lunes, 24 de febrero de 2014

116


Caballeros a pie, con gato.
Rodas,  2013.


Salí a tirar la basura



y al llegar a los cubos se acercó un gato que empezó a restregarse contra mis piernas. Una de las bolsas tenía restos de pescado, pero no cedí a la tentación de abrirla y darle una raspa. Ya me llamó la atención más de una vez el presidente de la comunidad en nombre de los vecinos, así que solté la bolsa en el cubo diciéndole al minino, ¡Lo siento, amigo!. El gato se alejó contestando, ¡Miau miau!, que, magia del lenguaje felino, me sonó literalmente a ¡Jódete, cabrón!



Stray Cats.  Stray Cats Strut.



Salud y felices pesadillas


ra

2 comentarios:

  1. Si es que hay que tener gato para saber todo lo que dicen y si es gallega como la mia... ¡No para! Tiene berborrea.
    Un besito
    Viriato

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De los animales que nos rodean son los más listos con diferencia, fíjate en la gallina, por ejemplo, ¿habrase visto bicho más pánfilo y con una mirada más alucinada?. Claro que, ¿quién no lo estaría teniendo que posar un huevo diario sin haber echado ni un mísero casquete en toda una vida?
      Y es verdad que los gatos tienen facilidad para los idiomas; en Grecia, que hay miles de callejeros, son políglotas, lo mismo se entienden con un griego que con un chino, y con pocas palabras se arreglan para endilgarte un discurso filosófico. Te entiendo, si es gata y gallega, se sabe La Pipa de Kif de memoria.

      Salud y risas, gatuno.
      ramiro

      Eliminar