martes, 4 de septiembre de 2012

Sombras en el suelo -3


Castrillo de los Polvazares. Marzo 2012.

'Pechopechín', el cabrero ilustrado


Cuando me dijeron que no podría ir a la mili por estrecho de pecho me dieron ganas de suicidarme.

Pero a última hora pensé que era algo joven para morir y me eché para atrás.

Yo era de los que querían hacer el servicio militar en Ceuta o Melilla, y si era en la Legión mejor que mejor.

Siempre me atrajo ese cuerpo. Sobre todo por la cabra.

Soy cabrero en este pueblo desde que era un niño.

Mis padres eran muy pobres y nos echaron a trabajar antes de que acabáramos la escuela primaria. Vivíamos en el monte, nadie se preocupó de si habíamos terminado los estudios obligatorios.

Quería hacer la mili para escapar de casa, llevaba veinte años sin salir del pueblo y de ellos más de la mitad en el monte, con las cabras.

Era tímido y me acobardaba delante de las mujeres. Necesitaba espalmar.

Todo se me torció cuando llegó la carta del Gobierno Militar.


 
San Justo de la Vega. Junio 2012.

De acuerdo, me dije cuando decidí no suicidarme, no haré la mili pero me iré de casa igualmente, a conocer mundo.

Y así fue.

Como sabía que les daría un disgusto no me despedí de los viejos.

Anduve un par de años por ahí, trabajando en lo que salía.

Tuve una novia catalana, de Sant Boi, donde el manicomio.

Nos queríamos mucho pero ella estaba empeñada en casarse por la iglesia.

A mí los curas nunca me gustaron.

Acabamos riñendo. Me llamó pechopechín y la dejé. Yo trato de no insultar ni al cabrón del rebaño.

Me pareció muy cruel.

Me vine al pueblo otra vez y aquí sigo, soltero y sin compromiso con sesenta años.

¡Bueno!, alguna amiga sí tengo, pero soy un paisano tranquilo, me gustan más las cabras, el monte y la soledad.

Y los libros, soy un buen lector, eso me ha permitido reconciliarme con la vida y sus frustraciones.

¿Qué quieres que te cuente?...

Ramiro Rodríguez Prada

 
San Andrés. Astorga. Abril 2012.

Rosalía de Castro. Amancio Prada. 'Adiós ríos, adiós fontes'.

Paz y salud, pequenos.


ra
 

7 comentarios:

  1. Un pozo sin fondo, eso es lo que eres. Has venido con fuerzs renovadas.

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    1. Un pociquín. (Apocique le llaman los griegos al almacén/trastero, etc.). Te pasa como a Txell que me quieres y me miras bien, yo a ti también te quiero, Valen. No vengo mal pero este lo escribí a finales de julio. Como me angustia un poco tener que currar nada más llegar, a plazo fijo, dejé preparadas unas cuantas entradas para esta semana. Sólo la de ayer y la del otro blog son nuevas. Me iré metiendo poco a poco. Ando sonao todavía.
      Besos a la familia y un abrazo para ti.
      Ramiro.

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  2. Te nos escondes Ramiro en el querer, que también, pero no es solo eso.
    Este boceto vital de un cabrero leído, me pregunto cuanto tendra de autobiogràfico: la novia de San Boi... tiene nombre

    pd. Unas sombras mas que gráficas.

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  3. Alguna novieta tuve en Barcelona, pero no de San Boi, y eran buenas.
    Yo pienso que hay algo de biográfíco en todas las historias, incluso en las más fantásticas. En esta no hay mucho, tal vez la inquietud y la soledad voluntaria, pero la de este hombre ha sido mucho más radical.
    Es un personaje, o un prototipo si quieres. Ficticio. Pero es verdadero o tiene verdad, y no lo digo como mérito del autor sino del personaje. Quiere ser una persona. A eso aspiraban también los personajes de Beckett, querían tener un nombre, aunque fuera un sobrenombre, y hasta un pronombre les bastaría.
    Casi nada, Beckett...
    No hubiera escogido el nombre de Txell para la novia!

    Graciès, hermosa, i petons!
    Ramiro

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    1. Después de reflexionar sobre el nombre, no me gustó el aburrido Montserrat, demasiado evidente y pensé en otra Vírgen. Casi sólo por joder la llamaría Pilar (era hija de charnegos, maños, él de Zaragoza y ella de Monzón), pero me parece todo tan malo que pasé. Lo voy a dejar ahí porque igual alguien se mosquea, que hay poco sentido del hupor...
      Bona nit!

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  4. A veure si no es diria Jennifer, com la de la cançó.. :)
    Bona nit Ra

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    1. Cualquier rareza puede darse, me encontré a una chica que se llamaba Maradona, hija de culé, muy orgullosa del nombre. Pero como son culés de aquí no se apellida Català Puig sino, Castiello Llavona, el padre es un rimador de segunda.
      Ja no sabem on tenim el clatell!

      Petons, Txell

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