lunes, 3 de marzo de 2014

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No hay color.



Salí a tirar la basura



al final de la cena, cuando los niños todavía comían la manzana del postre; en el espejo del vestíbulo me vi fugazmente al pasar, pero tenía prisa porque quería ver por televisión el comienzo de una película y no aflojé el paso como hago a veces para echarme un vistazo, no por admirar a Narciso, sino por comprobar que no salgo con medio melón en la cabeza o cosa semejante. La temperatura de la noche parecía anunciar la primavera como ya predecían los del tiempo. Cuando dejaba las bolsas llegó una mujer, desconocida para mí, con otra bolsa en la mano, pero en lugar de tirarla como creí que haría, me saludó con cierta confianza interesándose por mi familia. Me daba un poco de apuro preguntarle quién era, pensaba en una compañera de trabajo de mi esposa a quien hubiera visto poco. En la media docena de frases que cruzamos no me dio ninguna pista por la que pudiera reconocerla y sus preguntas fueron también un poco generales. Era una mujer algo entrada en años, pero atractiva y desenvuelta; antes de que yo consiguiera vencer mi vergüenza, sacó cuatro manzanas de la bolsa que traía y me las puso en las manos, y en los labios un beso. Quedé más perplejo que Rajoy, no reaccioné. Se fue calle arriba desapareciendo en la esquina. Al llegar al portal salían del ascensor dos enanos que me preguntaron por una vecina que tampoco conocía. Sonrieron, me desearon buenas noches y se fueron. La película ya había empezado y la verdad es que no tenía ningún interés, era una mala variante moderna de un cuento infantil, Blacanieves. Contándole a mi colega el encuentro junto a la basura, no recordó a nadie cercano que respondiera a la descripción que le hice. Omití lo del beso por no añadir truculencia al asunto, no había tenido arte en ello y la parte que me tocó como receptor fue puramente mecánica. Pero después viendo el final de la película y relacionándolo todo, me pareció que tal vez también fuera relevante, porque, ¿qué faltaba?, ¿no se había producido un cruce de historias?, ¿quién fue el responsable de la acrobacia, o sólo era cosa de mi medio melón calenturiento? Miré por la ventana, la calle se había cubierto de nieve, por la acera no bajaba el Príncipe en su corcel, pero sobre la mesa del comedor descansaban las manzanas, tentadoras. Tanto apestaba la historia a un complejo sexual barato, que pedí consulta urgente, en la SS, al majara de mi psiquiatra.



Héctor Piazzolla. Roberto Goyeneche.  Balada para un loco.




Salud y felices pesadillas


ra


P. D. Un postre.

La Polla Records.  Los 7 enanitos.

http://www.youtube.com/watch?v=L0sak7T-wQE


Vale

6 comentarios:

  1. Y yo que esperaba que le hubieras llevado las manzanas a la vecina bruja para ver si de una vez te la quitabas de encima. Si es que siempre pierdes las buenas oportunidades.
    Un besito mi prinicipe azul
    Viriato

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    1. Ave, Caesar! Yo aquí creo que hice más de Blancanieves que de principito, aunque con esta barba me iba más el papel del enano Gruñón. Pero la psicología no sabe de disfraces o más bien pasa de ellos, todo lo transforma en signo patológico, el disfraz es travestismo, sin embargo el teatro es más antiguo que la psicología como disciplina, y además aspira al arte, intenta escapar a la ciencia y a la interpretación, clínica o de cualquier género. Otra cosa es que lo consiga, y me da que aquí no pasó del Freud más elemental. Como quiera que estas historias son casi escritura automática..., pedí consulta al psiquiatra (que como príncipe tampoco da la talla, es canijo y estrecho de culo, va de cuero negro de arriba abajo con espuelas en las botas, y monta una Harley; la montura es lo que me hizo pensar en él en ese papel). El tipo está mucho más zumbao que yo, o eso creo. Pero me entretiene un rato.

      Salud, doncella.
      ramiro

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  2. ¿Y no sería la mismísima Afrodita? Y tú un Páris pasmao y piantaó.

    Abrazos a los dos

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    1. Por cierto tengo un blog nuevo recomendado, Lemnos, que creo que te gustará; un amigo de Crevillente va ha rodar una película en Limnos: Filoctétes. La vida es circular y Filoctetes viene y va de un blog a otro.
      Gia

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    2. Yasu, pirátissa! Lo vi al hacer un comentario en tu entrada de barkulas, ya les deseé en su blog mucha mierda y suerte, y en la de mañana en Psi. hago una mención a ello en la posdata.
      Desde luego que cierra y abre círculos, imagínate, fue una sorpresa fantástica para mí. Y el chaval es de Crevillent, donde vive mi hermana. Miundo piquiñín!

      Besos!

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    3. Pasmao y piantao seguro, pero Afrodita no creo porque ando algo peleado con las divinidades. Me vino a la cabeza la canción de Silvio Fernández, Las criaturas se titula, letra de San Juan, también la canta Amancio Prada pero me gusta más esta versión del sevillano, "con arrimo y sin arrimo todo me voy consumiendou...", y el espanglis.

      http://www.youtube.com/watch?v=0-ZGq72JhVc

      Salud, colegari!

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