lunes, 27 de enero de 2014

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Kakolímano,  Mal puerto.   Petriés.
Eubea. Grecia 2011.


Salí a tirar la basura


dispuesto a todo y con un sí pintado en la frente. En pocas ocasiones salgo con ánimo tan abierto, la mayoría de las veces lo hago sin entusiasmo y vuelvo a casa con la misma penosa sensación, una mezcla de obligación de subalterno, rutina y aburrimiento. Lo más cercano a la negación es lo habitual. Pero ¿qué ocurre cuando estando abierto a todo, no pasa nada?. Que se frustran las expectativas contenidas en el primer enunciado. No estoy en Grecia, la calle está silenciosa, oscura y muerta, no se me aparece San Juan Nepomuceno, patrón de los bohemios, y para más recochineo olvidé el cigarrillo que había liado antes de salir. ¿Para qué tanto derroche de energía positiva?


Frédéric Chopin. Piano, Aldona Dvarionaite.   Prelude en Mi-Menor (op. 28 no. 4).




Salud y felices pesadillas.


ra

4 comentarios:

  1. Si a mí se me aparece San Juan Nepomuceno, aunque salga a tirar la basura vestido de lentejuelas, me da un sincope.
    Un besito
    Viriato

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    1. Buenos días, César. Da más miedo el nombre que la persona. El mayor problema es el idioma, no entiendo ni papa de checo y poco de latín; parla también italiano, pero es santo de pocas palabras, así que me limito a brindar con él en copas de cristal de Bohemia con vino de consagrar, y carretera. Es un poco pasmao y de ideas rouquiñas, no me mira bien, pero el tinto dulce es milagroso!

      Sigo de acompañante familiar, tranquilo si tardo en contestar.
      Besos.

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  2. Respuestas
    1. Anda poco porque se pasa el día en la cama, donde le molesta menos un problema cervical. Ya sólo nos falta Rehabilitación. No mejora, y no se resolverá fácilmente con 80 años, hay cosas que no tienen vuelta atrás. Por lo demás bien, es una mujer fuerte.

      ¡Gracias, compa!

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