viernes, 16 de agosto de 2013

Marcha atrás -3. Camino de Asturias


El Aramo desde Oviedo.
Asturias, primavera 2013.


Marcha atrás -3

Camino de Asturias


Reflexionaba en el silencio de la Catedral de León, aterido, sobre el final de un cuento de Valle-Inclán intitulado A media noche, a propósito de esa costumbre que tenía el viejo zorro de rematar sus historias sin resolverlas, o dejando en el aire la acción. Un maestro del suspense el manco de Vilanova.
No sé si en ese cuento pasa lo mismo, pero trataba de recordar sobre todo la frase final, sin resultado, así que le pregunté a don Ramón, que resoplaba adormilado a mi vera.

Pero de las viejas historias, de los viejos caminos, nunca se sabe el fin, me dijo apenas en un susurro tardando en contestar, como si acabara de emerger de un panteón.

Antes de asentarnos en el coro tuvimos que completar tres vueltas a la girola en sentido contrario a las agujas del reloj. El santurrón paraba en cada capilla, se apeaba la boina de Baroja y agachaba la cabeza en respetuoso gesto de humillación, vigilando que yo repitiera sus esparavanes.

Al pasar junto al sepulcro en piedra del infante don Alfonso, asesinado por su hermano y enterrado sin cabeza para curarse en brujerías, le malmetí, ¿Qué hay del fantasma de la Catedral, don Ramón?
Se paró, se acercó a la tumba y apoyando la mano en la lápida dijo, ¡Pamplinas!, y con burla escatológica me dedicó una pedorreta, que sonó en el silencio de la nave como si se hubiera cagado en su lecho de piedra el mismo don Alfonso. Un escalofrío me recorrió el espinazo.

El coro es uno de los puntos del máximo interés para Valle. Como ocurriera en Astorga, estuvo largo rato en contemplación extasiada frente algunos tronos, maravillado como un niño ante las extrañas figuras que adornaban los doseles y los brazos de la sillería, acariciando las tallas más demoníacas, pulidas ya por los siglos y las pálidas manos monjiles de los miles de canónigos que en ellas asentaron sus posaderas. Los adornos de las misericordias nos lanzaban sospechosos guiños negros desde la oscuridad casi absoluta del interior del templo.

Y allí nos quedamos a pasar la noche, arrumbados en el coro de mala manera, sobre dos sillones fríos y duros. Sin embargo don Ramón no tardó en adormecerse. Yo tenía tanto frío y estaba tan incómodo que no pude pegar ojo.
Recordaba las historias que se contaban cuando estudiaba en la ciudad, sobre gente que se había quedado en interior de la Catedral a pasar la noche con la idea de experimentar no sé qué clase de vibraciones místicas de aquel mágico lugar. Las únicas vibraciones que sentí fueron los temblores del frío que hacía allí dentro, mientras Valle roncaba a mi lado con la boca abierta en todo semejante a un monstruo peludo con quevedos, pero real.

No quería despertarlo bruscamente otra vez con el truco de Tejerina, porque lo intenté varias veces durante un rato susurrando casi en su oreja, ¡Don Ramón, don Ramón!...
Pero el santo sólo respondía con un ronquido más potente, así que al fin le agarré la manga y tiré suavemente de ella.
¡Quién anda ahí!, chilló dando un salto.
Está amaneciendo, don Ramón.
¡Ya amaneció, capullo, no lo ve!
Llevo un rato intentando despertarlo...
Por toda respuesta me soltó un boinazo que no esperaba, pero me dio la risa y me aparté por si lo intentaba de nuevo.
¡Vamos, no hay nada que hacer, los rayos del sol no inciden ya en las claves ocultas de la vidriera, pasó de largo!

Don Ramón hizo una reverencia al altar mayor y salimos de nuevo en silencio por la Puerta de la Muerte. Hacia el este se alzaba ya el sol por encima de los tejados del caserío.

Llegamos al apartamento junto al dúplex, casi un piso, sin cruzar una sola palabra, evitaba mirarme. Teníamos una habitación con dos camas y nos echamos. No llevábamos ni una hora dormidos cuando vino a despertarnos la portuguesa espantada: ¡una chica del dúplex llegó chillando que Eusebio no respondía!...
Don Ramón saltó del lecho como si hubiera fuego y sin vestirse, con sus calzoncillos marianos, corrió detrás de la portuguesa como un padre a la llamada de un hijo en peligro.

Eusebio, espatarrado boca arriba, desnudo sobre la cama de la chica con la que pasaba la noche, tenía un pedo que no se meneaba, apestaba a alcohol.
¡Usebio, Usebio, le decía cariñoso el manco dándole palmadinas en el rostro rubicundo. Pero Sebito parecía, en efecto, haber perdido el conocimiento.
Don Ramón quería llamar a una ambulancia, menos mal que apareció Porfirio, cargamos con el gigante entre todos y lo llevamos en el Mercedes a un ambulatorio, donde tenía consulta un amigo del Legía, ¡Un amigo, manque sea Satanás!, decía Valle con cara de real preocupación.

Un lavado de estómago, unas vitaminas, un suero y dos horas de reposo tumbado en una camilla, y nos lo devolvieron otra vez, tambaleante, pero cuan grande era. Don Ramón no dejó de velar a su criado en ningún momento y tampoco permitió que yo fuera a visitar a mis amigos y que me apartara de su lado, ¡Puedo necesitar que me eche una mano, carallo!, y no hubo réplica.

¡Vamos, Cristobalón!, animaba con ternura Valle al gigante empujándolo suavemente por los pasillos del ambulatorio, camino de la salida.

Era ya mediodía cuando vinieron Porfirio y el Narizotas a buscarnos y salimos en dirección a la antigua carretera de Asturias, por el Puerto de Pajares. Valle se subió detrás para cuidar al rapazón, que nada más sentarse en el asiento central, el suyo habitual, apoyó la cabeza en la bandeja posterior y se quedó dormido. El manco lo miraba con pena y esa solicitud suya tan niñona y tierna que parece imposible en un carácter impulsivo, y a veces agrio, como el del genial zombi.

Estaba lánguido lánguido el viejín. Y cansado sin duda, yo mismo me sentía arrasado y eso que no habíamos hecho más exceso que el poco dormir.

Rutilio Godello da Chispa, surfista de secano, afilador. 

(continuará...)


¡Salud!

jueves, 15 de agosto de 2013

Παναγία μου!


Odiseo, triste, en el mercado de la Ascensión.
Oviedo, 2012.


Ulises jubilado
(A mi ex-burro Odiseo)


Hace años que no se oye un burro en Ítaca ( 1 )
jubilaron a Sileno con una corta paga
y vendió su pollino al municipio
harto ya de mataduras y de palos.

Hace años que no se escucha un rebuzno
en Vazí, donde teje su trama la rutina.

Cuando cansado de bregar vendas tu burro
no temas a la troika ni al especulador perverso,
serán tan sólo fantasías de la prensa:
el mundo es ancho y el mar inabarcable.

Si tu corazón es fuerte y late acompasado
no habrá mísera pensión que te detenga,
échate al camino y pide la limosna justa
que te dará de comer y algo de vino.

Pide que el reuma no te venza 
como venció a tu asno en otro tiempo
y que te espere un banco al sol en algún parque,
lejos de la Ítaca que añoras, sin migrañas.

Toma sintrón si es necesario, mas disfruta,   
y si en algún mercado exótico tú hallaras
opio, hachís, marihuana, tabaco gordo, 
pide que te lo envuelvan y fúmalo con calma
en la ruta de vuelta al país de Nunca Estuve.

Y cuando fatigado tu esposa te reciba
en el puerto de la Ítaca al que arribes,
junto a los cariños, no olvides la viagra.  


(Paráfrasis bufa, pero sentida, del  Ítaca de Kavafis)

( 1 ) La frase cerraba una entrada de Ana Capsir en Navegando por Grecia, sobre los burros de Ítaca. 

De  Interrogatorios y Otras partidas perdidas. 2013.

Ramiro Rodríguez Prada

Koza Mostra y Agazonas Iacobidis.   Alcohol is free.



¡La Vírgen!


A la bella Afrodita y a su hermana pequeña Venus, a Myrina, Mariam, Smyrna, a Isis, Eva, Lilih, María, Marylin, a la madre que nos parió y a la morena de mi copla, a la Reina del Amor y a la Fuente del Placer...

Homenaje pequeño y humilde para la Señora de los Cielos, Panayía, dice el subidor. Coro ortodoxo.


La Princesa de Éboli, la Cenicienta de nuestros húmedos sueños adolescentes. 

Imágenes de la Virgen de la Leche. La Romántica Banda Local.  El trigo crece al sol.


¡Υγεία, Salud!

miércoles, 14 de agosto de 2013

H Μαρίκα Νίνου, Marika Ninou


H Μαρίκα Νίνου, Marika Ninou.

H Μαρίκα Νίνου


Buenos días. Ευαγγελία Αταμιάν, Evangelia Atamián, Evangelia Nicolaidu, apellido de su segundo marido, son los nombres propios de la rebétissa griega de origen armenio, Marika Ninu, seudónimo éste que tomó de una famosa cantante de la generación precedente, Μαρίκας Κοτοπούλη, Marika Kotopuli (algo parecido a Marica Pollo).

Según unos, Ninu nació en 1918, en Constantinopla, otros dicen que en el Cáucaso, en Armenia. Tampoco coinciden en la ruta que la llevaría desde allí a Atenas. Algunos la hacen pasar por Salónica a los diez años de edad, para trasladarla a la capital griega en 1939 o en 1945...

Μ.  ΧιώτηςΜαρίκα Νίνου.  Ώρες τώρα σε κρυφοκοιταζω.

http://www.youtube.com/watch?v=nmr3ryEQ_so

Como hay tanta confusión no me fío de la información. Las opiniones más serias que encontré me parecieron las de Dimitris Jaliotis, periodista musical, creo, porque parece que se molestó en documentarse y cita a una sobrina de Marika. 

A tenor de ese relato de la peripecia de Marika Ninu por territorio turco, su familia huía de la guerra y de las represalias del ejército de Ataturk. Recordemos las matanzas de armenios en los años 20, y después de griegos, tema que toca la película América, América de Elia Kazan.

Según la sobrina, la familia salió de Esmirna justo antes del incendio de 1922, se supone que habría cruzado Anatolia desde el Cáucaso, de noreste a oeste, sin pasar por Salónica. Escaparon en un barco de nombre ΕυαγγελίστριαAnunciación, que estaba capitaneado por un hermano de la madre de Marika, tal vez el padre de la sobrina de Ninu que cuenta la historia.

Marika Ninou. Çoban Kızı (Çıkar Yücelerden Haber Sorarım)


Marika nacería en ese barco que los llevó al Pireo y recibió el nombre de Ευαγγελία en recuerdo de aquel acontecimiento y de la nave. La versión echa por tierra y adelanta en cuatro años la fecha de 1918 que se da en otros lugares como la de su nacimiento .

Vuelvo a recordar que 1922 es el año de la Gran Catástrofe de Asia Menor, cuando millón y medio de griegos se vieron obligados a abandonar sus tierras y sus hogares para vivir como refugiados en barrios que en muchos casos eran de chabolas y barracas, con unas condiciones de vida extremas.

Se instalaron en Kokkiniá y en la rondalla de la escuela armenia aprendió a tocar la mandolina de niña, y a cantar en la iglesia, también armenia.

Αθανάσιος  Ευγένικος. Μαρίκα Νίνου.   Η μικρή υου καμηλιέρη.

http://www.youtube.com/watch?v=_0YGy19qpcY

La precocidad musical y amorosa de las rebétissas, recordemos a Eskenasi y Belu, también se dio en Ninu. A los 17 años se casó con otro armenio con el que tuvo un hijo. Este hombre fue uno de los refugiados que volvieron a Armenia tras la 2ª Guerra Mundial, en un barco ruso fletado para transportar a todos los grecoarmenios de Atenas y Salónica que quisieran hacer el camino de vuelta a su patria.

Pero para entonces Marika había conocido al segundo hombre de su vida, el acróbata Nikos Nikolaidis Nino (de ahí su apellido Ninou) con el que formó un dúo artístico y con el que se casó en plena ocupación alemana. Más tarde, con el acompañamiento del hijo de Marika, un niño aún, se convirtieron en trío y se hacían llamar Ντούο Νίνο και μισό, Trío Nino y medio.

Γεράσιμος Κλουβατος. Μαρίκα Νίνου.   Δος του νανι νανι.


Petros Kyriakos, que la oyó cantar fue su descubridor de hecho, aunque después sería Vasilis Tsitsanis quien la elevó a la categoría de reina del rebético.

En 1948 grabó con Manolis Jiotis, aunque el siguiente tema de Jiotis es de una grabación posterior realizada en Estados Unidos en una visita que Marika hizo al país en los años 50, cuando ya estaba operada del cáncer de útero que finalmente la venció.

Perpiniadis la llevó a cantar al Φλώριντα, el Florida, donde parece que la escuchó por vez primera Tsitsanis. Al año siguiente le ofreció la oportunidad de cantar para él en el Τζίμης ο Χονδρός, Jimi el Gordo, ganando más dinero, y allá se fue Marika. En poco tiempo había conquistado el corazón del rebetis y, convertida ya en su musa, desbancó a la entonces compañera artística de Vasilis.

Μ. Χιώτης. Μ. Νίνου.   Πες μου αν με βαρέθηκες.

http://www.youtube.com/watch?v=eIsPBdXJiKw

La pareja que nacía fue de las de largo recorrido y esta etapa la más fértil del gran Tsitsanis. Jaliotis proporciona  algunas cifras significativas al respecto: en los dos primeros años de colaboración Vasilis compuso 97 canciones, entre ellas varias de las más conocidas; en los siguientes tres años, después de una actuación en Estambul de la que salen peleados, escribe sólo 38 temas. Y un año después, cuando ya no actúan como dúo y Marika ha caído enferma, sólo 4 canciones.

El mismo Tsitsanis reconoce en varios pasajes de sus memorias que Marika era una bomba como artista, las inflexiones de su voz, cómo se movía, su gracia e intensidad subyugaban a sus oyentes, que se mantenían pegados a las mesas escuchándola, con llenos diarios en lo del Gordo. Pero además fue la mejor fuente de inspiración para él mismo y su música.

Βασίλης ΤσιτσάνηςΜαρίκα Νίνου.  Ξημερώνει και βραδιάζει.
No hice ningún comentario a las canciones de hoy, de distintos autores como se ve. Brevemente: la primera de Jiotis, aquel gran instrumentista al que llamaron en los 60 el Jimi Hendrix del busuki.
El segundo y el tercero son dos temas más orientales, uno interpretado en turco y el otro del  yia leleli..., no sé si un karsilamás, un arabás, pero en todo caso de los estilos más orientalizantes del rebético.

Todos dentro del género, aunque la canción siguiente del ...nani nani parezca una nana para rebetes. Una más de Jiotis, y la primera de Tsitsanis, de las más populares del dúo, quizá no tanto como la siguiente, prácticamente una canción infantil rebética, que han abordado y grabado todas las grandes voces femeninas del estilo.
La historia de los cangrejines ya la he subido un par de veces, esta grabación ha de ser una reedición del 62, porque Marika murió en 1957.

Βασίλης Τσιτσάνης. Μαρίκα Νίνου.  Τα καβουράκια.


(continuará...)

Salud y buena música

Ramiro Rodríguez Prada

lunes, 12 de agosto de 2013

Reflejos León


Desde el nido del Mirlo rubio.
León 2012.

888RRADAS


TAMAÑO   DE    LETRA
( T D T )


gallardín
(pequeño)

es un gran
(normal)

bujarrón
(grande)


sulfatosulfatosulfatosulfatoTDTsulfatosulfatosulfatosulfato

Diminutivos   y   AumentativoS

gallardín
(diminutivo)

es un gran
(normal)

bujarrón
(aumentativo)

ωωωωωωωωωωωωΩωωωωωωωωωωωω

Invertido 

gallardón
(aumentativo, grande)

es un gran
(normal)

bujarrín
(diminutivo, pequeño)

olooloolooloolooloolooloolooloolooloolooloolooloolo


Cardiacos.  Pánico en el Hospital.

 minús cul  y   MAYÚS CULO

gallardín
(minúsculo)

BUJARRÓN
(MAYÚSCULO)


P.D. La palabra bujarrón es aquí ejemplo, no insulto sexista,
 y cada cual que la meta donde le quepa, le plazca y pueda.

Ramiro 


Deicidas.   El regreso de los jipis.

http://www.youtube.com/watch?v=QAUFk34H9aE


Salud.

domingo, 11 de agosto de 2013

Reflejos Lleida


Bajando de la Seo.
Lérida, julio 2012.

888RRADAS


Las listas y listos de bárcenas
(Jeroglíficos para otarios)

1

Appcedario


AABBCCDDEEFFGG
HHIIJJKKLLMMNN
ÑÑOOPPQQRRSSTT
UUVVWWXXYYZZ


¿Quién cobró sobresueldos?

Invito a que cada quisque formule su propia pregunta:

¿Cómo se llama el partido que recibía sobres?
¿Quién está acabando con la sanidad y la educación públicas?
¿Quién pretende jodernos vivos y vernos muertos?
e. t. c., e. t. c., e. t. c.

(Solución: Pepe)


José Luis Moreno-Ruiz.  Alevosía.


Lleida, juliol  2012

2

Ni está ni se le esppera 

AABBCCDDEEFFGG
HHIIJJKKLLMMNN
ÑÑOO    QQRRSSTT
UUVVWWXXYYZZ

¿Quién falta a la verdad?

(Solución: Pepe)


Ramiro

Roberta Giallo.   Minirequiem.

http://www.youtube.com/watch?v=0wSLlSCAIqY

Salud.