lunes, 1 de abril de 2013

Cagajones


Tamaño de grano
La Marea, noviembre 2012

Desayuno con diamantes


Nuevos, frescos escándalos están salpicando, ¿Salpicando?, a diversos políticos, aristócratas y banqueros desaprensivos, valga la rebuznancia. Agencias de detectives asnales, ¿Aznares?, con Mortadelo al frente de su TIA, siguen el rastro de las deposiciones de los implicados en el pastel, ¿Pastel?, hasta Suiza y más allá, sin pisar las pruebas. Pero las caballerías les llevan mucha ventaja y sólo encuentran cagajones, ¿Cagajones?, del mes pasado, de hace una semana o, todo lo más, de ayer.

Sí, es cierto que en los restos se hallaron evidencias de haber comido en restaurantes de cinco tenedores y medio, pero eso no prueba casi nada, aunque se haga, ¿Haga?, aunque se coma gloria, se caga mierda, ¿Mierda?: ¡Auténtica!.

Y ¿qué hay en sus paraísos fiscales -ciscales: ¡de ciscarse en san dios!-  y en sus retretes suizos?. Excremento, cagajones.

¡Pero son nuestros cagajones, señores! ¿Cagajones? ¡Los han afanado del colector común, no les bastaba con sus descomunales corruscos culares!, ¿Culares?, que ya eran desproporcionados, acostumbrados a dilatar hasta lo..., lo..., no sé como llamarlo, ¡lo milagroso!, sí milagroso, porque aquí entra, y sale, siempre la escatología, todo se enreda como en el coño de San Mari Ano, ¿Mariano?, ¡agárramela con la mano!, ¿Con la mano?, ¡ca ca, ne ne!.

Y si quieres más mierda aguarda otro Rato, ¿Otro?.


El Pulgarcito.   El enano urbano.

http://www.youtube.com/watch?v=8UvSjnlURd4


KK. de la Va  K.  Mondonguera, augur balbuciente.

4 comentarios:

  1. Le voy a llevar la contraria señora, mire por donde, su mierda(no la de usted, si no la de sus señorías) no sale del colector común, oiga, el resto nos curramos la ambrosía, ellos la recolectan para compartirla equitativamente en sanidad, educación y un inmenso etcétera, y tras el mágico paso por sus manos, eso sí, la deponen en una inmensa mierda que nos comemos nosotros.
    Me gustaba más le entrada de la empanada.
    Besos
    Viriato

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    1. Buen día, señor mío, a mí también me gusta más la empanada y me parece bien tu explicación, de hecho ya empecé a sentir hartazgo de los culares en esta etiqueta muy pronto, en las primeras entradas. Hablar de esos marranakos una vez al mes, más o menos, te revienta por muy escatólogo que seas: a banqueros y millonarios, políticos y obiésporos, no veas cómo les canta el bul, ¡hay que tener estómago!
      Y hablando de cante y bulería, no había visto las imágenes del anuncio vaticano de habemus papam, ¡hostia, pensaba que era una parodia para uso de gays, o en clave interna puticana, tuve que ponerlas otra vez para convencerme! Me parece casi imposible que un humorista pueda mejorar esa puesta en escena y ese corte sarasa del menda, ¡Badre del Divino Infante, que peligroooo!

      Más besos.
      ramiro

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  2. La verdad es que manda narices ver a esa panda de jubilados de feria vestidos con puntillas.

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    1. Y que ellos se disfracen vaya y pase, ca un ye ca un y a los travestis ya no los persigue la ley de vagos y maleantes. Franco sólo permitió estos comportamientos atípicos en lo chechual, y conductas desviadas como diría el sexólogo del régimen López Ibor, en el interior de los conventos y en el seno de la Santa Madre Iglesia, ¡y sólo hay que oír hablar al dictador para saber de qué huevo cojeaba!
      En fin, lo triste es el Concordato vergonzante en una sociedad laica a priori, o que tanto ingenuo comulgue todavía con la charlotada y muchos de buena fe. ¡Esto va más lento que la burra que disecó el chalán!, que era mejor, porque andar no andaba pero tampoco comía, y éstos comen cocos y presupuesto ajeno que no veas.

      ¡Ten paciencia, hermano!

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