domingo, 9 de febrero de 2014

H Νίσυρος, Nísyros -4. Εμπορειός


La plaza  mayor  de  Emboriós.
Nísyros. Grecia, agosto 2013.

Emboriós


Buenos días. En el Oasis comimos sin agobios y la misma suerte tuvimos en Emboriós, donde llegamos cuando los turistas del único autobús aparcado a las afueras, pagaban la cuenta de sus comidas en la taberna-bar del pueblo. Nos sentamos a tomar algo.

Tengo a veces escrúpulos al llamar tabernas a estos establecimientos que son algo diferente a nuestras tabernas y muy bien se les puede llamar restaurantes sin más. Pero tampoco es eso, sería una reducción aún más grosera, porque en Grecia la taberna es un genérico que incluiría sin problemas a cualquier denominación que queramos aplicar a una casa de comidas, incluyendo el bar y excluyendo las de lujo. Una taberna por otra parte es casi un sinónimo de comida griega. Usan Stiatorio, pero eso suena demasiado culto y apenas pasa del cartel publicitario que cuelga en el dintel de la puerta. Quería hacer esa puntualización porque hablo con frecuencia del asunto.

Dije "la" taberna, y es que sólo hay una, de nombre El balcón de Emboriós y lo es sin duda. Desde el comedor interior y la terraza se tiene una vista magnífica sobre la gran caldera del volcán Polivotis con la costa oeste de la isla de fondo.

La subida es el equivalente a un puerto de segunda con algunos tramos más empinados. Se sucede la vegetación densa y las terrazas plantadas de olivos que miran al canal de Cos y a la costa turca, en el este.
Trescientos metros antes de llegar, entre las rocas de la base del pueblo colgado arriba, hay una surgencia de vapores de agua del volcán a la que llaman sauna. Es un cubículo de piedra construido a propósito, donde no caben más de cuatro personas. La entrada es libre, si cobraran algo sacaban una pasta, todos nos metimos allí. Es broma, pero en otra parte cualquier espabilao ya hubiera montado un spá, que mola mucho ahora...
La grabación es de otra fuente de vapor, ατμολουτρα (atmolutrá), en las ruinas de una casa de Árgos, sitio de interés arqueológico de la isla. Nos cuenta Nikolaos, que disponían las habitaciones alrededor de la surgencia y servía de calefacción, además de χαμαμ (jamán), el baño turco.
Αργος - Πυρια. 24 Μαρτιου 2013. 

El calor puede hacerse insoportable, y lo digo con conocimiento de causa porque trabajé en una sauna, ¡las gafas parecían de culo de botella nada más entrar!

¡No hay quien baile la susta como nosotros los de Nísyros!, asegura Georgenísyros, el subidor del vídeo, un habitual de la isla en Youtube.

Sousta de Nísyros.

La  calle de  Emboriós  (¡No hay más!)

En la ascensión, el pueblo aparece a lo lejos ocupando la cumbre de una larga cresta rocosa. La carretera termina en un pequeño aparcamiento para dos o tres autobuses y una docena de coches, unos cincuenta metros antes de la empinada subida final a pie hasta el caserío.
Esta cuesta desemboca en la única calle que pueda ostentar tal nombre en el pueblo, al que recorre de sur, por donde se accede, a norte. Unos quinientos metros, atravesando una placina de juguete, con dos ramales cortos a los lados.

Emboriós es una calle, tenía escrito. Pero es mucho más que eso, por supuesto.

En lugar de seguir por la derecha, hacia el norte y el centro del pueblo, la parte habitada en realidad, por donde iban saliendo ya los primeros turistas del autobús aparcado, nos metimos por la izquierda. Son los cien metros finales de esa calle, con casas de piedra deshabitadas y semiderruidas de una belleza arquitectónica que anonadaba, y entristecía a un tiempo por el abandono.

En esa zona, con un presupuesto cercano a los 300.000 €., financiado en un 75% con fondos de la Comunidad Económica Europea, construyeron en 2009 un importante centro de estudio y seguimiento del volcán, hacia cuya caldera mira, y que también ha sido abandonado, sin duda por falta de fondos, no por falta de sentido. Era un lugar privilegiado para la formación de jóvenes geólogos, y para la observación e investigación vulcanológica y sísmica in situ.

Al llegar a la iglesia quedaban apenas cuatro mesas ocupadas entre la docena de la terraza y la propia plaza. Y en el interior del bar otras tantas. Fuimos testigos de cómo las agencias, a través de los guías, azuzan a los turistas para que espabilen y abrevien. La guía pasó de mesa en mesa animando a pedir la cuenta y levantar el culo: A las tres y media hay que coger el kaike de vuelta a Kardamena, en Cos, y todavía tenemos que dar una vuelta por Mandraki para comprar algunos recuerdos.
En cinco minutos se despejó por completo el panorama. Salieron de la placina detrás de la profesional en fila india, porque la angostura de la calle no da por dos personas en fondo...

La que sigue es otra canción de boda. Explica quien subió el vídeo, que se la cantan las chicas al novio cuando va a la costurera a que le tome las medidas para hacer el traje. Aquí sólo canta una mujer y el tema se corta al final abruptamente, como algunos matrimonios..., pero no encuentro otra grabación y la canción es guapa. Una pena.

Βιολι ο Χατζινικολας, λαουτο ο Ευγενιος Καζαντης και τραγουδαει η Πόπη Πάχου.
  Της λυερης το φορεμα. 


 Εμπορειός,  Emboriós. 
Nísyros.  Grecia, agosto 2013.

Era a finales de agosto y de ahí la escasez de turistas, en los días de más afluencia el tiempo está calibrado al segundo: llegan dos autobuses con personal, unos comen y los otros recorren el pueblo, después invierten los papeles y cuando los dos siguientes vehículos están llegando al aparcamiento, el guía despacha a los visitantes para dejar sitio a los nuevos, ¡es que no hay mesas ni espacio en el pueblo para más! ¡Acojonante!

De la calle parten hacia ambos lados pequeños pasadizos, callejones, escalones, túneles, arcos. Hacia el este se ve el canal marítimo que separa Nísyros de Turquía y al oeste el volcán y el mar Karpázico salpicado de islas e islotes. La cresta no creo que supere los cuarenta metros en sus partes más anchas, dimensiones en las que entran las casas que flanquean la calle y los pequeños huertos a sus pies, mirando al valle que forma la caldera del Polivotis.

Como aprovechan un lugar tan estrecho las soluciones arquitectónicas son muy originales. La ubicación del pueblo ya impone las primeras restricciones, pero después todo parece aliarse y conjugarse para hacer del lugar un sitio especial. La calle estrecha y las salidas laterales, con pasajes abovedados, distintos niveles con escalones y recovecos inverosímiles, sombrean y refrescan el pueblo que, al estar en lo alto a unos 400 metros, recibe de lleno ese sol egeo demoledor.
¿Qué los empujó a levantar estas maravillas de la arquitectura popular en un punto tan extremo y al filo de un volcán? Tal vez la fertilidad de la tierra volcánica de sus terrazas que son otra maravilla del trabajo y el tiempo.

El tipo de construcción de Emboriós se repite en Mandraki y Nikiá, pero con la diferencia de que ambos disponen de más espacio para su caserío. También son mayores.

Emboriós, si nos fiamos del número de buzones de la  Ελληνικά Ταχυδρομία (Eliniká Tajidromía), el servicio griego de correos, que hay en la plaza, uno por vecino, tiene en la actualidad 21 habitantes; el censo oficial del 2011 asegura que son 27, y un vecino con el que hablamos dijo que había crecido la población y ahora eran 25. ¡Explosión demográfica y baile de cifras al borde del volcán!
Hay un mueble azul de buzones metálicos en cada pueblo y eso es algo que por su gracia merecería otra entrada en alguna ocasión, del mismo modo que dediqué una al reparto de la correspondencia en Ayi Apostoli de Eubea.

 Στίχοι, Φίλιππος Πλιάτσικας. Μουσική, Sasa Dragic. Ρυθμική κιθάρα, Γιάννης Ξηραδάκης. Σόλο κιθάρα/2α φωνητικα, Γιάννης Πιτσαβας. Σόλο κιθάρα/φωνητικα, Μιχάλης Νικολάου.
Τι `ναι αυτό που μας ενώνει.  Qué es lo que nos une.

Molino abandonado en   Emboriós,  con gato.
Nísyros.  Grecia, verano 2013.

Ni siquiera los restos clásicos nos impresionaron tanto como algunos de los que vimos aquí. Esta fotografía es uno de ellos. Creo que se trata de un molino, por la rueda, la presencia de ánforas para grano o aceite, y por las dimensiones de la construcción y la espectacularidad de la arcada.
Es la casa más grande del conjunto, pero hay otra serie de ellas en distintos grados de deterioro que enseñan sus bellos arcos en los dinteles y en el interior, y sus sólidas paredes de piedra tallada, con los techos hundidos por donde asoma el azul del cielo, y trozos de mar por los huecos vacíos de puertas y ventanas.

Pero quizá la imagen más conmovedora la ofrecía el interior de una vivienda que aún conservaba la techumbre. Parecía la última en haber sido abandonada, tal vez sólo quince o veinte años atrás. Todavía tenía las camas con los colchones y los cobertores puestos, dos baúles abiertos pero llenos de ropa, alguna silla rota, útiles de cocina y grandes ánforas en buen estado. Todo estaba manga por hombro, como si alguien hubiera rebuscado, y ya muy lleno de suciedad y cascotes, sin puertas ni ventanas y con algún tabique caído.
Había una historia triste, dramática, en aquel escenario. Una huida rápida para no volver, la muerte del último habitante, sin familia que recoja sus pobres pertenencias, o con parientes lejanos y en la emigración...

No quiero deprimiros, pero las condiciones de vida no debían de ser fáciles, ni lo son ahora, y la ausencia de futuro puede hacer que no aprecies la belleza que te rodea, o no tanto como para abrir la boca fascinado, a semejanza de los turistas sin complicaciones que caemos por allí de paso.

El último tema es un organiko como le llaman los griegos a los instrumentales. Muy guapo. Hay una pequeña discrepancia entre Stavros, que lo subió, y un comentarista, el del vídeo de la sauna, que le dice que ésta no es una canción de baile, χορευτικο (jorevtiko), un Embrós, que significa, frontal, delantero (lo/el que sale, a bailar en este caso), sino para escuchar sentado, καθιστικο (kazistico). Stavros le contesta que él puso el título del CD de donde la copió y le pide alguna prueba de su apunte.
Es posible que tenga razón Nikolaos Papatsos, pero no hay respuesta de momento. Por cierto, ¿se trata del mismo, o de un familiar del Nikos Papatsos, del que puse un tema aquí en el capítulo anterior de Nísyros, grabado también en New York, donde tocaba el santouri?

La disputa, en términos correctos, me vale para que disculpéis los errores que sin duda puedo tener: si ellos, que son griegos de cuerpo entero, no se ponen de acuerdo, imaginaros mis problemas que sólo tengo de griego el corazón y la barba, y no soy músico.

Νίσυρος.  Εμπρος (Στ' Αη Γιωργιου Τ'Ανηφορο).


Salud y buen rumbo.


Barbarómiros


P. D. Un vídeo de Emboriós que no había visto, dura 14 minutos pero es muy completo. Las tomas de la caldera del volcán desde El balcón de Emboriós o las terrazas de cultivo, la calle, la plaza con la iglesia, las casas, algunas ruinas..., y los gatos.

Nísyros TV.  Εμπορειός.  Emboriós.

http://www.youtube.com/watch?v=d49YcO9ynbw


Vale

4 comentarios:

  1. Me encantan las fotos y no te digo nada del Dodecaneso que me pongo pesado. Una pregunta, en la foto donde se ve al gato sobre la piedra de molino, lo que hay bajo la arcada... ¿Es un vigoncio de madera? ¿Está sustentando o servía para colgar algo? Es muy curioso.
    Un besito
    Viriato

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    1. Exacto, es una viga de sustentación, es que el diámetro de la arcada andará por los cinco metros, y ya ves el juego de arcos cruzados, más que un molino parecía una capilla paleocristiana, el refectorio de un monasterio del Císter, qué se yo, espectacular para un pueblo tan pequeño.
      El vigorrio es sólido, lo saben los gatos, pero acabará cediendo si no habilitan otras soluciones, como el resto de los techos, y ¡no hay un puto euro para lo necesario!...

      Preciosos tanto Emboriós como Nikiá. Emboriós tiene también la belleza romántica de la ruina y la soledad, un sentimiento agridulce de belleza y abandono.

      Salud y un abrazo, compadre.
      ramiro

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  2. Sí que dan tristeza las casa abandonadas, uno siempre se piensa en las felicidades y las penas de los que vivieron allí. Yo ya sabes que estoy en el Cabanyal, donde han tirado muchas. En las medianeras se distinguen las pinturas de habitaciones, cocinas o escaleras; es tremenda la melancolía que producen; yo siempre veo sus sombras.
    Me puedo imaginar la belleza de esas calles y laberintos, donde no sabes cuando empieza una casa o termina la del vecino.La arquitectura popular es tan hermosa muchas veces porque es pobre de medios; cal, barro, un poco de madera...la cagan cuando descubren Leroy Merlin y un puñado de euros

    Muy buenas veladas a todos

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    1. Así soñé yo el Cabanyal, aunque lo conocí en mejores tiempos. Las casas abandonadas o en ruinas, tienen para mí más fuerza y mayor tristeza que, por ejemplo, los cementerios, donde ya no queda nada y todo es adorno falso.
      Aquí domina la piedra, incluso trabajada, tallada en casi todos los arcos y dinteles, y hasta con motivos en algún caso, pero la mayoría son pequeñas casas, metidas unas por otras y con soluciones muy graciosas, desde luego. En mi pueblo sí, es el barro, la tapia, el adobe, madera... y cal siempre, cualquiera que sea el material, pero está desapareciendo, el ladrillo arrasó con todo en el último siglo. Y esos Merlines hicieron el resto, ¡para copiar modelos rústicos, hay que ser fatos!

      Salut i bon día!

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