viernes, 21 de octubre de 2011

Buevinos


Soria 2007


Las  Pittulas,  micra o nana,  subespecies  Dragonensis y perezzossa  Reverteana son dos tipos de gallinas pequeñas pero matonucas. Si bien sólo para broncas de truco, como esas mascaradas de la lucha libre o los debates televisivos.  En relidad son los emplumados menos gallasperos del pollaio uropedo, grandes pusilánimes.
Los machitos de ambas razas están entre los preferidos en los corros de peleas de gallos en Méjico y otros territorios hispanoamericanos y asiáticos. Tan es así que en este último continente algunos países  ofrecen ya cursos de thai, chino o japonés adaptados a gallináceas, para ir abriendo mercao.
En Méjico, después de años de selección y cuidadoso entrenamiento, nacen  como quien dise hablando chamaquito, y son otra cosa.

Se trata de subespecies adaptadas a las condiciones particularmente  hostiles de zonas deprimidas de la alta meseta castellana y la sierra extremeña, aunque madrileñean. Llevan impresa en la jeta, en la cresta y la papada, la impronta acartonada de una raza  esclava y foina, que no  redime la fatuidad que insuflan sus delirios de grandeza, sino que contrasta aún más con la tosquedad de las gallinas, porque son dos especies brutas, bastas hasta decir bastaaaa!.
Son tan burrakas y sobradas que cuando cacarean creen que trinan, ni por asomo tienen el oído de una Palurda nemorossa. Tendrán más oído que los patos  pero todavía cantan peor. ¡Es horrible! Y cuando cuentan sus patrañas bélicas y chechuales, afición arraigada en ellas, entonces ya la acaban de cagar.   

¡Pero donde vas, chochín, do vas pichina!, ¡Jeeesús me ampare!.

Sus enormes y desproporcionadas rabadillas en comparación con la escasez de pluma y la poca chicha de su ruin en-verga-dura, les da un aspecto que las convierte en el azmerreír de los gallineros, pero que de alguna manera las singulariza. No es que les de un estilo, que no tienen, pero les proporciona una facha. Gallinas culonas es otro de sus nombres familiares.

La mayoría emigró pero algunos ejemplares de los que quedaron se crecieron, no de tamaño pues son enanantes físicas y/o mentales, sino de pico.
Aves que parecen no haber aprendido la lección del cereal y la transhumancia, de la humildad y austeridad mesetarias, que sí comprendieron otros congéneres de sus lugares de origen, con menos pico pero más huevos en definitiva y sin apenas salir del corral, ni tanto bombo para poner lo de una aceituna arbequina, que más no pone una Pittula micra.
Porque las dos subespecies son de las que arman una escandalera tan apoteósica cada vez que ponen un huevo que pareciera que lo pusieran de oro macizo, tamaño cabezón der Botinhei. Un Huevazo o un Güevón.
Luego vas a mirar y resulta que es un huevín tan insignificante que da vergüenza cogerlo, apetez pisarlo pa que no lo vea la madre y se deprima postparto, o ponérselo al jilguero a ver si lo saca palante. Mucho cacareo y poco buevo. Y lo más rácano, cazurro y agarrao  de la cutrez hispana.



Son además especies de mala prosapia que cuando ven a otra gallina con la cresta a la birulé o un poco de sangre, hasta que no le abren un boquete que chorree no paran. Y se ceban especialmente con las más débiles porque son cobardes y nunca se enfrentan abiertamente a un enemigo mayor, ni siquiera a un igual o más pequeño y bragao. Pero tienen el mal perder de los plumíferos casposos y caguetas como ellos.

Después son dos de las especies más presuntuosas del gallinero penensular. No hay evento de fuegos artificiales, convención de brujos de pega, entrega de premios principescos y planetarios o semana del tapeo y el chotis, donde no se encuentre a una Pittulla micra a lo Espe mía, luciendo su palmito rabadillero, sea una nana Dragonensis o una perezzossa Reverteana. Juntas o separadas, porque no se llevan bien, ambas creen que la otra es un chocho estrecho, o un picha corta si son machos.
Y todos aciertan pero la fantasía hipersexual de aves tan pobremente dotadas de atributos, y buevinos irrisorios, crea estos  cómicos equívocos que las deja todos los días con el culo al aire: exactamente cada vez que cacarean para anunciar que pusieron otro de esos huevos que, si te da por intentar freirlo, piensas que te cayó un moco pequeño en la satén y aquella cosina, del tamaño de un garbancín del Pedrosillo en el centro, es la yema, ¡parece la cría de un pecín panzarriba flotando en el moco!

¡Badre del Dibino Bervoooo! Porca miseria!...

Para  lo único que sirven es para comer hormigas -virmingófagas-, y de vieyas hacen un caldo nauseabundo que se les echa a los berracos cuando tienen purgaciones. Dicen los capadores, sotto voce, que el caldo calma el prurito de pederastas satiriásicos o valentones de horca y cuchillo mellao, y demás mikrorgídikos.
Al parecer la sopa es también un remedio empírico antiguo contra el mal de la Cogolla, que lo mismo ataca al pollo que a la polla, otra alucinación típica de Pittulas nanas que alardean de huevos de caballo y en realidad  confunden el género y la especie, quedándose la cosa en huevas de caballa. Se le llama de la Cogolla porque la primera descripción de la enfermedadad en castellano antiguo se encontró en un códice avícola del siglo XIII en San Millán.

Para gallinas gallinas las Palurdas y Pappanattas de Siracusa, que serán putas, pero sólo eso, no como la Pittula micra dragonensis y la nana perezzossa revertiana, "que son/ al alimón/ Puta y Cicuta".

Salud.


Korvus Korax  "O Mavros".


   

jueves, 20 de octubre de 2011

Eubea, Evia.



Eubea, Evia
Grecia, agosto 2011


En realidad debería titularlo "Halkida", que es su capital,  porque además, desde que abrí estas páginas no he parado de hablar de Eubea. Los dos últimos años pasamos en sus pueblos cerca de un mes y las imágenes más cercanas que tenemos y los  recuerdos más frescos de las personas son de eubiotas.

Ya me dolía el Archipiélagos con una sola isla, Zákinzos, a pesar de que he tratado aquí con mucha frecuencia de Creta, y citado a Limnos y  a otras islas. Es una excusa para volver a hablar de las personas, que es lo que más me interesa de los sitios, gente de Halkida, pero también de otros isleños.
La información general la podéis encontrar en más lugares y repito que aquí, especialmente del primero de septiembre hasta ahora mismo, he hablado sobre todo de Eubea. Casi todas las fotos son  de esa isla tan grande del Egeo, la siguiente a Creta en tamaño, pegada a la costa este de la Grecia continental.

Fue la primera que nosotros visitamos, antes que Samotracia, o Limnos que se convertiría por bastantes años en nuestro destino predilecto y donde todavía conservamos amigos.
Y lo fue porque sobre el puente situado en su capital se podía, y se puede, pasar en coche.
Hace años que hay otro grande y moderno. En aquella ocasión hicimos un recorrido corto hasta el sur y salimos al Ática cruzando en un pequeño ferry. Sólo estuvimos un día, pero nos gustó porque es verde y montañosa y había pocos turistas, claro que hablo del año 86.

A Halkida se retiró Aristóteles y allí murió ahogado, dicen, intentando averiguar el aún hoy inexplicable régimen de mareas del Golfo de Eubea, que tiene a ese canal bajo el puente como fiel de su balanza.

Os conté la experiencia del 2010 cuando, nada más posar el pie en Halkida, ya teníamos coche y casa gratis por obra y gracia de Zanasis.

Pero es que este año a la hospitalidad de la familia de Maquis se unió la de Stavrula y Spiros que nos invitaban a comer en su mesa la comida de la familia, en Agioi Apostoli.
Y, para colmo, el último día,  Panayotis, otro hombre de Halkida que habíamos conocido el año anterior en un concierto en la playa, en un bar del hijo soltero de Stavrula y Spiros, fiesta en la que tocó un grupo joven, Contratempo, Panayotis, que había intentado invitarnos a comer en su casa aunque no pudo ser, estaba allí a perro puesto para sentarse con nosotros e invitarnos a esa última comida. Marchábamos al día siguiente.

Sí, la tarde siguiente un taxista muy formal que nos dió una factura por los 15 euros del servicio nos llevó hasta la parada de Aliveri, el ayuntamiento de la comarca, del autobús Kimi-Halkida-Atenas.

Faltarían unos 20 minutos para la hora del bus cuando se nos acerca un joven y se ofrece a llevarnos.  Va para Halkida y que si subimos le haremos compañía, dice. Los cuatro con las maletas nos fuimos con Nikos, con un carrito de bebé en el coche, ya que tienen dos hijos pequeños.
Llegamos a la estación de autobuses al atardecer, con tiempo sobrado para comer algo antes de coger el de Atenas (Como información general, calle Liosion, estación término en la capital).

Volvía a casa después de pasar el fin de semana en el pueblo. Se había enterado por su suegro el taxista de que éramos españoles y tanto él como su mujer son amantes de Italia y de España.
El viaje fue gratuito pero hubiera pagado tres veces el precio del autobús público, el KTEL, que es el doble más barato que en España por cierto, por poder ir charlando con él esas dos horas cortas que estuvimos en el coche, con bastante tráfico. Picando un poco en todas partes, pero sobre todo hablando de lo ladrones que son los bancos y lo corrupto de la política y los políticos. ¿De qué íbamos a hablar, las vacaciones fenomenales, Grecia guapísima, el Egeo maravilloso,  Muy Bonito Todo?
Sonreír ya es difícil...

Efjaristo para poli, Niko, file mas, geia sou!


Con Zanasis, que además nos llevó a ver a Peridis y a Rasoúlis, lo que no olvidamos, seguimos en contacto aunque este año no lo vimos al pasar por Halkida porque trabaja de cocinero en Rodas. Conocimos a otra hermana suya.
Y la piloñesa ya habló dos veces con Stavrula, en Limani Petrión, desde que regresamos.

Ayer tuve otra sorpresa que me prestó mucho. Veo todos los días el fotoblog de Andrés Edo y de otros fotógrafos de shutterchance y he comentado algunas fotos que me gustaron, entre ellas las de un fotógrafo que  hoy he sabido que también es de Halkida. Chalkida, como me escribe él, seguro que más correctamente. No creo que le moleste que apunte su nombre aquí, si lo llegara a leer, Yiannis Tsakós. Fotografía cosas de la calle, pintadas, muñecos, grafittis, paredes, puertas, carteles, objetos rotos...en blanco y negro y en color, rabioso a veces, y no carente de humor en ocasiones. Me gusta Yianni.

Todo esto, que es casi nada pero que es real, sobre Eubea y su capital, ciudad e isla donde hemos encontrado personas especialmente cariñosas y desprendidas, ¿qué mejor cosa se puede decir de un lugar?

Geia sas, salud!

Ramiro.


miércoles, 19 de octubre de 2011

Tiropitari



Tiropitari
Grecia 2011


Hoy tocaba el yogourt griego pero no encuentro la foto y a última hora me entretuve con un amigo hablando sobre la pichina del Dragó, la vinagra y la embrocación Hércules. ¡Vaya temas húmedos para regar la amicitia, Numantia mea sine culpa!

Más quiero al Duero
y a Machado

La tiropitari, como la tirópita, es un hojaldre relleno de queso que nos ponían en lo de Maquis, aunque también se encuentran ya preparadas en algunos supermercados, listas para meter al horno. Es menos habitual que su famosa hermana. Tiene una textura crujiente, con un hojaldre más grueso, metido en harina, que el de las tiropitas que preparan las panaderías, y es más grasa. Lleva por encima un poco de queso rallado.  Nos servía de acompañamiento en las cenas, siempre recién hecha, sustituyendo muchas veces al pan.

Ésta debió ser la más tostada que nos puso pero estaba buena igualmente.

Hasta mañana y no soñéis con dragones mezquinos y sinvergüenzas, que no sueltan a la princesa, menor de edad pero putita, porque ganan más prostituyéndola que cobrando el rescate.

Salud.

Skylorómiros.


martes, 18 de octubre de 2011

El cascanueces


La terraza del apartamento de Maquis
Eubea 2011

La Nucífraga caryocatactes gigantea, subsp. Castelli o Ferminensis, el Cascanueces,  es de las aves más grandes del árbol canoro ibérico.

Pájaro originario de las estepas y tundras siberianas, la especie se inficionó hace un siglo a san Fermín y aparece todos los años por Pamplona en la semana grande. Y en otras fechas porque, éste ejemplar  en concreto, es pamplonica  de nacimiento aunque catalán de adopción.
Canta en varias lenguas  penensulares por eso, pero también exóticas. Pero canta sin dar la nota, pese a su gran tamaño.
Le gusta hacer el nido en las coníferas de los profundos valles navarros, pero lo mismo habita entre las viñas del alto Ampordá, que en un piso con vistas a la Sagrada Familia y trato con las gárgolas, en el Lavapiés madrileño o en Santiago de Chile.

Éste sí es un pájaro viajante que ha sobrevolado y aterrizado en todos los continentes, incluídos los desconocidos.

El caryocatactes gigantea, en mayor o menor medida dependiendo de las cosechas, siempre encuentra nueces, avellanas o piñones que cascar.
Ahorrador, se calcula que cada ejemplar recolecta y esconde ¡entre 50.000 y 100.000 piñones por año! Es el patrono de leñadores y aizcolaris por esa razón.
La industria forestal incuba ya artificialmente buevos de Ferminensis y alimentan a las aves adultas con depósitos de piñones para que los escondan entre el mantillo y repoblar así los bosques. Ya se sabe que esas empresas madereras están colgadas de la ecología.
Por esta afición suya a la recolección y al escondite pudiera parecer que el cascanueces fuera un acumulador de capital piñonero y otros frutos otoñales. Nada de eso, olvida muchos escondrijos, comparte gran parte de las nueces y al final de año sus despensas están exhaustas.

Pájaro publicitario, el cascanueces vive también de la imaginación. Autor de famosos mensajes y campañas, no las podemos citar aquí por temor a las Agencias o a que la gente lo persiga por la calle, para zurrarle el cuero, al dejarse engañar por su inocente perversidad de vendedor mercenario.
Pero su eslogan no es miente sino, casca que algo queda.


Casca que algo queda

Gran creativo es peor empresario porque en la vida real el Gigantea es un buenazo que no engaña ni a Zapatero: le quiso vender una Campaña para las próximas elecciones generales y el leonés contestó que nones, que "con su publicidad perdían seguro". ¿Y con otra?.
¡Hay que estar en la inopia! Ambos dos. Porque el Ferminensis le proponía fichar a Emilio er Botines y presentarlo al respetable como ministro de economía del futuro gobierno pauloeclesiástico.
El presi le dijo que ese puesto ya lo tenía pedido Pepiño y que si fallaba siempre nos quedaría echarnos un Rato (a seguir durmiendo la siesta de nunca acabar), ex-todo en el mundo del trapicheo.

En fin, ¡el acabose!.

Pero pensándolo mejor yo estudiaría esa propuesta, de perdidos al río. No saben lo que se pierden los socialistos, ya que la Nucífraga Castelli emprende los retos más difíciles e inverosímiles con una dedicación e intensidad únicas, ejemplares, lo que le ha valido renombradas distinciones en el Sector Avícola Publicitario de todo el orbe canoro, por su creatividad, originalidad y eficacia. Palabra esta última tabú entre quienes pagan el trabajo. Y de arruinarse vale más hacerlo escojonándose, Joche Lui, de risa claro.
Dèu méu!.

No hablamos nada de su vistosa apariencia externa, pardo oscuro con pintas blancas muy llamativas y  alas y cola negras. Ni de su más que mediano y duro pico, que no acostrumbra a usar en balde porque hay mucho que cascar y la vida es breve. Pero no es parlanchín ni vocero de nadie, aunque le sobraría pico. A pesar de su movilidad es un plumado tranquilo y pacífico.

En algunas regiones se conoce también al cascanueces ferminensis por el nombre de Fidelensis, pues cuando entabla amistad con otros pájaros resplandece su lealtad legendaria.

Siendo pardo y pinto es irrelevante que tampoco sea curruca, ¿quién podría negarle esa condición con
el tamaño, que no el aspecto, que tiene de matagurriones?.

Salut, currucas.

Cannabina Carduélis, pardilla común, subsp. rebétissa.
  

lunes, 17 de octubre de 2011

Muros


Eubea, agosto 2011

En el núcleo de los pueblos, asentados por lo común en pequeñas colinas en torno a un puerto o una playa, con vistas al mar, sobre un subsuelo muy rocoso que en la mayoría de las viviendas antiguas sirvió como cimiento firme aprovechando los afloramientos, se conservan todavía estas casas o la base de sus paredes sobre las que se levantan algunas de las actuales de ladrillo y cemento.
Pero tienden a desaparecer más pronto que tarde. Son muy pocas las habitadas y el resto se usan de trasteros o, como mucho, de gallineros.

En las cercas, murias, muretes y muros se destapa un poco el humor popular sencillo del artesano que todos llevamos dentro. Y el trabajo tampoco es como para necesitar el visto bueno de un arquitecto. Con un poco de curiosidad basta.
Ya nos hemos referido a los tipos de muro más frecuentes, pero repito: nunca de ladrillo visto, pocos revocados, bastantes más de hormigón y la mayoría de piedra local, porque es el material disponible, asentada en cemento.


El murete de Nikos
Hostal los rosales
Ayioi Apostoli 2011

No hay mucho que explicar. Es la parte interior que da a la casa, no se ve desde la calle con lo que de ofender sólo lo haría a la vista de los dueños o los huéspedes.  A mí gusta, hubiera preferido otro material diferente para asentar las piedras, pero me dirán que ya no están los tiempos. No es el Palacio de Ilion ni lo pretende, sin embargo tiene su gracia y Nikos aprovechó material de desecho. Eso me estorba menos.
No es la horterada horrible típica de algunas casas que hemos visto en España forradas de trozos de azulejos, de la especie más chillona que se encontró en el cascajal, con la excusa de que también lo hizo Gaudí. Es una obra humilde pero digna y no carente de simpatía, ¿le puede sacar más partido,  un hombre que no se dedica a ello, a un pobre muraco?.
El cubículo sirve de aliviadero por si hubiera un chaparrón histórico pero, sobre todo para posar el "elinikó kafés" o la bira mientras se trabaja en los rosales, las llaves, el pan, cualquier impreso o recado...

Se reía Nikos de que fotografiara su obra porque ni él se la tomaba en serio, pero ahí está. Bravo, Niko!


Aliviaderos/adornos de un muro
Ayioi Apostoli, agosto 2011

En el muro de una casa de apartamentos de un familiar de Maquis, el hombre que nos alquiló habitaciones estos  últimos años y que nos dió de cenar, con su familia, la mitad de las vacaciones.
Las fotos que saqué de él y de la taberna no me gustan y no quiero poner fotografías personales sin permiso. Sobre todo si no son buenas.
Hice una escepción aquí con los autorretratos, para los que no necesito licencia, y con la gitanilla Ioanna porque ella se empeñó en salir, a toda costa. Lo siento porque Maquis es de las personas que apreciamos.
Y lo mismo diré de i kiría Stavrula, la señora Crucita, y mi amigo Spiros, a quienes conocimos este año y que nos trataron como si fueramos de casa. No disfruto tirando de máquina para inmortalizar el momento y cuando lo hago la cago. Como la mayoría supongo, prefiero las emociones in situ a las diferidas. Pero eso no disculpa que los mínimos disparos que hice fueran tan  mediocres.

Hablábamos de muros. Aunque me fui por los cerros porque no hay mucho más que añadir, supongo.

El muro de Nikos
Eubea 2011

Y cierro ya el tema con la foto del machón de la puerta de una cerca  por delante de la que pasábamos todos los días, y de la que ya coloqué más fotos: aquí la del sol de piedra, pétrinos ilios, y otras en Gallinas siracusanas, de un cisne un poco chusco.
Me han dado mucha guerra estos cinco capítulos de las casas porque, por una parte, quisiera trasmitir lo poco que creo saber y, al tiempo, tropiezo con mi falta de recursos y limitados conocimientos en la materia.  Y eso que son las entradas donde más fotografías he colgado.
Me siento, además, observado por el Capi, que no me reñiría pero al que no me gustaría defraudar del todo ya que él es el especialista. Se me escapan muchas cosas como los entendidos comprenderán.

Eubea, agosto 2011

Me quedo un poco tristón porque  son pocos y no son los muros que a mí me gustaría enseñar. Estamos hablando de una zona de Grecia con propiedades y viviendas levantadas recientemente donde ya no es posible ver las murias de Galicia, Santander o Asturias, por poner tres ejemplos cercanos. Pero recuerdo también las de Jíos o Mitilene (Lesbos) o la de las zonas norteñas del interior de Grecia.

Prevenido como estoy, si hay más años,  andaré a la caza. Lo siento.

Hasta otro día. Salud, yeia sas!

Barbarómiros.