.

Kostas Moundakis. Solista,Vaggelis Kopasis. Kallíkrates, Sfakiá.  Rizítiko.

El blanco  "arroz"  del  trajanás


El Kriti

Llevábamos muchísimas direcciones de cosas interesantes que ver, de platos sabrosos que probar, de locales populares con música en directo que escuchar..., de Janiá, de Rézimno y de Hiraklion, pero enseguida nos dimos cuenta de que en un mes no íbamos a poder hacer más que un pequeño acercamiento a la isla. ¡Mucha Creta!, ya lo vengo apuntando.

El Kriti es el local de música cretense tradicional más famoso..., en el extranjero. Eso no quiere decir que no tenga mérito, especialmente sus músicos.
Está junto al puerto y los depósitos venecianos, de hecho debe ser uno de ellos pues tiene su misma arquitectura, un túnel de bóveda semicircular de unos cuatro metros de ancho por veinte de profundidad, con mesas a ambos lados de las paredes y una pequeña barra al fondo. A partir de las 9 de la tarde hay música griega en directo.

Son dos o tres músicos, lira y laúd, que también cantan, a veces mandolina o guitarra y la contribución de espontáneos cretenses, como si fueran los músicos invitados, a los que se une en algún tema el dueño, que también baila e invita a los turistas más atrevidos o conocedores, no es mi caso.
Sólo abre por el verano porque el resto del año se lo pasa en Finlandia, con otros músicos tradicionales de la isla, pues en ese país hay una afición extraordinaria a la música griega y cretense en particular. Tocan en restaurantes y tienen una especie de academia musical donde enseñan a cantar y bailar cretense a los, parece que no tan fríos, nórdicos.

Estuvimos una noche cuando llegamos y la última antes de marchar, después de comer unas pitas tempraneras en lo de Nikos. En la primera ocasión estaba a tope de turistas, franceses, alemanes, ingleses, holandeses y algunos italianos. También griegos. Nos sentamos junto a una pareja de Friburgo y fue inevitable hablar de Kazantzakis, que murió en esa ciudad, medio ignorado. No eran alemanes de la Merkel, por cierto.
La última noche había cuatro parejas de turistas y media docena de griegos solitarios. Se terminaba la campaña estival y en ese mes de octubre el descenso del turismo era ya notorio.

Ριζιτικο απο τον Αντωνη Μαρτσακη και την παρεα του.

Canción de las raíces.  Andoni Martsaki y sus amigos.

http://www.youtube.com/watch?v=oe9KvCek2XI

Esa noche tocó durante bastante tiempo un sfakiota al que hice acompañamiento de palmas más flamencas que cretenses, porque él me las pedía una y otra vez, y cuando en alguna ocasión aflojaba volvía a mirarme para que siguiera. Me dedicó una mantinada, "al hombre de la barba", dijo señalándome. 
Cuando terminó su actuación vino a saludarnos muy atento a nuestra mesa y pudimos charlar un poco con él. Al influjo del rakí con el que brindamos, el tema de la conversación volvió a ser Sfakiá cuando supo que volvíamos de pasar allí nuestras vacaciones, parecía que le hubiéramos alegrado el día y nosotros contentos también, de la suerte de haber acertado un poco en nuestro destino de ese año y de las casualidades felices. Más felices, si cabe, con raki. 

Las dos veces que fuimos al Kriti salimos casi los últimos. Cerraban sobre la una y llevábamos allí tres horas. Los niños habían dormido la siesta y estaban bastante enteros después de todo. La mi morena bebía té y algún chupito de tsikudiá, yo le daba al último sin prisa pero sin pausa.

Todavía estaba Nikos en el chiringuito, solo. Nos hizo una pitas y cerró. Quería llevarnos a dar una vuelta por la ruta de los camaretas una vez que cierran las tabernas, humildes after hours del momento.

Pero ese pequeño periplo nocturno por Janiá, más la tienda de ajedrez y la caja de los productos cretenses con su historia, lo contaré en el siguiente o siguientes capítulos.

Me voy con un trío bien marchoso puesto para la foto en las montañas de Creta, contra el cielo. Mañana continúo. 
Κακλης. Φουρναρακης. Μανιαδακης.   Syrto.

http://www.youtube.com/watch?v=lGC9PJJQAzo

Υγεία, Salud, palikaris!

Barbarómiros

viernes, 17 de mayo de 2013

Ο Γιάννης Δερμιτζάκης, Dermitzoyiannis


Grecia,  agosto 2012

Ο Γιάννης Δερμιτζάκης,  Δερμιτζογιάννης


Buenos días. Vamos con el que hace el número cinco de esa colección de primeros maestros, Protomastores, de la música tradicional cretense que me ha servido de guía en los últimos capítulos de esta etiqueta.
Γιάννης Δερμιτζάκης, Δερμιτζογιάννης.   Ήρθες παιδί μου.  Vuelves, hijo mío.

http://www.youtube.com/watch?v=hkQkMTQGlsE

Puesto que hay muy pocos datos biográficos, y en la red se repiten los que incorpora en el libreto el CD que tengo de él, me limitaré a repetir lo conocido. El autor de los comentarios del disco, Manolis Dulyerakis, es un filólogo, más tarde explicaré porqué se ocupó de la redacción.

El CD  tiene dieciseis canciones entre las que figuran las más conocidas suyas, pero yo fui sacando de youtube temas que no había escuchado, grabados en discos de 45 r. p. m., como es el caso de estos tres primeros, registrados en los 60 y ya disponibles en compacto, según podemos leer en la información que proporciona quien subió la canción.

 Δερμιτζογιάννης.  Στο Πέρασμα των Τρυγονιών.  En el Paso de las Tórtolas.

hhttp://www.youtube.com/watch?v=EnI4t-YV200

Aunque había empezado a tocar ya en la adolescencia, su primer registro en solitario es de 1953, con 45 años, un poco mayor para lo que fue habitual entre los maestros. Pero a partir de ese año se multiplicaron las grabaciones. Es el máximo representante de los músicos del este de Creta.
Virtuoso de la lira, como del violín y el harpa, guitarrista, es el típico ejemplo de músico polifacético que escribe, canta y se acompaña con su instrumento.

Muy querido en toda la isla por su forma de interpretar y el gracejo con el que enfrentaba su oficio en directo, expresivo y cachondo, se valía de chascarrillos, letras satíricas y giros humorísticos populares, para seducir a su público, dentro de una temática muy variada. 

Δερμιτζογιάννης.   Μικρό μικράκι. Pequeño pequeñín.

http://www.youtube.com/watch?v=vagE4es24rw

Estamos quizás ante el escritor popular de mantinadas, kontiliés sobre todo, más importante de la historia de Creta.
Como sucede en el resto de las músicas tradicionales de todo el mundo, al igual que en el flamenco o en nuestra tonada asturiana, no se conoce al autor de muchas de las letrillas, pero Yiannis fue tan prolífico y cuidadoso, que apuntó cientos de las miles que escribió a lo largo de su carrera.

Además de sus guiños a la ironía, a la broma y al humor en general, sus temas van del sufrimiento a lo amoroso, pasando por los relatos de la posguerra europea y civil en Creta, los afanes y querencias de sus compatriotas, el honor y el heroísmo de los palikaris, el sufrimiento de la gente sencilla, las aspiraciones de independencia y libertad de los cretenses, la mavri xenitiá también, el negro extranjero de la eterna emigración griega.

Δερμιτζογιάννης.   Πολλά τα αηδόνια στα κλαδιά.  Muchos ruiseñores en las ramas

http://www.youtube.com/watch?v=-atFWjyt480

Dicen que en sus muchas actuaciones en bodas, panayías, fiestas y celebraciones familiares y entre amigos, siendo el improvisador nato que era, se perdieron otros varios miles de mantinadas, alboradas podríamos llamarlas o serenatas, y kontiliés.

Nació en Maroniá, Sitía, en el extremo oriental de la isla, en 1907 y su oficio fuera de la música era el de comerciante, pero no sé en qué comerciaba.

Si fue un filólogo quien se ocupó de presentar en Protomastores a Dermitzakis, se debe a que el autor acabó por publicar sus mantinadas en libros que fueron muy bien recibidos por musicólogos, estudiosos de la poesía popular y público aficionado a la música y al verso tradicional, que conocían al músico, siendo ya  muy numeroso no sólo en Creta o en Grecia, sino también en las colonias griegas de todo el mundo, donde empezaba también a ser reconocido.

Δερμιτζογιάννης.  Εις το πουσί τσι πέρδικες.

http://www.youtube.com/watch?v=Ikdj6luvrQk

Grecia, verano 2012

Su primer libro, Κρητικές Μαντινάδες, Mantinadas cretenses, venía precedido por un prólogo del lingüista y profesor de la Universidad de Atenas Skouvaras Vangelis, en el que ensalzaba la labor y la poesía de Dermitzakis, al que considera el continuador más aventajado y fiel a la tradición lírica cretense. 
Letras, y música, en las que se palpa y se saborea Creta, incluídas "sus playas glaucas".

Todos recuerdan una actuación apoteósica de Yiannis en Rodas, en una gira  por las islas en 1967, y una anécdota sobre su popularidad. Un admirador búlgaro le envió una carta laudatoria en cuyo sobre sólo escribió  Para Dermitzoyiannis. Grecia.  La carta llegó manos de Yiannis. 

Δερμιτζογιάννης.   Mil heridas en mi pecho.

http://www.youtube.com/watch?v=ler1_i6BPeg 

Después de todo no he subido ninguna de las canciones que vienen en el CD de los primeros maestros, dedicado a él, que tal vez tengan mejor sonido que algunas de las que puse, pero que tampoco son mejores ni peores.
Gracias a esta facilidad para acceder hoy a tanta música, he podido escuchar en pocos días más temas de los que había conocido de Dermitzoyannis en veinte años. Y otro tanto diría del resto de autores.

Murió en 1984, en este mes de mayo, dejando en la memoria de sus seguidores, de griegos y cretenses, el recuerdo de su simpatía, de la chispa popular de sus kontiliés, pero también de su voz seria y su lira o su violín llenos de dulzura, tristeza o alegría.

Δερμιτζογιάννης.  Κράζω σαν βλέπω όρνιθα. Clamo cuando veo gallinas (cobardes)

http://www.youtube.com/watch?v=J7OFbLDF6Ws

Y termino. Mañana espero dedicar un nuevo capítulo a Creta en Archipiélagos, y será el penúltimo según creo. Es posible que aproveche para colgar ahí algún otro tema de los muchos que tenía previstos. Como introducción, no obstante, las ocho canciones son suficientes.

Viviendo y grabando en unos años en que los medios de comunicación, prensa y radio primero, y televisión los últimos años de su vida, amplificaban el trabajo de músicos hasta entonces muy reducidos a las fronteras de sus respectivas islas, regiones o países, Yiannis supo aprovechar esta circunstancia para dar a conocer su música a través de las numerosísimas registros que realizó en las tres décadas en que se mantuvo activo.

Os dejo con unas mantinades, más kontiliés, las composiciones en las que era un maestro indiscutible y que más fama le procuraron. 

Δερμιτζογιάννης.  Λένε πως δε γερνάς καρδιά. Dice que los corazones no se doblegan.

http://www.youtube.com/watch?v=Viqy-tXCOus

Salud y buena música 

Ramiro Rodríguez Prada

miércoles, 15 de mayo de 2013

Perdíos en SC


Conexión Schutterchance.
Grecia  2012

Sobre crisis y ausencias 


Buenos días. Gracias a las programaciones llevo desde el dos de enero sin usar esa etiqueta de Perdío, porque el día que no estoy de humor no escribo y así no me quejo más de la cuenta, no sabemos lo que nos puede llegar todavía y no está el patio para llorar de balde.

Eso no significa que no haya tenido bajones. Pero no sólo mis insignificantes problemas me quitan el sueño, me preocupan también los colegas. Hablo sobre todo ahora de los amigos de Schutterchance, que colgaban diaria o semanalmente una fotografía en sus fotoblogs. En realidad me preocupan más ellos que sus fotos, pero es a través de éstas que tengo trato con ellos, a algunos no los conozco personalmente pese a la familiaridad con que nos tratamos, así que en muchos casos la obra es también la persona.

Aprovechando que hablamos de fotografía, quiero dejaros la dirección de unas imágenes antiguas de Grecia que nos envió hace unos días (el 3 de abril) Zanasis Pajos, un amigo de Halkida, la capital de Eubea y el lugar donde vive Yannis Tsakós apodromos. Zanasis, para los que sabéis de la historia, fue aquel guaje que nos dejó su coche y su casa a la media hora de conocernos. Las fotos, en blanco y negro por supuesto, valen la pena. Sólo pasó un siglo...
Son 107 imágenes de Grecia (1910-1930), del ginebrino de origen marsellés Frédéric Boissonnas.


Sigo con SC. Meses después de aquel episodio triste de los toros, que coincidió con las últimas instantáneas de Armando Bernabéu en su página, fue Valentín Cabañas, carasur, quien decidió descansar y este año ha estado marcado para mí, en lo fotográfico, por su ausencia.
Antes, Marta Capote dejaba pasar ya muchos días entre foto y foto, y aunque siempre la he animado a seguir, sin que necesite de mi aliento porque lleva tiempo en esto y este mismo año expuso en La Coruña, lo cierto es que apenas he podido ver nuevas imágenes suyas. 
Algunas desapariciones temporales también, y dificultades repetidas o imposibilidad para comentar en el blog de José Luis Pajares Iglesias, memoria química, cuya larga ausencia parece ahora amenazar con seguir los pasos de Valen y de Marta.

Y, más recientemente, algún silencio de Yiannis, y los más preocupantes de Txell Gironés, costura invisible, y Belén Lozano, crecer, que acompañan a Marta y Valentín.

Escribo esto en abril, un mes largo antes de que se publique, no sé lo que puede haber pasado entre tanto, pero es una muestra, un ejemplo de lo que quería decir también sobre las programaciones cuando empecé esta entrada. Tienen su contrapartida: se pierde el pulso de la actualidad y ante determinadas noticias o novedades no cabe otra opción que el silencio o el comentario a posteriori.
La programación siempre va por delante de la realidad, o por detrás si se invierte el proceso como hoy, el que se empareje con ella sólo es una cuestión estadística: es fácil acertar porque los males se repiten con machacona insistencia, por eso la mayoría son tan previsibles y el desfase argumental y temporal de la programación, anterior o posterior, no llega a notarse.

Por otra parte hay un montón de etiquetas, ¡casi todas!, en las que no tengo porqué someterme a la actualidad (más allá de una muerte inesperada, y no es humor negro...), como pueden ser las de Música, Escritores griegos, Archipiélagos, Lo que se comió, etc., lo que facilita programar pero aleja otra vez de lo más actual.
Porque sí me gusta intervenir también ahí, y de hecho trato de escribir cosas al hilo del momento, que últimamente se concreta en los escándalos conocidos, pero publicándolas un mes más tarde quedan a veces un poco con el culo al aire. Lo de poner una saeta en semana de gloria era deliberado, no anacronismo..., y me gusta, además, y no creo que nadie me lo reproche. 

¿De qué quiero o estoy hablando?, pues quizá de que solos no somos casi nada, de que nos necesitamos unos a otros para seguir adelante, cada día, de que sin los demás, sin los amigos, andamos desfasados, fuera de punto, y de que quiero dejar constancia de esas faltas que he sentido este curso y de las que apenas hablé. El que no lo haya hecho no quiere decir que no las haya tenido presentes de continuo. Nada más.

Yo también he pensado en descansar, no sólo de los comentarios, que lo hice aprovechando esas flojeras de las que hablé, y este año la frecuencia de ellos ha descendido y apenas entro en otros blogs que seguía y me gustan, Leyland, David Gámiz, Eduardo Serrano, Leone, Cym..., sino también de Psilicosis. Lo adelantaba cuando cumplí el primer aniversario el 7 de julio, pero he seguido aquí casi cada día.
Y de momento seguiré, como ya dije en una posdata del 6 de abril, recordando a los mismos colegas, un tiempo antes de escribir esto.

Ahí siguen también duros Juan Carlos, Maqroll y Andrés, y casi siempre Yannis, que me acompañan y confío en que no lo dejen. Sé que los hijos pródigos no lo son por elección sino por obligación, cuando las condiciones son las conocidas no hay mucho lugar para la alegría, casi hasta la tristeza, cualquier sentimiento parece un lujo.

Me he hecho un lío con los tiempos, pero que sepáis que os deseo salud a todos, en este momento y en lo sucesivo, que se arreglen los problemas que pueda haber y que salgamos sin demasiadas heridas de esta guerra declarada, contra la mayoría, como siempre.

Muchos besos y ánimos.   

Grateful Dead.   Uncle John's Band.

http://www.youtube.com/watch?v=TSIajKGHZRk

P. D. A día de hoy, 15 de Mayo, las cosas han cambiado poco. Marta no cuelga una foto desde el 11 de febrero, Valentín desde el 9 de marzo y desde el 20 Belén, desde el 23 de abril José Luis y desde el 30 Txell..., ¡no me dejéis solín que me da pauraaaa!, pero antes que nada: 

¡Salud de nuevo!

Ramiro

martes, 14 de mayo de 2013

Capones


La madre de los capones


Huevos ilus3


¿Qué culpa tiene una madre de que sus hijos acaben capados y enjaulados, para engordarlos y comérselos después por Navidad?. Ella ya hizo bastante poniendo huevos a troche y moche durante años, se acercarán al millar. La mayoría acabaron en la sartén, es cierto, pero incubó varias docenas, de ambos sexos. Puso uno que acabó de caporal en el gallinero y otro, muy pinturero, en la cazuela de un ministro, como regalo en su onomástica. Una gallina hija suya fue amante de un gallo de altos vuelos, de los muchos que pelan la pava en este corral de comedias a cuenta del pienso estatal.

¡Nadie sabe los afanes de una madre por sacar a sus polluelos adelante! A dios gracias, con una descendencia tan larga, nunca falta un huevo prometedor que acaba cuajando en gallo la quintana, tras su obligado periodo de tomatero, o una gallinita fuerte y hacendosa que me da un nieto sano que hace carrera, aunque sea de caponatto.

Hasta ahora no tengo tanta queja, los huevos fueron saliendo y ahí queda mi última obra maestra, ¡un auténtico gallito de pelea, sin complejos!. Hay mucha envidia, pero los míos salen con espolones. ¡Y qué si acaban capándolo también, se cura la herida y a vivir!. Mala gente en este gallinero...

Como un apuesto luchador, se ha paseado por todos los palenques legales y prohibidos y ha demostrado, allí donde peleó, ser un digno descendiente de su padre que, mejorando la presente, era un gallo bravo de veras.

Su afición a los deportes de élite ya le había procurado muchos triunfos en los corros nacionales e internacionales, medallas y todas esas distinciones que conceden a los pollos más peleones. Ahora, que pilló a una gallina de raza, de la realeza más rancia, se ha metido en el gran mundo de los negocios privados con dinero público que es lo que mola, y está detrás de varios proyectos, entre ellos el de los huevos de tungsteno, que será financiado con el presupuesto de la Seguridad Social y que quieren exportar a otros países, Suiza principalmente.

¿Puse un huevo o parí un lince? Es para pensarlo... 

(Amor de madre. Reflexiones de una gallina de la clase alta)

Korvus Korax, Ο Μάυρος.

Lucha Villa.   La caponera.


¡Para mí el amor siempre es bueno
y eso naide me lo quita!

Salud

domingo, 12 de mayo de 2013

En el nido de la blasensis -2


Artesanía maragata, labor de la madre de la  Blasensis.
Morales del Arcediano. León.

Los pozos del Turienzo


Fue a principios de julio, recién terminado el curso, empezábamos las vacaciones y teníamos todo el verano por delante. Los padres de mi amigo eran agricultores y los míos tenderos en otro pueblo a unos diez kilómetros. Por las mañanas los dos ayudábamos en nuestras respectivas casas pero, en aquella época, por las tardes nos dejaban salir hasta la hora de cenar. Los días eran muy largos todavía.

Sería uno de los últimos veranos en que disfrutáramos de esa libertad, en los siguientes también por las tardes había labores que hacer y en los pueblos nadie tenía vacaciones, ésos eran lujos de señoritos de ciudad.

Después de comer, cogí la bici y marché a Morales, una hora de pedaleo. Sobre las cuatro ya estábamos los dos a la vera del río, siempre fresco y sombreado por viejas paleras, negrillos y alisos. El pueblo, mientras tanto, dormía la siesta tendido al sol, silencioso.

Siempre hacíamos lo mismo, caminábamos entre los árboles por una u otra orilla buscando un pozo nuevo donde bañarnos finalmente, tirando piedras y descubriendo la presencia de alguna trucha a la sombra de las ramas que caían sobre el agua y que, al verse descubierta, salía pitando como una centella hacia el centro del río.

Repetíamos pozo muchas veces, y nos limitábamos al tramo del Turienzo que correspondía al término de Morales, pero eso era ya muchísimo río para nosotros. Y teníamos lugares preferidos, claro, como las zonas de los molinos al norte y sur del pueblo y en sus proximidades, o dos pozos muy profundos de aguas casi estancadas bajo dos farallones rocosos colgados sobre el río, que se veía forzado a sortear este afloramiento en varias curvas.
Todos ellos sitios especialmente apartados, silenciosos y poco accesibles, con vegetación densa de ribera y matorral, donde los árboles eran más numerosos, altos y viejos que en otras zonas.

Después de bañarnos un rato, nos tumbábamos en la hierba al sol, que apenas si podía atravesar con alguno de sus rayos aquel techo de hojas y, ya secos, nos sentábamos a la sombra de cualquier palera al borde del agua.

Esa tarde el agua estaba muy buena y pasamos más tiempo de la cuenta chapoteando, pero después, con las espaldas apoyadas en la ancha palera, que tendría casi tres metros de circunferencia, o eso me parecía a mí entonces, cansados y felices, estábamos en la gloria. Mirábamos correr mansamente el agua con un susurro leve, y la luz que se filtraba entre las ramas del árbol parpadeaba en la superficie con reflejos verdes y dorados sobre las profundas sombras del lecho y las orillas.

Las profundidades del Turienzo
Morales del Arcediano

No conocíamos entonces los versos de San Juan, ni siquiera fumábamos, pero aquello era contemplación extática. Habíamos pasado la tarde contando chistes, riendo y alborotando, pero ahora estábamos callados como en misa. ¿Pasó un ángel? No sabemos lo que pasó, un batallón de ellos tal vez. Algo muy raro, sin duda.

El caso es que vimos venir una sombra nadando bajo el agua desde la oscuridad de la orilla opuesta. Cuando llegó al centro nos pareció una trucha enorme, de diez o doce kilos, que jamás podría sobrevivir en un río tan pequeño como el Turienzo, donde era raro que llegaran al kilo. Todo esto lo pensábamos sin decir nada, confundidos por completo.

Más cerca de nosotros y próxima a la superficie, de manera que podíamos ver los dibujos multicolores de la piel, ya teníamos claro que se trataba de una trucha gigantesca.
El pez llegó hasta el borde del río, a medio metro de nuestros pies, nosotros estábamos paralizados. Se acercó tanto que parecía mirarnos con aquellos ojos redondos y cristalinos. Y de pronto asomó la cabeza. Casi nos da un pasmo, ¡echamos los pies hacia atrás como si nos fuera a dar un bocao!.

Con las espaldas contra la palera vimos cómo el truchón sacaba la cabeza del agua completamente y así, erguido, abriendo la boca, preguntó, ¿Podrías decirme si esto es Cuevas? Mi amigo, que era el del pueblo, se vio forzado a responder, pero no fue capaz de hablar y sólo movió la cabeza negando. La trucha hizo un gesto de fastidio y dijo, ¿Y por dónde se va? Los dos a un tiempo extendimos el brazo indicando la dirección. ¡Gracias!, contestó la trucha, ¡Hasta otra!, y desapareció bajo el agua en la dirección indicada nadando majestuosamente.

No volvimos a hablar de aquella tarde y, al menos yo, jamás le conté la historia a nadie, creo que a él le pasó lo mismo, ¿quién nos creería?
Después de ese día nos bañamos muchas veces en todos los pozos del Turienzo a su paso por Morales del Arcediano, pero nunca más en aquel de la trucha donde todavía resiste la palera, moribunda y medio podrida ya, partida por el rayo.

(Dedicado a la  Kurruka  blasensis)

Ramiro Rodríguez Prada

Mungo Jerry.   In the summertime.


Armario empotrado obra de la  Carduelis Cloris
Morales del Arcediano, 2011.

Buenos días. El verderón acaba de echar también el espolón primaveral, perdiendo al tiempo otra de sus plumas. Es ley de vida. Si queréis echar un vistazo a una semblanza anterior de esta popular canora, aquí tenéis la dirección del primer capítulo dedicado al nido del pajarín, y a él, por supuesto.


El Turienzo ya no es lo que fue, pero tampoco nosotros lo somos, estamos tan contaminados como él por el paso de los años y los venenos tragados, psilicosos perdíos. No es suficiente una riada al año para llevarse toda la mierda acumulada, ¡tiene que llover a cántaros! 
Me lo explicaba didácticamente la curruca, muy entregada en temas educativos, como el estornino, con este vídeo que me envió "sobre la relación del hombre con la naturaleza".

Animación de Steve Cutts.   Man.

  
Que sigamos cumpliendo años, ¡y rapidín que somos un cáncer!, pero con salud. Espero que te preste también la música, curru, eran de los nuestros por aquella época...

Mungo Jerry.   Mungo's  Blues.


Salud a todos.