lunes, 26 de septiembre de 2011

Demonios auténticos


Síndagma, Atenas 2011

No sabía a quién endosarle esta cosa tan fea, er mihmo Zataná, Príncipe de los extreñidos mentales, pero como son de su banda se lo voy a adjudicar al Botines y al Fatzinger mientras no encuentre algo peor.
No tengo tiempo hoy para más y de paso introduzco el asunto que quisiera tocar en breve, grafitis y pintadas.

El dibujo, sobre mármol pentélico, tan expresionista como flojo a mi juicio, está en la plaza de Síndagma, el centro de Atenas, escenario de endemoniadas cargas  policiales frente al democrático Parlamento nacional.


Tripes. Edó. Aquí.



Salud, yasas!.

Skylorómiros.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Diskolia teologicofinanciera


Salchichón salmantino de Sartasden
Kulares Bodegas Milio er Botinehi
(División teológika)

Comenté que los culares podían dar mucho jugo, zumo de culo le llama la escatología popular, pero yo tengo la sensación de andar algo extreñido y extraviado en esto. No acabo de encontrar el lubricante, y el lubricio, que sin duda tiene el tema.

No se me escapan ciertas ano-logías que ya he sugerido o, directamente, penetrado sin contemplaciones, como los kulos del kolokapitalismo ferox, lupus lupus, Milito "Lacrisismelasuda" er Botine y compañía, cada uno de los cuales caga más que mil currantes.
Ya dijimos que los culares son los chorizos más lucidos, dilatados y diverticulosos del embutido patrio. Tanto recoveco guarda auténticos tesoros de la hez porcina. Y en tiempos reculantes sacan a la palestra sus Reservas y Grandes reservas, enormes cazcarrias petrificadas ya en las bodegas más ocultas y tenebrosas, inaccesibles a la marea diarréica cotidiana del común de los mortales.
Trufas gigantescas que nos comemos todos en finas lochas como jamón de bellota. En finas y en gruesas, no importa, que lo substancial es tragarlas. Pura mojama culera.

Después está el tema del transporte y reciclaje de curruscos tan desproporcionados y duros de roer. Si cada cual cargara con su pastelón algunos se precintaban el culo. O compraban la cuota de bosta ajena para que fueran otros los que se pusieran el tapón, que son culares pero no tontos, sólo del culo.

Otros que tal bailan y  la cagan, como no podía ser de otra manera, que Dios los cría y ellos se juntan, son los jerarcas eclesiales.
¡Hay que ver lo que caga el señor obispo!, le comentaba en voz baja su criada monja a una colega en el descanso del jueves, después del santo rosario.
¡Es de admirar la color del cardenal, del purpurado, amoratado por el esfuerzo de un zurullón catedralicio que se resiste a comparecer!, añadimos nosotros sin rubor alguno.
Fisiología obliga y nos iguala ante el Altísimo y ante los hombres, no en el tamaño de las cagadas, que cada uno depone según la envergadura de su bandullo y de su puto kolo, metafóricamente hablando. En cuatro palabras, no democraticemos la bosta.

¿Y que dicir del benedictus pater sanctus, el Gran Jefe de la Cuadrilla? Sí, el de la ropa cándida, alba, tintada de violetas como la coronada Atenas, reflejo del cárdeno rostro en el momento de aplicar a tope la prensa abdominal y el juego de esfínteres, ¡oh delicia de místico color sutil, en blanco paño de púrpura teñido!. Dejad que los niños se acerquen a mí que ya yooo...yo yaaaah!.

¿Qué tiene que ver esto con los culares?. Todo. El pasmo, el éxtasis que se experimenta cuando se resuelve una deposición dificultosa, la diskolia teológica y/o financiera, en un gran ano, un Gran Cular como los arriba mencionados, los mayores chorizos del mercao, recodemóslo, es comparable a una visión del paraíso: los colores brillan y se independizan, se abren los tapones de los oídos a la par que el del culo y las entendederas, el acelerado corazón se relaja, el alma se serena, la vida resplandece como si todo fuera, una vez mais, nuevo, recién nacido. Un tripi.

¿Y el pueblo?. A menor escala sufre también idéntica ofuscación, tiene que agarrarse, ¡qué verbo tan grosero, Espe mía!, a los placeres humildes de cada día, casi no le queda otra. Sólo que en la masa el nirvana es agudo y pasajero, a los pobres tampoco les sobra tiempo para deleites retretiles, tienen que dar de comer a los suyos,  que dice Maqua, y siempre andan ligeros... de equipaje. Una puesta rápida, conónica y sumaria y a otra cosa, que hay que hacer cola en el paro y en cáritas diocesanas. Para muchos sólo cuenta ya el orujo, el usso, el aguardente, el tzikudiá, la grappa, el rakí, el pastís, el alcohol de quemar..., que son baratos y colocan más.

Y toda esa, postrera  e inaugural, iluminación rectomística se ofrece a nosotros en persona, en particular, como un milagro, nos sentimos rejuvenecidos en un mundo parthenos, por violar, por hacer.

¿¡Qué no harán Milito que ta lipá, a santa compaña, por repetir el viaje psicodélico?!.
Para colmo son extreñidos crónicos e incurables, cada puesta la convierten en un hito histórico y pueden  hacer muchas a diario, lo que no contradice su extreñimiento, tampoco el vital. Están colgaos de la Mítica Defecatoria y coleccionan millones como yo culares o un bebé fecalitos. ¡Hay que dales purgantes, a  su cargo, hasta que les baje el subidón!.

Y que se puedan recoger sus desperdicios enroscando una manguera al ojete para  que reciclen el caldo obtenido regando los jardines privados de sus humildes mansiones.
¡Que así sea!

Salud.

Candelario Eva Cuol.

sábado, 24 de septiembre de 2011

El desayuno de la piloñesa



Agii Apostoli
Eubea 2011

Al tomate, el feta y las olivas presentes y unidos en la mayoría de las comidas, se juntan  aquí el té, la tirópita, hojaldre relleno de queso, y un trozo de bizcocho bendecido de San Fanurio, Ayios Fanourios, la Fanourópita que hizo i kiría Stavrula, la señora Crucita, el 27 de agosto, en un desayuno y fotografia de la morena de mi copla.

Salud y buen provecho. Yasas que kalí órexi.

Barbarómiros.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Eleni Legaki



Eleni Legaki
Grecia, agosto 2011

El Nisiótiko,  la música de las islas, es uno de los estilos más importantes y que más se escuchan en Grecia puesto que es el preferido de los isleños, hay muchas y cada isla tiene sus músicos y sus particularidades. Pero comparten un cancionero común que es conocido por todos y con frecuencia coreado.

Podemos incluirlo en la música tradicional. Es un estilo participativo ligado al baile en corro abierto y a la fiesta popular, de ritmo muy vivo, ligero, independientemente de que algunos temas hablen de tragedias marineras. Melodía algo hipnótica y repetitiva para el oído occidental, contribuye a ello la estructura de la estrofa nisiótika, en general de cuatro versos donde el primer verso se repite en el tercero o cuarto, y el segundo lo mismo (abba/abab).
Los instrumentos más característicos son la lira o el violín, junto con alguna otra cuerda  pulsada  y percusión.
La tsabouna es una gaita más pequeña y rústica que las nuestras de las que hay distintos modelos y, según las islas o la región, cambia también el nombre -los pontios,  los macedonios y otros la usan y no son isleños-, pero no la escuchamos aquí. Sí había una guitarra eléctrica con las cuerdas y un pequeño teclado.

Eleni Legaki, sobrina de uno de los compositores de Nisiótica  más conocidos del último siglo e hija de una intérprete histórica es desde hace tiempo una  gran dama de las islas.

Fue un placer escucharla en el escenario popular de Agii Apostoli, preparado por los pescadores junto al puerto, celebrando la luna llena de agosto con su voz y una sardinada regada con blanco de Eubea, junto a sus músicos y dos voces femeninas más, siento no saber el nombre de todos ellos. Hubo incluso un contraste con un cantante más joven que nos regaló alguna versión de Malamas y varios zembékikos, para los poseidos.

¡Hay que ver lo que curran los músicos en Grecia! Y eso que son muy queridos por su público, o quizá sea por eso. Desde la diez de la noche que empezaron los corros de niños y niñas del pueblo, hasta las cinco de la mañana, dieron tres pases, todos ellos, incluída Eleni. Los músicos casi no tuvieron descanso y la mitad de la noche había dos cantantes sobre el escenario. En ningún momento el espacio para el baile estuvo ni siquiera mediado, siempre lleno y con frecuencia quedaba escaso, casi hasta el final de la fiesta. Agarrados de las manos girando en el círculo...abierto.


Eleni, yelasti, sonriente.
Agii Apostoli 2011

No quise marchar sin saludarla y cuando terminó su último pase me acerqué al escenario y la ayudé a bajar tendiéndole las manos. Cuando íbamos bajando sigá sigá, poco a poco por la muy empinada plataforma, yo culo atrás, me percaté de mi osadía. Los zapatos de Eleni sin ser estratosféricos tenían su buen tacón y yo había bebido vino dios al mundo. Casi no me atrevía a mirarla, aunque la tenía de frente y ella sonreía, no quería que se diera cuenta de mi verdadero estado. ¡El caballero español!... . Ella parecía confiada. Al llegar a tierra firme  sin contratiempos me dio las gracias, siempre sonriente, y yo paracaló!, ¡y respiré!. Bre, mastora, borrachuzo!

Gracias a ti, Eleni, por una noche de buena música y dáselas también a  todos los músicos que te acompañaron. Creo que al final de la katabasis, de la tensa bajada por mi parte,  no me quedaba resuello ya para hablar mucho. Filiá, besos!

Esa noche, ¿o fue la siguiente?, cuando volvía solo a casa por el camino paralelo a la playa pequeña, vi por última vez, junto a unas sabinas añosas, la figura escurrida y estrambótica de don Ramón Mª del Valle Inclán, con sombrero. Con la mano buena en lugar del bastón agarraba un chibuquí.

Yasas, salud!

Ramiro Rodríguez Prada.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Los buenos cuates


Antes que de Jorge Martínez y los Magníficos era mi intención hablar de los hermanos Auserón, porque los conocemos desde que empezaron con Radio Futura y hemos seguido viéndonos de vez en cuando y, además, porque nos gusta su música.
Pero tampoco Siniestro Total iban a ser los primeros hasta que se nos cruzaron inopinadamente en Carrizo de la Ribera, en una noche llena de aromas cannávicos e intestinales y, sin embargo, ocupan el primer lugar en la etiqueta.

No  importa,  no es cuestión de jerarquías, nos hemos divertido mucho con todos ellos, incluído el Púgar y algunos más, hemos saltado, bailado, nos hemos aprendido muchas de sus canciones y, todavía hoy, siguen entreteniéndonos, moviéndonos y haciéndonos reír y reflexionar.
A esto último también ayudaron Os Resentidos de  Antón Reixa.

Todos ellos, no pasaron por la música, vinieron para quedarse.
Los caracteriza una pasión profunda por lo musical, una cuidada escritura, fruto de su cultura, su sensibilidad y/o sus experiencias vitales, que va del absurdo al sarcasmo, pasando por el mensaje de cantautor, la ironía política, la tradición castellana, andaluza o gallega puesta al día, la canción de amor o la poesía sin etiquetas, en un soporte melódico rockero, pero no sólo, porque han tocado todos los palos: punk,  tango, blues, muñeira, salsa,  flamenco, soul,  rap...

Comparten otras características, son didácticos y dicharacheros  porque disfrutan con la palabra  que es su medio tanto como las notas musicales, pero tampoco son unos  parlaenvalde.
Son gente con personalidad propia perfectamente reconocible, un estilo personal que los identifica y mensajes bastante claros que no suelen ir con la corriente, aunque  cierto público los coree como himnos de una generación o de una manera de pensar.
Músicos leídos y vividos, y críticos, desde luego.

El hecho de que comparezcan hoy aquí no los convierte en miembros  de ninguna movida, ni colegas de una moda común concreta y pasajera. Repito, son músicos con vocación de permanencia, ya están en la memoria de algunos, pero siguen teniendo mucho que decir.

Salud y buena música.

Ramiro Rodríguez Prada.