viernes, 21 de noviembre de 2014

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Paritorio de la SS.


Salí a tirar la basura



muy embarazado. Junto a los cubos parí. Como no tenía con qué cortar el cordón umbilical y me daba asco utilizar los dientes, en incluso coger al bebé en brazos, todo lleno de sangre y babas, volví a casa arrastrándolo, con la placenta todavía a medio expulsar. Era una imagen tan horrible que ni yo mismo me atrevía a mirarla. Entrando en casa alumbré. Pincé y corté el cordón, y bañé a la criatura en el fregadero donde en cierta ocasión se me apareció el cardenal primado de las Españas acompañado por el Tercio de la Legión con cabra al frente. Le puse un pañal y lo intenté vestir, pero la ropa le quedaba pequeña. Era un crío enorme, con abundante pelo rubio aunque yo soy moreno, me sonreía y entre los labios gordezuelos se le veían ya las paletas de los incisivos. Cuando lo cogí en brazos casi no podía con él. Me senté y lo coloqué sobre mis piernas. Levantó la mano e hizo el gesto de bendecir, el que se ve en alguna imaginería cristiana antigua con el guaje en el regazo de la Virgen. ¡Coño, parí al Niño Jesús!, pensé. Parecía un rapaz de catorce años, el jodío, el embozo del bigote ya le sombreaba el labio. Demasiado cabezón, lucía prominencias frontales. Inevitablemente pensé en Pasifae sosteniendo en sus rodillas a un bebé Minotauro que parecía un Mihura de ochocientos kilos con dodotis. El monstruo abrió la boca y en lugar de decir mamá, mugió. Lo solté como si quemara y salió corriendo. No lo volví a ver.



Nina Hagen.  Smack Jack.


http://www.youtube.com/watch?v=nIDnN34ZZaE


Salud y felices pesadillas


ra

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