lunes, 17 de febrero de 2014

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Hola y adiós.
Oviedo,  2013.



Salí a tirar la basura.



Coincidí una vez más con el del sexto, que bajaba con su solitaria bolsa mediada en la mano. Sólo nos decimos Hola y Hasta mañana, es de pocas palabras. Pero en el trayecto juntos, de ida y vuelta de los cubos, yo iba recordando mentalmente los tiempos en que vivían con él seis hijas y tres hijos, además de su esposa. Los pájaros hace años que volaron del nido y su mujer falleció. Ahora vive solo. Todo esto, y el hecho de que siempre fuera él quien bajaba cargado a tirar las cinco o seis bolsas diarias de basura de aquellos años, me hizo pensar en el fracaso de la familia.



Carlos Gardel.   Mi noche triste.


http://www.youtube.com/watch?v=08iAnr7I0vY


Salud y felices pesadillas.


ra

6 comentarios:

  1. Mas que el fracaso, la evolución, lo que pasa es que en el mundo animal te sale un pico o una pata mas grandes y en la familia el destino es la caja de pino. Mira que poético me he levantado esta mañana.
    Un besito
    Viriato

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  2. Sí, lírico y trágico, de la de pino no escapamos. Pero antes me pone triste la soledad, entiendo la deserción de los hijos, es natural, pero no el abandono de los viejos, cuando ya cumplieron su parte y lo hicieron bien. Y no debe ser sólo cosa de la familia, vinculada por un contrato y años de convivencia, incluso por el cariño, es que somos así. ¿Tiraste la basura, colega¿ ¡Pues hale, ya te puedes ir muriendo! Hola y adiós.

    Bicos, padrazo.
    ramiro.

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  3. No lo había visto desde esa perspectiva en la que te doy la razón, pero como padres nuestra obligación es animar a los polluelos a que salten del nido. En los tiempos en los que vivimos se convierte en una aritmética complicada el cuidado de los ancianos, todos los que tenemos padres o madres, incluso los dos lo sabemos. No sé que nos deparará el futuro, nosotros somos ocho hermanos y nos repartimos el cuidado de nuestra madre, no sin algún problema que otro; imagina nuestros hijos, ahora que las familias tienen la muestra y gracias. Nos espera un futuro de asilo que te cagas. Pero mejor no pensemos en ello y gocemos que nos queda mucho baile.
    Mas bicos

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    1. En el supuesto de que haya parné para el asilo, lo que ya es mucho suponer. Y yo, aunque sin dotes adivinatorias, no me veo resistiendo hasta ese punto. Como lloriqueaba aquel humorista, ¡No tengo ganas más que de morirhme! Sí, dejemos la melancolía, "mierda jodía", decía mi padre. Bailemos pues mientras podamos.

      Salud.

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  4. Discutía con uno de mis hermanos, que se niega a morirse de viejo, las escasas posibilidades que tenemos nuestra generación a emular la vejez de nuestros padres. 1º- cualquier anciano que frise los 90 años (yo tengo madre y tía de 91 y 90 respectivamente) vivió la selección natural, el antibiótico es más moderno y todos estamos al día de las historias de muerte por sarampión, varicela o fiebres de aquella época. Diezmaban familias y pueblos. A nuestra generación, sumado al consumo de fármacos, tenemos que añadirle los litros de vino malo que nos hemos metido entre pecho y espalda, así que, como le dije a mi querido hermano, tus deseos van a ser ordenes naturales. Vamos a caer como moscas y encima trabajando, con eso de retrasarnos la edad de jubilación. Una putada vamos.

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    1. Lo del vino me recordó un poemilla del Catálogo de toses, no tiene título, uso el primer verso, pero podría titularse:

      Mmmmm...

      Maduró en ti la modorra que mamaste,
      son muchos miles empinando el codo
      a medias vino malo y mal trabajo,
      miles de años, miles de esclavos, miles de botellas,
      qué extraño es que hoy des en la mamada,
      que Madre Memez mane otro memo
      por el pitorrín que tiene en forma de pezón
      la bota de mal vino, cáliz de cuero
      del modorro medio, sangre de la comunión.

      (Primera iniciación: enfilo-genética social)

      Salud!

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