lunes, 4 de marzo de 2013

Patos platónicos


La fila de los platónicos.
Astorga, diciembre 2011

Patos platónicos

Buenos días. Después de los Peripatéticos y Homeropáticos, tocaban los patos Platónicos. Cada vez que articulo esas dos palabras juntas me se luenga la traba y prenuncio platos platónicos, que no es lo mismo.

Platos platónicos son aquellos que nos comemos idealmente, es dicir, en la imaginación, platos que amamos, pero cuyos contenidos no catamos, no se mezclan en nuestra boca babeante, colmada de saliva por el deseo, al contrario: permanecen inalcanzables, sólo accesibles al mundo de las ideas.

El Pulgarzito.   Lookin 4 U babe.


El manjar platónico es un placebo espiritual para poetas pobres con buen apetito, culinaria mística de las almas puras, incontaminadas por esas horribles recetas de la restauración real en cueros vivos.

En fin, que por esa trabazón silábico-lingual pensé incluso cambiar el título de la entrada por uno más eufónico, tal vez Ocos o Gansos platónicos. Sin embargo la palabra  pato tiene aquí más entidad que otras denominaciones y para no prescindir de ella se me ocurrió cambiar el  platónicos, evitando también así la cacofonía. Y para hacerle el honor al  δάσκαλος, al maestro de la bufanda naranja que encabeza este grupo de platónicos, quise titularla Pato a la naranja.

Desistí porque platónicos es también un término que se ajusta mejor a lo que se cuenta hoy, materia más filosófica que cítrica. Pero quede constancia de las peleas en las que se enzarzan los escribidores.

Es la única especie de anátida que no interactúa de facto con las gallinas siracusanas, por ello no tienen descendencia, se reproducen por ciencia infusa y ponen huevos simbólicos que sólo eclosionan en presencia de un filósofo, y no les vale el primero que llega, ha de ser también teólogo de la escuela de San Agustín.

Aficionados a la conversación y dialogantes, son no obstante orgullosos y no se relacionan con cualquiera, desfilan siempre con el pico levantado y la mirada perdida en las alturas metafísicas, ajenos a los afanes del resto de los mortales, palmípedas de su especie incluídas.
A éstos no los veréis nunca chapoteando en un bebedero patos público. Otra cosa es lo que hagan de puertas de la Academia adentro, porque muchos dicen que son una especie de secta y los popes parecen de la más rancia curia Paticana. No sé.

Otra característica reseñable de los  platónicos puticanistas, según expresión de algunos gansos ateos, es su voz melíflua que no tiene nada en común con el roncón desafinado de la inmensa mayoría de especies de patos.


Pátonas, el patín Apóspata, increpando a un pato pasmao
Astorga  2011

El patín es adoptado y estudia en la Academia platónica. Todo un polemista ya a su corta edad, no está en la escuela por vocación, que a él le van las gansas de verdad, las patas, las ocas y las que caigan, sin olvidar a toda la gran familia de siracusanas. ¡Y tiene voz de arriero el jodío! Precoz nos salió el mangas.

Ya lo amenazaron con la expulsión, aunque saben que su reputación de patos aristocráticos no les permitiría dejar en la calle a un pobre huerfanito.

El patín, que fue abandonado en forma de huevo en el torno de la Academia y bautizado con el nombre del gran filósofo Pátonas, se hace llamar a sí mismo Crisipo y el Apóspata, y se escojona de sus maestros y sus patafísicas pajilleras.

Es un elemento y los patósofos estudian venderlo a una pareja de gansos virtuosos, matarían así dos patos de un tiro porque la Academia está económicamente muy afectada por la crisis. Y eso que faltan vocaciones y hay menos picos que alimentar.
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Korvus Korax, El Negro. 
La cabra mecánica.   Caramelo.


P. D. El Capi del Teach y César Viriato, dos marinos, fueron los culpables de la deriva platónica de hoy, el uno porque me provocó con la historia de su padre sobre las gallinas siracusanas y los patos interactuantes, dando lugar a esta etiqueta, y el otro porque cuando en el último capítulo hablaba de gallináceas pidió anátidas. Va por ellos, pues.

Salud a todos

ramiro

4 comentarios:

  1. Gracias por la parte que me toca, me he quedado patidifuso, nunca esperé que se hablara de mí por la patilla y para no quedar patibulario, me despido patinando.
    Besitosssssssss
    Viriato

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  2. Veo en ti una cierta deriva hacia lo gastronómico en los últimos enlaces y al mismo tiempo escarceos plutocraticos. Y encima me hechas parte de la culpa.
    Y eso que solo te conté lo de las siracusanas y no las de las tinerfeñas gallinas (con el huevo en el ...ala ¡¡ las muy cochinas!!)
    Y es que del boquerón pasaste, via sardina, a los salmonetes, que por cierto son los peces que se pescan con mas cariño.
    Ahora te pasas a los patos desde las gallinas, y te olvidas de los "gurriones" así que a nada que "orvalle" estarás hablando del "Mid Cuit" como el que quiere la cosa (a falta de foie gras me he comido el no).
    Como te pille el "viellu" va a endiñarte con la de terry en las albaidas.

    Un abrazo. Por aquí todo bien (siempre que no entremos en detalles)

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    Respuestas
    1. ¡Sí, ho, por unos salmonenitos de ná un plutócrata, con mi sueldín! Cuéntanos tú algo de angulinas, goloso! Pero comimos el mes pasado unos oricios de muerte, son más asequibles a mi bolsillo, pa compensar.
      Mucha alegría saber que seguís bien. Tengo ahí pendientes dos capítulos con Valle que saldrán cualquier día, parece que vuelve a las andadas, al terry le endiña él.
      Recuerdos para ti y para Lola de la mi morena y unos abrazos de mi parte.
      ¡Ya me contarás eso de las tinerfeñas, picarón!...
      Tenemos ahora unos amigos en Mahón con un velero de transporte a las Canarias, ¿por dónde andáis? Bueno, es que se os echa en falta.

      Sobre todo que siga la salud, nosotros también bien, yo tirando!
      ramiro

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