martes, 25 de junio de 2013

Ο Γιώργος Σεφέρης, Yorgos Seferis -3


Grecia, agosto 2012.

Μέρες
Días


1925 

- 23 de agosto.  Nuestros intelectuales engullen arte como las cabras hierba. El arte no afecta sino a su aparato digestivo. Y si a veces vocean es por el cólico. Mostrémonos con todo agradecidos a nuestros maestros. A los que nos han hecho resistir y no perder la esperanza incluso en este desierto.

Ésta fue la cita que escogimos para encabezar la selección del último nº de la revista Psilicosis. En cada  número incluíamos un par de páginas con citas de los autores que nos gustaban.

-Violeta griego-antiguo.

Es el color que ve Seferis en su país, como lo vieron sus antepasados, esos maestros de los que hablaba.

- No recomendable para señoritas. Título de ensayo sobre la condición femenina en Grecia.

Γιώργος Σεφέρης, recita.  Τελευταίος σταθμός.  La última parada.

http://www.youtube.com/watch?v=poJ6oTvigKM

1926
- En el templo de Hefestos.
En el peristilo unos extranjeros totalmente rubios: no veían nada, no expresaban nada; sus rostros eran máscaras. Se encontraban allí porque se dedicaban al turismo, como a un oficio cualquiera.

Y eso lo decía en 1926, ¡no había visto nada!... . Cuando escribí esa historia en Kondopuli sobre el Coleccionismo , publicada aquí el 17 de marzo, apunté la cita  para encabezar el texto.

1936
- En el tren hacia Koritsá, Albania.
Voy con un judío de Salónica que dice kulómetros en lugar de kilómetros.

1938

- Por esas dos o tres ideas que han de vivir aquí -y sólo aquí entiendo que podrían vivir- soporto esta miseria.
1940

- El amanecer es mucho más trágico, y más intenso.

- Crepúsculo. Título de un tango que se escuchaba por esos años en Grecia. Encontré esa grabación.

Eduardo Bianco. Versión griega de Mijalis Zomakos.  Crepúsculo.


- Un mundo estropeado.

- Pobre de ti si pretendes ver en Grecia todo el tiempo.

1947
- Mayo. Esta gente es como masticar niebla.

1948

- Ratto, ratto che 'l tempo non si perda
 per poco amor

(Purgatorio 18, 103. Dante)

- ... comboloi de principiante, cuentas de feria humilde. (L' Angolo franciscano)

- Salió del abismo que cortaba la sábana del día.

Hay un poema de Malcom Lowry que es casi gemelo de esta imagen de Seferis, habla del "terrible puente cortado del día", visto desde los ojos alucinados de un borracho, sin dormir, en un apestoso bar mejicano, "Dios da bebida a esos borrachos que se despiertan al amanecer, totalmente destrozados..."

Πρωτoψάλτη, Κύκλος Σεφέρη.  Ονειρo. 


1950

- Donde quiera que la toques la memoria duele.

- Es tan fuerte la belleza en el Ática, en el sentido farmacológico... que te vuelve loco o te atonta.


1951
- 15 de julio.
Rosario y Antonio bailan en Londres. Comentario sobre flamenco.

- 20 de diciembre.
Esta tarde he pasado por la exposición de Salvador Dalí: nefasto.


1953
- Abril. Bagdag, una ciudad llena de tórtolas.

- 7 de octubre. Ammán. Este polvo miserable: cocacolismo-pepsicolismo.


1956

- Intentar traducir un poema es como desatornillarlo.

Γιώργος Σεφέρης, recita.  Επικαλέω τοι την θεόν.

http://www.youtube.com/watch?v=OhX8ioz1c_Q


Grecia, verano  2012.

1968
- Sábado, 26 de octubre. San Demetrio.
Última anotación de su Diario.

En  Diálogo sobre la poesía  habla también del Verano de San Dimitris, no recuerdo si lo mencioné en ese capítulo. Es el patrono de Tesalónika y uno de los santos más importantes del santoral ortodoxo. La fiesta señala en muchos pueblos ortodoxos el comienzo del invierno, así que su verano viene a ser como nuestro Veranillo de San Martín.

Dos menciones a Andrés Segovia (en París y Londres). En la capital francesa le llaman la atención los golpes  secos del guitarrista sobre la caja de su instrumento.
Varios comentarios sobre conciertos, en uno de música clásica dice a propósito de los intérpretes: ...los de viento rubios, los de cuerda morenos... .

Ramiro Rodríguez Prada

P. D. Las citas están recogidas del libro Días, de Editorial Alianza, traducido por Vicente Fernández González.
Πρωτoψάλτη, Κύκλος Σεφέρη.  Eπιτύμβιo.

http://www.youtube.com/watch?v=FeWHpN6vfdk

Υγεία, Salud.

lunes, 24 de junio de 2013

Dende el ñeru el esguilatorres


Orquídea en el nido del  Juliensis.
Oviedo, 2013.

De  flores y ferramientas 


Quién le iba a decir al Treparriscos, cuando iniciaba sus primeros volidos de larga distancia por la Cornisa Cantábrica vendiendo coladores y mangos de mortero, entre otra infinidad de cosas del ramo de ferreteros, que acabaría dedicando parte de su tiempo libre a las flores -y no es metáfora de las mujeres, que también, sino literal- y plantas de ventana y balcón.

Pero antes de eso fueron muchas y variados las actividades y negocios que emprendió, casi siempre cerca de la tierra que lo vio nacer, porque se trata de un ave casera y querenciosa. Eso no le impidió hacer una travesía atlántica en una bañera de las que vendía por entonces metido en el tema de los sanitarios, para demostrar su estanqueidad, provista de una vela, en compañía de otras dos currucas tan bravas como ella.

Suaves alisios los llevaron a las Bermudas, término que me permite recordar otro negocio en el que se metió el Esguilatorres. Bueno meterse no se metió, ya que el asunto le quedaba muy grande. Me refiero a las prendas que confeccionaba en un taller, porque su especialidad era la ropa interior masculina en tallas especiales, gigantes, vamos, y él es un pajarín más bien corto de talla, como yo. Cuidadín con esto de las tallas que os veo venir: hay mucho gigante pichacorta aunque use calzoncillos extragrandes.

Al cuento. Lo dicho, calzoncillos, calzones, gayumbos a media pierna, ceñidos, de faldón, marianos, que como todo el mundo sabe son los que usa el actual presshidente esshpañol y de donde les viene el nombre. En fin, metido ya en huevos, diversificó y amplió el negocio tocando algo la cosa ortopédica con postizos, suspensorios y bragueros. Quizá de ahí, del paquete testicular -όρχεις, órjis- le vino su afición a las orquídeas, que es otra manera de decir que le salió de los cojones.

Muchos años de curro en la sanidad pública y experiencias personales muy duras acabaron por ablandar un poco y dulcificar su voz, pues como ave canora no era muy apreciada, creo haberlo apuntado ya, son otras sus virtudes.
Estos últimos doce meses han sido especialmente duros para este resistente pájaro pinto. Pronto hará un año que se fue su compañera y se fueron varios amigos muy queridos, todos pardos, que piaban en árboles vecinos..
José Manuel Collado.   L'aire me apagó la vela.


Jabalí a pleno día desde el nido del  Treparriscos
Villafría. Oviedo, 2012.

A primeros de año le llegó la edad de la jubilación y, aunque con el cuerpo castigado, sigue vivo y dispuesto a dedicar más tiempo a sus flores y a sus colegas. Todavía me acepta algún consejo de aficionado a la floricultura, pero no los necesita como se puede ver en la primera fotografía.
Un poco apartado del ruido urbano, desde las ventanas de su nido mira los praos con oveyinas, corderinos, e incluso xabalinos salvajes a pleno sol.

Termino dedicándole este pregón del comercial de ferretería, que podría pasar por un original de los que soltaban los profesionales del ramo como lo fue él:

Cantinela del viajante de ferretería

Bisagras y cerraduras, tiradores y manillas
Tirafondos, tornillos, alcayatas, aldabones y aldabillas

Chinchetas, clavos, escarpias, puntas y tachuelas 
Azadas, picos, rastrillos, palas, cepillos y azuelas

Hachas, serruchos, sierras y serrones 
Hoces, guadañas, focetas y podones.

Martillos y piquetas, mazos y macetas.
Cortafríos, punteros, palancas y palanquetas.
Niveles y plomadas, espátulas, llanas y paletas.

Alicates, tenazas, llaves de varias razas
Pocillos, tacitas, tanques, tazones y tazas

Pero ésta era ya la sección porcelana, loza y cristal, y del hogar en general, después de los destornilladores y demás herramienta que no recuerdo, la enumeración podía seguir:

Navajas, tijeras, dedales, agujas y mecheros
Cazos y hervidores, ollas, cacerolas y pucheros.

Cucharas, cucharillas, tenedores y cuchillos.
Platos, vasos, copas, perchas y cepillos

Espumaderas, coladores, cacetas y cucharones...

De  Letrillas escanagallás. 2013.

Cannabina Carduélis, pardilla común, rebétissa, psilicosa.

Pachito Alonso y sus Kini Kini.   Llegó papá.

domingo, 23 de junio de 2013

Σύκα, Higos -2


El figo en la rama.
Grecia, agosto 2012.


En la higuera


Buenos días. Hacia mediados de agosto ya empezaban a verse cestas con figos que traían los paisanos de los huertos, llevaban varias semanas comiéndolos y en la frutería los había desde principios de mes, cuando llegamos.
La señora Kula, nuestra casera, nos regaló una fuente de ellos, riquísimos, junto a un par de kilos de tomates que estaban tan en sazón o más que los higos, cada cual en su terreno. Su marido me invitó a pasar una mañana con él, recolectando dos higueras de la finca a su cuidado de un rico local, en cuyos barcos había trabajado hasta la jubilación, hace un par de años.

Me da cierto coraje leer algunos artículos de Petros Márkaris, cuando se refiere a los privilegios de los agricultores griegos a la sombra de los partidos políticos que se iban turnando en el poder. Siempre habla, a mi entender generalizando en algún caso un poco groseramente, de agricultores ricos, sobre todo del Ática creo, que circulan con sus brillantes y poderosos supertodoterrenos quemando gasolina y, de paso, los recursos en forma de ayudas, créditos, exenciones, etc., a una agricultura exhausta, mientras el país se arruinaba, aprovechándose del clientelismo político, como otros colectivos. Pienso, de paso, en las ayudas europeas a nuestra duquesa de Alba.

Naturalmente no le voy a enmendar la plana a Márkaris pero, junto a eso, yo he visto en Grecia muchos más casos de labradores que sólo sobreviven, y sus pickups "agrótikos" no son ni de la antepenúltima generación, la mayoría conducen vehículos bastante viejos y tratan de hacerlos durar todo lo que pueden, hasta el agotamiento, como aquí. Y los coches también. No puedo manejar cifras pero apostaría que el parque móvil griego es más escaso y viejo que el nuestro.

Todo esto para decir que el agrótiko de mi casero era un vehículo de trabajo, no para pasear entre los plateados olivares del Ática o darse una vuelta por Kolonaki, fardando. Y el que conducía nuestro amigo Diamandís lo mismo.

La casa es de un dueño de barcos de pesca que vive en Atenas y pasa parte del verano en el pueblo. Está emplazada en una de las laderas de un pequeño valle lejos del caserío, mirando al sur, que termina en una playa maravillosa de arena enmarcada por acantilados rocosos. El jardín que rodea el gran chalet desciende hasta esa playa, entre emparrados, frutales y bancales de tomates, berenjenas, etc. La otra ladera la ocupa otra casa, de modo que disfrutan la playita en exclusiva. Abren la pequeña verja en la parte baja de la finca y están en la arena. Tienen las sombrillas puestas permanentemente. Nuestro casero cuida la casa cuando no están los dueños, y la cosecha todo el año, es de hecho quien trabaja el terreno.

Con la crisis se libraron de una invasión de turistas, porque en una finca colindante, a escasos doscientos metros, iban a construir unos trescientos apartamentos. Ahora el esqueleto de los bloques afea y entristece ese rincón, el arbolado que rodea la casa y el hecho de estar un poco oculta en la ladera la libra de esa vista penosa.
Veo que de lo que menos hablo ye de figos, pero es que tratando de horticultura conviene situar al producto en su contexto geográfico, en su topos. ¡Sigo en la figar!

No pasamos mucho tiempo cosechando higos, un par de horas quizá, hasta que llenamos las dos cestas que llevábamos. Tampoco lo cogimos con mucho afán, tomamos nuestros respiros. Aunque estábamos a las sombra de las higueras, el sol calentaba ya de alma. Por cierto, ya habréis escuchado que la tradición mítica popular atribuye mala sombra a la higuera y no aconseja dormir ni descansar bajo ella. Nosotros no hacíamos ni una cosa ni la otra, currábamos, y descansábamos sentados en la escalera a la sombra del emparrado.

Había ya muchos frutos estropeados por el suelo y algunos en el árbol, comidos por los pájaros y por miles de avispas y avispones que en el verano griego son a veces una invasión. Pero había muchos más maduros en el árbol y otros tantos a media maduración, con lo que es probable que estén comiendo higos frescos hasta octubre, y los que queden para el invierno serán en primavera riquísimas brevas.

El premio y la gorra del ayudante
Ayi Apostoli. Eubea. Grecia, agosto 2012.

Recogimos también otra cesta de berenjenas y tomates y al terminar el trabajo subimos a saludar a los dueños, que ya andaban por la casa. Como siempre, se asombran un poco de la presencia de españoles, que además no son plusi, ricos, y chapurrean un poco de griego. La señora, a quien ya conocía del pueblo, me dio otro cesto de tomates y berenjenas, mi casero ya me había reservado uno de higos, con lo que volví a casa cargado. Y sin beber una gota.

No quiero insistir en la generosidad griega, aquí mismo si un extranjero se integra en la comunidad con sencillez, no faltarán personas generosas en el pueblo que lo ayuden. Así va, cuando va bien. Siempre hay que contar con un poco de buena fortuna. En este caso, de mí se puede decir que hice bueno el refrán castellano, Caerle a uno la breva en la boca, no es suerte poca.

En épocas de más hambre, los dueños de las higueras tenían que vigilarlas cuando llegaba el tiempo de la maduración y no sólo de las aves, sobre todo de los pájaros humanos, locales y de paso. En nuestra lengua hay un montón de sentencias a propósito de ello, casi en desuso, que se pueden condensar en  El que tiene higuera en camino real/ si quiere comer higos debe madrugar. Y es que los higos son muy golosos. Tanto atraen que existen otros tantos dichos sobre su magnetismo, del tipo, Al tiempo de brevas todos se llegan o Se acabaron los higos, se acabaron los amigos. Tal como van las cosas, quizás acaben por volver..., los tiempos, el hambre, la picardía, los refranes y los amigos. Pero que no se vayan los figos.

Así pues, al final termino el capítulo con el refranero, como ayer. Dije allí que tengo imágenes de cómo secan los higos para conservarlos hasta el invierno, a ellas dedicaré alguna otra entrada más adelante.
Os dejo con  La canción de los gitanos, que ya subí en la voz de Eleni Vitali, versión que me presta más, tal vez por ser la primera que escuché, y porque me gusta Vitali, es otra de esas cantantes griegas con personalidad. Pero esta grabación, más dulce, pausada y a dos voces, no está nada mal.

Zanos Petrelis. Fotiní Rali.  To tragudi ton yifton. Balamos.

http://www.youtube.com/watch?v=4UDZuzOKHD8

Salud y buen provecho.

Barbarómiros

sábado, 22 de junio de 2013

Σύκα, Higos


Grecia, verano 2012.

Figos


Buenos días. Seguimos con las vitaminas y azúcares en esta etiqueta. Quizás no sean los higos la segunda fruta que más comemos en Grecia, después de la sandía, sino las uvas, pero allá se irán. Y es que a los chavales no les da más por los higos y apenas los prueban, mientras que sí comen algunos racimos de esas uvinas griegas dulcísimas que nunca faltan en agosto.

Sin embargo si hay dulzor ése es el de los figos. El dulce de la sandía refresca, se expande por la boca y se diluye al poco; el de las uvas, también líquido y fresco, tiene el contrapunto del ollejo, más amargo aunque apenas se note en éstas, y dura algo más que el del karpusi. Pero la dulzura del higo permanece, la consistencia de la carne del fruto lo hace durar en la boca, sólo diluye con nuestra saliva y hay que masticarlo un poco. Su pulpa y sus semillas quedan en los rincones del paladar y la lengua, y entre los dientes, aún después de tragado...

La razón de poner a los higos en segundo lugar es que este año pasado comimos más que nunca. No tengo mucho que decir de ellos, pero hay tantas fotos que haré dos capítulos cortos por eso, con un par de imágenes cada uno, que tampoco son gran cosa.
Más adelante, cuando hayan desfilado por este apartado los frutos y verduras, o frutas y verduros, más comunes, dedicaré un tercer capítulo a uno de los modos que tienen los griegos de secar y conservar los higos largo tiempo.
En el siguiente a éste contaré algo de la mañana en la que nuestro casero me llevó a coger figos de un par de grandes figares llenas de fruto maduro maduro.

Mi amiga asturiana, en cuya tierra no se dan mal los figos, es la más aficionada a ellos. Pero donde vimos grandes extensiones de higueras fue en Turquía. Coincidencias, porque en Asturias abundan también las avellanas, les ablanes, pero en el norte turco, junto al Mar Negro, hay kilómetros y kilómetros de avellanos, y en terreno llano fácil de trabajar, no en estos valles profundos de la mi tierrina.
En un viaje en coche por Turquía hace años, trajimos una cestina artesanal muy tosca, de cañizo, que vendían llena de higos a la orilla de la carretera; es tosca pero todavía aguanta desde entonces. Los figos no.

Sales minerales, vitaminas, hidratos de carbono..., las virtudes laxantes del higo son bien conocidas por todo el mundo. Esto me animaría a escribir alguna de mis historietas escatológicas a propósito de algún atracón que recuerdo, pero fico algo dispépsico y no me apetece andar revolviendo entre la mierda. ¿Escatófago sería comemierda, no?


¿De higos a brevas?

En agosto los hay en las fruterías, pero pocas veces los compramos, con más frecuencia los recibimos de regalo, no sólo por generosidad, también porque a finales de mes llegan a su punto álgido de maduración en Grecia y hay muchísimos.

Aquí maduran más tarde y su época fetén es por San Miguel, a finales de septiembre. A su tiempo maduran las brevas, dice nuestro refranero, lo que no sólo indica que la fruta está en sazón cuando le llega el momento, o que la breva pasa mucho tiempo en la higuera, y no quiero decir despistada, sino en el árbol, también se refiere a otros frutos y frutas no necesariamente del Reino Vegetal...

Digo y redigo que la breva no es el higo, otro de los graciosos. Hay diferencias notables entre higos y brevas. En general, sin tener en cuenta las especies o la zona geográfica, cuestiones importantes, éstas son más grandes y dulces, más apreciadas por ello. Pasan el invierno en el árbol y maduran a finales de primavera, son la primera cosecha de la higuera. A finales de verano maduran los figos, la segunda.

La frase de la canción de hoy, τα σύκα-σύκα και τη σκάφη-σκάφη, viene de una obra de Aristófanes, pasando por Plutarco, hasta llegar al verso de Yiannis Ritsos que lo escribió en su exilio del campo de prisioneros de Kondopuli, en Limnos. La Olla ahumada, Kapnismeno tsukali.

No sé si sica-sica hace referencia a algún tipo de embarcación, según sugiere un traductor, diferente al skafi, que sí es un barco (de ahí batiscafo y escafandra). Yo siempre lo traduje por figo-figo. Así, literal, Al figo figo y al barco barco, es decir, Al pan pan y al vino vino.
Hay otro juego en el dicho si mezclamos la versión castellana y la griega, porque todos coinciden en que los higos no se llevan bien con el agua y sí con el vino, Ni higos sin vino ni pucheros sin tocino.

Recita Ritsos, canta Nikos Xiluris.

Ramiro Rodríguez Prada

Γιάννης Ρίτσος. Χρήστος Λεοντής. Νίκος Ξυλούρης.  Και να αδερφέ μου. Y a mi hermano.


Υγειά και καλή όρεξη, Salud y buen provecho!

viernes, 21 de junio de 2013

Marianín el Averías


Puerto de Vega.
Asturias, 2013.

Luisín  El Averías


La noche anterior hubo una tormenta importante, las olas, como bombas explotando en el acantilado, subían por encima de las defensas del puerto. A través de las ventanas de un bar cercano contemplábamos el movimiento increíble de las tres farolas zarandeadas por el viento que iluminaban la explanada, parpadeando. A su pobre luz veíamos la cresta blanca de la ola saltando el muro y cayendo después en cascada sobre el cemento del paseo interior.

Sin embargo el primer día de verano amaneció con el mar calmo, el cielo azul despejado y un sol maravilloso. Había fiesta en el pueblo y, ya dispuestos con nuestras mejores galas, nos fuimos a dar una vuelta hasta los acantilados. Las tormentas siempre dejaban entre las rocas cosas impensables. Todavía quedaban muchos charcos en la explanada, pero fuimos sorteándolos sin demasiadas dificultades.

Junto al muro del espigón se acumulaba el agua y tuvimos que pasar en fila india pegados al él. Había que recorrer unos diez metros para coger la escalera de subida al paseo superior, sobre el propio muro. Desde arriba otra escalera, más estrecha y tosca, permitía bajar hasta las rocas.

Pero no llegamos a subir. Justo cuando pasábamos debajo de un letrero fijado al hormigón que anunciaba, PELIGRO, REBASES DE AGUA CON TEMPORAL, nos cayó encima un buen roción que nos dejó a los cuatro como a merluzos. ¡Pero si el mar estaba más plano que un plato de sopa reposada! Y lo curioso es que con la ola nos cayeron también en las cabezas cinco o seis peces, ¡salmonetes, nada menos! Miramos a lo alto del muro por si se repetía la mala jugada y entonces lo comprendimos.
Luis Mariano.  México, versión en francés.


Porque allí estaba Luisín El Averías con la caña en la mano después de hacer una de las suyas. En ese día festivo celebraba además su santo. Estuvo cinco años interno en los jesuitas pero no hicieron vida de él. Nos devolvía la mirada con cara de Mariano, pues en realidad lo bautizaron Luis Mariano porque su padre, de origen vasco, era forofo del cantante.

¡Se me cayó el bidón!, dijo por toda disculpa Luisín encogiéndose de hombros.

Era otra herencia de su padre. Cuando pescaba llevaba con él un bidón cilíndrico de plástico con tapa, de unos 25 litros, lo llenaba allí de agua, iba echando vivos los peces que pescaba y se sentaba en el bidón en los ratos que no picaban. De vez en cuando se incorporaba y abría la tapa para echar un vistazo a los peces, ¡era exactamente la misma manía que tenía su padre! Debió moverlo de sitio y se le fue de las manos...

Ramiro Rodríguez Prada

La Romántica Banda Local.  No me gusta el rock.