sábado, 23 de julio de 2011

Miguel Gila

¿Qué pintaba allí Gila?
Lo entenderéis enseguida,  pero alguno ya  se coscó primero, lo sé. Antes de nada debo retractarme de un desafortunado comentario que inserté ayer en Desde la popa ( 06-07-2011. Kiparisi a Pylos), en el que prometía cortarle los huevos al informador del Capi del  Teach sobre  las ruinas de Olimpia, que lo hacía en unos términos inaceptables, ´algunas piedras sueltas`, no para el deportista que no soy, pues ya sabréis que toy psilicoso perdío, pero sí para el devoto del Hermes que vive y reina en Olimpia, en  amor y compañía de otros inmortales no menos poderosos.

Tengo que retractarme yo en lugar de Alberto, como le pedía, porque esta noche se llegó a mí don Miguel, el de la boina, y me dice, pero a cierta distancia, que yo reculaba temeroso viendo la cara mala hostia que tenía, ¿¡cómo es posible tanta inquina en un zombi de su retranca y a quien tanto admiro?!, pues va y me suelta,  ¿A quién decías que le ibas a cortar los huevos?,  y fruncía el ceño mirándome torvo.
Ya no esperé mais porque llevaba el garrote en la mano y la boina ladeada que no le había visto nunca y me dió muy mala espina. Eché a correr. Vi que Gila enfilaba detrás y, a poucos pasos de él venía también, cómo no, el simpar don Ramón, que sigue necio y entocinao en la persecución y parece rejuvenecido, tal vez al encontrar a otro colega  que le sigue el rollo, tan chinao como él, por más pachorro y tranquilón que parezca  Miguelín en la vida real.

La pregunta a contestar es, ¿ fue Gila el informador desconocido del Capi?
¡Qué par de turriones, manúla mú!, no Alberto y Gila, sino éste y el otro...

Salud.

Barbarómiros.

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